Hoy en día el ser humano se está dando cuenta de la repercusión que sus progresos tienen sobre la naturaleza. La capa de ozono está desapareciendo, los bosques cada vez son más escasos, han aumentado los animales en peligro de extinción... El hombre quiere arreglar los problemas que ha causado pero las soluciones como las energías limpias no están, aún, implantadas en la sociedad. Además, ¿quién podrá vivir sin luz o televisión? ¿Quién podrá abandonar el coche o la calefacción?

Energías renovables.

El efecto invernadero es un fenómeno que provoca la destrucción de la capa de ozono y que aumenta la temperatura de la superficie terrestre que, a su vez da lugar a otros muchos problemas. Para reducir las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera deberíamos sustituir los combustibles fósiles y las energías no renovables por las alternativas que son, por ejemplo, la energía eólica, que utiliza la fuerza del viento para producir energía eléctrica, la energía hidráulica que aprovecha el movimiento del agua o la energía de biomasa que se obtiene a partir de desechos. Estas energías limpias no contaminan pero, como inconveniente, causan un gran impacto medio ambiental. Yo creo que cuando se terminen las fuentes de energía no renovables no nos quedará más remedio que hacer uso de las energías alternativas y terminarán nuestros problemas medio ambientales.

A pesar de que estoy a favor de las energías limpias he de decir que me cuesta imaginar un mundo sin todas nuestras comodidades y no me gustaría tener que renunciar al coche o a otros aparatos que necesiten del uso de la energía no renovable. Por suerte, ya se están pensando, por ejemplo, coches que funcionan con agua o casas con paneles solares. Por desgracia, no podemos poner fin radicalmente con los combustibles fósiles y las centrales contaminantes, como las térmicas. En mi opinión hay que ir sustituyéndolas progresivamente para lograr el menor cambio en nuestra forma de vida.

En conclusión, debemos buscar un término medio entre lo cómodo y lo ecológico para, en un futuro, tener un planeta limpio. De momento sería aconsejable apagar las luces durante el día, no dejar los grifos abiertos, hacer uso del transporte público, reciclar... También tenemos que esperar a que la gente del poder olvide los intereses económicos y piense en bienestar del planeta y, por tanto, de todos los seres vivos que en él habitan.