Las
elecciones municipales que se celebrarán el
27 de mayo determinarán quién gobernará
en el Ayuntamiento de Torrelavega los próximos
cuatro años. Los alumnos del colegio La Paz
de Torrelavega han entrevistado a tres de los candidatos;
Francisco Javier López Marcano (PRC), Ildefonso
Calderón (PP) y Pedro Lobeto (IU-Bloque Regeneración).
Nombre:
Pedro Lobeto Santoveña.
Fecha de nacimiento: 1942.
Estudios:
Ingeniero Técnico de Minas.
Ocupación: Secretario
Comarcal de CCOO.
Trayectoria: Forma parte del
Partido Comunista desde su juventud. Se integró
con su partido en Izquierda Unida (IU) en 1986.
Concejal durante 15 años, en los periodos
1980-87 y 1991-99, legislaturas en las que desempeñó
el cargo de concejal de Medio Ambiente.
Trabajó durante 39 años en Bridgestone-Firestone.
Jubilado, desempeña ahora el cargo de
secretario comarcal de CC.OO.
Se presenta a estas elecciones por la alianza
Izquierda Unida-Bloque Regeneración.
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Pedro Lobeto es uno de los más veteranos y
experimentados políticos torrelavenguenses.
Nacido en 1942, forma parte del Partido Comunista
desde su juventud, participando en la actividad política
desde que tiene conciencia. Se integró con
su partido en IU en 1986, desde cuyas filas ha sido
concejal durante 15 años, primero en el periodo
1980-87, y luego en el 1991-99, legislaturas en las
que fue concejal de Medio Ambiente. Ingeniero Técnico
de Minas, ha trabajado durante 39 años en Bridgestone
en Puente San Miguel, donde se curtió como
sindicalista. Jubilado y residente en la localidad
de Tanos, desempeña ahora el cargo de secretario
comarcal de Comisiones Obreras, desde donde el partido
le ha llamado para hacerse cargo de la candidatura
local, en medio de una profunda división de
esta formación política, entre los seguidores
del aparato oficial y la dirección regional,
y la asamblea local que controla la hasta ahora concejal
Esther García. Se presenta a estas elecciones
por la alianza IU-Bloque Regeneración.
Pregunta.- Usted
que le conoce bien, ¿quién es Pedro
Lobeto?
Respuesta.- Una persona normal en
todos los aspectos, no es número uno en nada,
modesto, austero y algo tímido por el deseo
de caer bien y preocupado porque algo salga mal, siempre
dispuesto a superarlo para cumplir los compromisos
que adquiere y, en ese aspecto, disciplinado con todo
lo que se relacione con un proyecto colectivo.
P.- Al margen de
la política, ¿cuál es su profesión?
R.- Una profesión única no
he tenido a lo largo de la vida laboral, porque comencé
sin cumplir los catorce años como operario
de una empresa textil. Seguí, dos años
más tarde, como repartidor de vinos con una
bicicleta y un remolque, pasando después a
la construcción como pinche y aprendiendo el
oficio practicando con las herramientas del oficial
al que servía. Obtenida la categoría
de oficial y avanzando en la misma, comencé
el bachillerato (nocturno, claro) a los diecinueve
años. En segundo año me fui al servicio
militar y a la vuelta, a la industria química,
que simultaneaba con los estudios. He permanecido
39 años en la misma empresa, hasta la reciente
jubilación parcial. Si se pregunta por el grado
alcanzado de estudios éste es el de ingeniero
técnico de Minas, que era lo que se podía
hacer entonces en Torrelavega junto al de Graduados
Sociales. Mi ilusión hubiera sido hacer Magisterio,
pero las condiciones no se daban.
P.- ¿Qué
es lo que más le seduce de su trabajo?
R.- El rematarlo, el no dejar nada
a medias y, después, el ligero descanso para
contemplarle.
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Pedro Lobeto
junto a los reporteros de InterAulas. |
P.- Sin embargo,
la política ocupa ahora una parte importante
de su actividad, ¿qué le llevó
al mundo de la política, qué le ha empujado
hasta aquí?
R.- Es muy larga esta respuesta,
pero haré un esfuerzo de síntesis porque
va unido a la propia vida. Al mundo de la política
no se accede desde otra posición que no sea
la propia existencia, se quiera o no, es una disciplina
“transversal” y en todo lo que uno haga
tiene que ver algo la política. “Estar”
en la política es estar en la búsqueda
de soluciones a problemas que la propia vida en sociedad
genera.
P.-¿Por qué hacer
política desde Izquierda Unida?
R.- Hacerlo desde IU es hacerlo desde
la convicción de que podemos construir otro
mundo y transformar desde la disposición a
ser honesto con los demás y no del aprovechamiento
de situaciones privilegiadas para satisfacción
del ego o algo más. No tener vocación
de ser profesional de la política, sino político
con profesionalidad y respeto y es, también,
desde el lugar natural a la clase social a la que
se pertenece.
P.- ¿Por qué cree
que su partido ha confiado en usted para llevar a
cabo sus proyectos en nuestra ciudad?, ¿qué
valores cree que aporta usted a su grupo político?
R.- Sin ninguna duda, si no hubieran
insistido tanto para que yo encabezara la lista, yo
me consideraba amortizado políticamente por
varias razones: edad, condiciones profesionales, vivencias
anteriores y para ejercer de representante público.
P.- Fuera del trabajo y la política
¿cómo es Pedro Lobeto, cuáles
son sus pasiones?
R.- No hay una pasión permanente
fuera del trabajo y la política o sindical.
Me gusta leer, pero la dinámica que se vive
no permite hacerlo como uno deseara. No son tampoco
libros precisamente, aunque ha sido una constante
en mi vida la compra de ellos. Pensando en la jubilación
he ido acumulando material que ahora no tengo la facultad
de digerir y que, además, han llegado los tiempos
de otras formas del conocimiento y comunicación
que hace marginar la lectura tradicional. A pesar
de todo, me gusta seguir escribiendo a mano y luego
pasarlo. Me cuesta leer en el ordenador y suelo imprimir
para manejar y subrayar. En fin, me gusta “asomarme”
a internet, pero nos ha cogido un poco tarde este
gran medio de la comunicación. Me encantan
las reuniones diarias con el grupo de amigos para
comentar los asuntos de todo tipo. Me gustan las marchas
esporádicas al monte, pero comienzan a hacerse
costosas y habrá que suavizar los itinerarios.
P.- La Universidad de Cantabria
se queja de la mala preparación de los alumnos
de Bachillerato y los centros de Bachillerato se quejan
de los de Secundaria. ¿Desde su ámbito,
puede un ayuntamiento como el nuestro favorecer el
desarrollo de un sistema educativo más efectivo
en la formación académica y personal?,
¿con qué medidas concretas?
R.- La formación académica
de los jóvenes siempre se ha puesto en cuestión.
Se cambian constantemente los planes de estudio, las
leyes y todo son intentos que no acaban de resolverse,
es un problema de generaciones. Ha habido altibajos
porque suceden las cosas muy deprisa y no hay tiempo
para la adaptación. La formación es
la acumulación constante de pequeñas
dosis del conocimiento y para eso hace falta disciplina
propia. Esa disciplina comienza en el ámbito
familiar y si el ambiente en casa choca brutalmente
con el académico, desde el principio, es muy
difícil superar. Se siguen considerando las
escuelas o los institutos como guarderías y
para que los niños estén seguros. Y
no es eso. Como norma general, no se obtiene buena
formación si no hay continuidad o armonía
entre escuela y hogar. La solución es difícil.
En estos tiempos podemos decir que los medios de que
se dispone en esta parte del mundo para aprender son
infinitos, pero eso produce una intoxicación
que podemos concluir en que podemos llegar a ser analfabetos
llenos de información.
La buena formación no debiera tender a la aprobación,
como sea, para pasar curso, porque eso produce ansiedad
en los que son más lentos y una infinidad de
frustraciones.
Una formación integral no puede basarse en
recitar unos textos, deben ir acompañados de
una práctica del manejo de las manos, del desarrollo
de la imaginación, del aprendizaje de un oficio
para seguir después una carrera. Estudiar para
la vida real. Creo en la FP como punto de partida.
Ninguna carrera universitaria debiera estar ajena
a la práctica de un oficio. Están faltando
ya profesionales de calderería, fontanería,
albañiles, carpinteros, etc. Y esos no se forman
en programas de bricolaje televisivo. Los oficios
se aprenden entre los 15 y los 20 años de edad
y golpeándose los dedos.
Un ayuntamiento debe poner los medios para orientar
en esa dirección y apoyar iniciativas en ese
sentido. Un mundo cada vez más mixto y mezclado
por el efecto de la inmigración y la globalización
debe tener previsto dónde encajar y adelantarse
a los tiempos.
Las medidas concretas serían propiciar la recuperación
de las escuelas de artes y oficios, las escuelas taller
y la combinación de la teoría con la
práctica y la organización de las ideas.
Al final todo se reduce a ser oídos a lo que
acontece y a coordinar actividades de participación
de profesionales de cada área.
P.- Se han dado pasos importantes,
pero la situación de los lugares y zonas de
la ciudad frecuentados por jóvenes en sus momentos
de ocio dista de ser ideal. ¿Se pueden evitar
los lugares de la ciudad donde se practica botellón
libre, las reyertas o las coacciones en las zonas
de copas, o el deterioro del mobiliario urbano?. ¿Cómo?
R.- Sin duda, creo que hay que buscar
alternativas a la concentración masiva para
beber. Para que no sea sólo beber y que pueda
ser un punto de encuentro más natural y sano.
Pabellones polideportivos, parques y zonas abiertas
deben ser lugares de uso intensivo. También
aquí hay que referirse al ambiente familiar
y educativo (un joven bebe o fuma si en su entorno
se hace). No se pasa a la droga o la bebida de un
salto, sino desde un periodo inicial y propicio. No
se deteriora el mobiliario urbano si se detectan los
autores y se les obliga a su restauración.
La educación ciudadana no es sólo actuación
policial, que también, sino el reproche de
los testigos presenciales de los actos vandálicos.
El término “esto lo paga el Ayuntamiento”
debe ser erradicado del pensamiento y debe ser sustituido
por el de “pagamos todos” y “el
Ayuntamiento también soy yo”. Superación
colectiva y búsqueda permanente de alternativas
es la terapia para frenar esta deriva.
P.- Hay programas de educación
de calle de resultados muy positivos, como el que
desarrollan los amigonianos. Otros como el programa
Entreluces han recibido división de opiniones.
Si es alcalde, qué cambios introducirá
en las políticas de juventud del ayuntamiento.
R.- Casi podemos decir que está
contestada en la anterior, pero añadiremos
que no sería necesario introducir muchos cambios
si lo que se está haciendo está dando
resultados. Profundizar en ellos. Estar con ellos.
P.- Se han hecho míticas
en la ciudad las obras cíclicas, aquellas que
llevan a un levantamiento impenitente de las calles.
Una normativa municipal lo limita. Sin embargo, hay
calles que se levantan varias veces, al menos una
por legislatura, para rediseñarla, no por canalizaciones,
o porque existen serios defectos de construcción
(Menéndez Pelayo, Fernando Arce, Mártires..),
¿No podría haber un consenso entre los
partidos para llevar a cabo las obras de la ciudad
y evitar esta política de construir calles
y rotondas para volver a tirarlas?, ¿no se
podría llevar un poco más de control
en las obras?, ¿no podrían ser las glorietas
más grandes?
R.- La palabra para evitar el caos
de obras es única: CONTROL. ¡Claro que
se puede hacer mejor! Y sobre todo coordinar las actuaciones.
Todo se reduce a planificación y seguimiento.
El alcalde o alcaldesa no puede ser un funcionario
más. Debe rodearse de un equipo y coordinarle
para que funcione. El alcalde o alcaldesa no debe
tener otra labor que la de delegar y pedir cuentas
periódicas de resultados a esas delegaciones
y una vez que se ha hecho el diseño de lo que
se desea para el municipio que rige.
Hay mecanismos de funcionamiento y de obligado cumplimiento
suficientes y hay ejemplos de lo que se debe hacer
(copiar de los ayuntamientos que funcionan sin tener
que inventar nada). Hay que hacer funcionar a los
funcionarios y para eso no hay que convertirse en
uno más. Hay que pisar la ciudad continuamente
y adelantarse a los problemas. Es un aspecto apasionante
que me llena plenamente en la aportación de
ideas para corregir ese caos de las calles levantadas
permanentemente. Sería una de las dedicaciones
prioritarias y un ahorro económico enorme el
ordenar y controlar este sistemático despropósito.
Hay que pensar en una ciudad subterránea que
evite las zanjas, permita la eliminación de
contenedores en superficie y presente un aspecto de
la ciudad más estéticamente habitable
y más segura para los viandantes.
Es evitable, es económico a largo plazo, es
rentable y es apasionante dedicarle a este tema todo
el esfuerzo de CONTROL. Rematar las obras.
P.- ¿Por qué se invierte
tanto dinero en obras como la realizada en el parque
de La Viesca y luego se abandonan, como demostró
un reciente reportaje de Interaulas?
R.- Por falta de atención
y por falta de vocación para dedicarle unos
minutos TODOS LO DIAS. No se puede estar reivindicando
siempre las mismas cosas y obteniendo los mismos resultados.
Aquí está la implicación de todos
y la colaboración y participación para
CONSERVAR.
P.- La gestión de obras también
ha recibido algunas críticas. Recientemente
varios vecinos mostraron en los periódicos
locales su malestar con el parking de La Llama, su
precio, su falta de personal y el funcionamiento de
los cajeros, que aplican redondeos impropios. ¿Piensa
el Ayuntamiento controlar mejor la concesión
de servicios públicos?
R.- Desde hace mucho tiempo la tendencia
es la contraria a la que debiera ser. un ayuntamiento.
Cuando privatiza unos servicios o hace concesiones
de uso de los mismos tiene que tener siempre todas
las ventajas para que se cumpla la eficacia porque
está haciendo dejación de lo que es
su competencia. En la redacción de las condiciones
del contrato deben quedar reflejadas y hacer seguimiento.
P.- ¿Qué ocurre con
el Consejo Vecinal?, ¿cuál es la causa
del abandono de algunos miembros?
R.- El Consejo Vecinal es una vieja
aspiración que se ha concretado en la pasada
legislatura y no debe ser concebido como un trámite
para que no sea eficaz. Una figura que no debe ni
puede frustrarse tan frívolamente. Es consultivo,
pero debe tener contenido y en ese sentido merece
especial atención y es donde cobra plena vigencia
lo de delegar funciones y demandar resultados. Donde
debe reinar la transparencia informativa y plasmarse
las ganas de colaborar de los colectivos. Requiere
dedicación y creencia.
P.- ¿Piensa tomar su partido,
en caso de llegar al poder, algún cambio de
directriz en el polígono industrial?
R.- Sí y aunque no llegase
a la Alcaldía se harían aportaciones
como las hechas en tiempos pasados. Todas positivas.
Explotar y agotar el corredor de suelo industrial
Sniace-Solvay.
P.- En el caso de ganar, ¿llegará
a algún acuerdo su partido para mejorar los
servicios de la Casa de Cultura y coordinarlos con
los municipales?
R.- En igual sentido que la anterior,
aunque no llegue, será necesario consultar,
debatir y concretar el mejor aprovechamiento de los
recursos disponibles. No hacer nada por decreto es
la mejor forma de actuación.
P.- ¿Cuál sería
con usted la política municipal para impulsar
el campus universitario, aun no siendo de su competencia?
R.- Me encanta esta pregunta, porque
desde hace un tiempo me bulle la opinión que
tengo. Coincidiendo con la puesta en marcha del campus
universitario nos encontramos con el traslado del
histórico Seminario de Estudios Sociales a
Santander. Justamente esa Escuela, que ha sobrevivido
a tantos emplazamientos y condiciones precarias durante
treinta años. Ahora que tenía las mejores
condiciones se actúa sobre ella como antes
se hizo con el baloncesto, el voleibol, el hockey,
etc.. Es decir, que iniciativas tomadas aquí,
cuando funcionan, son arrebatadas. El campus universitario
está empezando a verse constreñido en
sus posibles expansión hacia el Sur (habrá
que estar al tanto). Ordenadamente y se consultasen
más las cosas se podían hacer mejor.
P.- Prometidas para enero, las obras
de remodelación de las pistas de tenis de La
Lechera aun no han comenzado. ¿Qué ocurre,
cuál es su proyecto para esa zona de servicios,
incluida la piscina, desbordada por la demanda de
usuarios?
R.- En eso algo tendrá que
ver otro aspirante a alcalde y al tiempo Consejero
de Deportes, natural de este municipio y “emigrante”
a la capital con olvido de su origen en algunos momentos.
Tendrá que corregirse esa tendencia, porque
el sur también existe y requiere atención.
P.- Una ciudad pionera en equipamientos
deportivos, como fue Torrelavega, ¿por qué
se ha quedado estancada en este ámbito?
R.- Por falta de ambición
y por acomodación de quienes desde la Alcaldía
deben dirigir el proyecto de la comunidad.
P.- La Inmobiliaria se está
convirtiendo en los últimos años en
el barrio oscuro de Torrelavega, con graves problemas
de orden público y consumo, que han llevado
al abaratamiento de las viviendas, la caído
del comercio y el abandono de algunas familias ante
el miedo. ¿Qué medidas piensan tomar
para que La Inmobiliaria resurja y los vecinos puedan
vivir con normalidad y, en general, para luchar contra
las bolsas de marginalidad que se están produciendo
entre el colectivo de inmigrantes?
R.- Fue la zona de salvación
y expansión de los años sesenta que,
poco a poco, ha ido envejeciendo con sus habitantes
dentro. Se ha ido quedando sin movilidad y donde,
curiosamente, la iniciativa privada ha rehabilitado
un geriátrico. Es la entrada norte a la ciudad
y padece limitaciones por el oeste. Requiere una atención
preferente para no convertirse en un barrio marginal.
La Inmobiliaria debe ser saneada urbanísticamente
después de haber sido explotada intensivamente
y dejada sin espacios abiertos ni plazas públicas.
Hay que repartir cargas, examinar el censo y distribuir
la concentración excesiva de la interculturalidad
que en estos momentos padece y sufre en silencio.
La Inmobiliaria no puede ni debe ser la ONU. Los programas
de integración deben realizarse con decisión,
con ayudas de otras administraciones y con compromisos
de la ciudadanía después de conocer
y participar.
P.- ¿Para cuándo una
solución para el trafico de mercancías
peligrosas en Tanos?
R.- Me alegro especialmente de que
esté este tema vigente en el cuestionario,
porque he sido el primer denunciante de esta anomalía
en octubre de 1991. Una denuncia del peligro y la
necesidad de su rectificación de forma pública,
incluida la televisión. Es un asunto que se
suma a otros más y que tienen una cadencia
de solución o de aproximación de veinte
años (Teatro, PL, Soterramiento, Estación
de Autobuses, etc). Se han dado muchos plazos, se
han sacudido las responsabilidades, se ha aguantado
la presión y se ha tenido suerte con los accidentes,
pero ese es un problema que no es sólo de Tanos,
sino de todos los que utilizan la autovía hasta
Gajano, que es el destino final de esas mercancías.
Cuando había diferentes colores en los Gobiernos
municipal, regional o nacional se argumentaban dificultades
en la gestión por esa circunstancia, en estos
momentos, que se esperaba superado todo por ser monocolor,
la situación no tiene razón de ser.
De tener responsabilidades directas en la representación
esta será, sin duda una prioridad y bajo el
criterio sencillo de que si el transporte es seguro
por ferrocarril que continúe por esa vía
hasta su destino. Lo demás, retórica
pura.
P.- Después de que un escape
en Sniace hiciera ver a principios de marzo la deficiencias
del sistema de alerta del CIMA, ¿qué
medidas se van a tomar para corregir este problema?
R.- El sistema de detección
actual del CIMA es correcto y sólo falta inscribirlo
en un plan de emergencia y comunicación. Los
fallos de comunicación y alarma para la población
son perfectamente superables. Ocultar los peligros
no contribuye a la mejora y es una irresponsabilidad
grave. La instalación de paneles informativos
en zonas de la ciudad con información en tiempo
real es posible deseable y sencillo, pero donde hay
que atajar esos escapes es en origen. Ya no se puede
admitir que se sigan repitiendo los mismos supuestos
accidentes. Es misión de la Administración
pública la protección de sus ciudadanos
y quien tiene el deber de exigir responsabilidades
ante las negligencias. Los accidentes que son previsibles
no deben tener la calificación de tales.
P.- Además de por un milagro,
¿cómo puede un joven conseguir una vivienda
en Torrelavega?
R.- Con dinero no hay inconveniente,
ni milagro, cualquiera puede conseguirle. Pero esto
sí que requiere una política municipal
agresiva. Tenemos un plan interesante previsto, pero
no lo revelaremos hasta conocer resultados, estará
orientado a cambiar radicalmente la política
de dejar actuar a los promotores, como si eso no fuera
con las Autoridades.
Hay muchos mecanismos de actuación que hay
que explotar, está reconocido el gran margen
que existe entre coste y precio de venta. Hay promotores
que pueden entrar en una intervención de lo
público con menos márgenes. Hay posibilidades
de implantar la cultura de los pisos de alquiler razonables
que dadas la posibilidad de movilidad y desubicación
de los trabajos sería otra solución.
Hay leyes sin desarrollar sobre la intervención
directa y como aval de las Administraciones Locales.
Hay necesidad de un censo de viviendas vacías
para negociar su ocupación con garantías.
En definitiva, se puede intervenir en la construcción
directa en competencia con otros agentes, en una fórmula
mixta y en un aprovechamiento más racional
del patrimonio municipal sin entrar en la prevaricación
y la corrupción. Es voluntad.
P.-¿Cree que se está
haciendo suficiente para conseguir la promoción
laboral de los jóvenes de la ciudad?
R.- Se está haciendo algo,
pero es insuficiente. Lo que ahora está en
marcha es una idea de coordinación entre municipios
para llevar iniciativas conjuntas (PTE).
Hay que eliminar burocracia en la tramitación
de iniciativas de autoempleo. El inicio de la actividad
en el Polígono industrial debe hacerse con
plena información.
Las cooperativas o sociedades limitadas, así
como talleres de especialidades que se puedan instalar,
deben contar con una oficina específica que
deslíe la maraña de trabas y complicaciones.
La Ley de dependencia de reciente entrada en vigor
debe ser desarrollada y será beneficiosa para
mucho empleo y, sobre todo, porque el potencial de
clientela va en aumento cada día. Hay unos
plazos de ejecución de esa ley acompañados
de unas cantidades específicas y responsabilidades
compartidas que hay que abordar. En conclusión
ideas hay, medios también, falta vencer la
inercia y la disposición para afrontar una
labor apasionante por los resultados que reportará
inmediatamente.
P.-¿Cómo cambiará
su vida a partir de mayo?
R.- Dependerá del grado de
representación que se obtenga en las urnas,
pero independientemente de ello, si adquiriese una
responsabilidad sin duda dedicaría todo el
esfuerzo a cumplirla. El cambio no iba a suponer mucho
en la actividad actual, porque últimamente
había bajado bastante y en todo caso sería
recuperar un poco de lo que he venido haciendo en
los últimos treinta años. Es decir,
cambiaría muy poco, pero me apasionaría
si cambiase mucho. Sería como volver a empezar.
P.- En caso de que su partido no
logre la mayoría absoluta, ¿qué
política de alianzas ve imposible?
R.- Con o sin mayoría absoluta,
nuestra representación a nivel municipal no
tiene, a priori, ningún veto a ninguna fuerza
política, porque consideramos que los 25 concejales
deben tener una ocupación y una responsabilidad
en algún área. No es buena práctica
democrática municipal tener ociosa a la mitad
de los representantes durante cuatro años por
el simple hecho de hacer oposición y no colaboración
para mejorar las condiciones de vida de la mitad de
la población.
P.- ¿A qué tiene que
hacer oposición un representante municipal
que merezca tal titulo?
R.- Hay que abrirse a las colaboraciones
y a las responsabilidades compartidas en una buena
práctica democrática y a profundizar
en los debates para obtener resultados y acuerdos.
Todos son necesarios a nivel municipal y se concurre
a unas elecciones para medir el grado de aceptación
de los ciudadanos pero, sobre todo, para dar un servicio
al mismo. No se concurre para ganar una liga o para
ganar posiciones de privilegio personal. En democracia
reconocer mayorías y minorías es sano,
pero participar y colaborar entre convocatoria y convocatoria
lo es más. Un buen ejemplo para valorar el
trabajo a final de curso y pasar la reválida.
No es la expresión romántica de un deseo
ni una ilusión. Hay democracias municipales
en nuestro entorno, con otras leyes electorales que
lo posibilitan y lo practican.
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