El 20 de noviembre de 2013
Víctor Yanukovich, presidente de Ucrania,
suspendió la firma del acuerdo de la asociación
y el acuerdo del libre comercio con la UE. Al día
siguiente comenzaron las protestas, inicialmente
llevadas por estudiantes universitarios, descontentos
con la gestión del Partido de las Regiones
y los resultados de su política económico-social.
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Mapa de Ucrania. |
Después de varias semanas seguidas de protestas
crearon el Euromaidán, en Kiev, en la Plaza
de la Independencia, donde se reunían todos
los manifestantes y donde día y noche permanecía
la gente por su país. Al cabo de tres meses
empezó a haber problemas, había personas
que desaparecían sin dejar rastro, y cuando
se sabía algo de ellas era que estaban en
mal estado o muertas. El día 19 de febrero
murieron más de un centenar de personas por
los enfrentamientos con la policía, todos
jóvenes con una vida por delante como es
el caso de un joven de 17 años y otro a pocos
días de su boda. Después de aquella
tragedia hicieron una recaudación para todas
las familias de los muertos y se puede decir que
de alguna manera los manifestantes, junto con los
familiares de los fallecidos, se hicieron con el
gobierno y con la plaza. Más tarde, Víctor
Yanukovich escapó de Ucrania.
Actualmente, Vladimir Putin tiene a sus tropas
en la península del este de Ucrania, Crimen,
con la intención de separar a Ucrania y quedarse
¿con ellos?. Mientras tanto, muchos ucranianos
que habitan en otros países protestan para
que Putin no se meta en los asuntos del país.
Hasta ahora se están ocupando del tema de
Crimea; mientras, contamos con el gran apoyo de
muchos países y con la esperanza de conseguir
la paz y la victoria que, como muchos dicen “Somos
más fuertes porque Dios está con nosotros”.
El silencio tapaba las lágrimas de los habitantes
de Ucrania, personas que rezaban por su país
y pensaban en el futuro de sus hijos. Personas inocentes
que se preguntaban si algún día podrían
salir a la calle y sonreír al ver las calles
curadas, los caminos perfectos y un hospital que
cure. Todas aquellas personas sufrían en
silencio hasta que llegó el día de
demostrar lo que en verdad sentían. Y después
de tantos años aquella gente no tenía
esperanza, hasta que se dieron cuenta que ellos
eran los únicos que podrían cambiar
el país, y a pesar de las consecuencias se
arriesgaron y demostraron que no solo tenían
valentía y coraje sino también sentimientos
y un corazón que cura. Y, hasta el día
de hoy, estos manifestantes siguen luchando para
poder volver a sonreír después de
tanto tiempo.