George
Borrow, un misionero inglés, llega a la Península
Ibérica para extender lo que él llama
la "verdadera Biblia", es decir, la protestante,
por la Península Ibérica. Coge un barco
en Inglaterra y, tras unos días de viaje, desembarca
en Portugal. Su misión era ir allí,
ver las posibilidades que tenía de promulgar
su religión y volver a Inglaterra pero, tentado
por la posibilidad de extenderla también por
España al situarse tan cerca, cambió
de opinión y cruzó la frontera.
Título:
'Bilbao no se rinde'
Autor:
César Vidal
Editorial:
Ediciones SM
Páginas:
176 |
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Cuando llega a España,
va en una diligencia de camino al norte, acompañado
de unos oficiales cristinos, es decir, partidarios
de la regencia de María Cristina, viuda del
fallecido rey Fernando VII, cuando de repente, una
voz ajena a la diligencia ordena el alto. Es un grupo
de carlistas, partidarios del reinado del Infante
Don Carlos, hermano del fallecido rey y, por lo tanto,
enemigos de los cristinos. Los cristinos revisan los
equipajes de los viajeros y, entre las pertenencias
de George, encuentran una biblia protestante, lo que
provoca el desprecio y las burlas de los carlistas.
Apresan a George y a los tres oficiales cristinos
y se los llevan al monte. Allí, fusilan a los
tres oficiales, pero dejan a George ya que, debido
a su acento "raro", han preferido esperar
a una orden de sus superiores. Los carlistas muestran
a George a un mando, un monje, Don Juan Ansótegui
que, debido a la diferencia de religión, decide
que también deben fusilarlo.
Ya estaba
George con el pelotón de fusilamiento cuando
alguien detiene la ejecución. Es Gonzalo de
Goicoechea, que les recuerda que habían recibido
órdenes de no fusilar a nadie más. Tras
explicarle a Gonzalo su situación, éste
decide dejarle marchar, pero a cambio debe entregarle
una carta a Carmen Oñate, la muchacha de la
que él está enamorado y vive en Bilbao.
Gonzalo también le da un salvoconducto para
evitar pasar el mismo mal trago del fusilamiento en
los posibles y venideros asaltos que pueda sufrir
durante su camino hacia Bilbao.
Efectivamente,
vuelve a ser asaltado, y enseña el salvoconducto.
Como sus atacantes no saben leer, deciden enseñárselo
a otro inglés que hay entre sus filas, un tal
Burgess, que ejerce de médico de campaña
para con los soldados que llegan heridos del campo
de batalla. Burgess da su visto bueno y George sigue
su camino.
Finalmente
llega a Bilbao, pero unos cristinos lo detienen y
le piden la documentación. Nervioso, George
se confunde y les entrega el salvoconducto carlista,
por lo que estos le toman como tal. Tras un largo
interrogatorio nocturno, los oficiales cristinos llegan
a la conclusión de que, efectivamente, no es
carlista, y lo dejan libre. Uno de los oficiales,
Don Carlos de Goicoechea, lo invita a pasar unos días
para reponerse del susto en su casa. George acepta.
Carlos
resulta ser el primo de Gonzalo y Carmen, la mujer
de la que este último está enamorado,
resulta ser la prometida del primero. George cumple
con su encargo y le deja la carta a Carmen en su cuarto,
debajo de su almohada.
En este
tiempo, Zumalacárregui, el general carlista,
ha invadido la playa de Bilbao y se dispone a sitiar
la ciudad. George decide ayudar a defenderla, pero
los carlistas son superiores en número y armamentística,
por lo que en poco tiempo las murallas de la ciudad
estuvieron prácticamente demolidas.
Carlos
se ha enterado de que fue George quien dejó
la carta en la habitación de su prometida,
y toma represalias encerrándolo en las mazmorras
de un fuerte. George le explica por qué lo
hizo y, finalmente, Carlos decide perdonarlo, pero
a cambio deberá participar en una operación
de sabotaje a los carlistas. Como no le queda más
remedio, acepta, y Carlos, George, Javier (el otro
oficial cristino que estaba con Carlos durante el
interrogatorio) y otros soldados cristinos parten
durante la noche al campamento carlista. Por el camino
son identificados por un pequeño grupo de guardia,
entre los que se encuentra Gonzalo, el primo de Carlos.
Tiene lugar una pequeña batalla campal, en
la que casi todos resultan muertos o heridos. Finalmente,
tiene lugar un duelo cuerpo a cuerpo a espada entre
los dos primos en el que Carlos resulta herido.
Javier
le dice a George que deben huir, ya que es probable
que los carlistas se hayan enterado y decidan ir a
ver qué ha pasado. Tras un largo camino por
el monte, llegan a una aldea y ven una casa en la
que hay luz. Por el balcón se asoma un hombre
ataviado con el uniforme carlista y Javier le dispara.
Unos segundos después se oye cómo la
gente se alborota tras enterarse de que han disparado
al mismísimo Zumalacárregui, aunque
en la pierna.
Javier
le explica a George que en realidad no sabía
a quién disparaba, debido a la mala visibilidad,
pero que lo hizo cegado por la rabia de ver a un perteneciente
al bando que había asesinado a su hermano,
Felipe de Irache, uno de los oficiales cristinos apresados
junto con George. Resultó que se había
enterado durante el interrogatorio.
Finalmente,
Javier y George vuelven a la casa de Carlos, creyéndolo
muerto, y llevándose una sorpresa al comprobar
que, por el contrario, está vivo, aunque con
un brazo en cabestrillo por la herida recibida por
la espada de su propio primo. Allí les informan
de que, finalmente, se ha producido la derrota del
ejército carlista debido a la muerte del general
Zumalacárregui de un disparo en la pierna.
Tras estos acontecimientos, George vuelve a Inglaterra.

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