Francisco Huelga, adiestrador de perros

El Ábrego es una familia de pastores alemanes criados en un centro ubicado en la localidad de Puente San Miguel, en Reocín. Los perros han conseguido en el ámbito internacional numerosos éxitos por su noble crianza y profesional instrucción. Nos acercamos a su lugar de trabajo diario para entrevistar a su propietario, Francisco Huelga Herrera. Francisco es una persona que dedica casi por completo su tiempo libre a cuidar a esa numerosa familia. Él los cría, los cuida, los adiestra y luego, no puede ser de otra manera, gana competiciones.

Francisco y dos reporteros posan con pastores alemanes.

Mientras nos enseña las estupendas instalaciones que alojan a sus campeones y camadas en su propia casa -preciosa, por cierto-, nos cuenta cómo es su vida diaria en relación con esta más que afición.

Pregunta.- ¿Cómo empezó su afición por los perros de competición?
Respuesta.- He tenido perros toda la vida, desde niño, pero mi afición por los pastores alemanes de competición empezó en el servicio militar. Estuve de adiestrador allí, me dieron a elegir entre perros o caballos, elegí sin duda los perros. Los cuidaba y adiestraba. Allí aprendí lo básico. Al volver aprendí todo lo que hay que saber. Llevo 26 años trabajando con los perros.

P.- ¿Qué actividades realiza con los perros? ¿Los adiestra? ¿Los cuida?
R.- Hago las dos cosas. Tengo mi propia camada, son mis perros, les cuido aquí, en mi casa. Pero también me dedico a adiestrarlos. Tengo los títulos oficiales de adiestrador e instructor. Además participo en exposiciones de belleza con mis perros.

P.-¿Lo considera afición o trabajo?
R.-Yo pienso que las aficiones cuando empiezan a costar dinero son trabajo. Por eso es un trabajo para mí. Pero hace un año que he dejado la exposición y las competiciones y estoy de año sabático. Por eso también lo considero afición.

P.-¿Cuánto tiempo dedica diariamente al trabajo con los perros?
R.-Pues todo aquel tiempo que no estoy trabajando. Mínimo estoy dedicado a ellos ocho horas. Y realizo entrenamiento de tres horas diarias.

P.-¿Es cara esta afición?
R.-Si estas en la élite ganas tanto dinero como para igualar los gastos. Pero si no, sí que es caro. El adiestramiento cuesta mucho dinero. También su mantenimiento, veterinarios, vacunas, alimentos...

P.-¿Qué razas son las más apropiadas para el adiestramiento?
R.-Todas aquellas razas que pertenezcan al grupo 1. Los perros se dividen en 10 grupos. Y los adiestrados son los del grupo 1. Pero el mejor es, sin duda, el pastor alemán. El más completo. No es el más rápido, ni el que más salta... pero sí el más completo.

P.-¿Es necesario adiestrar a un perro desde cachorro?
R.-El adiestramiento se compone por tres fases: obediencia, rastro y defensa. Los perros empiezan el aprendizaje a partir de los dos meses, las dos primeras fases. Para que comiencen a acostumbrase al entrenamiento y a obedecer a su dueño. Pero los adiestramientos duros, el de defensa, empiezan a partir del año. Este tipo de enseñanza no se puede realizar antes porque se podría dañar al perro, la dentadura, la mandíbula, etc.

P.-¿Disfruta más una persona con sus mascotas adiestradas? ¿Debería todo el mundo adiestrar a su mascota?
R.-Sí, claro que sí. El doble. Tener al perro controlado... es mucho mejor. Yo opino que hay que tenerlos controlados. El comportamiento de los perros se basa en una jerarquía, todos los perros necesitan saber quién es el jefe. Y hay que demostrarles quién manda. Si no se les enseña no sabrán quién es el que manda, por eso hay que entrenarlos.

P.-¿En qué condiciones tienen que estar los cachorros al nacer?
R.-El cachorro tiene que nacer a unos 38 grados, hay que tenerle a esa temperatura. En nuestras instalaciones tenemos en el paritorio una bombilla infrarroja que permite alcanzar la temperatura necesaria que, aunque las madres pasen calor, hacen que las crías salgan bien. Si no alcanzan esa temperatura, pierden el pelo, se ponen enfermos y pueden morir a los pocos días de nacer. Además es muy importante la limpieza, limpiarlo todo al momento. Y claro, al igual que los humanos, una buena madre que se preocupe por él, juego, cariño...

P.-¿Cuánto cuesta un perro de competición en mercado normal?
R.-Un perro de competición, de clase abierta, puede llegar a ser muy caro; se paga todo aquello que el dueño pida. Un cachorro normal cuesta sobre mil euros. Nosotros vendemos nuestras crías a 800 euros.

P.-Los adiestradores os enfrentáis a diario con una serie de peligros al estar con los perros, ¿tomáis algún tipo de protección?
R.-Siempre se trabaja protegido, con guantes, trajes especiales... Pero si te muerde te hace daño. Y claro, los perros no empiezan su entrenamiento directamente en la fase de defensa, sino que antes han tenido que pasar las dos pruebas que antes os comenté, por lo que no debería ser tan peligroso.

P.- ¿Ha trabajado alguna vez con perros policía? ¿En qué se basa el entrenamiento de estos perros?
R.-Sí, he trabajado con este tipo de perros. La base es la misma que la de un perro normal. La única diferencia es que les encaminas a buscar drogas, personas escondidas, a la búsqueda en general. Para que alcancen esta capacidad de búsqueda son enseñados con comida. Pero no me gusta mucho trabajar con ellos.

P.-¿Es difícil trabajar con perros agresivos?
R.-Sí, claro, es difícil, pero son los mejores para trabajar. Hay que conseguir canalizar la agresividad en el objetivo, cualquiera que se le ponga. Todos los perros son agresivos, pero son buenos.

P.-¿Qué diferencias existen entre perro de trabajo y de exposición?
R.-Básicamente en la estructura, los de trabajo son más feos. También en que los perros de trabajo tienen más carácter. Pero tienen el mismo adiestramiento y mismo reglamento. Yo tengo al único pastor alemán de trabajo negro de España. Le tengo más que nada para jugar con él, es más juguetón que uno de exposición.

P.-¿Cómo diferencia los perros a simple vista?
R.-Más que nada por la estructura. Y también, por supuesto, por mi experiencia. La forma de andar, la escápula (equivalente a la clavícula humana), la inclinación del cuerpo, la cabeza, el tronco, el aplomo. El problema que tiene el pastor alemán respecto a las otras razas es que está en constante evolución, pero la experiencia te hace diferenciarlos.

Instalaciones del centro de perros de Francisco Huelga.

P.-¿Hay alta competitividad en la competición animal?
R.-Sí, las competiciones de pastores alemanes son muy duras. Además hay trapicheos, gente que hace trampa. Hay mucho dinero, tanto en premios como en los bolsillos de los dueños, que compran buenos perros y quieren ganar ante todo. La diferencia está en el adiestrador. Yo no tengo los mejores perros, son muy, muy buenos, pero no los mejores. Pero soy yo el que los cuido, adiestro y presento en competiciones, por lo que los perros se encuentran más cómodos y ganamos. Hay que ser buen adiestrador.

P.-¿En qué competiciones participas con los perros?
R.-Ahora mismo en ninguna, como os comenté antes. Pero he participado en muchas competiciones, tanto en el ámbito internacional como a nivel nacional. He competido en Francia, Alemania, Portugal... En Portugal gané el Campeonato del Mundo de Belleza con Balder de Ábrego, en Oporto. El único español campeón del mundo de belleza es uno de mis perros, de mis camadas, de los que yo crío y adiestro. Este perro compitió 52 veces, ganó 48.

P.-¿En qué consiste una competición de belleza?
R.-Los perros están sometidos a pruebas de trabajo, hay que demostrar su capacidad para el trabajo. Tenemos que demostrar que están bien adiestrados. Y tienen que pasar unas pruebas y tener unos certificados: Macho prueba 3 del Ceppa (Federación Española); Rci, prueba internacional; Such, también Internacional, para Alemania. Si no tienes todos esos certificados ya te puedes volver para casa, ya que no te dejaran participar. Hacen radiografías a los perros para demostrar que son perfectos. Se empieza a competir a partir de los dos años. Los perros tienen que llegar a clase abierta. La mayor. En el Campeonato de España tienen que pasar una serie de pruebas para poder competir. Se pueden presentar 600 perros. Pero claro, hay que ganar. Les hacen monográficas, pruebas de ataque. Le vuelven a mirar... tiene que estar y ser perfecto. Luego, en un campo andamos con el perro atado por una correa. Va caminando hacia el juez, quien mira si camina bien, si la apertura de patas es la correcta... Después nos ponen a dar vueltas a un campo, todavía con la correa, el mejor perro va primero. Y se van ganando puestos. Posteriormente llega la 2ª parte, a la que llegamos cuatro. Ya los perros, sin correa, van andando, el juez decide cuándo ganas puestos y cuándo termina la prueba. El que vaya primero cuando el juez dé por finalizada la prueba es el ganador. En el Campeonato del Mundo de Oporto salí con Balder en el puesto 300; rápidamente pasé a ser el 50, en apenas cuatro vueltas. Fui ganando puestos y puestos hasta que llegué a ir 2º. Cuando alcancé esa posición, el juez, dejó sólo dos perros, otro y el mío. Adelanté al primero. Me quiso adelantar, pero no le dejó el juez. Quedé el primero, campeón, me fui al suelo de la emoción. Fui yo quien le presentó. El perro es un ganador. Nunca pensé ganar. Cuando ganas el Campeonato del Mundo eres campeón del país donde se celebra, así que fui campeón del mundo y de Portugal. Los demás campeonatos son por puntos, depende de las pruebas.
Pero lo más importante, mis perros son ganadores porque les impongo carácter.