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II Época / Nº24
Marzo
2008
OPINIÓN / TEMA DEL MES
Cuatro años de cambios… y lo que viene

Por Juan Carlos González, alumno de 1º de Bachiller del colegio La Paz de Torrelavega.

El 9 de marzo los españoles han revalidado el triunfo de José Luis Rodríguez Zapatero en el Gobierno. Atrás quedó una tensa y pionera legislatura que un alumno del colegio La Paz analiza.

José Luis Rodríguez Zapatero, durante la campaña electoral.

11 de marzo. Para algunos, por no decir para muchos, ese día fue el comienzo de una tensa y a su vez pionera legislatura en distintos aspectos marcada por el atentado que ese mismo día sufrimos todos los españoles y que nos sumió en sentimientos de dolor y desesperación. El 14 de marzo, tres días después, se celebraban elecciones generales. Las encuestas daban el triunfo seguro y continuista a Mariano Rajoy Brey, sustituto del ya extinto José María Aznar y que prometía lo mejor para España y los españoles. Fueron tres días de grandes responsabilidades como gobierno tras el atentado, que pretendían demostrar a la población la respuesta del gobierno actual ante la tragedia y si la estela seguida por Rajoy sería la más adecuada.

Las contradicciones sobre la autoría del atentado llevaron a la ira de los ciudadanos que, contra todo pronóstico y en clara respuesta a la actitud del gobierno popular, dieron el triunfo a un joven vallisoletano llamado José Luis Rodríguez Zapatero, aquel histórico 14 de marzo marcado todavía por el luto hacia las victimas del atentado terrorista de Madrid. Nadie se lo creía, el PSOE volvía al poder después de ocho años de gobierno popular. La gente se preguntaba por qué este cambio repentino en los resultados y si este nuevo dirigente elegido por la mayoría de los españoles sería capaz de levantar y dirigir una nación en crisis, sumida en el dolor.

Atentado del 11 de marzo de 2004.

ZP, como le conocían todos, agradeció el apoyo de la población y prometió acabar con la dura lacra del terrorismo. Así comenzaba una difícil legislatura (la VIII en la democracia española) que nadie esperaba tan pionera en leyes y reformas y a su vez tan convulsa en cuanto a la relación gobierno-oposición. Sin duda es la legislatura de las políticas sociales y el crecimiento económico, marcada por la tan necesaria ley de dependencia, la ley de violencia de genero (que actualmente no ha conseguido frenar este terrorismo casero que sufren muchas mujeres en nuestro país), el crecimiento de nuestra economía que ya se encuentra en el 8º puesto a nivel mundial y la formación de nuevos empleos entre los que destaca el impulso de la mujer al mercado laboral; la legislatura de los derechos para todos con la aprobación de la tan conflictiva ley de matrimonios entre personas del mismo sexo y la ley del divorcio exprés que agiliza este trámite que se ha disparado en nuestro país de forma continuada; leyes tan criticadas como la Ley Antitabaco que alarmó a los adictos fumadores y a las tabacaleras pero que a su vez disminuyó el número de fumadores en nuestro país.

Pero yo destacaría la gran oportunidad que se abrió el 22 de marzo de 2006, con el anuncio de la banda terrorista ETA de un alto al fuego permanente. Se deslumbraba un proceso largo, duro y difícil como el mismo presidente Zapatero lo calificó en diversas ocasiones. La insistente presión del Partido Popular y la falta de consenso entre el ala política de la banda, representada por la ilegalizada Batasuna, llevaron el 30 de Diciembre del 2006 al aparcamiento D de la flamante nueva T4 del Aeropuerto de Madrid Barajas. Un atentado, atribuido a ETA, que rompía con las expectativas de paz que todos teníamos en ese proceso y que causaba dos víctimas mortales, dos inmigrantes ecuatorianos que descansaban tranquilamente en el aparcamiento.

La banda terrorista ETA atentó en la T4 del Aeropuerto de Parayas.

La inmigración también es un tema que ha dado mucho de qué hablar en esta legislatura. La continua llegada de inmigrantes subsaharianos a las costas canarias sumió al gobierno en una grave crisis imparable que todavía continúa existiendo. También ha sido una legislatura novedosa en aspectos como la primera expulsión a un parlamentario del Congreso de los Diputados por "mala conducta", el señor Vicente Martínez Pujalte, o la primera visita oficial de los Reyes de España a las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla que produjo un conflicto diplomático, ya solucionado, entre España y Marruecos. El Rey también ha pasado por momentos duros como la quema de fotografías suyas en Cataluña y momentos "gloriosos" como el tan comentado "Por qué no te callas" que le vertió al Presidente venezolano Hugo Chávez en la reciente Cumbre Iberoamericana en Santiago de Chile o el reciente homenaje por sus 70 años que reunió a más de 200 personalidades en el Palacio de El Pardo.

Se ha recordado la figura de Francisco Franco en el 30 aniversario de su muerte o la Constitución que en 2008 cumple 30 años de fructífera unión nacional. Los estatutos autonómicos también marcaron esta legislatura: el Estatut catalán o el Plan Ibarretxe abrieron el debate nacionalista en aquellas comunidades que se consideran que pueden ser independientes, extendiéndolo a todo el territorio nacional con consecuencias inesperadas como el boicot a los productos catalanes o la idea de la ruptura de España.

Es la legislatura de la paridad en el gobierno, la legislatura de la igualdad y ampliación de derechos. Pues estos cuatro años han llegado a su fin, se abren unos meses que prometen ser muy jugosos y una campaña electoral que nos ha llevado al 9 de marzo, día en que sin duda España ha abierto otra etapa histórica en su corta democracia: ha vencido el continuismo progresista de la mano de Rodríguez Zapatero y el PSOE frente el reformismo conservador de la mano de Rajoy y el PP. ¿Cuáles son las estrategias de cada uno? Zapatero ha prometido continuar con sus políticas sociales ya iniciadas en estos cuatro años y Rajoy prometió una reordenación de España con decisiones como la no inclusión del alcalde de Madrid Alberto Ruiz Gallardón a las listas del Congreso de los Diputados.


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