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Red-acción
II Época / Nº32
Abril
2009
EL MUNDO / NOS IMPORTA

El día a día de una trabajadora social

Por Lucía Gallo, alumna de 4º de ESO del colegio La Paz de Torrelavega.

Muy importantes son las leyes, como la de Dependencia, pero más aún las personas que, con ley o si ella, se entregan a los demás. Vanesa Ruiz, trabajadora social en la Cruz Roja de Santander, una de las asociaciones más importantes en el campo asistencial actualmente, es diplomada en Trabajo Social. Es una mujer que está dedicando la mayor parte de su vida a personas que, por su estado o condición social, no tienen recursos y se encuentran desamparados, tanto laboral como personalmente.

Vanesa Ruiz.

Tras una variada trayectoria profesional, actualmente es la encargada de los casos de violencia de género, aunque también trabaja en temas de inmigración, centro de día para ancianos, etc. Esta entrevista, nos permite ver, entro otros casos, uno de los problemas más importantes para España en la actualidad, desde el punto de vista social, la inmigración.

Pregunta.- ¿En qué consiste tu trabajo?
Respuesta.- Soy trabajadora social de la Cruz Roja y llevo varios programas dentro de esta asociación. Principalmente la teleasistencia móvil para víctimas de género, que es un dispositivo de seguridad para mujeres maltratadas, y el centro de día para personas mayores y su seguimiento, incluyendo teleasistencia domiciliaria. Aunque al trabajar en la Cruz Roja tocamos todos los campos, como los retornos, reagrupaciones familiares, inmigrantes sin papeles…

P.- ¿En que otros sitios has trabajado?
R.- He trabajado como educadora en varios centros de menores, también en un centro con chavales con medidas judiciales y en un centro de socialización, también con jóvenes con medidas judiciales o de protección. Luego he trabajado en Cavas, que es el centro de víctimas de agresiones sexuales, y finalmente estoy aquí, en Cruz Roja.

P.-¿Cuáles son los casos más comunes a los que te enfrentas?
R.- Mujeres maltratadas. Sin ninguna duda, es el programa que más llevo y soy la encargada de él, diariamente veo bastantes casos de víctimas de género.

P.-Estos últimos años, el Gobierno ha tratado de concienciar a la gente sobre el problema de mujeres maltratadas y el deber de denunciar este tipo de casos. ¿Se ha notado un incremento de denuncias tanto de testigos como víctimas?
R.- Nosotros comenzamos con el programa de la teleasistencia en 2005. Este último año hemos aumentado el número de usuarias hasta llegar a 300, cuando el año anterior había cien menos. Y si es cierto que hay un trabajo bastante importante por parte del Gobierno, especialmente en la delegación, donde hay una coordinadora de violencia de género. Se está fomentando mucho el que la gente denuncie y el uso de este dispositivo de seguridad.

P.-¿Has notado un incremento de la inmigración estos últimos años?
R.- La inmigración siempre ha existido y en estos últimos años se ha mantenido. Lo que si estamos notando es un aumento de los retornos, cada vez son más los inmigrantes que quieren retornar a su país debido a las difíciles situaciones que se encuentran aquí en España. Actualmente hay una media de cuatro o cinco meses para regresar a su país, teniendo en cuenta que son personas que están en una situación crítica en España, sin ningún tipo de recursos y que quieren volver a su país.

P.-¿Cuál es la situación de los inmigrantes cuando llegan aquí?
R.- Los inmigrantes tienen una situación muy delicada. Cuando vienen con las maletas, se presentan en la Cruz Roja y te piden una pensión esta noche porque no tienen dónde dormir y te piden entrar en el centro de inmigrante, algo muy complicado hasta ver si tienen o no el perfil necesario.

P.-¿Estas personas consiguen salir adelante?
R.- Ahora mismo, salvo los inmigrantes que tienen asilo político, que reciben una paga mensual o cuentan algún otro tipo de ayuda, las personas inmigrantes e indocumentadas, tienen muy pocas posibilidades. La principal causa es que una persona indocumentada necesita que alguien le dé un trabajo, vaya al INEM y que allí verifiquen que ese puesto de trabajo no va a ser cubierto por un español, y ahora mismo, con el tema de la crisis no está ocurriendo. Es muy difícil para estas personas conseguir un puesto de trabajo, en estos momentos, su situación es crítica.

P.-Si soy inmigrante y quiero entrar a la Cruz Roja porque no tengo dónde dormir, ¿qué necesito para poder ser acogido?
R.- En el Centro de Inmigrantes, que actualmente es el único que hay en Cantabria, tenemos alrededor de unas 70 plazas. La mitad son para asilo político, y las otras 35 para inmigrantes indocumentados. El perfil necesario, si son inmigrantes indocumentados, que es el caso de la mayoría, deben de llevar menos de seis meses en España y no tener regulada su situación. Aunque hay veces que se hacen excepciones. Por ejemplo, si viene una persona con niños, bajo ningún concepto les vamos a dejar en la calle; les pagamos una pensión e intentamos derivarles a los servicios sociales y que esta entidad se haga cargo de ellos.

P.-En la situación contraria, en el caso de que una persona quisiera tabajar en la Cruz Roja, ¿qué se le pide a un trabajador social para entrar en la Cruz Roja?
R.- Ser una persona comprometida y que le guste trabajar de cara a los demás. Además, tener los valores de la Cruz Roja, evidentemente, y querer trabajar con los voluntarios.

Lucía con Vanesa Ruiz.

P.-¿Cómo os encargáis de los voluntarios?
R.- Bueno, parte de nuestro trabajo consiste en que los voluntarios se impliquen en los programas, enseñarles, y que aprendan a realizar nuestras labores.

P.-Con anterioridad, mencionaste que has trabajado en varias ocasiones con menores, ¿cuáles son los casos, tales como el acoso escolar o bulling, más preocupantes?
R.- Relacionado con el acoso escolar, en el tiempo que estuve trabajando en Cavas, daba charlas en centros de educación secundaria, y vimos varios casos de bulling. La mayoría de ellos se dan en los grupos de chicas, que rechazan a una compañera por ser diferente, o porque ellas creen que es diferente. Son cosas que se aprecian, aunque los menores nunca admiten que están sufriendo acoso escolar.

P.-¿Te resulta complicado sobreponer el trabajo a los sentimientos debido a las situaciones que te puedas encontrar?
R.- Todos somos seres humanos, por lo que está claro que nuestros sentimientos pueden entrar en juego. Hay que intentar tratar a la otra persona con empatía y comprensión, pero procurando que tus sentimientos propios no te influyan. Especialmente con el tema de inmigrantes.

P.-¿Algún caso concreto que te haya podido llegar a chocar?
R.- Sin ir más lejos, el otro día, he tenido a una mujer brasileña, embarazada de tres meses, se había quedado en la calle, la habían quitado el pasaporte esa misma mañana, echado de su vivienda… Estaba totalmente desamparada y eran las cinco de la tarde. El problema se encontraba en que no era el perfil de inmigrantes debido a que llevaba más de un año en España. Finalmente la encontramos una pensión e intentamos movilizar a todo tipo de recursos: llamamos a instituciones, ONG, asociaciones… Y por el hecho de ser indocumentada y estar embarazada nadie la quería en sus centros porque al estar embarazada, realmente es una persona más difícil de acoger. Por ello, los servicios sociales se han hecho cargo de ella.

P.-¿Trabajáis individual o colectivamente?
R.- Actualmente, somos cuatro asistentes sociales y cada uno lleva programas diferentes. Con los grupos de personas, les hacemos un seguimiento individual, adaptado a la situación de cada uno.

P.-¿Cómo coordináis las actividades o programas de ayuda? ¿A nivel provincial, nacional…?
R.- La Cruz Roja tiene los mismos programas en toda España, por lo que a nivel nacional. Pero luego, tenemos otros programas en las comunidad autónomas, donde sí nos coordinamos con las instituciones públicas de nuestra comunidad; como el Gobierno de Cantabria, la Delegación del Gobierno, etc.

P.-¿Contáis con suficientes medios para realizar vuestra labor?
R.- Cruz Roja es cierto que es una ONG privilegiada en ese sentido, porque tiene bastantes fondos económicos. Cuando trabajas en otras asociaciones como Cavas, que ya comenté con anterioridad, el dinero es algo que puede llegar a escasear. En cambio, en Cruz Roja no solamente tenemos socios y donaciones privadas, sino también dinero del IRPF de la infracción de la renta, dinero del Gobierno Central, de la provincia y demás. Ahora mismo hay dinero, nunca es suficiente, pero el dinero no es el mayor problema en una asociación como la Cruz Roja,

P.-¿Sería necesario más personal o centros?
R.- Sí, siempre. En la Cruz Roja, al ser una asociación que se encarga de tantos campos, te encuentras haciendo un poco de todo, te dedicas a todos los programas y atiendes a muchas clases de personas, cada una con problemas completamente diferentes. Cuando un compañero está de vacaciones, por solidaridad, nos repartimos su trabajo debido a que no hay dinero suficiente para sustituirle. Por ese motivo, intentamos complementar nuestro trabajo con el del voluntariado. Aunque el personal, al igual que el dinero, nunca es suficiente.

P.-¿Crees que la gente valora el importante trabajo que realizáis en la sociedad?
R.- Yo creo y espero que sí. Lo ves cuando reagrupas a una familia, y después viene aquí, dándote las gracias y te regalan un detalle, algo de lo poco que tienen. O una víctima de género por teleasistencia, sientes el miedo que tiene en ese momento y lo mucho que te lo agradece, y el gran apoyo que eres para ella por el simple echo de escucharla… En ese momentos te das cuenta de la importancia que tiene tu trabajo, además de sentirte valorada.

 


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