PORTADA | MARCOS | DIEGO | ROCÍO | YOLANDA | SANTIAGO | RAÚL | ADÁN | CARLOS | REBECA | PABLO |
ZULEMA | AINHOA | ESTELA | BÁRBARA | ÁLVARO | RUBÉN | HÉCTOR | ANTONIO | PATRICIA |
EN
BUSCA DE FLECHA
Mis ganas eran terribles de ir con Alex de viaje, pero cuando ya tenía la
maleta casi hecha me acordé de Flecha. ¿Dónde estaba? ¿Estaría bien? ¿Con
quién estaría?
Por
mi cabeza pasaban millones de preguntas sobre Flecha, hice memoria de dónde le
había visto por última vez, - tuvo que ser en el zoo, donde conocí a Alex
–pensé. Inmediatamente cogí mi abrigo y mis guantes (porque hacía frío) y
bajé a la calle donde un taxi me transportó hasta el zoo donde le debí de
perder, le busqué desde la jaula de los tigres hasta en las papeleras, cuando
fui a abandonar la búsqueda decidí hablar con sus parientes (los tigres) pero
todo fue absurdo porque hablaban en inglés y lo que había aprendido en la
escuela no me era suficiente.
Salí
del zoo dispuesto a recorrerme todos los zoos de Nueva York.
A la mañana siguiente fui a Miami donde la mayoría
de los animales estaban a la sombra y los que tenían un lago en su recinto se
daban un chapuzón que les refrescaba, porque
los rayos del sol traían mucho calor.
Pero en el recinto de tigres no había ni rastro de
Flecha porque todos estaban gordos y eran vagos, sin embargo Flecha es un gran
atleta.
Seguí mi rumbo esta vez hacia San Francisco, era un
zoo normal de tamaño y de categoría, como era sábado estaba bastante lleno y
eso me impidió buscar a fondo en el zoo, pero estaba seguro de que allí no había
estado porque los animales estaban sucios y Flecha se aseaba todos los días.
Me quedé impresionado al ver el pedazo de zoo que
había en Washington, estaba hecho
detalle a detalle y eso hacía que estuviera lleno, aunque fuera lunes, aunque
parecía que aún así querían mejorar el zoo porque estaban en obras y habían
quitado los tigres.
Me iba quedando sin esperanza de encontrar a Flecha
pero aún así fui a Las Vegas donde costaba mucho dinero la entrada, pero por
lo menos había muchas actuaciones de animales, allí no había tigres pero había
unas tigresas pintándose los labios y haciéndose la manicura, Flecha no pudo
estar allí porque en el zoo de Santillana ya tenía una novia.
Pensé en las cosas que le gustaría ser a Flecha y
se me ocurrió que quiere ser una estrella de cine y sin esperar al día
siguiente, un autobús me llevó a Hollywood, donde en el zoo la mayoría de los
animales iban vestidos de una forma elegante y firmaban autógrafos, eso a
Flecha le gustaba, pero allí no había ni rastro de él y era el último zoo de
Estados Unidos.
Me enfadé conmigo mismo por haber perdido a Flecha y
para despejarme un poco subí a la estatua de la Libertad, me cansé mucho al
subir todas las escaleras pero mereció la pena porque mi corazón dio un vuelco
al ver a Flecha observando las preciosas vistas de Nueva York, le llamé y
estuvimos un cuarto de hora abrazados.
Le conté toda la historia, y al terminar la
conversación Flecha me propuso ir al aeropuerto y volver, yo acepté y pasado
el tiempo compramos dos billetes.
Fuimos al aeropuerto donde había dos aviones, uno
iba a Santander y el otro no tenía rumbo.
Si quieres volver a España vete a
.....
Si quieres viajar sin rumbo vete a
.....