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Red-acción
II Época / Nº32
Abril
2009
ENTREVISTAS / PREGUNTAS Y RESPUESTAS

Manolo Preciado: "El Racing siempre será mi equipo"

Por Borja García-Monco y Pablo Carrión, alumnos de 4ºC de ESO del colegio la Paz.

Manolo Preciado es uno de los más importantes jugadores y entrenadores de nuestro país. Es el único entrenador cántabro actualmente en Primera División, lo cual es muy meritorio. Es conocido por todo el mundo no sólo por su carrera profesional, sino por su carácter afable, simpático y su fuerte personalidad y talante, gracias a los cuales ha conseguido ser un personaje famoso dentro de este deporte del que es tan difícil hacerse conocido y apreciado.

Nombre: Manuel Preciado Rebolledo.

Lugar y fecha de nacimiento: El Astillero, 28 de agosto de 1957.

Ocupación: Entrenador del Sporting de Gijón.

Trayectoria: Se formó en los filiales del Racing y debutó como jugador con el primer equipo en la temporada 1977-78. Ha militado además en el Linares CF, Real Deportivo Mallorca, Deportivo Alavés, Club Deportivo Ourense y Gimnástica de Torrelavega. Como entrenador ha dirigido a Gimnástica, Racing, Levante, Murcia y Sporting.



Ya desde joven destacó por sus dotes de liderazgo y por su esfuerzo para cumplir con lo que deseaba, lo que le permitió triunfar no sólo en el fútbol, sino que además realizó algunos estudios de Medicina y Psicología, y gracias a esto ha conseguido saber tratar a los jugadores tanto en el terreno deportivo como en el personal.
Manolo es un hombre de buen trato y su amabilidad y sencillez le hacen ser un personaje querido en todos los equipos en que ha estado. Actualmente en el Sporting, ha conseguido crear un ambiente de ilusión renovada tanto en los jugadores como en la afición gijonesa.

Posiblemente la palabra que mejor defina a este cántabro es singular. Pocos entrenadores de fútbol han podido oír en tantos campos, en tantas ciudades, en tantos clubes el Preciado quédate, que la afición del Levante acuñó tras su ascenso a Primera gracias al astillerense. Trabajo, oficio, intensidad, fe, cordialidad son parte del escudo de armas de un hombre tranquilo, cariñoso y amigable que, de pronto, se convierte en un volcán de ojos encendidos y pasión desbordada cuando el veneno del fútbol recorre sus venas como un tren desbocado.
Es Preciado la alegría encarnada de vivir. Y eso a pesar de que la vida le ha golpeado en ocasiones con saña, haciéndole llorar emocionado como cuando la enfermedad se llevó a su mujer, a su “niña”. O como cuando el destino le arrebató, apenas un mes después, a su hijo de quince años en accidente. Pese a ello, Preciado siempre ha sabido entregarse a los demás y convertir la adversidad en nido de virtud. Una vida agridulce, itinerante, luchada y rica en experiencias es la lección que duramente aprendida intenta transmitir con acierto ahora a sus hombres. Dicen algunos que es un entrenador milagro, un Robin Hood que encumbra a los equipos humildes. No, no es suerte ni milagro. Es ciencia, es trabajo, es carisma, es Preciado.

Preciado con los dos reporteros en las instalaciones del Sporting.

 

Pregunta.-¿Dónde y cuándo naciste?
Respuesta.- Nací en El Astillero el 28 de agosto de 1957, o sea, hace la friolera de 51 años, casi nada (risa).

P.- ¿En qué colegio estudiaste?
R.- Estudié en bastantes, pero del que más y mejor recuerdo tengo es del instituto del Barrio Pesquero, donde estudié 5º y 6º de Bachiller; también estuve en el Kostka y en el José María Pereda. Luego empecé Medicina y aguanté dos años. La verdad es que he estudiado bastante.

P.- ¿Hasta dónde llegaste en tus estudios?
R.- Como te digo empecé Medicina e hice los dos primeros cursos, luego hice un curso de Psicología, también estudié Inglés en la Escuela de Idiomas. En fin, he hecho un poco de todo, hasta que me decidí y saqué el título de entrenador y me dedico a esta bendita profesión.

P.- ¿Cómo te aficionaste al fútbol?
R.- Pues como tú y como todos los chavales, en el colegio, cuando juegas en los recreos, como casi todos. Luego, cuando uno ve que tiene ciertas condiciones ya te vienen a buscar equipos. Yo tuve la suerte de entrar en el Racing muy jovencito con 13 o 14 años y a partir de ahí me tiré allí casi toda mi vida hasta que llegué a jugar al primer equipo y me marché a otros lados.

P.- ¿Tus padres influyeron en tí para que te dedicases al fútbol o preferían que hubieses seguido estudiando?
R.- Ni una cosa ni otra. Siempre mi padre me dejó la posibilidad de elegir mi futuro. Él, evidentemente, seguro que hubiera querido que hubiese seguido estudiando, sobre todo cuando empecé Medicina, pero él siempre me dijo que hiciera lo que más me gustara, nunca me forzó ni para una cosa ni para otra y eso que le gusta muchísimo el fútbol, pero nunca me obligó a nada, sino que fui yo quien tomó todas las decisiones y bueno en un momento dado me decidí por el fútbol y encantado de la vida.

P.- Todos los futbolistas tienen un referente o ídolo al cual han querido parecerse. Si lo tuviste ¿cuál fue el tuyo?
R.- Nunca fui mucho de tener ídolos. Siempre me gustó más el tema colectivo que el individual en esto del fútbol, por eso es un deporte de equipo. Pero que duda cabe de que en mi época había futbolista de un nivel altísimo como Cruyff o Maradona. Ellos eran un poco en los que nos fijábamos todos los de mi época, porque eran los que más destacaban como puede pasar hoy, por ejemplo, con Messi o con alguno de este tipo. Pero ya te digo, nunca tuve un ídolo para decir, pues voy a poner un póster de Maradona. Prefería ponerlos de Shakira o alguna de estas…(risas)

P.- Desde muy joven empezaste a jugar al fútbol, ¿cuál fue tu primer equipo y qué recuerdos tienes de esa época?
R.- Mi primer equipo fue el Sardinero Club de Fútbol, que era muy curioso porque éramos un grupo de amigos de gente muy maja y porque era un equipo que vestía como los presidiarios de rayas negras y blancas, como el Celtic de Glasgow, pero en lugar de verde y blanco, de negro y blanco. Era un equipaje único, ningún equipo vestía así, y me acuerdo que ganamos un campeonato de barrios… en fin, era un equipo muy simpático y muy querido pero que desapareció porque murió la persona que lo llevaba y fue una pena, porque ahí di mis primeros pasos. De ahí pasé a los infantiles del Racing.

P.- Posteriormente ¿en qué equipos militaste y cuáles fueron los que más te aportaron en tu progresión futbolística y como persona?
R.- Sin duda, el equipo en el que más tiempo pasé de mi vida fue el Racing. Como futbolista estuve cinco temporadas. Luego estuve en muchos equipos, en el Linares, en el Alavés, en el Mallorca, en el Orense y acabé en el mejor equipo del mundo, la Gimnástica de Torrelavega (risa). Esa fue mi carrera deportiva como futbolista.

P.- ¿Qué sentiste cuando debutaste en Primera División con el Racing de Santander?
R.- Pues una gran alegría. Cuando uno llega a jugar en Primera División, y más en el equipo de su tierra, pues te puedes imaginar lo que puede suponer. Además yo tuve suerte. Debuté en Salamanca, pero una lesión me impidió jugar más partidos y el debut de verdad se produjo en el Camp Nou contra el Barça. En tu primer partido de Liga verte allí metido, con 18 añitos, en aquella inmensidad, era como la culminación de un sueño, estar jugando con el equipo de tu tierra, era maravilloso. Me acuerdo que en aquel Barça estaba Quini, estaba Schuster de jugador, estaba… bueno había una peña de jugadores increíbles y cuando uno consigue eso, es como el que ha conseguido un sueño

P.- ¿Cómo te sentó el posterior descenso a Segunda División y cómo viviste el ascenso de 1982?
R.- Los descensos son siempre muy traumáticos, yo creo que es lo peor que te puede pasar a nivel deportivo, pero luego se contrarrestan con lo otro, con los ascensos. Los ascensos son maravillosos. A mí nunca me ha tocado, desgraciadamente, festejar un titulo de Liga, pero un ascenso es grandísimo, bueno yo he tenido la suerte de conseguir varios como futbolista y como entrenador, y el del Racing fue especial, porque yo además era el capitán de equipo y te puedes imaginar lo que supuso volver a Primera. Además lo conseguimos en nuestro campo, en El Sardinero, en el último partido de Liga también, contra el Levante, y fue precioso.

P.- ¿Te influyeron las raíces a la hora de acabar tu carrera como jugador en Cantabria, en la Real Sociedad Gimnástica, o no te hubiese importado terminarla en otro club?
R.- No, no, yo tenía claro que si no jugaba en casa… Porque yo ya me retiré un poco mayor y lo tenía muy claro. Tuve posibilidades de haber seguido jugando en el Orense pero me llegó la oferta de la Gimnástica y no lo dudé ni un minuto. Evidentemente no era por el tema económico, porque yo perdía mucho dinero volviendo, pero quería hacerlo, quería rehacer mi vida en casa; además andaba con un problema con mi mujer por una enfermedad y quería volver y eso fue lo que más influyó. Luego me sentí no solamente querido sino muy querido en Torrelavega, donde terminé mi carrera como futbolista y empecé mi carrera como entrenador, así que fueron muy buenos años.

P.- Después de tu carrera futbolística te dedicaste a entrenar. ¿Cuál fue el primer equipo que dirigiste?
R.- La Gimnástica y además fue mi primer año como entrenador y mi primer ascenso. Fue una alegría fantástica y a partir de ahí he tenido la suerte de entrenar todos los años seguidos, todavía no he parado; a ver si descanso ya un añito, me tocan vacaciones (risas).

P.- ¿Cuántos equipos de fútbol has entrenado hasta ahora?
R.- Espera que cuente. En el Racing todos, el juvenil, el filial, el primer equipo dos veces… luego he entrenado al Levante, al Murcia, volví al Racing y ahora estoy aquí en el Sporting desde hace tres añitos.

P.- ¿Qué recuerdos tienes de la Gimnástica de Torrelavega al ser tu último equipo como jugador y el primero, con reconocida importancia, en dirigir?
R.- Yo tendré siempre un profundo agradecimiento a ese club, ya lo he explicado muchas veces cuando me entrevistan, por muchas cosas. Porque la Gimnástica me dio las posibilidad de empezar mi carrera como entrenador y además se portó siempre de una manera sensacional conmigo. La gente que regía el club en aquel momento, los hermanos Ruiz, sobre todo Alvarito, me ayudaron muchísimo, me dieron luego libertad para marcharme al Racing. En fin, tuvieron un comportamiento genial conmigo y yo a la Gimnástica la voy a llevar siempre muy, muy dentro, porque además tengo muy buenos amigos en Torrelavega. Y los recuerdos son grandiosos, porque que uno tenga la suerte de ascender en el primer año de entrenador ya te marca un poco el camino y después han venido cuatro más.

Preciado responde a las preguntas.


P.- El Racing de Santander fue el equipo que te introdujo en el fútbol profesional tanto como jugador como entrenador, ¿qué le debes a este club?
R.- Pues el Racing es como si fuese parte de mi familia, porque me he tirado allí tantas horas, tantos días y tantos años que parece que estas en el salón de tu casa. Además yo al Racing le tengo muchísimo cariño, pero no todo ha sido de color de rosas porque he pasado por experiencias también muy negativas. Me tuve que ir como futbolista con 23 años, por culpa de una huelga de futbolistas, digamos… como cabeza de turco, como responsable de algo que yo jamás había hecho. Luego como entrenador he tenido dos situaciones también muy dolorosas, con la llegada de Piterman que me tuve que marchar o el último año que me marché tres partidos antes de acabar el campeonato, pero… el balance es superfavorable, el Racing es y siempre será mi equipo a nivel sentimental, porque soy de allí, porque he vivido toda mi vida con esos colores. Y aunque ahora estoy muy identificado aquí en Asturias con el Sporting, pues el Racing siempre lo voy a llevar muy dentro.

P.- En tu paso por el Levante conseguiste el ascenso a Primera ¿Se siente de manera diferente en el banquillo o se vive con la misma pasión que en los terrenos de juego y por qué decidiste trasladarte a Murcia a pesar de los éxitos que conseguiste con el Levante?
R.- Yo creo que se vive aún más en el banquillo, porque el trabajo de entrenador es bastante más complicado que el de jugador y cuando consigues un objetivo como es un ascenso como entrenador es muy grande. Además el Levante llevaba 41 años sin estar en Primera y, como te puedes suponer, se armó la marimorena en la ciudad porque fue un ascenso supersonado y, como en todos los que he conseguido, sentí una alegría inmensa.
Sobre mi marcha. Bueno pues porque el dueño del Levante no quiso que yo siguiera con ellos… yo hubiera seguido encantado en Levante, pero allí había un personaje que era el que mandaba que en contra de toda la ciudad, en contra de todos los futbolistas y en contra de todo el mundo, decidió prescindir de mí y me tuve que buscar la vida, me vino a buscar el Murcia, me hizo una buena oferta y marché para allá.

P.- Actualmente usted se encuentra en el Sporting de Gijón, un equipo que a pesar de ser un equipo modesto, está recuperando su sitio en Primera División. ¿Cuál fue la clave?
R.- La clave del ascenso yo creo que ha estado en el Brujo, en Quini. Yo creo que aquí se ha conseguido una comunión tremenda entre todo el mundo. Cuando yo llegué hace tres años había unos 8.000 socios. Poco a poco ese número se fue incrementando y ahora estamos en 20.000 y El Molinón está lleno todos los domingos y eso es algo muy grande y muy bueno. Sobre todo yo creo que el trabajo de cantera es lo que hace que este equipo vaya arriba; ahora mismo tenemos en la plantilla un 60 o 70% de jugadores de aquí, criados aquí, hechos aquí y eso da un plus especial a la hora de vestir la camiseta. No sé, se lo pelean, se lo curran, ayer ha debutado un crío con 18 años. Y todo esto hace que la gente esté con el equipo a muerte, ya que sus vecinos y familiares están jugando en el equipo, y el ambiente, la verdad, es bárbaro, fabuloso.

P.- ¿Qué opina sobre el trabajo de sus pupilos y del desarrollo de la Liga?
R.- Pues no sé si sabréis cómo empezamos, pero los cinco primeros partidos hicimos 0 puntos, nos metieron 21 goles y todo el país futbolístico nos daba ya por descendidos en septiembre. Afortunadamente para nosotros hemos conseguido cambiar esa tendencia, el equipo empezó a competir mejor y ahora mismo estamos en una línea excelente, estamos en la mitad de la tabla, no hemos conseguido todavía nada, pero si estamos en el camino de, por lo menos, no ser la risa de la Primera División y ser un equipo más como otros 12 o 13 que hay. Así que lo llevamos bien, hemos realizado una buena temporada en Copa y bueno la gente está contenta, yo estoy contento y toda va bien.

P.- ¿Qué juego le gusta a Preciado que desarrollen sus equipos, es decir, qué estilo le gusta?
R.- Cualquiera que vea jugar al Sporting o a cualquier equipo que haya entrenado ve a un equipo valiente, a un equipo agresivo que siempre mira a la portería rival al margen de que esto nos pueda causar un disgusto de vez en cuando, a mi me gusta jugar a esto para ganar o para intentar ganar, y no tengo otra lectura que esa. Me gusta que el equipo tenga velocidad, que esté bien ordenado, pero que cuando robe salga como una moto y llegue muy rápido a donde la matan, que es la portería. Y esa es la línea, sobre todo mucho dinamismo, me gusta que los equipos sean ágiles, rápidos y que ataquemos, eso es lo que me gusta.

P.- La gente mayor que yo conozco dice que el Sporting tiene un juego muy alegre como en los años 70. ¿Cree usted que todavía queda ese estilo del Mareo antiguo, o usted es el que le ha dado ese estilo al equipo?
R.- Yo creo que hay un poco de todo, estos últimos años el equipo estaba adormilado en ese sentido, hablaban de que la gente no disfrutaba y bueno entre todos yo creo que hemos conseguido cambiar la tendencia, eso unido al tipo de jugadores que tenemos, gente como Barral, como Diego Castro, como Billic, gente muy incisiva arriba, hace que el equipo sea muy alegre y muy vistoso de ver, ayer por ejemplo a la media hora de partido contra el Valladolid, habíamos rematado 9 veces e íbamos ganando 3-0 normalmente eso no pasa porque a veces rematas 9 y vas a 0 pero el equipo va y claro al final tiene premio, entonces me parece que somos ahora el sexto o séptimo equipo más goleador de primera, con un equipo, como tú decías antes, modesto, pues es porque la gente y el equipo tiene mucha ambición.

P.- ¿Qué siente uno como entrenador, cuando tiene que enfrentarse a equipos de la talla del Real Madrid, Barcelona, Valencia...?
R.- Principalmente, orgullo y satisfacción, porque eso supone que el equipo está en Primera compitiendo contra ellos. Este año, por ejemplo, cuando hemos jugado contra el Barça y el Madrid nos han caído 1-6 y 7-1. Como comprenderás la carita que se te queda en el banquillo es de poema, pero claro, cuando luego vas a Valencia y les metes 3 pues te ríes y te alegras. Es como todo, donde las dan, las toman. Pero sobre todo creo que este año nos lo deberíamos tomar como un año de disfrute, principalmente la afición. Nosotros no, evidentemente, pero la afición como un año de disfrute, un año de diversión porque llevábamos ya mucho tiempo en 2ª y tener la posibilidad de ver aquí a Messi o a Robben o a toda esta gama de futbolistas es una gozada.

P.- Te vemos muy contento e integrado en Asturias. ¿Te gusta la forma de ser de los asturianos?
R.- Sí, estoy muy feliz, la verdad es que sí. Además estoy a hora y media de casa y el ambiente que me he encontrado ha sido desde el primer día maravilloso, he hecho muy buenos amigos y Gijón lo voy a llevar muy dentro, que ya son tres años… espero que sea alguno más. Me han recibido de maravilla y la verdad es que no puedo hablar más que cosas buenas de esta ciudad y de este equipo.

P.- Aunque ya hemos pasado la Navidad, ¿qué le has pedido a los Reyes Magos?
R.- Salud, hermano, salud, con eso me conformo, lo demás… Salud y tener trabajo, seguir disfrutando de esta profesión, que lo demás viene todo dado, sobre todo salud, que está la cosa pachucha.

P.- Una anécdota de su vida
R.- Wuah!!! Tengo para escribir un libro, te podría contar mil… me acuerdo de, por ejemplo, un año en el Alavés, jugábamos en el Ministadi contra el Barcelona Atlético, el filial del Barcelona, y vestíamos igual, la ropa de calentamiento era igual, de color azul. A mí me estaban dando un masaje y salí el ultimo y me puse a calentar con el contrario, estaban todos estirando ahí en un círculo y dije “qué pasa aquí, si en mi equipo nunca estiramos juntos” hasta que me di cuenta de que hablaban en catalán y cuando levanté la cabeza vi a los de mi equipo partiéndose de mí (risas) y como esas muchas…

 


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Carmen Gutiérrez, archivera municipal de Torrelavega
Iván Gutiérrez, ciclista
Raúl Arenal de la Concha, científico
Pedro Telechea, director de cine
Marta Selva Masoliver, presidenta del Instituto Catalán de la Mujer
Miguel Ángel Revilla, presidente de Cantabria
Íñigo de la Serna, alcalde de Santander
Enrique Castro 'Quini', ex futbolista y delegado del Sporting de Gijón
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