Me llamo Celia, estudio en el colegio Miguel Bravo-A.A La Salle de Santander, tengo doce años y practico el bolo palma. Este deporte consiste en tirar con una bola de madera a unos palos plantados que se llaman bolos. Para mi es una manera de hacer ejercicio físico y conocer a otros niños que viven fuera de la ciudad y, a la vez, visitar pueblos que desconozco.

Celia tirando la bola en un partido.

Me inicié viendo a mi hermano jugar. Exige un poco de sacrificio porque hay que entrenar bastantes horas, ya que es un deporte de mucha técnica, además de tener fuerza física para tirar la bola, pero es muy fácil de jugar.

Hay que saberse las reglas y aprender un montón de vocabulario nuevo, como emboque, morra, caballo, badillo, caldera, panoja, etc.

Hay gente que dice que no es un deporte de chicas porque no tenemos la misma fuerza que los chicos, pero es mentira porque yo empecé hace dos años y tiro igual que un chico.

Celia comparte podium en Hoz de Anero.

Este deporte, aunque es sacrificado, lo compagino con los estudios bastante bien, ya que los entrenamientos los realizamos en vacaciones.

El equipo que necesito es un chándal y unas playeras. Yo tengo dos, uno del equipo Castilla-Hermida y otro del Órbita, porque fui elegida por ese equipo.

Los chicos a la hora de participar con las chicas se lo toman bastante bien si jugamos en el mismo equipo, pero no es así cuando jugamos en individual, porque no les gusta que una chica les gane.

Bolos plantados en una bolera.

He participado en los campeonatos de Peñacastillo, la Carmencita y Hoz de Anero. Por parejas quedamos primeros en el concurso de Castilla-Hermida.

Mi aspiración es mejorar mi juego para unirme a un equipo mejor. Los bolos lo pueden practicar desde de los seis hasta los noventa años.

Espero que después de leer mi experiencia os animéis para jugar a este deporte, porque no es sólo fuerza y técnica, también es tener memoria para saber los bolos que ha tirado tú contrincante y eso te viene muy bien para las matemáticas.