Lucía
Vázquez Vaquero, alumna de 4º de ESO del
IES Peñacastillo, ha conseguido una de las
diez becas para estudiantes convocadas por Colegios
del Mundo Unidos para realizar el Bachillerato Internacional
en 12 países de cuatro continentes. Su destino:
Noruega.
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Lucía, con jersey a rayas, rodeada de
los reporteros del IES Peñacastillo. |
Pregunta.- ¿Cómo
te animaste a solicitar esta beca? ¿Era un
deseo que tenías o fue algo que surgió
de repente?
Respuesta.- Sin duda no fue un impulso
repentino: he estado soñando con vivir y estudiar
fuera desde que tengo memoria. Además, a esta
ilusión previa se le sumaron las inigualables
características de este proyecto, por lo que
simplemente caí rendida a sus pies. Desde que
lo conocí y fui consciente de todo lo que podría
suponer para mí, los ánimos vinieron
solos; estaba decidida a intentarlo con todas mis
fuerzas.
P.- ¿Cómo fue el
proceso de selección?
R.- Puff…¡Fue agotador!
Pero realmente mereció la pena, ya que conocí
a muchísima gente impresionante y consiguió
sacar lo mejor de mí. Primero, tras rellenar
unos largos formularios y escribir una redacción,
60 de los 1.200 solicitantes fueron convocados para
las pruebas finales, celebradas en Madrid. Allí,
nos hicieron un par de entrevistas personales, tests
psicológicos y de cultura general, dinámicas
de grupo… Finalmente, tras todo este proceso,
la organización eligió a los diez becados
de este año.
P.-¿Cómo te sentiste
cuando te la dieron? ¿Cuál fue tu primera
reacción?
R.-Me sentí extremadamente
feliz y realizada. ¡Es difícil explicar
los sentimientos que te produce ver tu mayor sueño
hecho realidad! Quizás suene típico,
pero mi primera reacción al recibir la llamada
de la organización fue echarme a llorar (descontroladamente)
y, después, llamar a mis padres. Al oír
las palabras “traigo buenas noticias, Lucía"
desde el otro lado de la línea me temblaron
tanto las piernas que casi me caigo al suelo. Sin
duda nunca podré olvidar ese momento y lo recordaré
siempre como uno de los más felices de mi vida.
P.-¿Por qué Noruega?
¿Lo tuviste claro desde el principio o consideraste
también otros países?
R.-En realidad, Noruega era mi cuarta
opción. Entre mis destinos favoritos se encontraban
Italia, Canadá y Estados Unidos, pero la organización
me orientó hacia los países nórdicos
y ahora me arrepiento de no haberlos elegido desde
un principio. Estoy contentísima y deseando
enfrentarme al frío noruego.
P.-¿Cómo es el lugar
al que vas?
R.-Red Cross Nordic es un increíble
colegio situado al pie de un espectacular fiordo,
rodeado de montañas y vegetación. Está
en medio de la nada, solo cerca de un pequeño
pueblo llamado Flekke, a cien kilómetros de
Bergen y trescientos de Oslo. Además, tanto
las clases como las habitaciones se encuentran emplazadas
en grandes bloques de cabañas de madera de
colores, muy acogedoras y entrañables. ¡Todos
los que están ya allí están encantados!
P.-¿Crees que te será
difícil integrarte en este nuevo entorno, quizás,
debido a un gran choque cultural?
R.-Más que difícil
yo lo definiría como enriquecedor. ¡Voy
a tener compañeros llegados desde cualquier
rincón del mundo! Estoy deseando aprenderlo
todo sobre sus países y tradiciones. No le
tengo miedo al enorme choque cultural que voy a vivir,
sino que constituye una de las razones por las que
me enamoró la iniciativa de Colegios del Mundo.
P.-¿Qué es lo que
más te impone de esta experiencia que vas a
vivir? ¿Te ves bien preparada?
R.-Me siento preparada (al menos
psicológicamente) ya que cada día que
pasa me voy haciendo un poco más a la idea
y voy asimilándolo. A lo que más miedo
tengo es a mi inglés, que espero que dé
de sí lo suficiente como para apañármelas
bien y a todo el tema de los estudios, ya que temo
que me absorba demasiado tiempo para disfrutar al
máximo de mis compañeros y se me haga
muy cuesta arriba.
P.-¿Sientes que será
difícil dejar atrás tu vida aquí?
R.-Sí, claro, es una de las
partes más difíciles de esta aventura.
Estar sin mis padres, mi familia, mis amigos…
¡Hasta creo que echaré de menos mi cama!
Pero me gusta pensar que no dejo atrás una
vida para empezar otra, sino que simplemente le voy
sumando experiencias. No pienso cortar lazos ni mucho
menos olvidarme sin más de lo que siempre será
mi hogar y mi entorno.
P.-¿Contaste siempre con
el apoyo de tus padres o les cuesta mandarte lejos?
R.-Ellos han supuesto el mayor apoyo
con el que he contado desde que comenzó esta
locura, a pesar de que se les hace extremadamente
difícil dejarme marchar. Siempre han respaldado
mi decisión y me han ayudado y animado lo indecible.
Se lo agradezco mucho.
P.-¿Estás en contacto
ya con tus futuros compañeros?
R.-Sí, tenemos un grupo en
Facebook en el que nos mantenemos en contacto casi
la mitad de los cien alumnos que empezamos el año
que viene. Es simplemente increíble: hay una
chica que vive en una isla diminuta del Pacífico,
un chico palestino refugiado en Israel, un montón
de hispanohablantes, dos gemelas japonesas…
¡todo lo que puedas imaginar! Ya estamos deseando
conocernos.
P.-¿Qué esperas obtener
de este proyecto?
R.-Espero obtener la experiencia
de mi vida gracias a la beca. Conseguir la capacidad
de decidir, de equivocarme y de aprender de mis errores;
de desarrollarme de una forma aún más
libre y rica en enseñanzas; de aprovechar la
oportunidad para mostrarle al mundo y a mí
misma lo lejos que puedo llegar; de descubrir quién
soy y cómo es el mundo realmente.
P.-Sabiendo que vas a vivir fuera
y que vas a conocer otras culturas y costumbres ¿realmente
te ves realizando tus estudios universitarios en Cantabria
o en España? ¿Qué piensas estudiar?
R.-Estudiaré una carrera de
ciencias (quizás una Ingeniería en Diseño
Industrial o en Biomedicina), eso seguro, pero dónde…
sinceramente, ¡no tengo ni idea! Me gustaría
aprovechar las facilidades que CMU nos proporciona
para entrar en universidades de todo el mundo, pero
por otra parte tampoco me importaría estudiar
en España. Lo que tengo ya casi asumido es
que seguramente acabaré trabajando en el extranjero,
ya que el mercado laboral es mucho más amplio
y siempre he querido viajar.

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