Raúl Arenal de la Concha es un importante científico
español, nacido en Polanco en 1974, y que actualmente
reside en Paris. Estudió en Santander en la
facultad de Ciencias Físicas y ha vivido en
Estados Unidos y Francia, donde ha crecido como científico,
estando especializado en el campo de la Física
de la Materia Condensada.
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Fernando, Alejandro
y David con Raúl Arenal. |
En la actualidad desarrolla su labor en el Departamento
de Estudios de la Microestructura de ONERA-CNRS, destacando
de su trabajo descubrimientos como los publicados
recientemente en el estudio 'Synthèse de nano
tubes de nitrure de bore: études de la structure
et des propriétés (vibrationnelles et
électroniques)', la tesis doctoral que realizara
bajo la dirección del profesor Annick Loiseau.
Aprovechando unas cortas vacaciones con su familia,
hemos intentado conocer mejor a un miembro de nuestra
comunidad científica en el extranjero
Pregunta.-
¿Dónde y qué has estudiado?
Respuesta.- Empecé aquí
en Santander, en la facultad de Ciencias Físicas,
en la especialidad de Física Fundamental, y
después he continuado con un postgrado en la
Universidad de Grenoble y más tarde en la Universidad
de París, París-Orsay, para hacer el
doctorado en Física de la Materia Condensada.
P.- ¿Por
qué elegiste esta profesión?
R.- Por
gusto, es una profesión que no es fácil
aproximarse a ella porque dentro del ámbito
de todos los días no se tiene contacto con
la investigación, pero una vez que te acercas
a ella ves que es francamente seductora, te atrapa
y te hace estar siempre al límite.
P.-¿Por qué te decidiste
a trabajar en el extranjero?
R.-Eso ha sido un poco más
carambola de la vida. Me decidí más
que nada por los medios, en el extranjero están
mucho mejor equipados, tienen una visión de
más tiempo a la investigación, con mayores
facilidades, una vez que descubres las capacidades
quieres continuar haciendo lo que puedes y te dejan
hacer con mayor facilidad.
P.-¿Te gustaría volver
a trabajar a España?
R.-No sé si algún día
volveré o no a España, no me lo planteo
porque la parte personal pasa a un segundo plano y
te centras más en la profesional. Estar en
un lugar diferente al que conoces también es
atractivo.
P.-¿En qué se basa
tu investigación?
R.-En física del estado sólido,
que se basa en la comprensión de los materiales
y sus propiedades, siempre a una escala muy fundamental.
En particular utilizo, entre otras, una técnica
específica que es la microscopia electrónica.
P.-¿Quién ha sido
tu referencia a nivel científico?
R.-Ha habido muchos (risas), no sabría
decirte. Nombrar a uno habiendo tantos, es difícil.
P.-¿Quién es Raúl
Arenal fuera del trabajo?
R.-Igual que dentro de él,
esta es una profesión en la que no tienes segundo
fondo. Raúl Arenal es una persona normal y
corriente tiene sus preocupaciones y sus problemas
diarios.
P.-¿Qué te gusta hacer
en tu tiempo libre?
R.-Últimamente me gusta estar
más con la familia, practicar algún
deporte y dentro de lo que cabe leer. También
me gusta estar con mis amigos cuando puedo.
P.-¿Qué ha aportado
la ciencia a tu vida?
R.-Ha aportado mucho. Ha aportado
las inquietudes y ha modificado mi forma de vida.
Mi vida hubiera sido diferente si me hubiera quedado
aquí.
P.-¿Recomendarías
tu trabajo a los jóvenes de hoy?
R.-Sí y falta hace (risas),
que haya gente que siga en esta línea y, sobre
todo, que la clase política vea el interés
de lo que se hace.
P.-¿Cómo afecta la
crisis a tu trabajo?
R.-Afecta a todo. El presupuesto
anual no sólo no se aumenta, sino que incluso
disminuye y hay un recorte de posibilidades de medios
para investigar y que después en el día
a día se hace patente. También afecta
en el número de empleados, ya que no puedes
contratar a tantas personas como quisieras.
P.-¿Colaboráis en
estos proyectos con otros países?
R.-Sí, eso es una de las cosas
más enriquecedoras de este trabajo. Ahora mismo
tenemos proyectos con varios laboratorios de muchos
países europeos e internacionales: Japón,
Estados Unidos, Finlandia, Inglaterra, Rusia…
tenemos suerte de tener países abiertos a la
colaboración internacional y nacional.
P.-Si volvieras a nacer, ¿serías
otra vez científico?
R.-Eso no se sabe. Son una serie
de condicionantes. Ahora mismo sí me gusta
pero, ¿quién sabe? Dentro de dos años
puedo cambiar de idea.
P.-¿Qué es lo que
más y lo que menos te gusta de tu trabajo?
R.-Esta profesión es apasionante
y además tiene otro aspecto atractivo que es
lo cosmopolita que es el trabajo en sí, constantemente
estás en contacto con personas de diferentes
culturas. Lo que menos, el tiempo que se ha de dedicar,
pues es muy absorbente, así que en ocasiones
es difícil de compaginar con la vida familiar.
P.-¿Está todo descubierto
en este campo?
R.-Por supuesto que no. Ha habido
un avance enorme en estos últimos 15 años
en el campo de los nanomateriales, pero para nada
hemos terminado. Y eso es lo interesante de este trabajo.
P.-¿El idioma ha sido un
problema en tu trabajo?
R.-No ha sido un problema en sí,
pero está claro que tienes que saber un segundo
idioma, en mi caso el francés, pero también
tienes que tener una buena base de inglés.
De todas formas, la gente es muy receptiva y hace
un gran esfuerzo por entenderte.
P.-¿Cuál crees que
es el mejor país para practicar tu profesión?
R.-Depende para qué campo.
Los países europeos no están mal. Hay
una cosa positiva en Europa: que no te marcan un tiempo
definido para llevar a cabo tu investigación.
Estados Unidos tiene cosas muy positivas: tienen buena
organización, grandes medios y dinero, pero
ellos lo que buscan son resultados a corto plazo y
no puedes realizar investigaciones largas. Todos tienen
sus pros y sus contras.
P.-¿Te crees uno de los mejores
científicos de la actualidad?
R.-(Risas) Para nada. Es una gran
comunidad, así que hay de todo.
P.-Volviendo al pasado, ¿qué
tal alumno eras?
R.-La etapa del instituto, bastante
bien. Después en la facultad me perdí
un poco en otras actividades que llevaban su tiempo,
pero que también disfruté como el que
más. En general, bien.

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