La calidad de nuestra alimentación y la salvaguarda de nuestra salud, desde un punto de vista preventivo, no está en contradicción con la eficiencia económica de las empresas alimentarias. Ése es el empeño de Diego Martínez del Olmo, veterinario y Jefe de Producto Vacuno de la empresa Grupo Leche Pascual. Desde hace varios años dirige un proyecto muy innovador de esta empresa española, tendente a desarrollar, en granjas modelo, métodos de alimentación vacuna naturales que proporcionen un producto final equilibrado, capaz de ayudar en la prevención y detección de ciertas patologías y humanas, y rentable.

Vacas alimentándose.

Pregunta.- La veterinaria es una de las profesiones más tradicionales, pero, ¿ha cambiado mucho en la actualidad?
Respuesta.- Sí, puesto que la ganadería se ha profesionalizado, y actualmente no sólo somos "sanadores" sino profesionales que hacen hincapié mucho más en la cultura preventiva y en revisar aspectos que puedan ocasionar problemas en los animales, para cambiar la gestión y controlar el progreso y profesionalización de la cabaña ganadera, sin olvidar que el fin último es conseguir mejorar la salud de las personas a través de la alimentación.

P.- ¿Está todo descubierto en este campo?
R.- Ni mucho menos, y por ello hemos desarrollado esta granja con 330 animales de ganado vacuno, que nos permite investigar cómo determinados factores como medio ambiente, manejo de los animales, alimentación... influyen en el bienestar y la salud de los animales, descubriendo así su techo biológico y optimizando la medicina preventiva de la que hablábamos antes.

P.- ¿De qué se alimentan las vacas de las que luego tomamos la leche?
R.- En todo caso son productos de origen natural, componentes vegetales exclusivamente. En esta explotación no todas se alimentan igual. Las dividimos en diferentes lotes para estudiar la influencia que tiene sobre la salud cada dieta y cada entorno, incluida la salud en la ubre para reducir las infecciones, lo que permite conseguir una leche mucho más segura.

Una vaca de la granja de Diego Martínez del Olmo.

P.- ¿Utiliza su granja como modelo para el resto?
R.- Sí y permite investigar la leche tanto en calidad como en rentabilidad en el negocio.

P.- ¿Qué otros estudios realizan?
R.- Estamos trabajando en varios estudios estos últimos años, que van encaminados a conseguir una leche más segura y sana, a conocer el funcionamiento ruminal, aprovechando así los potenciales genéticos sin producir daños, y mayor leche.
Medimos y analizamos el pH ruminal como termómetro del buen funcionamiento, nos anticipamos a enfermedades y optimizamos la eficacia de la producción animal.
Investigamos también la flora microbiana para lograr todos nuestros objetivos.

P.- ¿Se utiliza esta granja con algún fin académico?
R.- Sí, todos los años alumnos de los últimos cursos de veterinaria visitan las instalaciones y pueden realizar trabajos con nosotros, del mismo modo que futuros ganaderos, y sirve como perfeccionamiento continuo para todas las personas que trabajamos en la empresa.

Hay factores que influyen en la salud de los animales.

P.- ¿Hay sensibilidad entre la población en estos estudios?
R.- Sí y cada vez más, en la mayoría de las encuestas del Ministerio sitúan a la Sanidad Alimentaria como una de las razones a la hora de seleccionar la compra. Por esto debe ser la directiva por parte de nuestras instalaciones. Pero al margen de ello, también existe un compromiso cada vez mayor, si cabe, de la industria, en colocar como prioridad absoluta la calidad y la salud.