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¡MENUDO
CALOR!
Cuando
llegamos a Brasil nos compramos bañadores. ¡Bueno, me compré un Bañador! Y
nos fuimos a la playa.
Jugamos
al voleibol con unos niños de allí, después de darnos un baño Flecha y yo
nos compramos un helado de fresa y nata.
Nos
fuimos de la playa a la ciudad que había al lado, en un cartel ponía Río de
Janeiro.
A
continuación entramos en un hotel, la gente se asustó un poco, un poco no,
muchísimo. Yo les dije que se tranquilizaran que era muy dócil.
Cogimos
una habitación preciosa.
Salimos
del hotel para dar una vuelta por la ciudad.
Todo
era muy bonito, pero lo mejor era un parque enorme con toboganes, columpios,
balancines etc...
De
repente, sonaron unas alarmas, unos coches azules y blancos aparcaron y se
bajaron hacia nosotros, con pistolas y porras.
Yo
levanté las manos y Flecha también, pero no podía ni estar tres segundos a dos
patas.
Los policías nos hablaban y yo les dije que no habíamos
hecho nada.
Los policías decían que habíamos entrado en un
hotel y ese tigre... yo interrumpí:
- Este tigre, se llama Flecha.
- Pues vale. Flecha ha destrozado la habitación del
hotel.
- Eso no es verdad, salimos de la habitación igual que entramos.
El policía dijo:
- Mejor acompáñenme a comisaría.
Si quieres que Flecha y yo salgamos corriendo vete a
...