Qué 
                            decir de Quini. Pronunciar su nombre es sinónimo 
                            de gol. Es si no el mejor, uno de los mejores jugadores 
                            de la historia de Asturias y de España y el 
                            referente a seguir de todos los delanteros. Hablar 
                            de Quini es hablar, ni más ni menos, del segundo 
                            máximo goleador de la Primera División, 
                            por detrás de Zarra, y posiblemente sería 
                            el primero de no ser por su larga estancia en Segunda, 
                            incapaz de abandonar a su Sporting del alma. Además 
                            de su carrera como futbolista, Quini siempre ha destacado 
                            por sus valores humanos, unánimemente reconocidos. 
                            Generoso, amable, fiel a sus ideales, sencillo, coherente 
                            y noble, como nos ha demostrado en esta entrevista. 
                             
                           
                          
                            
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                                 Nombre: Enrique Castro González, 
                                  más conocido como 'Quini' o 'Brujo'. 
                                 Lugar y fecha de nacimiento: 
                                  Oviedo, 1949.  
                                 Ocupación: Ex futbolista 
                                  y delegado del Sporting de Gijón. 
                                 Trayectoria: Salió 
                                  de la cantera del Bosco Salesianos, de donde 
                                  pasaría al Ensidesa, de ahí al 
                                  Sporting y, finalmente, al Barcelona. Está 
                                  retirado del fútbol desde 1987, aunque 
                                  ejerce como delegado del Sporting de Gijón 
                                  y posee el titulo de entrenador. Es junto a 
                                  Telmo Zarra uno de los mayores goleadores de 
                                  nuestra historia, acumulando siete trofeos pichichi 
                                  al máximo goleador. Fue 35 veces internacional 
                                  con la selección española. 
                                 | 
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                          Y ello a pesar de que la vida no ha tenido a bien 
                            darle un respiro. Un largo y cruel secuestro cuando 
                            se encontraba en la cumbre de su carrera; una grave 
                            lesión cuando era pieza clave de la selección 
                            española; la muerte como un héroe de 
                            su hermano, ahogado en Pechón por rescatar 
                            a unos niños del agua, y preso de un cáncer 
                            al que ha plantado cara como ejemplo vivo de todos 
                            los que la sufren y con un coraje y una ilusión 
                            contagiante. Hoy hemos conocido en persona a una leyenda 
                            del fútbol y de la vida, que ha tenido la generosidad, 
                            que le agradecemos, de recibirnos en las instalaciones 
                            del "mejor equipo del mundo", según 
                            nos cuenta, las de Mareo, las del Sporting.  
                          
                             
                               | 
                             
                             
                              |   Quini responde 
                                  a Pablo en las instalaciones del Sporting.  | 
                             
                           
                          Pregunta.- ¿Dónde 
                            y cuándo naciste?  
                            Respuesta.- Nací en Oviedo, 
                            el 23 de septiembre de 1949. Tengo actualmente cincuenta 
                            y nueve años.  
                          P.-  ¿Cómo se llamaban 
                            tus padres y de qué lugar de Asturias eran? 
                            R.- Eran asturianos de Oviedo los 
                            dos. Mi padre se llama Enrique, como yo, y mi madre 
                            María Elena.  
                          P.-¿Cuándo empezó 
                            a interesarte el fútbol? 
                            R.-Como a todos los chavales, se 
                            empieza desde pequeño corriendo detrás 
                            de una pelota. Yo creo que desde que empecé 
                            a andar empecé a pegarle a la pelota. La afición 
                            fue prácticamente desde recién nacido. 
                             
                            P.-¿En dónde pasaste 
                            tu infancia y en qué escuela o colegio estudiaste? 
                             
                            R.-Mi padre trabajaba en las acerías 
                            de Ensidesa, así que vivíamos en un 
                            poblado de la fábrica en Avilés, de 
                            donde son mis primeros recuerdos. Con ocho años 
                            nos trasladamos desde Oviedo y aproximadamente hacia 
                            los diez empecé a jugar en el colegio de Los 
                            Salesianos del poblado de Ensidesa. Ahí estuve 
                            y acabé mis estudios, en los Salesianos de 
                            Avilés. 
                             
                            P.-¿Cuál fue tu primer 
                            equipo de chaval?  
                            R.-El primero fue el Bosco Ensidesa, 
                            el del colegio salesiano, hicieron un buen equipo. 
                            Se llamaba así porque el equipo pertenecía 
                            a una barriada de los que trabajaban en Ensidesa, 
                            un poblado grande para trasladar a toda la gente que 
                            era de fuera y vinieran a trabajar allí y así 
                            vivir todos juntos. En el poblado se hizo un colegio 
                            de monjas y el de Los Salesianos, donde yo empecé 
                            todo. 
                             
                            P.- Sabemos que tu padre estuvo muy 
                            al tanto de tu vida de futbolista cuando eras joven, 
                            pero ¿qué influencia tuvo tu madre?, 
                            porque también las madres creo que influyen... 
                            R.- En una familia influye todo. 
                            Mi padre jugaba al fútbol, primero fue portero 
                            en el Calzada de Gijón y luego en el Infiesto. 
                            Conocía el mundillo y eso influyó en 
                            cómo me aconsejó y me guió. Yo 
                            jugaba en el Ensidesa y el campo estaba a 100 metros 
                            de casa. Recuerdo que siendo juvenil el Oviedo, que 
                            entonces estaba en Segunda, se interesó por 
                            mí y hablaron con mi padre. Pretendían 
                            llevarme para ponerme a prueba en el Vetusta, de Tercera 
                            División. Mi padre se negó porque como 
                            juvenil, el Ensidesa me convocaba muchas veces para 
                            jugar en Tercera, y así mi padre me tenía 
                            controlado; así que les dijo: "no va a 
                            estar fuera de casa para jugar en la misma categoría, 
                            se queda aquí que tiene el campo a cien metros". 
                            Eso me alejó del Oviedo y me acercó 
                            cada vez más al Sporting, porque andado el 
                            tiempo se hizo un convenio entre el Sporting y el 
                            Ensidesa. El Ensidesa tenía mucha cantera y 
                            muchos equipos filiales, con lo que salía mucha 
                            gente buena de allí. Por ese convenio, el Sporting 
                            adquiría preferencia en los valores que despuntasen. 
                            Al año siguiente empecé a meter goles. 
                            El Sporting se fijó en mí y pase a jugar 
                            en Segunda, que era donde estaban también los 
                            gijoneses. Así que esa decisión me influyó 
                            y mucho. 
                             
                            P.-¿A qué edad pasaste 
                            a jugar al Bosco y cuánto tiempo estuviste 
                            antes de pasar al Ensidesa? 
                            R.-En el Bosco estuve toda la época 
                            de juvenil y con diecinueve años ya estaba 
                            jugando en el Sporting. Yo cumplo los años 
                            el 23 de septiembre, y esa era la época en 
                            que comenzaban las temporadas. Así que con 
                            mi cumpleaños, casi, empezó mi historia 
                            con el Sporting. 
                          P.-¿Qué anécdota 
                            nos puedes contar de tu época en el Bosco o 
                            en el Ensidesa? 
                            R.-(Dibuja una sonrisa pícara). 
                            De mi época de chaval, pocas, yo era muy inofensivo, 
                            y es que yo soy muy malo para contar estas cosas y 
                            han pasado muchos años. Recuerdo algunas de 
                            cuando tenía 18 años. Jugaba yo todavía 
                            en el Ensidesa y coincidí con un delantero 
                            centro que era muy bueno, muy bueno, que se llamaba 
                            Colunga. Metía muchísimos goles, era 
                            un fuera de serie. Yo no sé cómo esta 
                            gente no llega a ser más de lo que fue. La 
                            verdad es que en aquella época había 
                            una Tercera División que era fenomenal, muy 
                            buena. Pues en un entrenamiento apostamos a ver quién 
                            metía mas goles, en remates, en penaltis y 
                            tal, y apostamos a tirar cinco penaltis cada uno, 
                            o quizá diez, no me acuerdo; el caso es que 
                            el que perdía pagaba una merienda. Empezamos 
                            a tirar y me ganó por uno. Quedamos en una 
                            cafetería que estaba casi junto al campo. Él 
                            se fue a su casa a cambiarse y yo a lo propio. Cuando 
                            llegamos y él hizo ademán de pedir al 
                            camarero, yo le dije que ya traía la merienda 
                            de casa, así que saque del bolsillo un chusco 
                            de pan y una onza de chocolate, "date por pagado", 
                            le dije, y así, que también eran tiempos 
                            duros, me ahorré el convite.  
                             
                            P.- ¿En qué periodo 
                            o época de tu vida empezaron a llamarte el 
                            Brujo y por qué te llamaban así? ¿Sería 
                            acaso por tu olfato goleador?  
                            R.-Me lo pusieron en el Sporting 
                            grandes como Cundi y compañía. Todo 
                            era porque a veces me decían, "¿cómo 
                            ves el partido de hoy?", "pues hoy voy a 
                            meter un gol y vamos a ganar", contestaba. Y 
                            como tomaron la costumbre de preguntarme casi todas 
                            las semanas, y algunas acertaba, tomaron la tradición 
                            cuando venían partidos duros de decir "vamos 
                            a peguntar al brujo". Y así empezó 
                            el mote, y fíjate que luego ha sido con lo 
                            que se ha quedado la gente. Nunca me imaginé, 
                            que andado el tiempo, yo sería el Brujo. 
                          P.-Villa dice que has sido su ídolo 
                            y referente futbolístico. El tuyo, si lo tuviste, 
                            ¿quién fue? 
                            R.-En mi época de crío 
                            se hablaba de Di Estefano, de Kubala, de Gento, de 
                            Amancio, de Fuste. Esos son los ídolos, no 
                            sólo míos, sino de cualquier chaval 
                            de la época. Eran grandes jugadores y grandes 
                            personas. 
                          P.-Tu padre no quiso que fueras 
                            al Oviedo, porque jugaba en la misma categoría 
                            que el Ensidesa, y le era difícil desplazarte 
                            a Oviedo, pero.... ¿a ti no te entró 
                            el gusanillo de ir a un equipo de más categoría 
                            o ya barruntabas que el Sporting andaba detrás 
                            de ti? 
                            R.-No, yo no sabía absolutamente 
                            nada de lo que iba a pasar, no sabía que el 
                            Sporting se interesaba por mí, como lo había 
                            hecho el Oviedo. Fueron circunstancias de la vida 
                            que son difíciles de explicar. Yo en ese momento 
                            sí que es cierto que llamaba la atención. 
                            Era un hombre que jugaba de cara a la portería, 
                            que metía muchos goles. No era de los que jugaban 
                            bonito, pero sí era muy efectivo, cazaba los 
                            balones en el área con bastante facilidad y 
                            metía muchos goles. Y los equipos buscan continuamente 
                            gente goleadora que, por otra parte, es muy cara y 
                            cotizada. Así que el Gijón siguió 
                            mis pasos y en la temporada del 68, estando Carreira 
                            de entrenador, me llamaron. Cumplí los años 
                            en septiembre y en diciembre ya estaba jugando en 
                            Segunda con el Sporting. Era una época mala 
                            para ellos, no estaban finos, metían pocos 
                            goles. Un día me enfrenté con su filial, 
                            el Sporting Atlético, en su campo de helechos 
                            y les metí en su casa cuatro goles, en un campo 
                            embarrado, casi imposible. Los técnicos, que 
                            estaban buscando soluciones para el primer equipo, 
                            creyeron ver en mi la solución. Al domingo 
                            siguiente ya estaba con la camiseta de rayas. "Si 
                            este chaval mete tantos goles en Tercera, los podrá 
                            meter en todas las categorías”, pensaron. 
                            Y así vine y aquí me quede.  
                          P.-Como las mujeres también 
                            son protagonistas en nuestras vidas, ¿cuándo 
                            conociste a tu esposa, cuándo te casaste y 
                            cuántos niños tenéis? 
                            R.-Pues la conocí un 28 del 
                            ocho del setenta y ocho, y cortejamos siete años. 
                            Nos casamos, tenemos cuatro hijos y más amor 
                            que el primer día, si cabe. 
                             
                            A estas alturas de la entrevista, en la que estamos 
                            sentados con Quini en la sala de prensa, nos piden 
                            que nos cambiemos porque ha terminado el entrenamiento 
                            y la sala se va a utilizar para la rueda de prensa 
                            diaria. Así que nos trasladamos a un salón 
                            contiguo que es donde se reúnen los jugadores 
                            y el entrenador antes de los partidos. Un salón 
                            muy grande y bonito, donde hay billares, sofás, 
                            mesas para jugar a las cartas etc., un lugar para 
                            que los jugadores se relajen antes de los partidos. 
                            Esto nos comenta Quini. 
                           
                          
                             
                               | 
                             
                             
                              |   Pablo y Borja 
                                  con Quini en el salón donde se reúnen 
                                  los jugadores.  | 
                             
                           
                           
                            P.-¿Influyó tu esposa 
                            en tu vida futbolística o se mantuvo al margen 
                            dejándote a ti las decisiones? 
                            R.-Yo creo que en una familia tiene 
                            mucha importancia la mujer. Si vives para el fútbol 
                            es un poquito complicado el llevar una familia porque 
                            estás casi siempre fuera, en concentraciones. 
                            Actualmente no hay tantas, pero antiguamente sí, 
                            nos concentrábamos muchísimo. Siendo 
                            así, ellas juegan un papel fundamental, se 
                            hacen cargo de la familia en tu ausencia y se sacrifican 
                            enormemente para que todo funcione, para darte apoyo. 
                            Yo he tenido mucha suerte, he encontrado a una mujer 
                            muy paciente, que ha sido fundamental en mi vida. 
                           
                           P.-¿Alguno de tus hijos 
                            sigue la racha de su padre y de sus tíos? 
                            R.-No, jugaron en la época 
                            de juveniles, en regionales algunos, pero no, lo dejaron 
                            todos, ya están trabajando y han dejado el 
                            fútbol. Por entretenerse juegan algún 
                            partidito que otro, pero nada más. 
                             
                            P.-¿Cuándo pasaste 
                            al Sporting de Gijón y cuál fue tu primer 
                            partido con él?  
                            R.- Marché en la campaña 
                            68-69 y debuté en Sevilla contra el Betis. 
                            Mi primer partido en casa fue contra el Ferrol, que 
                            empatamos a uno y marqué yo. Fue mi primer 
                            gol con el equipo. 
                          P.-He oído decir que por 
                            los años 1972 o 1973, cuando la televisión 
                            aún era en blanco y negro, no se podía 
                            ver a ningún equipo de fútbol mejor 
                            que al Sporting de Gijón de Quini y al Ajax 
                            de Cruyff. ¿Opinas tú lo mismo? 
                            R.-No sé. Siempre hubo fútbol 
                            bueno y no solamente lo ha practicado el Sporting. 
                            Creo que todos los equipos han tenido épocas 
                            buenas y malas. A mi a lo mejor me ha tocado vivir 
                            una época muy bonita en el Sporting, porque 
                            no nos podemos quejar. La verdad es que es un equipo 
                            modesto que ha jugado competiciones europeas y, sobre 
                            todo, hemos hecho muy buenos partidos y hubo una Liga 
                            que hemos quedado subcampeones, algo muy difícil 
                            de conseguir para un equipo de nuestros recursos. 
                            Sí, me ha tocado una época muy bonita, 
                            pero yo creo que todos los equipos pasan por rachas 
                            buenas y malas. 
                             
                            P.-¿Ha habido algún 
                            futbolista en España que haya superado tu récord 
                            como máximo goleador de toda la historia del 
                            fútbol español?  
                            R.-Hay uno, muy amigo, lo que pasa 
                            es que ya no está con nosotros, se llamaba 
                            Telmo Zarra y tiene seis pichichis en Primera División, 
                            uno más que yo. Yo tengo cinco en Primera y 
                            dos en Segunda, siete, pero claro, ellos no jugaron 
                            en Segunda como jugué yo. Yo he desarrollado 
                            mi vida deportiva en un equipo modesto y he jugado 
                            varias temporadas en Segunda División, eso 
                            explica mis estadisticas.  
                             
                            P.-¿Cuál es el partido 
                            con el Sporting que mejor recuerdas?  
                            R.-Muchos me traen buenos recuerdos 
                            pero, como emocionante y bonito, recuerdo contra el 
                            Bilbao, un partido que jugamos en casa y ganamos cuatro 
                            a tres y hasta el último suspiro no metimos 
                            el cuarto. Contra el Barcelona también, hemos 
                            metido otros cuatro goles, al Madrid también 
                            le metimos cuatro a dos. Son partidos bonitos porque 
                            son muchos goles y ganar a equipos tan buenos te da 
                            una gran satisfacción como deportista. 
                             
                            P.-¿Qué anécdota 
                            gratificante para ti nos puedes contar de tu paso 
                            por el Sporting? 
                            R.-Anécdotas tengo muchas 
                            -se ríe- Tengo muchas pero son un poquito, 
                            a lo mejor... -se sigue riendo-, no sé si contarte 
                            alguna, bueno...-nos entra la risa a todos y a él 
                            a carcajadas- . Hubo muchas. En este campo que veis 
                            aquí, una vez metí un coche, el de Cundi, 
                            otro gran jugador de aquí. Para hacer la gracia, 
                            le metí el coche en el circulo central y luego 
                            escondí las llaves. Con tan mala suerte que 
                            cuando pasó la broma y quisimos sacarle, llovía 
                            tanto que el campo se reblandeció y desgraciamos 
                            el césped. El entonces presidente, y que ahora 
                            también lo es, Vega Arango, nos echó 
                            una bronca de meter miedo. La cosa es que primero, 
                            de tanto esconderlas, no encontrábamos las 
                            llaves, y luego no podíamos sacar el coche. 
                            Así que al día siguiente Cundi tuvo 
                            que venir a entrenar en taxi. Pero no escarmentamos. 
                            Dos semanas después le quitamos el coche al 
                            encargado de los campos de Mareo, y se le escondimos 
                            en el gimnasio. El hombre no lo encontraba. Buscando 
                            el coche y buscando el coche, lo que menos pensaba 
                            él era que el coche estuviera en el gimnasio. 
                            Lin, que así se llama, desesperado, llamó 
                            a la policía, creyendo que se le habían 
                            robado. Así que le dijimos, "mira hombre, 
                            igual el coche está haciendo pesas". Y 
                            allí le encontró. De esas gamberradas 
                            hicimos muchísimas. Había muy buen ambiente, 
                            éramos más que un equipo.  
                            Otra gorda se la organizamos a un chaval que vino 
                            de San Sebastián que se llamaba Orbegozo. Entonces 
                            nosotros salíamos a correr por la Universidad 
                            Laboral, que no era como ahora, sino que estaba rodeada 
                            de prados. Íbamos a correr divididos en dos 
                            grupos, uno por cada lado de la universidad. Haciendo 
                            la ruta me encontré en el suelo con un palo 
                            gordo, que mediría medio metro, y una caca 
                            de un perro. Madre mía, más fea que 
                            la leche. Ni corto ni perezoso, unté el palo 
                            con aquello y seguí corriendo con él. 
                            Cuando llegamos a la altura del otro grupo, le grite 
                            "Orbegozoooo!!!!, coje el testigo!!". Él, 
                            desde lejos, no sospechó nada, así que 
                            me tomó el testigo y la que se armo. Cogió 
                            el palo por donde estaba la caca, empezó a 
                            vomitar. Bueno, se nos puso malísimo. No os 
                            voy a contar más, porque si no... jajaja.. 
                          P.-¿En qué año 
                            pasaste a formar en la plantilla del FC Barcelona 
                            y cuál fue tu primer partido con ellos?  
                            R.-Fue en la temporada 80-81 y la 
                            verdad es que no recuerdo ese primer partido. Fueron 
                            momentos de nerviosismo, de alegría por llegar 
                            a un grande, de pena por dejar a mi equipo. 
                             
                            P.-¿Por qué te enfadaste 
                            un poco con el Sporting cuando no te dejaban ir al 
                            Barcelona y llegaste a pensar en retirarte? 
                            R.-No, no no, no es para tanto, no 
                            hagas caso muchas veces a lo que escriben. Cuando 
                            quise marchar al Barcelona yo tenía 22 años 
                            y finalmente me marché cuando tenía 
                            31, así que fíjate que enfadado estaba. 
                            En aquella época existía el derecho 
                            de retención de los equipos, así que 
                            en el momento de más juventud, cuando equipos 
                            como Madrid o Barcelona me quisieron fichar, no pude 
                            porque el equipo se negó, porque la directiva 
                            no quería enfrentarse a los socios, que no 
                            querían. Pero así estaba montado. Ahora 
                            los jugadores tienen la sartén por el mango 
                            y pueden rescindir sus contratos, pero entonces no. 
                            No es que me enfadara, fue un contratiempo, porque 
                            yo veía que era la oportunidad de mi vida. 
                            Es más, tiempo después, varios equipos 
                            se interesaron por otros grande de la época, 
                            Churruca, y se hizo una junta general para pedir a 
                            los socios opinión sobre a quién se 
                            vendía, porque hacía falta, y los socios 
                            dejaron marchar a Churruca y yo me volví a 
                            quedar. 
                          P.-¿Por qué te gustan 
                            tanto los goles de cabeza, si con la pierna tienes 
                            unos goles impresionantes? 
                            R.-Para mi los goles de cabeza tienen 
                            una belleza espectacular, porque hay que girar muy 
                            bien el cuello, hay que saber pegarle en el momento 
                            oportuno porque cuando viene el balón puede 
                            venir muy rápido. Tienes que tener esa habilidad 
                            de conseguir pegarle al balón en el punto y 
                            en el giro de cabeza exacto, para hacerlo por un sitio 
                            o por el otro. Para mi eso es lo mas bonito que hay. 
                            A lo mejor de pie pegas y puede salirte por la escuadra 
                            o, a veces, de casualidad, pero el que remata bien 
                            de cabeza y quiere meter un gol por la escuadra, y 
                            lo consigue, no es por casualidad, hay mucho esfuerzo 
                            y mucha técnica ahí.  
                          P.-¿Manejabas las dos piernas 
                            o eras más diestro que zurdo? 
                            R.-No, yo pego más con la 
                            derecha, siempre fui derecho, lo que pasa es que te 
                            defiendes con la izquierda para ser más competitivo. 
                             
                             
                            P.-De tu paso por el Barcelona ¿qué 
                            recuerdo agradable también nos puedes contar, 
                            pues del desagradable, que fue tu secuestro, no quiero 
                            hacértelo recordar? 
                            R.-Bueno, no pasa nada, ya no sé 
                            si me secuestraron a mi o los secuestré yo 
                            a ellos, jajaja.... El secuestro fue hace muchos años. 
                            Es desagradable naturalmente, es algo que desearías 
                            que no le pasara a nadie. Del paso por el Barcelona, 
                            del que me fui con cierta edad, hay muchos momentos 
                            agradables. He ganado con ellos títulos y eso 
                            es muy emocionante para un deportista. Gané 
                            una copa de España y una Recopa de Europa. 
                            Lo único triste, es que mi primer título 
                            fue contra mi Sporting, al que derroté en la 
                            final de la Copa del Rey, una tarde agridulce, como 
                            comprenderéis. 
                             
                            P.-Tu vida futbolística es 
                            tan amplia, que también tenemos que tocar el 
                            tema de la selección. ¿Cuándo 
                            te llamaron y en qué partido debutaste? ¿Metiste 
                            algún gol en ese primer partido? 
                            R.-Debuté en Zaragoza de la 
                            mano de Kubala. Mis recuerdos son vagos, lo reconozco. 
                            Pero recuerdo que era contra Grecia, salí en 
                            el segundo tiempo por Gárate, una figura de 
                            la época, y metí un gol, el de la victoria. 
                            Un triunfo bonito. 
                          P.-Junto a malos momentos, como 
                            cuando George Best te rompió un pómulo 
                            jugando con Irlanda del Norte, quiero saber qué 
                            es lo mejor de tu paso por la selección: el 
                            orgullo de vestir la camiseta, los compañeros 
                            que conociste .... 
                            R.-Sí, no cabe duda que cuando 
                            juegas con la selección española y defiendes 
                            a tu país vives lo máximo como deportista. 
                            Defender su patria, escuchar ante tanta gente tu himno, 
                            hace que respingues y se pongan los pelos tiesos. 
                            También conoces a muchos jugadores de otros 
                            equipos de tu Liga, haces amistades y vas madurando, 
                            en todos los aspectos.  
                             
                            P.-Cuando volviste al Sporting, tras 
                            tu paso por el Barcelona, ¿cuánto tiempo 
                            permaneciste en activo? 
                            R.-Casi tres temporadas más. 
                             
                             
                            P.- Como a Schuster o a Laudrup, 
                            ¿te hubiera gustado que te fichara el Madrid? 
                            R.- Yo creo que a cualquier profesional 
                            que juegue en equipos modestos, a cualquiera que le 
                            preguntes, te dirá que le gustaría jugar 
                            en el Barcelona o en el Madrid, porque son dos de 
                            los equipos de la élite del fútbol mundial. 
                            Valencia, Sevilla, Villarreal, son buenos, pero esos 
                            son equipos de paso, como digo yo, que no son siempre 
                            de estar arriba del todo. Madrid y el Barcelona, o 
                            el Barcelona y el Madrid, son los dos equipos que 
                            normalmente, estando en condiciones, no pierden la 
                            Liga. A cualquier profesional que quiera ganar títulos 
                            no se le escapa que debe jugar en esos equipos.  
                             
                            P.-Esta pregunta es un poco difícil, 
                            pero ¿cuál es el momento más 
                            decisivo en tu vida? 
                            R.-Decisivo... Es difícil 
                            explicarte. A mi siempre me gustó el fútbol, 
                            siempre fue mi pasión y mi objetivo. Empiezas 
                            en esto y vas subiendo peldaños. Yo he jugado 
                            en todas las categorías. Empecé a jugar 
                            en infantiles, después juveniles, en regionales, 
                            Tercera División, Segunda y Primera. Yo creo 
                            que son momentos decisivos en los que vas poco a poco 
                            subiendo esa escalera, de categoría a categoría. 
                            Esa es la realidad de la vida. No un día en 
                            que todo cambia de pronto. La vida no es así, 
                            la vida cambia cada día y cada día debemos 
                            cambiarla.  
                          P.-¿Crees que los jugadores 
                            actuales se quejan demasiado y no se comprometen plenamente 
                            con sus equipos, olvidándose que tienen condiciones 
                            laborales ideales por las que deberían dar 
                            cada mañana saltos de alegría? 
                            R.-Yo te puedo hablar por el Sporting, 
                            porque es lo que vives el día al día. 
                            Tenemos gente comprometida de verdad en el equipo 
                            y no es porque esté aquí el mister y 
                            yo quiera alabarle. Llevábamos diez años 
                            en Segunda, con la gente aburrida y cansada del equipo. 
                            Llegó Preciados y cambió todo, dio alegría 
                            al equipo, a la afición, que era primordial, 
                            y yo creo que todo esto lo ha infundido a la plantilla, 
                            que es de lo que estamos hablando ahora. La gente 
                            que tenemos es humilde, no son ninguna figura, hay 
                            alguno que puede llegar, pero actualmente no tenemos 
                            una figura en plan relevante. Pero sí están 
                            comprometidos, con él, con el equipo y con 
                            la afición. Y yo creo que el éxito del 
                            Sporting es eso, el haber conseguido su compromiso. 
                            Es lo fundamental del Sporting, y por eso estamos 
                            en este momento en un equipo sencillo, en un equipo 
                            modesto, pero en un equipo que está dando la 
                            talla porque está comprometido; si no estaríamos 
                            pasándolo bastante mal y no disfrutando de 
                            la Primera División. Tenemos gente maravillosa. 
                            Ahora bien, como en todo, hay gente, no aquí, 
                            que por pegar dos patadas a un balón se cree 
                            el centro del universo. Pero eso, como en todos los 
                            campos de la vida. 
                             
                           
                             
                          
                          
                             
                               
                                    
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