Logotipo Interaulas
Cabecera Red-acción Inicio > El mundo > Sabías qué ?
Reportajes
Entrevistas
Opinión
Cultura
Internet
El mundo
Medios
Imagen Primaria
Red-acción
II Época / Nº23
Enero-Febrero
2008
EL MUNDO / SABÍAS QUÉ ?

El Cabildo de Arriba en la ciudad de Santander

Por Elisa Santos García, alumna de 2º de la ESO del colegio Cumbres de Santander.

El santanderino barrio del Cabildo parece que, a fuerza de derribos, ha abierto tímidamente sus puertas a los cientos de ciudadanos que caminan siempre paralelamente a él, de espaldas a él. Elisa realizó un exhaustivo trabajo sobre su historia y sus señas de identidad y consiguió el primer premio en la octava edición del certamen 'Jóvenes Investigadores' que convoca el Ayuntamiento de Santander.

Los bomberos inspeccionan un vehículo que quedó aplastado tras el último derrumbe. (Foto: EFE/Esteban Cobo)

 

La ciudad de Santander. Su estructura en la Edad Media y Moderna

En la Edad Media, sobre las ruinas de un antiguo poblado romano situado en el cerro de Somorrostro, se construyó la iglesia de San Emeterio. En un documento dado por el rey Sancho II se nombra ya la abadía de San Emeterio en el año 1068. Así, el propio nombre de Santander se deriva de la palabra latina "Sancti Emeterii", que ya aparece en castellano en el siglo XIII.

En torno a esta abadía se estableció una pequeña villa marinera que sería el orígen de la ciudad. En el año 1187 el rey Alfonso VIII da a la villa una serie de privilegios. Estos privilegios harán que prospere económicamente y se dedique sobre todo a las actividades marítimas. Así, se convertirá en una de las salidas más importantes de Castilla al mar. Sus marineros viajarán por todo el Cantábrico y llegarán hasta las costas francesas e irlandesas. En su puerto también estaban las flotas encargadas de la exportación de las lanas castellanas hacia el norte de Europa; y en sus astilleros se fabricaban barcos para las armadas reales.
El crecimiento de la actividad económica de la ciudad tuvo como consecuencia el aumento de la población y el que aparezcan más calles y casas en la villa y el puerto.

El primer núcleo de población se había desarrollado en los alrededores de la Iglesia Colegial o Abadía de los Cuerpos Santos y del Castillo de San Felipe, y apenas contaba con media docena de calles. A finales del siglo XII se expandió al otro lado de la ría de Becedo. De este modo, la villa se organizó en dos zonas: la más antigua, denominada Puebla Vieja, situada en la parte alta, sobre el cerro de Somorrostro, y la Puebla Nueva, situada en la zona llana del otro lado del puerto.

La calle Somorrostro y la Plaza de Velarde en 1900.

 

La puebla vieja o Cabildo Alto

La puebla vieja constaba de una serie de calles que se habían creado adaptándose al desnivel del terreno del cerro que ocupaban. El primer tramo de calles estaba en lo alto del cerro originario y lo formaban dos calles: la Rúa Mayor y la de las Carnicerías Viejas, que se extendían desde las puertas de San Pedro y la Rinconada hasta la abadía y el castillo.
Rúa Mayor era la calle más larga de toda la villa y la que más torres y casonas tenía. Paralela a Ruamayor se formaría la Rúa Menor o de la Carnicería Vieja, llamada así por encontrarse allí la más antigua de las carnicerías de Santander. Al pie de estas calles, se situaban las de Somorrostro y Vergel, y las pequeñas callejas de la Bastida y del Infierno. Por debajo de estas se localizaba un puente que unía la Puebla Vieja con la Puebla Nueva y que llegaba hasta las atarazanas (almacenes donde se construían barcos). La Rúa Mayor se prolongaba por la calle del Alta.
Las casas que ocupaban por entonces las calles de Santander podían ser de una o de dos plantas, predominando estas últimas. La planta de abajo era muy frecuente que estuviera dedicada a bodega, taller o tienda.
A menudo también tenían de un amplio portal. Aunque había casas de piedra (las de la nobleza rica), en la mayor parte de los casos esto sólo ocurría en la primera planta, ya que la segunda se hacía con madera o con madera y mampostería, hasta llegar al tejado.

La Plaza Vieja en 1920.

La puebla nueva o Cabildo Bajo

Ya a partir del siglo XIII según van pasando los años se establecen en la parte baja de Santander artesanos y mercaderes. De esta manera se empezó a formar la puebla nueva, creándose un conjunto de calles en torno a un centro que, en este caso, era la céntrica Plaza Vieja, hoy desaparecida. A ella se accedía a través de la calle del Puente y allí tenían lugar los actos más importantes (fiestas, representaciones teatrales, corridas de toros...). A partir de ella se disponían las calles más destacadas, tales como Santa Clara, llamada así por el monasterio de esta orden religiosa establecido en ella, y las de San Francisco, de la Sal –cuyo nombre se debía a un depósito de la sal allí situado– y del Palacio, en la que estaba ubicado el depósito de trigo, un edificio de gran importancia en la vida de los ciudadanos de la villa. Otras calles de este núcleo eran las de Tablero, Arcillero, Medio y Arrabal.
A lo largo del siglo XV hubo muchos conflictos entre la Puebla Vieja y la Nueva a la hora de determinar su participación en el Gobierno municipal. Así, para remediar estas peleas se decidirá que gobernasen la villa dos alcaldes, seis regidores, dos fieles y un procurador, elegidos entre los vecinos de las dos zonas diferenciadas de Santander. Como ocurrió en la mayor parte de las ciudades castellanas, dichos cargos los ocuparon los miembros de la nobleza más destacados y de mayor antigüedad. Los Reyes Católicos determinaron el momento de elección y fijaron que se elegirían anualmente, siendo el 1 de enero la fecha establecida, y el antiguo convento de San Francisco, situado donde hoy está el Ayuntamiento, el lugar de celebración.

El puerto y la muralla

Durante toda la Edad Media, el puerto se mantuvo en la ría de Becedo. En su entrada se situaban dos torres de defensa. Sobre esta ría natural se fueron realizando algunos rellenos de tierra e importantes obras tales como muelles de madera de sus laderas y el puente que unía las dos pueblas. También se encontraban allí las Reales Atarazanas, un gran edificio destinado a construcción de barcos.
Para intentar aumentar la capacidad del puerto, en la segunda mitad del siglo XV se inicia la construcción de una dársena fuera de las murallas, ejecutándose el denominado Muelle de las Naos a los pies del castillo de San Felipe. Este puerto exterior quedará concluido en el Renacimiento y a mediados del siglo XVI comenzaron las obras del llamado Muelle Largo, que se extendía hacia el este. A partir de este momento, y hasta mediados del siglo XVIII, la estructura del puerto apenas cambiará.
Para proteger a los habitantes de ambas pueblas se construyó una muralla que rodeaba la pequeña ciudad, excepto por el este, por donde entraba el brazo de mar que formaba la ría de Becedo que dividía la ciudad. Cercada por la muralla, en la villa había siete puertas; siete fuentes proporcionaban agua a sus habitantes y además existían un buen número de ermitas dedicadas a diversos santos.
Los accesos naturales a la muralla se hacían por el cerro de Somorrostro. Este estaba defendido por el castillo de San Felipe, en el lugar del actual edificio de Correos, y por la abadía colegial. Desde el embarcadero, la actual plaza del Ayuntamiento, se podía acceder a la Puebla Alta por la calle Cuesta y la Cuesta del Hospital. Para ir desde la actual Plaza de las Estaciones, era muy difícil y tenía que hacerse a través de un sendero tortuoso entre acantilados.

La sociedad. Los pescadores

Ya durante los siglos siglo XV y XVI, la villa presentaba la estructura social y económica de la mayoría de las poblaciones con puerto de mar. Estaba controlada por unos cuantos nobles que vivían en el núcleo urbano, mientras que la mayoría de la población se dedicaba a diversas actividades, destacando la agricultura y el cultivo de pequeñas huertas y la pesca. La cantidad de tierra que tenía cada campesino era muy pequeña, siendo el maíz y la vid los productos que más se cultivaban.
La pesca ocupaba un papel muy importante en la actividad económica y la sociedad. Normalmente, a partir del siglo XVII no se realizaban grandes travesías en busca de pescado, sino que se pescaba en los alrededores de la bahía o en las zonas próximas de la costa cantábrica (navegación de cabotaje). Se separaba la cantidad necesaria para consumir en la ciudad y los excedentes se exportaban a Castilla. Los pescadores, que eran una parte importante de la población, se agruparon en las llamadas Cofradías de pescadores. Estas cofradías eran asociaciones que surgen en la Edad Media donde se unían las gentes que trabajaban en la mar para ayudarse mutuamente, reglamentar cómo debía pescarse, resolver problemas entre los propios pescadores, establecer como comercializar la pesca que capturaran, etc.

Hasta el siglo XVII sólo existieron cofradías en las cuatro villas de la costa: Castro Urdiales, Laredo, Santander y San Vicente de la Barquera. Durante la Edad Moderna constituían el gremio más importante de los existentes en estas villas, pues en ellos trabajaban entre el sesenta y el ochenta por ciento de la población. Por esta razón, las cofradías de pescadores llegaron a ser el único medio que tenían éstos para defenderse contra los abusos de los más poderosos de la ciudad, que muchas veces pretendían aprovecharse de ellos.

En la ciudad de Santander, en el siglo XIV los pescadores crearon su cofradía relacionados con la ermita de San Martín de la Mar, de donde tomaron su nombre. A partir de la época moderna la cofradía santanderina se dividió en dos existiendo una para el cabildo de Arriba, llamada Cabildo de Pescadores de San Pedro de Arriba, y otra para el de Abajo. Posteriormente, después de la tragedia de la galerna del sábado de Gloria del 22 de abril de 1878, en la que murieron más de un centenar de pescadores, las dos cofradías volvieron a unirse.

 

Algunos lugares y monumentos importantes en el Cabildo de Arriba

1.- Calle Alta

El crecimiento de población hizo necesaria la construcción de nuevas edificaciones fuera del recinto amurallado. Estas construcciones denominadas arrabales fueron levantadas junto a las puertas principales de la muralla. Los principales: el de Fuera de la Puerta, situado en junto a la Puebla Vieja, en lo que hoy sería el trazado de la calle Alta, y el de La Mar, emplazado sobre una playa, en la zona que hoy conocemos como calle del Arrabal.

La calle Alta se llamaba Fuera de la Puerta en el siglo XVI y también figuraba como Rúa Mayor o San Pedro. Al dividir la ciudad en distritos en 1845 ya se la llamó Alta. La calle Alta fue en sus principios uno de los dos barrios de pescadores que no tenían cabida dentro de la muralla de la villa. Muy cerca se abría la puerta de San Pedro, por la cual bajaban hacia la cuesta del Hospital los carros y arrieros. A partir de la iglesia de Consolación comienza la prolongación de la calle Alta hasta Cuatro Caminos. Antiguamente se llamaba a este trozo Calzadas Altas y era uno de los principales caminos de acceso a la ciudad. La calle tenía gran cantidad de tabernas y cafetines.
Toda la calle tenía huertas y pequeñas casas a lo largo de su recorrido, junto con alguna fábrica de cueros. Ya en el siglo XIX se construyó al final de la calle un edificio llamado de Exposiciones que se utilizaba para celebrar certámenes de ganadería, agricultura y jardinería y para mítines. En el solar del Edificio de Exposiciones se construyó el colegio Ramón Pelayo. También estaban en la calle Alta el convento de Santa Cruz convertido en fábrica de Tabacos en 1837, y el Hospital de San Rafael, que hoy es el edificio del Parlamento de Cantabria.

Más allá, en el lugar de la Peña del Cuervo, se fundó el primer cementerio municipal llamado de San Fernando. Fue cerrado al inaugurarse el cementerio de Ciriego y en los terrenos que ocupaba se construyó la cárcel provincial en 1935. En 1928 se inaugura el cuartel de la Guardia Civil y también fue edificado el Asilo de la Caridad. Pereda describió todo el ambiente de esta calle de pescadores para que su recuerdo no se perdiese. En la novela 'Sotileza' describe a tipos populares que vivieron en ese barrio (el padre Apolinar, Silda, Cleto, la Sargüeta...)

Personajes de 'Sotileza' en el mural realizado por José Ramón Sánchez en la calle Alta. A la derecha, el padre Apolinar.

 

2. - El Paredón del Cabildo Alto

El Paredón tuvo un papel muy importante en la historia de la calle Alta. Estaba situado al final de la calle Rúa Mayor y a partir de allí se iniciaba la calle Alta. Tenía una barandilla y unas escaleras que llevaban hasta el mar donde los marineros atracaban sus embarcaciones. En la plazoleta superior celebraban sus reuniones el cabildo de Mareantes de San Pedro o de Arriba, al aire libre o en la taberna del tío Sevilla, según cuenta Pereda en 'Sotileza'.
La escalera que unía la plaza superior del Paredón con el muelle donde los marineros amarraban sus barcos estaba en muy mal estado, existía el peligro de que las piedras del paredón cayesen sobre los marineros. Estos piden al Ayuntamiento que arregle el muro, solicitando construir una rampa para que los marineros puedan acceder con facilidad a sus embarcaciones.

Durante todo el siglo XIX se hicieron proyectos para hacer esta rampa que uniera la parte baja de la ciudad con el barrio callealtero, pero todos son desechados por el Ayuntamiento. Por fin, en 1883 se da la solución definitiva, una rampa con varias curvas que se adapta a la subida del terreno. La obra se realizó estando de alcalde Marcelino Menéndez Pintado, el padre de Menéndez Pelayo. Tardó en construirse de 1885 a 1887 y para la época fue una obra de gran importancia.
Durante estos meses en la ciudad de Santander aparece la novela Sotileza. En esta novela aparecen personajes del barrio del Cabildo Alto, que existieron en realidad, y que la gente de Santander conocía. Por eso decidieron poner el nombre de Sotileza a la rampa. Así aparece en la placa que colocaron en el muro de la primera curva. El Paredón del Alta existe todavía con el mismo nombre.
Cuando se fue rellenando el terreno ganado al mar de las zona de las estaciones, los marineros tuvieron que abandonar el embarcadero al pie del Paredón, llamado el Dueso, que era una playa que se extendía hasta los pies de los muros de la catedral. Cuando se estaban rellenando los terrenos ocupados al mar existía la costumbre de tirar desde lo alto del Paredón escombros y basuras para contribuir a la desecación de las marismas que rodeaban las vías del ferrocarril del Norte.

3. - Castillo de Santander

Se levantaba sobre el extremo del cerro de Somorrostro, encima del solar que ocupa actualmente el Banco de España. Era un edificio en forma cuadrada, las esquinas estaban reforzadas por seis cubos macizos. El castillo era la prolongación de la muralla y el primer elemento defensivo que veían los barcos al entrar en la bahía de Santander. Durante bastante tiempo estuvo bastante deteriorado y finalmente se decidió derribarlo. El derribo comenzó en 1896, utilizándose las piedras para el relleno de la Dársena Grande, actualmente convertida en los Jardines de Pereda

4. - Nuestra Señora de la Consolación

La Iglesia de Consolación está situada en el solar de la torre de un noble que habitaba allí. Es una iglesia sencilla, como correspondía a un barrio de pescadores. Se trata de un edificio de una sola nave con crucero. Fue realizada por el maestro cantero Francisco Pérez del Hoyo entre 1772 y 1774. El exterior se compone de dos partes: un primer cuerpo de piedra de sillería con un arco, donde se encuentra la puerta. A los lados adornan pilastras adosadas. Sobre la puerta existe una hornacina de piedra. Tiene un segundo cuerpo compuesto por una espadaña donde se colocaban las campanas. En esta iglesia fue bautizado Marcelino Menéndez Pelayo, que nació en una casa próxima.

5. - Convento de Santa Cruz de Monte Calvario

El convento de Santa Cruz es uno de los edificios más representativos de la calle Alta. Fue comenzado a mitad del siglo XVII y en él vivió la comunidad de monjas Clarisas hasta 1835.
El primer convento de Santander parece ser que en un principió se estableció fuera de los muros de la villa, hasta que en 1323 se edificó uno nuevo dentro del recinto de la villa en la cuesta de Santa Clara. Fue en tiempos de la desamortización de Mendizábal, cuando las comunidades de monjas de la calle Santa Clara y de la calle Alta tuvieron que irse al viejo convento de Dominicos de Santillana del Mar, donde vivieron juntas ambas comunidades durante ochenta y un años, hasta 1918.
El edificio de la calle Alta comenzó a construirse en 1641 bajo la dirección de Fray Lorenzo de Jorganes. Era un edificio muy sencillo en el exterior y con una cúpula en la capilla. Los maestros canteros fueron Vicente Herrera y Juan de Pontón. El convento fue fundado por María de Oquendo, inaugurándose el 6 de noviembre de 1656. La comunidad permaneció en el convento casi 180 años, hasta que a principios del siglo XIX comienzan a tener dificultades, ya que en este tiempo se buscaba un emplazamiento adecuado para instalar una fábrica de tabacos. De esta manera, en 1835 las religiosas serían expulsadas del convento con el fin de acondicionar el mismo para sus nuevas funciones de fábrica.

5. - Hospital de la Santa Misericordia

Fue lugar de asistencia durante todo el siglo XVII hasta la inauguración del nuevo Hospital que se conocería por San Rafael en 1791. El Hospital dependía de la iglesia colegial y de una Cofradía llamada de la Santa Misericordia. Contaba con un cirujano, un médico y un sangrador. Su carácter más que médico debía ser principalmente benéfico.
El viejo Hospital de la Misericordia se remodela bajo la dirección del segundo obispo de la ciudad, Francisco Lasso Santos, y se redactan de forma definitiva los estatutos por los que ha de regirse la hermandad que dirige el hospital y se dicen las funciones del mismo, así como las obligaciones de cada uno de sus miembros.
En 1787, la situación del hospital era mala, de forma que era necesaria la construcción de otro nuevo, dado el número de enfermos que acudían a la villa y su demarcación.

Fachada del Parlamento, antiguo Hospital de San Rafael.

 

6. - Hospital de San Rafael

El hospital de San Rafael en las Calzadas Altas es hoy uno de los edificios conservados más antiguos de Santander.
El año 1791 marca el fin del hospital de la Misericordia y el inicio del proyecto del hospital de San Rafael. El obispo de Santander, Rafael Menéndez de Luarca, hace una circular en la que pide ayuda económica para poder construir el nuevo hospital. En ella dice que el antiguo hospital contaba solamente con quince camas y que el estado del edificio era muy malo. El hospital contaba con una serie de normas de tipo religioso y prácticas religiosas de misa y rosario.

El edificio fue construido por el arquitecto municipal José Alday Fernández y se puso como patrón a San Rafael Arcángel. El hospital es un edificio funcional con fachada de piedra, con nueve arcos que forman un soportal, tiene ocho ventanas y sobre la entrada un hueco vacío para la colocación de alguna imagen. La entrada da directamente a un patio.
En el primer tercio del siglo XIX el hospital se va transformando y además se utiliza como asilo, hospicio, casa de maternidad y de pobres. La casa estaba dividida en tres secciones: para mujeres, hombres y niños. A ella acudían pobres de la ciudad y de los lugares de Cueto, Peñacastillo, Monte y San Román. El hospital tenía también una capilla en la planta baja, huerta y jardín, así como un pozo y un aljibe. Las hermanas de la Caridad se hacen cargo del hospital desde 1847.
En 1928 el Hospital de San Rafael fue cerrado, quedando el edificio sin uso, ya que se había empezado a construir la Casa de Salud Valdecilla. En 1982 la Asamblea Regional de Cantabria organizó un concurso para rehabilitar el edificio y convertirlo en su lugar de trabajo. Entre los trabajos se elige el de los arquitectos José Manuel Sanz y Juan López-Riobó, quienes hacen la restauración. En la actualidad acoge el Parlamento de Cantabria.

7. - Catedral de Santander

La Catedral de Santander, dedicada a Nuestra Señora de la Asunción, fue levantada en el siglo XIV y es uno de los monumentos más antiguos de la Ciudad. Se encuentra sobre la ladera norte del antiguo cerro de Somorrostro. En la Edad Media, en el mismo lugar, se alzó la ermita de San Emeterio y San Celedonio, sobre la cual se fundó en 791 una abadía que se convirtió en colegiata en 1131 Unos años después, el rey Alfonso VIII, al igual que hizo con otras villas de costa, concedió a Santander el fuero de Sahagún que daba grandes poderes al abad de San Emeterio.
En aquella época, entre los siglos XII al XIII, comenzó la construcción de la iglesia baja, la llamada Cripta del Cristo. Esta se encuentra situada bajo los suelos de la Catedral. Su construcción se realizó a lo largo del siglo XIII y es el monumento más antiguo de la ciudad.
Entre una serie de excavaciones que se realizaron se descubrieron unas ruinas romanas y una fortificación de los siglos I al IV. También por debajo del suelo de la Cripta fueron encontradas en el siglo XVI las reliquias de San Emeterio y de San Celedonio, patrones de Santander.

La arquitectura de la catedral es de estilo gótico, tiene tres naves, siendo la central más ancha y alta que las laterales, separadas por pilares de gran altura. En su interior se guarda el sepulcro de Marcelino Menéndez Pelayo.
A lo largo de su historia ha sido reconstruida en numerosas ocasiones, sobre todo debido al incendio sufrido por la ciudad en el año 1941, en el que se quemó la mayor parte del centro histórico de la ciudad. En este incendio se dañó mucho la iglesia alta, derrumbándose sus bóvedas y salvándose solamente los muros del exterior. Toda la catedral tuvo que ser restaurada, cambiándose la cabecera y poniéndose un nuevo crucero.

El Cabildo de Arriba en la actualidad

Después de muchos siglos, el barrio del Cabildo de Arriba está cada vez más deteriorado. Las antiguas casas donde vivían los pescadores no han sido arregladas desde hace siglos y están cayéndose a pedazos. La gente de Santander prefiere vivir en urbanizaciones modernas y no rehabilitar estas casas tan viejas, por lo que actualmente la población que vive en la zona son gente mayor que ha heredado las casas de sus padres o de sus abuelos y también inmigrantes que encuentran en esta zona tan envejecida viviendas más baratas que en el resto de la ciudad.

Por todo esto al viejo Cabildo de Arriba ha acudido gente marginal, delincuentes..., lo que hace que la gente que vive desde toda la vida en este barrio se encuentre desprotegida y a veces decida abandonarlo.

Por si fuera poco, en los últimos años se han derrumbado varias casas de la zona, lo que ha hecho que todos los vecinos estén muy preocupados por esta situación. Muchos llegan a pensar que los políticos quieren dejar que su barrio se caiga a pedazos, para construir en su lugar modernos edificios y viviendas de lujo en el centro de la ciudad.


Los vecinos del barrio decidieron presentar sus quejas al Ayuntamiento y al Gobierno de Cantabria y, después de pelear mucho, han logrado que los políticos se pongan de acuerdo y que se haya aprobado un plan ARI (Área de Rehabilitación Integral) para todo el barrio.
El Cabildo de Arriba es la primera zona de Cantabria en contar con los beneficios que supone un ARI. Esto significa que el Ministerio de Vivienda da un presupuesto económico especial para arreglar centros históricos deteriorados o barrios degradados dando subvenciones públicas para la reforma de viviendas antiguas.
Los vecinos del Cabildo Alto piensan que la ciudad de Santander tiene ahora la oportunidad de salvar el Cabildo y que la ciudad tenga un centro digno. Además si el plan va por buen camino, otros muchos barrios de la ciudad podrían beneficiarse de estos planes.


 

BIBLIOGRAFÍA


- GRAN Enciclopedia de Cantabria.
Santander: Editorial Cantabria, 1985. 11 tomos.
- MARTÍNEZ VARA, Tomás. 'Santander de villa a ciudad'.
Santander: Ayuntamiento, 1983.
- SIMÓN CABARGA, José. 'Evocación de la vieja puebla'.
Santander: Estudio, 1982.
- SIMÓN CABARGA, José. 'Santander: Biografía de una ciudad'.
Santander: Estudio, 1981.
- SIMÓN CABARGA, José. 'Santander en la historia de sus calles'.
Santander: Diputación Provincial, 1980.

 


SUBIR

Jimi Hendrix, el genio atormentado
Blogmanía
Los juegos de rol, en el punto de mira
El arte de "formular"
El kárate, una filosofía de vida
Una sección abierta a cualquier información que suponga una ampliación de conocimientos