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Red-acción
II Época / Nº39
Abril
2010
ENTREVISTAS / CUESTIONARIO 10

Cristina Sánchez, profesora y deportista

Por Daniel Elvira, Juan Lázaro, Ángela Sánchez y Carlos Gómez, alumnos de 4º de ESO del colegio La Paz de Torrelavega.

Cristina Sánchez Serna, actual maestra de Educación Primaria de nuestro colegio, nació en Suances y posteriormente se desplazó con su familia a Puente Avíos, donde estudió en una escuela del pueblo durante algunos años. Más tarde, vino a Torrelavega y cursó el Bachillerato en el instituto Marqués de Santillana. Estudió Magisterio en la Universidad de Cantabria. Tras enseñar en varios centros se incorporaría al equipo de educadores de La Paz en 1994.

Cristina Sánchez., segunda por la izquierda.

Pero tras la maestra se esconde una parte de la historia del voleibol de Torrelavega, que es tanto como decir del voleibol nacional. Jugadora de la élite de la Liga y de la selección española, Cristina formó parte de una generación que llevó el nombre de la ciudad por Europa y por el mundo tras una red. Ella es parte de la leyenda.

Pregunta.- ¿Dónde estudió la carrera de Magisterio y en qué rama se especializó?
Respuesta.- Cursé Magisterio en Santander y me especialicé, primeramente, en Filología y, más tarde, en Educación Preescolar.

P.- ¿Por qué se aficionó usted al deporte? ¿Qué emociones y sensaciones le ha aportado desde que decidió comenzar a competir?
R.- Desde siempre me ha gustado el deporte, en general. De pequeña comencé a jugar al voleibol con unas amigas y percibimos que se nos daba bien, por lo que avanzamos en el aprendizaje y la práctica del voleibol. El deporte es satisfactorio en varios sentidos: te aporta la posibilidad de divertirte, de disfrutar, de sentirte bien contigo mismo y, obviamente, el hacer ejercicio es saludable, siempre que puedas realizarlo si tus capacidades físicas te lo permiten. Además, en mi caso, está la competición, que siempre puede ser interesante, en el sentido de que te da la oportunidad de conocer nuevos sitios, nueva gente…

P.-¿Cómo ha sido su experiencia como jugadora del equipo femenino de voleibol español?
R.-Ha sido muy buena. Siempre existen malos momentos o pueden existir aspectos negativos. Por ejemplo, yo dentro del equipo no era de las más altas y a veces esto me limitaba algunas posibilidades. También las preselecciones que se llevan a cabo cuando se hacen viajes de competición; te pueden coger, o no, y si es la segunda opción, puedes llevarte un disgusto pero, en general, mis recuerdos son positivos y satisfactorios.

P.- Y, concretamente, ¿cómo fue su experiencia en Madrid?
R.-Me desplacé allí porque me ofrecieron trabajo, me preguntaron si quería formar parte de ese equipo, que era bastante bueno a nivel deportivo. Luego, cuando llegué allí, estaba muy ilusionada porque me hablaron positivamente, tenía unas buenas vistas de futuro. Aunque, después, te das cuenta de que no todo suena así de bonito y me sentí ligeramente engañada, porque me percaté de que no era tan factible el llegar a conseguir un puesto importante en ese mundo. Unos años después, cuando regresé a Cantabria, trabajé tres años en una ferretería. Era un oficio que no me gustó (risas) y, por tanto, busqué opciones de trabajo en la enseñanza.

P.- De todo el tiempo que se ha dedicado a la competición de voleibol, ¿recuerda algún partido difícil y complicado en especial?
R.-Concretamente, no sabría decirte, pero sí que recuerdo algún torneo de importante dificultad, como la Copa de la Reina de Burgos. Si generalizamos, los partidos más difíciles y que exigen mayor esfuerzo y concentración son en los que ves que eres capaz de remontar y te mantiene la situación en una constante tensión.

P.- Y, ¿qué experiencia deportiva recuerda con más cariño?
R.-Tengo muy buenos recuerdos de multitud de partidos; por ejemplo, los de la Copa de Europa en que participé. En especial, me acuerdo de un crucero que hicimos por el Mediterráneo. Lo vivimos de manera especial, pues, aparte de disfrutar de los partidos y de la competición, pudimos visitar Grecia, Turquía, etc., es decir, pudimos tener tiempo para conocer otras culturas, otra gente, nuevos ambientes…

P.-¿Qué tal era el nivel deportivo de los equipos en los que jugó? ¿Recuerda alguna compañera suya con especial habilidad para el voleibol?
R.-En general, el nivel era bueno. Mismamente aquí, en Cantabria, ha habido bastantes jugadoras buenas de voleibol. Como compañeras, Teresa Hernando o Ana González; Elisa Alonso, Marta Eguren, yo… Y no sólo de nuestra categoría. Ha habido muy buenas jugadoras de otras edades, como las Juveniles, las Cadetes…

P.-¿Cómo ve la base del voley en Cantabria?
R.-Yo creo que hay bastante buen nivel, a pesar de que es una comunidad pequeña. Pero, aunque las bases de este deporte sean sólidas aquí, existe el hándicap del dinero, lo cual es muy triste, porque debido a la ausencia de capital, a veces no se pueden aceptar ofertas que hagan que los equipos progresen y puedan llegar cada vez más arriba, dentro del ámbito deportivo, lo que desemboca en que muchas jugadoras se queden a medio camino y no puedan alcanzar la meta.

P.-¿Qué le parece la experiencia de ser entrenadora, en vez de jugadora? ¿Qué prefiere de entre las dos opciones?
R.-Yo tengo un título de entrenadora nacional de voleibol y lo he ejercido alguna vez y realmente, me gusta. Pero desde hace ya un tiempo he establecido unas prioridades en mi vida y por esto no he aceptado puestos de trabajo como entrenadora. Y, sin lugar a dudas, me decanto por el juego, y no por la preparación, o el entrenamiento; me ha gustado mucho más ser jugadora.

P.-¿Qué cualidades cree que necesita todo deportista, todo competidor?
R.-Lo primero, y, es muy importante, hay que tener una gran capacidad de sacrificio, sobre todo si llegas a niveles serios, en cuanto a la competición se refiere. También es necesario tener una buena organización, y, de igual manera, voluntad, implicarse, tener pasión por el deporte que se practique y, también es imprescindible disfrutarlo; tiene que ser algo que te guste. Luego, dependiendo del deporte, a veces son necesarias ciertas cualidades físicas.

P.-¿Cuáles son los aspectos positivos, aprovechables de la competición? Y, ¿alguno negativo o algo que no favorezca su buen funcionamiento?
R.-Cuando estás compitiendo, no ves aspectos negativos; estás concentrado en ganar y en triunfar y, sin duda, lo disfrutas. Pero hay algunas circunstancias externas que influyen en el desarrollo de la competición; por ejemplo, las prioridades de cada persona, que en un momento dado pueden llevarte a dejar de competir para centrarte en tus intereses y obligaciones primeras. También, otra causa que puede llevarte a no disfrutar de la competición son las lesiones, que pueden desanimarte mucho.

P.- A lo largo de su vida, ¿qué le ha aportado más satisfacción personal, la competición deportiva o ejercer de maestra?
R.-Ambas me han aportado satisfacciones, de distinta manera, pero sí que es cierto que las dos han sido satisfactorias para mi crecimiento como persona. Cada etapa ha aportado lo suyo. Es verdad que el periodo en la enseñanza está siendo más largo que el deportivo. Como maestra estoy contenta porque, además, esta profesión es vocacional, y, por tanto, la ejerzo porque me gusta, porque la disfruto.

P.-¿Qué cree que es preferible, tener el deporte como una actividad de ocio o dedicarse profundamente a ello como cualquier otra profesión asalariada?
R.-Siempre conviene si te dedicas durante una temporada exclusivamente al deporte tener una opción a incorporarse al trabajo, porque en el día de mañana no sabes lo que te puede tocar, y necesitas asegurarte una determinada profesión por si las cosas se tuercen o, mismamente, si decides dejar la competición. Además, el pago que reciben numerosos deportistas es escaso, a no ser que llegues a lo más alto, lo cual es verdaderamente difícil. Aunque supongo que desde entonces hasta ahora, la política deportiva habrá cambiado.

P.-¿Cree que el compañerismo es la base del éxito de un deporte de equipo?
R.-Totalmente, sin lugar a dudas. Si en un deporte de equipo hay mal ambiente, hay pocas posibilidades de triunfar, porque en eso consisten estos deportes, en cooperar los unos con los otros, en ayudarse mutuamente; este mal ambiente se traduce en jugar mal y tener problemas. Por eso, es muy importante que los miembros del equipo estén unidos. Cuando jugábamos mis compañeras y yo en la División de Honor hacíamos una buena piña, y esto lo hemos llevado adelante, pues solemos quedar todas cada año un día durante las vacaciones de Navidad. Es la reunión de las "viejas glorias” (ríe).

P.- Aparte del voleibol, ¿le gustan otros deportes?
R.-El pádel. Es otro deporte que me gusta practicar y actualmente compito en este ámbito, aunque lo vivo de manera totalmente diferente al voleibol. Me supone una actividad de ocio en la que estoy más bien relajada y que también disfruto, pues me lo paso estupendamente.

P.-Para finalizar, ¿cómo describiría su personalidad en pocas palabras?
R.-Me considero una persona exigente, activa, y buena amiga de mi gente, de mis amistades.

 


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