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Red-acción
II Época / Nº19
Mayo
2007
ENTREVISTAS / PREGUNTAS Y RESPUESTAS

Pedro Lobeto: "Los medios para aprender son infinitos, pero podemos llegar a ser analfabetos llenos de información"

Por Héctor Hernández y Víctor Cruz, alumnos de Bachillerato del colegio La Paz.

Las elecciones municipales que se celebrarán el 27 de mayo determinarán quién gobernará en el Ayuntamiento de Torrelavega los próximos cuatro años. Los alumnos del colegio La Paz de Torrelavega han entrevistado a tres de los candidatos; Francisco Javier López Marcano (PRC), Ildefonso Calderón (PP) y Pedro Lobeto (IU-Bloque Regeneración).

Nombre: Pedro Lobeto Santoveña.
Fecha de nacimiento: 1942.
Estudios: Ingeniero Técnico de Minas.
Ocupación: Secretario Comarcal de CCOO.
Trayectoria: Forma parte del Partido Comunista desde su juventud. Se integró con su partido en Izquierda Unida (IU) en 1986. Concejal durante 15 años, en los periodos 1980-87 y 1991-99, legislaturas en las que desempeñó el cargo de concejal de Medio Ambiente.
Trabajó durante 39 años en Bridgestone-Firestone. Jubilado, desempeña ahora el cargo de secretario comarcal de CC.OO.
Se presenta a estas elecciones por la alianza Izquierda Unida-Bloque Regeneración.

Pedro Lobeto es uno de los más veteranos y experimentados políticos torrelavenguenses. Nacido en 1942, forma parte del Partido Comunista desde su juventud, participando en la actividad política desde que tiene conciencia. Se integró con su partido en IU en 1986, desde cuyas filas ha sido concejal durante 15 años, primero en el periodo 1980-87, y luego en el 1991-99, legislaturas en las que fue concejal de Medio Ambiente. Ingeniero Técnico de Minas, ha trabajado durante 39 años en Bridgestone en Puente San Miguel, donde se curtió como sindicalista. Jubilado y residente en la localidad de Tanos, desempeña ahora el cargo de secretario comarcal de Comisiones Obreras, desde donde el partido le ha llamado para hacerse cargo de la candidatura local, en medio de una profunda división de esta formación política, entre los seguidores del aparato oficial y la dirección regional, y la asamblea local que controla la hasta ahora concejal Esther García. Se presenta a estas elecciones por la alianza IU-Bloque Regeneración.

Pregunta.- Usted que le conoce bien, ¿quién es Pedro Lobeto?
Respuesta.- Una persona normal en todos los aspectos, no es número uno en nada, modesto, austero y algo tímido por el deseo de caer bien y preocupado porque algo salga mal, siempre dispuesto a superarlo para cumplir los compromisos que adquiere y, en ese aspecto, disciplinado con todo lo que se relacione con un proyecto colectivo.

P.- Al margen de la política, ¿cuál es su profesión?
R.-
Una profesión única no he tenido a lo largo de la vida laboral, porque comencé sin cumplir los catorce años como operario de una empresa textil. Seguí, dos años más tarde, como repartidor de vinos con una bicicleta y un remolque, pasando después a la construcción como pinche y aprendiendo el oficio practicando con las herramientas del oficial al que servía. Obtenida la categoría de oficial y avanzando en la misma, comencé el bachillerato (nocturno, claro) a los diecinueve años. En segundo año me fui al servicio militar y a la vuelta, a la industria química, que simultaneaba con los estudios. He permanecido 39 años en la misma empresa, hasta la reciente jubilación parcial. Si se pregunta por el grado alcanzado de estudios éste es el de ingeniero técnico de Minas, que era lo que se podía hacer entonces en Torrelavega junto al de Graduados Sociales. Mi ilusión hubiera sido hacer Magisterio, pero las condiciones no se daban.

P.- ¿Qué es lo que más le seduce de su trabajo?
R.- El rematarlo, el no dejar nada a medias y, después, el ligero descanso para contemplarle.

Pedro Lobeto junto a los reporteros de InterAulas.

P.- Sin embargo, la política ocupa ahora una parte importante de su actividad, ¿qué le llevó al mundo de la política, qué le ha empujado hasta aquí?
R.- Es muy larga esta respuesta, pero haré un esfuerzo de síntesis porque va unido a la propia vida. Al mundo de la política no se accede desde otra posición que no sea la propia existencia, se quiera o no, es una disciplina “transversal” y en todo lo que uno haga tiene que ver algo la política. “Estar” en la política es estar en la búsqueda de soluciones a problemas que la propia vida en sociedad genera.

P.-¿Por qué hacer política desde Izquierda Unida?
R.- Hacerlo desde IU es hacerlo desde la convicción de que podemos construir otro mundo y transformar desde la disposición a ser honesto con los demás y no del aprovechamiento de situaciones privilegiadas para satisfacción del ego o algo más. No tener vocación de ser profesional de la política, sino político con profesionalidad y respeto y es, también, desde el lugar natural a la clase social a la que se pertenece.

P.- ¿Por qué cree que su partido ha confiado en usted para llevar a cabo sus proyectos en nuestra ciudad?, ¿qué valores cree que aporta usted a su grupo político?
R.- Sin ninguna duda, si no hubieran insistido tanto para que yo encabezara la lista, yo me consideraba amortizado políticamente por varias razones: edad, condiciones profesionales, vivencias anteriores y para ejercer de representante público.

P.- Fuera del trabajo y la política ¿cómo es Pedro Lobeto, cuáles son sus pasiones?
R.- No hay una pasión permanente fuera del trabajo y la política o sindical. Me gusta leer, pero la dinámica que se vive no permite hacerlo como uno deseara. No son tampoco libros precisamente, aunque ha sido una constante en mi vida la compra de ellos. Pensando en la jubilación he ido acumulando material que ahora no tengo la facultad de digerir y que, además, han llegado los tiempos de otras formas del conocimiento y comunicación que hace marginar la lectura tradicional. A pesar de todo, me gusta seguir escribiendo a mano y luego pasarlo. Me cuesta leer en el ordenador y suelo imprimir para manejar y subrayar. En fin, me gusta “asomarme” a internet, pero nos ha cogido un poco tarde este gran medio de la comunicación. Me encantan las reuniones diarias con el grupo de amigos para comentar los asuntos de todo tipo. Me gustan las marchas esporádicas al monte, pero comienzan a hacerse costosas y habrá que suavizar los itinerarios.

P.- La Universidad de Cantabria se queja de la mala preparación de los alumnos de Bachillerato y los centros de Bachillerato se quejan de los de Secundaria. ¿Desde su ámbito, puede un ayuntamiento como el nuestro favorecer el desarrollo de un sistema educativo más efectivo en la formación académica y personal?, ¿con qué medidas concretas?
R.- La formación académica de los jóvenes siempre se ha puesto en cuestión. Se cambian constantemente los planes de estudio, las leyes y todo son intentos que no acaban de resolverse, es un problema de generaciones. Ha habido altibajos porque suceden las cosas muy deprisa y no hay tiempo para la adaptación. La formación es la acumulación constante de pequeñas dosis del conocimiento y para eso hace falta disciplina propia. Esa disciplina comienza en el ámbito familiar y si el ambiente en casa choca brutalmente con el académico, desde el principio, es muy difícil superar. Se siguen considerando las escuelas o los institutos como guarderías y para que los niños estén seguros. Y no es eso. Como norma general, no se obtiene buena formación si no hay continuidad o armonía entre escuela y hogar. La solución es difícil.
En estos tiempos podemos decir que los medios de que se dispone en esta parte del mundo para aprender son infinitos, pero eso produce una intoxicación que podemos concluir en que podemos llegar a ser analfabetos llenos de información.
La buena formación no debiera tender a la aprobación, como sea, para pasar curso, porque eso produce ansiedad en los que son más lentos y una infinidad de frustraciones.
Una formación integral no puede basarse en recitar unos textos, deben ir acompañados de una práctica del manejo de las manos, del desarrollo de la imaginación, del aprendizaje de un oficio para seguir después una carrera. Estudiar para la vida real. Creo en la FP como punto de partida. Ninguna carrera universitaria debiera estar ajena a la práctica de un oficio. Están faltando ya profesionales de calderería, fontanería, albañiles, carpinteros, etc. Y esos no se forman en programas de bricolaje televisivo. Los oficios se aprenden entre los 15 y los 20 años de edad y golpeándose los dedos.
Un ayuntamiento debe poner los medios para orientar en esa dirección y apoyar iniciativas en ese sentido. Un mundo cada vez más mixto y mezclado por el efecto de la inmigración y la globalización debe tener previsto dónde encajar y adelantarse a los tiempos.
Las medidas concretas serían propiciar la recuperación de las escuelas de artes y oficios, las escuelas taller y la combinación de la teoría con la práctica y la organización de las ideas. Al final todo se reduce a ser oídos a lo que acontece y a coordinar actividades de participación de profesionales de cada área.

P.- Se han dado pasos importantes, pero la situación de los lugares y zonas de la ciudad frecuentados por jóvenes en sus momentos de ocio dista de ser ideal. ¿Se pueden evitar los lugares de la ciudad donde se practica botellón libre, las reyertas o las coacciones en las zonas de copas, o el deterioro del mobiliario urbano?. ¿Cómo?
R.- Sin duda, creo que hay que buscar alternativas a la concentración masiva para beber. Para que no sea sólo beber y que pueda ser un punto de encuentro más natural y sano. Pabellones polideportivos, parques y zonas abiertas deben ser lugares de uso intensivo. También aquí hay que referirse al ambiente familiar y educativo (un joven bebe o fuma si en su entorno se hace). No se pasa a la droga o la bebida de un salto, sino desde un periodo inicial y propicio. No se deteriora el mobiliario urbano si se detectan los autores y se les obliga a su restauración. La educación ciudadana no es sólo actuación policial, que también, sino el reproche de los testigos presenciales de los actos vandálicos. El término “esto lo paga el Ayuntamiento” debe ser erradicado del pensamiento y debe ser sustituido por el de “pagamos todos” y “el Ayuntamiento también soy yo”. Superación colectiva y búsqueda permanente de alternativas es la terapia para frenar esta deriva.

P.- Hay programas de educación de calle de resultados muy positivos, como el que desarrollan los amigonianos. Otros como el programa Entreluces han recibido división de opiniones. Si es alcalde, qué cambios introducirá en las políticas de juventud del ayuntamiento.
R.- Casi podemos decir que está contestada en la anterior, pero añadiremos que no sería necesario introducir muchos cambios si lo que se está haciendo está dando resultados. Profundizar en ellos. Estar con ellos.

P.- Se han hecho míticas en la ciudad las obras cíclicas, aquellas que llevan a un levantamiento impenitente de las calles. Una normativa municipal lo limita. Sin embargo, hay calles que se levantan varias veces, al menos una por legislatura, para rediseñarla, no por canalizaciones, o porque existen serios defectos de construcción (Menéndez Pelayo, Fernando Arce, Mártires..), ¿No podría haber un consenso entre los partidos para llevar a cabo las obras de la ciudad y evitar esta política de construir calles y rotondas para volver a tirarlas?, ¿no se podría llevar un poco más de control en las obras?, ¿no podrían ser las glorietas más grandes?
R.- La palabra para evitar el caos de obras es única: CONTROL. ¡Claro que se puede hacer mejor! Y sobre todo coordinar las actuaciones. Todo se reduce a planificación y seguimiento. El alcalde o alcaldesa no puede ser un funcionario más. Debe rodearse de un equipo y coordinarle para que funcione. El alcalde o alcaldesa no debe tener otra labor que la de delegar y pedir cuentas periódicas de resultados a esas delegaciones y una vez que se ha hecho el diseño de lo que se desea para el municipio que rige.
Hay mecanismos de funcionamiento y de obligado cumplimiento suficientes y hay ejemplos de lo que se debe hacer (copiar de los ayuntamientos que funcionan sin tener que inventar nada). Hay que hacer funcionar a los funcionarios y para eso no hay que convertirse en uno más. Hay que pisar la ciudad continuamente y adelantarse a los problemas. Es un aspecto apasionante que me llena plenamente en la aportación de ideas para corregir ese caos de las calles levantadas permanentemente. Sería una de las dedicaciones prioritarias y un ahorro económico enorme el ordenar y controlar este sistemático despropósito.
Hay que pensar en una ciudad subterránea que evite las zanjas, permita la eliminación de contenedores en superficie y presente un aspecto de la ciudad más estéticamente habitable y más segura para los viandantes.
Es evitable, es económico a largo plazo, es rentable y es apasionante dedicarle a este tema todo el esfuerzo de CONTROL. Rematar las obras.

P.- ¿Por qué se invierte tanto dinero en obras como la realizada en el parque de La Viesca y luego se abandonan, como demostró un reciente reportaje de Interaulas?
R.- Por falta de atención y por falta de vocación para dedicarle unos minutos TODOS LO DIAS. No se puede estar reivindicando siempre las mismas cosas y obteniendo los mismos resultados. Aquí está la implicación de todos y la colaboración y participación para CONSERVAR.

P.- La gestión de obras también ha recibido algunas críticas. Recientemente varios vecinos mostraron en los periódicos locales su malestar con el parking de La Llama, su precio, su falta de personal y el funcionamiento de los cajeros, que aplican redondeos impropios. ¿Piensa el Ayuntamiento controlar mejor la concesión de servicios públicos?
R.- Desde hace mucho tiempo la tendencia es la contraria a la que debiera ser. un ayuntamiento. Cuando privatiza unos servicios o hace concesiones de uso de los mismos tiene que tener siempre todas las ventajas para que se cumpla la eficacia porque está haciendo dejación de lo que es su competencia. En la redacción de las condiciones del contrato deben quedar reflejadas y hacer seguimiento.

P.- ¿Qué ocurre con el Consejo Vecinal?, ¿cuál es la causa del abandono de algunos miembros?
R.- El Consejo Vecinal es una vieja aspiración que se ha concretado en la pasada legislatura y no debe ser concebido como un trámite para que no sea eficaz. Una figura que no debe ni puede frustrarse tan frívolamente. Es consultivo, pero debe tener contenido y en ese sentido merece especial atención y es donde cobra plena vigencia lo de delegar funciones y demandar resultados. Donde debe reinar la transparencia informativa y plasmarse las ganas de colaborar de los colectivos. Requiere dedicación y creencia.

P.- ¿Piensa tomar su partido, en caso de llegar al poder, algún cambio de directriz en el polígono industrial?
R.- Sí y aunque no llegase a la Alcaldía se harían aportaciones como las hechas en tiempos pasados. Todas positivas. Explotar y agotar el corredor de suelo industrial Sniace-Solvay.

P.- En el caso de ganar, ¿llegará a algún acuerdo su partido para mejorar los servicios de la Casa de Cultura y coordinarlos con los municipales?
R.- En igual sentido que la anterior, aunque no llegue, será necesario consultar, debatir y concretar el mejor aprovechamiento de los recursos disponibles. No hacer nada por decreto es la mejor forma de actuación.

P.- ¿Cuál sería con usted la política municipal para impulsar el campus universitario, aun no siendo de su competencia?
R.- Me encanta esta pregunta, porque desde hace un tiempo me bulle la opinión que tengo. Coincidiendo con la puesta en marcha del campus universitario nos encontramos con el traslado del histórico Seminario de Estudios Sociales a Santander. Justamente esa Escuela, que ha sobrevivido a tantos emplazamientos y condiciones precarias durante treinta años. Ahora que tenía las mejores condiciones se actúa sobre ella como antes se hizo con el baloncesto, el voleibol, el hockey, etc.. Es decir, que iniciativas tomadas aquí, cuando funcionan, son arrebatadas. El campus universitario está empezando a verse constreñido en sus posibles expansión hacia el Sur (habrá que estar al tanto). Ordenadamente y se consultasen más las cosas se podían hacer mejor.

P.- Prometidas para enero, las obras de remodelación de las pistas de tenis de La Lechera aun no han comenzado. ¿Qué ocurre, cuál es su proyecto para esa zona de servicios, incluida la piscina, desbordada por la demanda de usuarios?
R.- En eso algo tendrá que ver otro aspirante a alcalde y al tiempo Consejero de Deportes, natural de este municipio y “emigrante” a la capital con olvido de su origen en algunos momentos. Tendrá que corregirse esa tendencia, porque el sur también existe y requiere atención.

P.- Una ciudad pionera en equipamientos deportivos, como fue Torrelavega, ¿por qué se ha quedado estancada en este ámbito?
R.- Por falta de ambición y por acomodación de quienes desde la Alcaldía deben dirigir el proyecto de la comunidad.

P.- La Inmobiliaria se está convirtiendo en los últimos años en el barrio oscuro de Torrelavega, con graves problemas de orden público y consumo, que han llevado al abaratamiento de las viviendas, la caído del comercio y el abandono de algunas familias ante el miedo. ¿Qué medidas piensan tomar para que La Inmobiliaria resurja y los vecinos puedan vivir con normalidad y, en general, para luchar contra las bolsas de marginalidad que se están produciendo entre el colectivo de inmigrantes?
R.- Fue la zona de salvación y expansión de los años sesenta que, poco a poco, ha ido envejeciendo con sus habitantes dentro. Se ha ido quedando sin movilidad y donde, curiosamente, la iniciativa privada ha rehabilitado un geriátrico. Es la entrada norte a la ciudad y padece limitaciones por el oeste. Requiere una atención preferente para no convertirse en un barrio marginal. La Inmobiliaria debe ser saneada urbanísticamente después de haber sido explotada intensivamente y dejada sin espacios abiertos ni plazas públicas.
Hay que repartir cargas, examinar el censo y distribuir la concentración excesiva de la interculturalidad que en estos momentos padece y sufre en silencio. La Inmobiliaria no puede ni debe ser la ONU. Los programas de integración deben realizarse con decisión, con ayudas de otras administraciones y con compromisos de la ciudadanía después de conocer y participar.

P.- ¿Para cuándo una solución para el trafico de mercancías peligrosas en Tanos?
R.- Me alegro especialmente de que esté este tema vigente en el cuestionario, porque he sido el primer denunciante de esta anomalía en octubre de 1991. Una denuncia del peligro y la necesidad de su rectificación de forma pública, incluida la televisión. Es un asunto que se suma a otros más y que tienen una cadencia de solución o de aproximación de veinte años (Teatro, PL, Soterramiento, Estación de Autobuses, etc). Se han dado muchos plazos, se han sacudido las responsabilidades, se ha aguantado la presión y se ha tenido suerte con los accidentes, pero ese es un problema que no es sólo de Tanos, sino de todos los que utilizan la autovía hasta Gajano, que es el destino final de esas mercancías.
Cuando había diferentes colores en los Gobiernos municipal, regional o nacional se argumentaban dificultades en la gestión por esa circunstancia, en estos momentos, que se esperaba superado todo por ser monocolor, la situación no tiene razón de ser.
De tener responsabilidades directas en la representación esta será, sin duda una prioridad y bajo el criterio sencillo de que si el transporte es seguro por ferrocarril que continúe por esa vía hasta su destino. Lo demás, retórica pura.

P.- Después de que un escape en Sniace hiciera ver a principios de marzo la deficiencias del sistema de alerta del CIMA, ¿qué medidas se van a tomar para corregir este problema?
R.- El sistema de detección actual del CIMA es correcto y sólo falta inscribirlo en un plan de emergencia y comunicación. Los fallos de comunicación y alarma para la población son perfectamente superables. Ocultar los peligros no contribuye a la mejora y es una irresponsabilidad grave. La instalación de paneles informativos en zonas de la ciudad con información en tiempo real es posible deseable y sencillo, pero donde hay que atajar esos escapes es en origen. Ya no se puede admitir que se sigan repitiendo los mismos supuestos accidentes. Es misión de la Administración pública la protección de sus ciudadanos y quien tiene el deber de exigir responsabilidades ante las negligencias. Los accidentes que son previsibles no deben tener la calificación de tales.

P.- Además de por un milagro, ¿cómo puede un joven conseguir una vivienda en Torrelavega?
R.- Con dinero no hay inconveniente, ni milagro, cualquiera puede conseguirle. Pero esto sí que requiere una política municipal agresiva. Tenemos un plan interesante previsto, pero no lo revelaremos hasta conocer resultados, estará orientado a cambiar radicalmente la política de dejar actuar a los promotores, como si eso no fuera con las Autoridades.
Hay muchos mecanismos de actuación que hay que explotar, está reconocido el gran margen que existe entre coste y precio de venta. Hay promotores que pueden entrar en una intervención de lo público con menos márgenes. Hay posibilidades de implantar la cultura de los pisos de alquiler razonables que dadas la posibilidad de movilidad y desubicación de los trabajos sería otra solución.
Hay leyes sin desarrollar sobre la intervención directa y como aval de las Administraciones Locales. Hay necesidad de un censo de viviendas vacías para negociar su ocupación con garantías. En definitiva, se puede intervenir en la construcción directa en competencia con otros agentes, en una fórmula mixta y en un aprovechamiento más racional del patrimonio municipal sin entrar en la prevaricación y la corrupción. Es voluntad.

P.-¿Cree que se está haciendo suficiente para conseguir la promoción laboral de los jóvenes de la ciudad?
R.- Se está haciendo algo, pero es insuficiente. Lo que ahora está en marcha es una idea de coordinación entre municipios para llevar iniciativas conjuntas (PTE).
Hay que eliminar burocracia en la tramitación de iniciativas de autoempleo. El inicio de la actividad en el Polígono industrial debe hacerse con plena información.
Las cooperativas o sociedades limitadas, así como talleres de especialidades que se puedan instalar, deben contar con una oficina específica que deslíe la maraña de trabas y complicaciones. La Ley de dependencia de reciente entrada en vigor debe ser desarrollada y será beneficiosa para mucho empleo y, sobre todo, porque el potencial de clientela va en aumento cada día. Hay unos plazos de ejecución de esa ley acompañados de unas cantidades específicas y responsabilidades compartidas que hay que abordar. En conclusión ideas hay, medios también, falta vencer la inercia y la disposición para afrontar una labor apasionante por los resultados que reportará inmediatamente.

P.-¿Cómo cambiará su vida a partir de mayo?
R.- Dependerá del grado de representación que se obtenga en las urnas, pero independientemente de ello, si adquiriese una responsabilidad sin duda dedicaría todo el esfuerzo a cumplirla. El cambio no iba a suponer mucho en la actividad actual, porque últimamente había bajado bastante y en todo caso sería recuperar un poco de lo que he venido haciendo en los últimos treinta años. Es decir, cambiaría muy poco, pero me apasionaría si cambiase mucho. Sería como volver a empezar.

P.- En caso de que su partido no logre la mayoría absoluta, ¿qué política de alianzas ve imposible?
R.- Con o sin mayoría absoluta, nuestra representación a nivel municipal no tiene, a priori, ningún veto a ninguna fuerza política, porque consideramos que los 25 concejales deben tener una ocupación y una responsabilidad en algún área. No es buena práctica democrática municipal tener ociosa a la mitad de los representantes durante cuatro años por el simple hecho de hacer oposición y no colaboración para mejorar las condiciones de vida de la mitad de la población.

P.- ¿A qué tiene que hacer oposición un representante municipal que merezca tal titulo?
R.- Hay que abrirse a las colaboraciones y a las responsabilidades compartidas en una buena práctica democrática y a profundizar en los debates para obtener resultados y acuerdos. Todos son necesarios a nivel municipal y se concurre a unas elecciones para medir el grado de aceptación de los ciudadanos pero, sobre todo, para dar un servicio al mismo. No se concurre para ganar una liga o para ganar posiciones de privilegio personal. En democracia reconocer mayorías y minorías es sano, pero participar y colaborar entre convocatoria y convocatoria lo es más. Un buen ejemplo para valorar el trabajo a final de curso y pasar la reválida. No es la expresión romántica de un deseo ni una ilusión. Hay democracias municipales en nuestro entorno, con otras leyes electorales que lo posibilitan y lo practican.

 


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