El escritor Javier Menéndez
Llamazares, autor de libros como 'Cosas que no se
pueden encontrar en Internet' (poesía) o 'Los
que duermen juntos' (relatos), nos visitó el
pasado viernes 25 de enero dentro del programa del
Ministerio de Educación, Cultura y Deporte
'¿Por qué leer a los clásicos?'.
Nos quiso quitar de la cabeza la típica idea
aburrida de Quevedo aludiendo a que es de completa
actualidad.
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Javier Menéndez
Llamazares durante su conferencia. |
Francisco de Quevedo fue un célebre
escritor que triunfó durante el Siglo de Oro
español. Nació en Madrid, pero se consideraba
montañés, ya que tenía familiares
cántabros quienes eran considerados cristianos
viejos. Fue famoso principalmente por su obra poética
y narrativa, aunque también escribió
drama. Además de escritor también tuvo
oficios como espía o funcionario del gobierno.
Quevedo tenía un gran ingenio
y agudeza, lo que le permitía ser "más
listo" que los demás; atacaba a las generaciones
anteriores reivindicándose a sí mismo.
Su físico no le favorecía demasiado:
Era patizambo, tenía problemas de visión
y era considerablemente feo. Todos estos rasgos daban
lugar a burlas de los otros autores de la época,
especialmente de su principal enemigo, Luis de Góngora,
con quien mantenía una constante batalla literaria,
atacando su condición religiosa y su orientación
sexual.
Nuestro protagonista también
estuvo encarcelado en el monasterio de San Marcos
en León, donde sufrió y escribió
sobre la penosa situación económica,
política y social del país, muy similar
a la que estamos viviendo hoy en día. Criticaba
la corrupción, la falta de honestidad y el
afán de riqueza, mediante la parodia. Por ello
escribió una serie de leyes en tono de burla,
parodiando las que realmente se promulgaron, como
por ejemplo, ser multado por hablar solo por la calle
o por torcer el cuerpo al tirar la bola de bolos para
que tome otra dirección.
Las parodias eran tan propias de
Quevedo que todos los versos en burla eran considerados
suyos. Algunos de estos textos eran extremadamente
polémicos, así que decidió publicar
un libro titulado 'Juguetes de la niñez', recopilando
bastantes de sus escritos para librarse de la Inquisición
y para evitar así confusiones respecto a la
autoría.
Otra de sus obras más famosas
fue 'Libro de todas las cosas y otras muchas más',
similar a los actuales libros de autoayuda, en el
que daba consejos "con trampa" como: "Para
no morir sin confesión, haz delitos de muerte,
confiésalos y morirás confesado"
o "Para que no te hurten los sastres, no hagas
de vestir con ellos y no hay otro remedio".
En definitiva, a Quevedo se le podría
atribuir cualquier adjetivo excepto aburrido.
.... por estas y otras muchas más cosas.
Susana
Martínez y Susana Pérez
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Los estudiantes
llenaron el salón de actos. |
Acercándonos
a Quevedo
Javier
Menéndez Llamazares ofreció una conferencia
acercando a Quevedo a la actualidad
Javier Menéndez Llamazares,
escritor leonés, visitó el pasado viernes
25 de enero el IES Valle de Camargo para exponernos,
a través del proyecto '¿Por qué
leer a los clásicos?', la conferencia 'Todas
las cosas y otras muchas más' (Quevedo).
Quevedo, que perteneció al
S.XVII, era un hidalgo, el nivel más bajo de
la nobleza. Su madre era dama de la reina y su padre
secretario de la hermana del Rey. Poseía una
mentalidad muy abierta pero a su vez era machista,
es por esta razón que su matrimonio duró
apenas seis meses. También defendió
a Santiago como patrón de España y no
a Santa Teresa, por el simple hecho de ser mujer.
Estudió teología en las Universidades
de Alcalá y Valladolid.
Debido a su afán de polémica,
se forjó varios enemigos en la literatura,
entre ellos Góngora y Juan Ruiz de Alarcón.
Se hizo muy famoso respondiendo ("Ya que coplas
componéis") a unos versos de Góngora
("¿Qué lleva el señor Esgueva?").
Otra de las artimañas de Quevedo fue comprar
la casa en la que vivía arrendado Góngora
para así dejarlo en la calle. A su vez, Góngora
ridiculizaba a Quevedo llamándole "Qué-bebo"
debido a la fama que tenía éste de bebedor.
Por otra parte, con Juan Ruiz de Alarcón también
mantuvo una disputa, criticándose ambos físicamente.
Juan Ruiz de Alarcón le llamaba "patacoja"
y Quevedo, "corcobilla" aludiendo a su chepa.
Javier Menéndez Llamazares
nos hizo ver que aquella época no era tan distinta
de la actualidad. Quevedo, en una de sus obras, 'Primer
verso', critica la sociedad de la época y sus
valores como la corrupción, el afán
de riqueza y la falta de honestidad. Su forma de crítica
era la parodia, la burla, la sátira... Su descontento
con las leyes de la época se refleja en su
obra: 'Pragmática y leyes generales'.
La conferencia recibe su nombre del 'Libro de todas
las cosas y otras muchas más'
publicado en 1631 en el cual Quevedo expone problemas
y ofrece soluciones. Por ejemplo:
- Problema: Para que anden tras de ti todas las mujeres
hermosas; y si fueres mujer, los hombres ricos y galanes.
Solución: Ándate tú delante de
ellas.
- Problema: Para ser rico y tener dineros.
Solución: Si los tienes, tenlos; y si no, no
desearlos y serás rico.
- Problemas: Para no tener dolor de muelas jamás.
Solución: No las tengas y es un ahorro que
parece muy mal a las quijadas.
Gracias al escritor Javier Menéndez
Llamazares hemos podido conocer otra faceta de Quevedo
más cercana a nosotros, aparte de la de autor
clásico. Con esta conferencia nos hemos dado
cuenta de que la literatura clásica puede llegar
a resultarnos divertida
Paula
Cuerno y Carolina Secadas H1A
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Javier Menéndez
Llamazares recitó algunos versos de Quevedo. |
Conferencia acerca de Quevedo
El pasado
viernes 25 de enero nos visitó el escritor
Javier Menéndez Llamazares para ofrecernos
una conferencia sobre el ilustre Quevedo
La conferencia se centró sobre todo en la etapa
divertida y burlesca del escritor y, a modo de introducción,
recitó un breve texto escrito por el propio
Quevedo en el que se describía a sí
mismo de una forma metafórica.
Después, aprovechando el contexto
y la situación geográfica (Cantabria)
realizó un inciso sobre la procedencia del
poeta que, aunque instalado en Madrid, tenía
orígenes cántabros.
Su discurso cambió de dirección
y comenzó a centrarse en los inicios de Quevedo
como poeta, resaltando sus dotes como artífice
de diversas parodias y burlas hacia los demás.
Explicó también que,
gracias a su gran dominio de la palabra, Quevedo consiguió
labrarse una reputación empezando desde la
nada y que muchas de sus primeras obras fueron críticas
a Góngora, su contemporáneo y rival.
A modo de anécdota, para que
nos pudiésemos imaginar el odio que se tenían,
Javier nos contó que cuando Quevedo tuvo dinero
compró la casa en la que Góngora estaba
de alquiler para que este tuviese que irse.
Precisamente una disputa de las
más famosas de la literatura española
hace referencia a los siguientes versos compuestos
por Góngora ('Qué lleva el señor
Esgueva') en los que las metáforas son reveladoras:
¿Qué
lleva el señor Esgueva?
Yo
os diré lo que lleva.
Lleva,
no patos reales
ni
otro pájaro marino,
sino
el noble palomino
nacido
en nobles pañales;
colmenas
lleva y panales,
que
el río les da posada;
la
colmena es vidriada,
y
el panal es cera nueva.
¿Qué
lleva el señor Esgueva?
Yo
os diré lo que lleva.
A su vez Quevedo le
respondió con versos demoledores, utilizando
ingeniosos juegos de palabras, viniendo a decir que
lo que había escrito (Góngora) era de
muy mala calidad:
Ya
que coplas componéis,
ved
qué dicen los poetas
que,
siendo para secretas,
muy
públicas las hacéis.
Cólica
dicen tenéis,
pues
por la boca purgáis;
satírico
diz que estáis;
a
todos nos dais matraca:
descubierto
habéis la caca
con
las cacas que cantáis.
A modo de reflexión, también expuso
la perspectiva de Quevedo en la que veía una
España en decadencia, sufriendo una grave crisis
tal y como está sucediendo ahora mismo. Quevedo
sufrió mucho ese momento y criticó la
corrupción y la falta de honestidad de los
demás escritores y poetas.
Teresa
Vélez, Mario Jorrín y Camila Gómez
(H1A)

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