|   Si 
                            sois amantes de la egiptología o un poco curiosos 
                            con lo relacionado con el antiguo Egipto, os gustará 
                            este tema. De las múltiples características 
                            que hay en este amplio tema, comentaremos sobre cómo 
                            los egipcios trataban el tema de la muerte, prolongación 
                            de su vida terrena, el 'más allá' y 
                            el significado de las pirámides. 
                          
                             
                              |   | 
                             
                             
                              |   Momia 
                                  expuesta en un museo.  | 
                             
                           
                           A partir de la dinastía cuarta, la momificación 
                            fue una técnica que utilizaban al principio 
                            sólo para los faraones, porque creían 
                            que eran los únicos dignos para poder pasar 
                            al 'más allá'. Más adelante consideraron 
                            que también podían los nobles y los 
                            altos jerarcas. 
                            Para los egipcios esta práctica era muy importante 
                            porque era la creencia en la inmortalidad del espíritu 
                            humano, preservar la integridad de los cuerpos de 
                            los difuntos y la identidad del individuo en la vida 
                            futura, de acuerdo con sus costumbres. 
                           Los intestinos eran retirados, los riñones 
                            y el corazón no, y la cavidad corporal tratada 
                            con una sal blanca, translúcida, cristalizable 
                            y eflorescente llamada natrón; después 
                            el cuerpo era completamente cubierto también 
                            con natrón pulverizado. La persona encargada 
                            de efectuar el corte inicial del cuerpo con un cuchillo 
                            de piedra, a un lado del abdomen, era elegida en la 
                            ceremonia y posteriormente sometido a un ritual de 
                            persecución y lapidación, ya que era 
                            una ofensa dañar el cuerpo del faraón, 
                            incluso después de su muerte física. 
                           
                          Después de extraerlo del natrón, el 
                            cuerpo era recubierto por dentro y por fuera con resina 
                            para preservarlo; se envolvía con vendajes 
                            de lino, engarzando escarabeos, amuletos 
                            y otros talismanes religiosos. En el caso de la realeza, 
                            eran colocados dentro de una serie de ataúdes 
                            jerarquizados, siendo el exterior un sarcófago 
                            de piedra, normalmente. Los intestinos, pulmones, 
                            hígado y estómago eran preservados por 
                            separado y almacenados en unos vasos que servían 
                            para guardarlos denominados: vasos canopos, quedando 
                            protegidos así por los cuatro hijos de Horus. 
                            Se han encontrado dos papiros que describen el ritual 
                            del embalsamamiento, aunque de forma incompleta. El 
                            conocido como Papiro 3 de Bulaq, el más 
                            extenso, en el Museo Egipcio de El Cairo, y el Papiro 
                            número 5.158, que se encuentra en el Museo 
                            del Louvre. 
                          
                             
                              |   | 
                             
                             
                              |   Vasos 
                                  canopos donde se depositaban las vísceras 
                                  de los difuntos.  | 
                             
                           
                           Había criaturas que se consideraban encarnaciones 
                            vivientes de los dioses siendo embalsamados también: 
                            ibis, cocodrilos, gatos, babuinos, toros, serpientes 
                            y percas del Nilo. 
                            La residencia más apropiada para estos cuerpos 
                            embalsamados eran las construcciones funerarias. Junto 
                            a Tholos y Mastabas, el gran centro religioso de estos 
                            enterramientos eran las pirámides. 
                            Es una de las dos construcciones religiosas: las tumbas 
                            y los templos. La tumba tenía como misiones 
                            principales proteger al cuerpo de la intemperie y 
                            de los ladrones que se sintiesen atraídos por 
                            el tesoro guardado en su interior. Cuanto mayor era 
                            el rango de la persona, mayor era su tumba, y puesto 
                            que según la tradición después 
                            de muertos los faraones se convertían en dioses, 
                            sus tumbas fueron las mejores.  
                            Sus cuatro caras triangulares, que representaban los 
                            rayos de luz que unían al faraón con 
                            el dios Sol, confluyen en un vértice. Sobre 
                            el lado oriental se alzaba el templo con una falsa 
                            puerta por la que entraba y salía el ka, que 
                            era el doble espiritual.  
                          La distribución de la pirámide de Keops 
                            es un ejemplo para explicar la disposición 
                            interna del conjunto de pasajes y cámaras sepulcrales: 
                           
                          
                            - Conductos de ventilación: 
                              Son estrechos corredores o pasadizos que comunican 
                              las cámaras funerarias con el exterior de 
                              la pirámide.
 
                            - Cámara del Rey: Contenía 
                              un sarcófago de granito donde se colocaban 
                              los restos del faraón. La estructura del 
                              techo compuesta por nueve losas de piedra separadas 
                              por espacios huecos está diseñada 
                              para soportar el peso de la pirámide que 
                              se eleva sobre ella. 
 
                            - Cámara de la Reina: esta 
                              estancia estaba destinada, originariamente, para 
                              albergar el cuerpo del faraón. Cuando comenzó 
                              a construirse la cámara del rey se quedó 
                              sin acabar. 
 
                            - Gran galería: La gran 
                              galería que conduce a la cámara del 
                              rey mide 46,5 metros de longitud por 8,5 de anchura. 
                              Sus paredes están cubiertas por bloques de 
                              piedra caliza pulimentada.
 
                            - Cámara funeraria subterránea: 
                              Nunca llegó a terminarse. El corredor sin 
                              salida que se dirige hacia el exterior, probablemente 
                              conducía a una segunda cámara que 
                              no llegó a construirse.
 
                            - Pasaje de entrada: el pasaje 
                              de entrada de esta pirámide desciende unos 
                              18 metros por debajo del nivel del suelo. El acceso 
                              exterior estaba sellado con unas losas de piedra 
                              que lo hacían invisible. 
 
                             
                           
                          
                             
                              |   | 
                             
                             
                              |   Sarcófago 
                                  egipcio expuesto en un museo.  | 
                             
                           
                          Pero, ¿por qué era necesario momificar?. 
                            Era necesario momificar a los cuerpos para que las 
                            almas pudieran existir en el 'más allá'. 
                            Si un cuerpo no era momificado, la persona sencillamente 
                            no podía existir. En el caso de los Faraones 
                            fue común en algunos periodos que se los enterrara 
                            junto a funcionarios de Estado y sus esposas, para 
                            que pudieran seguir gobernado en ultratumba. 
                            La muerte era el comienzo de una nueva vida en otro 
                            mundo. Todo hombre además de su cuerpo poseía 
                            un alma (ba) y un doble espiritual (ka). 
                            Al morir la persona, el ba seguía 
                            viviendo en la tierra y de noche descansaba en su 
                            cuerpo. El ka iba y venía entre la 
                            tierra y el otro mundo. Tanto ba como ka 
                            debían reconocer su propio cuerpo y por ello 
                            lo momificaban. Como esta nueva vida podía 
                            durar eternamente, los más poderosos se hicieron 
                            construir grandes y suntuosas tumbas de piedra.  
                          Los antiguos egipcios concebían el 'más 
                            allá' como un reino situado al Este de Egipto, 
                            gobernado por el dios Osiris, fundador mitológico 
                            de Egipto y Rey del Aaru. El reino paradisíaco 
                            de los muertos era un lugar paradisíaco con 
                            campos eternamente fértiles, con mucha comida 
                            y para realizar actividades como la caza y la pesca. 
                           El fallecido era conducido por Anubis, dios de la 
                            momificación, frente al tribunal presidido 
                            por Osiris. El juicio consistía en pesar el 
                            corazón del juzgado con una pluma que simbolizaba 
                            la justicia, la verdad y la armonía cósmica 
                            como comparación. El alma de los difuntos se 
                            convertía en una estrella que viaja a través 
                            del cielo, aunque la vida después de la muerte 
                            también era tenida por una continuación 
                            de la vida en la Tierra. Si ambas cosas pesaban lo 
                            mismo le era permitido entrar en el Aaru. Si, por 
                            el contrario, el corazón pesaba más, 
                            significaba que había sido injusto y malvado 
                            en la vida, entonces un dios monstruo conocido como 
                            Ammit, se comía el corazón y la persona 
                            dejaba de existir definitivamente. 
                             
                           
                             
                          
                             
                               
                                    
                                    SUBIR 
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