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Red-acción
II Época / Nº20
Junio
2007
ENTREVISTAS / PREGUNTAS Y RESPUESTAS

El guardián

Por Víctor Rionda y Javier Compostizo, alumnos del colegio La Paz de Torrelavega.

En este año de aniversarios, en los que nuestra región recuerda su entrada en la madurez política, nos hemos querido acercar a la institución que más representa a nuestro pueblo, "la casa común", como exponen sus componentes. El Parlamento de Cantabria es el depositario de los valores y poderes de la sociedad cántabra. Pero más que conocer la institución hemos pretendido conocer a quienes la representan y dirigen, a quienes la mantienen viva. En este caso a través de su presidente, el veterano socialista Miguel Ángel Palacio.

Nombre: Miguel Ángel Palacio García

Lugar y fecha de nacimiento: Ganzo (Torrelavega), 3 de marzo de 1949

Estudios: Magisterio

Ocupación: Presidente del Parlamento desde el 19 de junio de 2003

Trayectoria: Pertenece al PSOE desde 1979, partido con el que ha ido ocupando cargos como el de concejal del Ayuntamiento de Suances, secretario y vicesecretario general de Política Institucional de la Comisión Ejecutiva Regional socialista, diputado regional desde la primera legislatura en 1983 y senador desde 1993 a 1996.

 

Pregunta.- ¿Quién es Miguel Ángel Palacio?
Respuesta.- Un hombre de 57 años, casado y con dos hijas, que vive para su profesión. Un vecino de Hinojedo al que sus vecinos quisieron elegir diputado, y los diputados Presidente del Parlamento de Cantabria.

P.- ¿Cómo se inicia en el mundo de la política?
R.- Uno se inicia en el mundo de la política en la medida que va teniendo uso de razón, porque en la medida que nos preocupamos por los problemas de la comunidad, de si sube el coste de la vida, si hay plazas escolares, si encontramos un empleo, si para el anciano hay una residencia, si hay lista de espera para la sanidad... estamos entrando en política. Otra cosa es el mundo de los partidos. Yo me inicié en la vida de los partidos cuando empezó la democracia en España, entrando a formar parte del Partido Socialista. Mi primer acercamiento a la política fue como concejal, y de allí me he ido moviendo allí donde mi partido y mis conciudadanos me han pedido que les sirviera.

P.- Le tocó vivir una etapa difícil, incluso después de la caída de Franco pasaron algunos años hasta que la situación se estabilizó. ¿Qué le hace a uno dar ese paso y, digamos, meterse en problemas?
R.- Hemos tenido el gran privilegio de construir a pie de obra la democracia española.
En aquellos momentos nuestros padres, nuestra familia nos decían que no nos metiésemos en política porque los que se habían metido estaban en la cárcel. En ese momento no era como hoy, la sociedad te invita a entrar en política y la actividad política se ve con buenos ojos, entonces no, incluso la persecución por tus ideas existía. Pero lo que nos impulsó a muchos a entrar en política es que nos correspondía a los jóvenes dar ese paso para crear en España una democracia. Participamos, por ejemplo muy activamente en la constitución de los ayuntamientos democráticos, en la creación de los sindicatos, en crear una constitución.

P.- ¿Qué ventajas tiene para un político haber sido maestro?
R.- A mí me dicen que se me nota cuando hablo (risas), porque los profesores tenemos siempre la obsesión de que la gente nos entienda cuando hablamos y eso se traduce también en la actividad política. Los políticos también tenemos esa obligación de explicarle a la gente lo que hacemos para que la gente lo entienda, lo que son los problemas de la región y las soluciones, porque no olvidemos que en la democracia los que mandan son los ciudadanos a través del voto.

P.- Salvo en una legislatura usted siempre ha estado aquí, en Cantabria, ¿fue por voluntad propia o le impuso su partido el ser senador?
R.- Mi partido me propuso para ser senador, lo que yo acepté y los ciudadanos me eligieron en las listas electorales. Ser senador te da otra visión de la política porque entras al debate de la política nacional, tanto en el congreso como en el senado los problemas ya no son de la región sino que son del estado. Es un privilegio que se acepta ilusionadamente, porque el ejercicio más importante de la ciudadanía es representar a los ciudadanos.

P.- Sin embargo volvió del Senado, le atrae mucho más la política regional...
R.- Nunca me fui, porque el Senado es el único cargo compatible con la política regional, el ser senador y ser diputado regional es compatible. Es más, en el Senado, como es una cámara territorial, la mayor parte de los senadores proceden de las comunidades autónomas. En esa legislatura era diputado regional y senador a la vez. Y efectivamente hay veces que uno está en la política nacional y otras en la política regional. La política regional es más cercana, tocas problemas de tu ciudad, de tus vecinos... La política nacional es más importante porque estás hablando de España. En alusión al pensamiento de Revilla, creo que la comunidad autónoma es muy importante, somos cántabros, pero formamos parte de otro espacio más amplio todavía que es el espacio español y, por ejemplo, todos los derechos y las libertades las garantiza el estado español.

P.- Cuando usted fue portavoz parlamentario en la época de Hormaechea, la región pasaba por problemas, sobre todo los judiciales del presidente, pero no se percibía la crispación que hay ahora entre el Gobierno y la oposición. ¿A qué se debe esto?
R.- El Parlamento es la casa del debate. En democracia no hay una sola solución para un problema. ¿Cómo arreglamos la sanidad, la educación, el que la gente tenga empleo...? Hay más de una respuesta en democracia. Por lo tanto hay que debatir esas respuestas y ésta es la casa donde se debate. Así que es normal que haya debate. Lo que no es normal es que haya insultos y descalificaciones, pero el debate debe existir y en profundidad, debe ser intenso, porque nosotros representamos a los ciudadanos y cada ciudadano piensa de una manera. ¿Por qué existen esos momentos álgidos de crispación? Porque los límites razonables de la discusión de los problemas se sobrepasan al volcar más pasión que sensatez, y eso es negativo. Pero no estamos en una etapa más difícil de la que estábamos anteriormente con Hormaechea, aquella etapa fue muy negativa para la región porque el Gobierno era muy inestable, hubo varias mociones de censura, el presidente tomaba decisiones muy discutidas... Era un periodo de inestabilidad política y de confrontación, en la que los tribunales de justicia condenaron al Gobierno.

Miguel Ángel Palacio con un grupo de alumnos de La Paz.

 

P.- ¿Es difícil siendo usted del PSOE ser neutral en el Parlamento?
R.- El objetivo es ser neutral y me ayuda el reglamento. Hay un reglamento que establece cuándo un diputado tiene derecho o no a hablar, durante cuánto tiempo... El objetivo de la actividad del Presidente es garantizar la libertad de los diputados, la pluralidad de la cámara y la imparcialidad en las decisiones. Eso lo asumes con el cargo, y te sientes muy respaldado por la Mesa, una representación de todos los partidos de la cámara ( 2 del PP, 2 del PSOE y 1 del Partido Regionalista).

P.- ¿Cómo son las relaciones de esta institución del Parlamento de Cantabria con el Ayuntamiento de Santander, más cercanas, más distintas que con el Gobierno de Cantabria...? Se dice que el Parlamento es muy santanderino, ¿qué opina usted?
R.- Son unas relaciones muy correctas y de respeto mutuo. Nosotros asistimos a los actos institucionales del Ayuntamiento y el Ayuntamiento asiste a los actos institucionales del Parlamento y no tenemos ninguna fricción entre nosotros, ningún problema.
En cuanto a lo segundo, antiguamente toda la política era santanderina, pero ya no. Ahora hay una gran pluralidad, el delegado del Gobierno es de Santoña, el presidente de la comunidad de Polaciones, yo soy de Suances... No somos santanderinos. En Santander está la sede de las instituciones, pero ya no prima ese carácter santanderino, aunque hay que reconocer que Santander es la ciudad más importante, que aquí vive casi el 40% de la población y que por tanto es la ciudad que más médicos genera, más abogados, más políticos, porque es la que más habitantes tiene.

P.- Cantabria es ahora un poco más de segunda que otras comunidades como Madrid, Cataluña, etc. El estatuto de autonomía de Cataluña está muy palpable. Con él, ¿Cantabria sería todavía más de segunda, al igual que otras comunidades serían más de segunda y habría más diferencia entre las de primera y las de segunda?
R.- Para medir si una comunidad autónoma es de primera o es de segunda habría que medirlo según los servicios que tienen los ciudadanos. Nosotros somos de primera con respecto a Cataluña en muchas cosas. Y Cataluña es de segunda. Y somos de primera con respecto a Madrid y con respecto al País Vasco. Lo que pasa es que somos modestos y no lo decimos con mucha claridad. Pero voy a poner algunos ejemplos. Somos de primera con respecto a los servicios sanitarios de Cantabria. Cantabria tiene una estructura de hospitales y de centros de salud mejor que Madrid, mejor que Cataluña y mejor que el País Vasco. En cuanto a distancia de tiempo a los hospitales tenemos más del 90% de Cantabria a menos de media hora de un hospital. Y además tenemos una facultad de Medicina y una facultad de Enfermería, y en todo ese ciclo por completo estamos por encima de la mayoría de las comunidades autónomas.
El segundo aspecto en el que estamos por encima de Madrid, Cataluña y el País Vasco es la Educación. Somos 550.000 habitantes y para este número de habitantes, los niveles educativos que tenemos en enseñanza primaria y secundaria, en la ratio que hay entre alumnos y profesores estamos muy por delante de esas comunidades autónomas. Pero además de eso, para 550.000 habitantes tenemos una universidad, en la que hay 12.000 estudiantes, 1.200 profesores, donde se ofrecen 34 titulaciones. Eso no lo tienen esas comunidades autónomas, por lo tanto no es que Cantabria sea de segunda, Cantabria es de primera con respecto a los servicios esenciales y somos iguales en el tema de las pensiones, porque somos españoles y estamos ya por delante de estas comunidades en lo que son las residencias y las plazas para las personas mayores. Así que es al revés, Cantabria es de primera.
Cierto es que Cantabria no tiene ningún canal autonómico, mientras que el País Vasco o Andalucía tienen dos, pero eso no es porque no podamos tenerlo, sino porque no queremos, porque necesitamos ese dinero para la Sanidad, la Educación y las Obras Públicas. La administración de una comunidad autónoma es como la de una familia. Tú tienes el dinero que tienes, ahora puedes gastarlo en lo que quieras. Los gastos de un canal autonómico de televisión son desproporcionados, enormes. TVE tiene un déficit tremendo y los canales de todas las comunidades autónomas generan un gasto absolutamente enloquecido para estas comunidades. Nosotros no tenemos un canal de televisión, pero tenemos educación gratuita para los niños de 2 años y ni en Cataluña ni en el País Vasco tienen educación gratuita para los niños de 2 años, así como libros gratis para Primaria. Es cuestión de elegir. Si elegimos el canal autonómico de algún sitio vamos a tener que quitar el dinero. Y el nivel informativo es suficiente.
Que por el estatuto vamos a ser de segunda o de primera es una idea equivocada. Vamos a ser de primera si somos capaces de gobernarnos a nosotros mismos y de poner en marcha instrumentos para generar la actividad económica. Tenemos todo el campo abierto para el desarrollo de la agricultura, la ganadería, la industria, el turismo... tenemos todas las competencias. Si aprovechamos todo el capital humado y formativo estaremos por encima de todo el mundo. Nuestras comunicaciones, pese a llegar más tarde están mucho mejor. Nosotros no tenemos peaje. Los catalanes en este estatut están diciendo que qué pueden hacer para que las autovías no tengan peaje y los vascos igual. Por tanto a veces tenemos un complejo que no se corresponde con la realidad. Nosotros no somos menos que nadie, ni tenemos menos posibilidades, ni menos instrumentos para nuestro desarrollo, es al revés. Y esto de que el estatut es un instrumento para favorecer a los catalanes en perjuicio de los demás es falso.
Lo que hay que tener en cuenta es que España es un país plural y con diversas lenguas que no deben ser motivo de distorsión. Todas son válidas y oficiales. Y no hay que prohibir nada.

P.- Hablando de estatutos, ADIC se reunió con usted para hablar del estatuto de Cantabria. ¿Qué le parece dicho estatuto?. ¿Cree usted que se puede aprobar?
R.- No, los mismos de ADIC nos han ofrecido un borrador de estatuto de autonomía, que va mas allá de lo que es razonable para nuestra comunidad autónoma. Hay que pensar que las reformas del estatuto de autonomía van a ser pequeñas, de corto alcance, porque lo máximo ya lo tenemos. El que Cantabria sea responsable de la economía de la región, que tenga sus competencias en Sanidad, Educación... Ahí las reformas que se hagan van a ser pequeñas, como la reforma del estatuto de Cataluña, que es pequeña. Porque si quitamos todos esos debates que ha habido sobre la nación y llegamos al fondo de la cuestión, de lo que se reforma, llegaremos a la conclusión de que las reformas son pequeñas en comparación con lo que había. El estatuto de autonomía que nos presenta ADIC es un sueño que hay que leer y tener en cuenta, pero que algunos de sus aspectos son irrealizables. Y en cuanto a los cambios en la bandera yo creo que para Cantabria era un sueño el tener autonomía y nunca hemos tenido tanta autonomía como ahora. Y 25 años son muy pocos y no debemos poner en riesgo ni el escudo ni la bandera. Yo voté en contra del escudo autonómico para Cantabria ya que me hubiera gustado más que el escudo de Cantabria hubiese sido la parte inferior del escudo, es decir, las estelas. Me parecía un signo de identidad. Pero si mañana me preguntasen si quiero cambiar el escudo diría que no. Creo que es más importante hablar sobre ampliar los puestos de trabajo en Cantabria que debatir cosas que nos aportan poco como es la bandera. Dejemos las cosas como están y entremos en lo que de verdad hay que discutir.

P.- Ser Presidente del Parlamento de Cantabria o de cualquier otra institución para muchas personas es un orgullo pero para otras supone el retiro de la política. ¿Usted se retira o espera ser más dentro del Gobierno cántabro?
R.- Yo he colmado todas mis aspiraciones políticas. He sido concejal, diputado y senador y lo que más me gustó fue ser concejal. Porque el ayuntamiento es la institución no solo la más cercana a los ciudadanos sino la que mejor se relaciona con ellos y es una escuela de democracia. Es la primera participación que uno toma para solucionar los problemas de los ciudadanos. Siendo diputado lógicamente tienes más responsabilidad como siendo senador. Y yo creo que ser Presidente del Parlamento es un privilegio más que un cargo, porque te da una posición para analizar los problemas de la región con una perspectiva distinta e incluso con otra autoridad. Por eso en democracia hay que estar donde hay que estar. Cuando uno decide entrar en la actividad política, unas veces serás concejal, otras diputado y si los compañeros del partido deciden no presentarte pues no te presentas, y si los ciudadanos deciden no votarte pues no te votan, es la democracia.

P.- Usted que ha sido profesor, ¿con quién hay que tener más paciencia, con los niños en la escuela o con los políticos cuando se enzarzan?
R.- (Risas) Con los niños. Hay que tener más paciencia y son más importantes. La actividad educativa es muy importante. Gracias a esa actividad educativa en la vida se forman generaciones que mantienen buenas relaciones sociales, alto grado de solidaridad entre ellos y alto grado de ciudadanía para garantizar lo que llamamos la paz social. Si ponemos la televisión y vemos las desgracias que hay en el mundo, como la guerra de Irak, y echamos esa película para atrás, llegaremos a la conclusión de que hacen falta buenos educadores y sistemas políticos democráticos. Con esas condiciones se pueden generar países en los que haya alto grado de bienestar y solidaridad. La labor educativa es una de las más hermosas que las personas podemos llegar a desarrollar.

P.- ¿Cantabria es infinita o tiene muchos límites?
R.- Cantabria en lo físico es finita, tenemos los kilómetros cuadrados que tenemos. Y es finita en los recursos naturales. Pero es infinita en las ilusiones, en las ganas de ganar el futuro, en la capacidad que los ciudadanos tienen para desarrollarse en sí mismos y desarrollar la comunidad. Es infinita en cuanto a los logros que podamos alcanzar. Creo que estamos en un buen momento para alcanzar cotas altas de libertad y de bienestar.

P.- El presidente de Cantabria Miguel Ángel Revilla y con ello el Gobierno cántabro se han obcecado con la Universidad Pontífice de Comillas. ¿El Parlamento va a tener algo que ver con la Universidad de Comillas?
R.- Sí, el Parlamento aprobará o no los recursos económicos para la Universidad de Comillas. Así que por el Parlamento pasarán los proyectos de la Universidad de Comillas. Yo creo que el Gobierno ha recogido lo que es una aspiración de todo el mundo. Todos cuando pasamos por Comillas y vemos la universidad cerrada y en ruinas nos preguntamos si no podría hacerse algo allí. Hacer algo es buscar un uso a ese edificio y si es un uso de carácter educativo y en torno al español estupendo.

P.- ¿Usted considera que es acertada la política informativa del Parlamento de manera que los cántabros realmente reconozcan la labor que hacen, no queda a veces injustamente oscurecido por la labor de ejecutivo?
R.- Efectivamente, nosotros somos conscientes de eso. Y hemos puesto en marcha un proyecto que consiste en mejorar toda la infraestructura que tenemos de televisión, con el fin de que las cadenas de televisión no tengan ni que poner las cámaras en el Parlamento para retransmitir los debates, sino que simplemente con enchufar la señal del Parlamento sea suficiente. Vamos a producir una buena señal, de calidad, porque el ideal es entrar en el salón de cada casa y eso se hace a través de la televisión.

P.- A las instituciones, sobre todo a la institución parlamentaria que nos representa a todos ¿le plantea algún tipo de preocupación la actitud de asociaciones como Cantabria en Castilla, que defiende la incorporación de Cantabria en otra comunidad autónoma?
R.- No hay ningún problema. La asociación debe existir como la expresión de un grupo de ciudadanos, pero no hay ningún riesgo de que eso vaya a ser ni medianamente mayoritario, ninguno. Ni tampoco en la periferia. Los cántabros somos cántabros y queremos seguir siéndolo en su mayoría. Tenemos que mantener buenas relaciones con Castilla porque siempre las hemos tenido a lo largo de la historia y complementar las comunidades autónomas, incluso alcanzar acuerdos, pero el "mapa" de la Constitución española es ya inamovible ya que goza de la aceptación de la mayor parte de los ciudadanos. Por eso creo que este tipo de asociaciones está bien que existan, porque es la expresión de un grupo de ciudadanos, pero no tiene mayor alcance.

P.- En este tramo final de la legislatura, ¿cuál es el mayor proyecto del Presidente de la asamblea regional tanto a nivel personal como político?
R.- El proyecto pendiente es este que vamos a mejorar la comunicación del Parlamento con la sociedad. Es la asignatura pendiente. Trabajaron por ella los anteriores presidentes y yo también he trabajado por ella ya que me parece que es fundamental. Porque la labor que hacemos es de representación de los ciudadanos. Por lo tanto hay que intentar por todos los medios que los ciudadanos sepan lo que pasa, qué se vota, qué se habla, qué se rechaza... Y al final tengan elementos de juicio para volver a votar.

P.- ¿Dentro de esos proyectos hay cabida para políticas de juventud?
R.- Estamos haciendo el proyecto con los institutos de dar a conocer el Parlamento. Hemos hecho una guía didáctica para los profesores, un cuaderno de actividades para los alumnos y estamos centrados en ese proyecto. Hemos contratado personal aquí en el Parlamento para que atienda a los alumnos y a los profesores cuando vienen. Estamos en ese proyecto. Otras cosas tienen que ser en colaboración con la Dirección General de Juventud. Pero el proyecto educativo nos parece muy importante, que los estudiantes conozcáis lo que es el Parlamento, qué se hace y por qué se hace.

 


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