Años después de haber resuelto el misterio de la Tuneladora y de Serafín Galindo, Fermín Escartín vuelve a la investigación con un nuevo caso, encargado por su amigo Nemesio, el dueño del bar 'La comadreja parda', en el que tendrá que averiguar qué le ha pasado a su cuñado, Estólido Martínez. Paralelamente, el inspector Damián Souto le encarga que investigue la extraña desaparición de Martín Completo, el marido de la exmujer de Fermín, Lorena.

Título: 'El último muerto' Autor: Fernando Lalana Editorial: Editorial Casals Año de publicación: 2010 Páginas: 267

Fermín decide ir a visitar a las respectivas esposas de los desaparecidos para esclarecer los hechos y su instinto detectivesco le avisa de que hay algo que no encaja: en primer lugar, a Lorena le huelen las manos a lejía, y eso es bastante extraño, ya que tiene servicio que limpie por ella y odia limpiar. Por otro lado, al salir de casa de Amelia, la esposa de Estólido, pasa por un local que le llama la atención, decide entrar y el trato que recibe al interrogar a la mujer que allí se encontraba no es nada agradable, por lo que resulta sospechoso.

Días después, es hallado el cadáver de un hombre con la cara totalmente desfigurada y las manos cortadas. Fermín acude junto con Lorena y el comisario Souto a reconocer el cadáver. Lorena lo reconoce gracias a un tatuaje que el cuerpo poseía en una de sus nalgas, algo extraño ya que estaba hecho con tinta morada. Ese símbolo le resulta bastante familiar a Fermín, y tras darle vueltas y vueltas concluye en que es el mismo símbolo que había en el local donde tan extrañamente lo habían tratado.

Sus pesquisas lo llevan hasta una tienda de tatuajes, un cuartel de Guardia Civil e incluso a ser perseguido por una moto y precipitado por un barranco. Tras despertarse y recomponerse, acude al funeral de Martín Completo. Allí encuentra una mujer bastante misteriosa, con una cara bastante familiar: la extraña motorista que lo había precipitado por el barranco la noche anterior, que a su vez tampoco era ningún rostro desconocido para él, sino todo lo contrario; era Elvira Lobo, la asesina a sueldo del caso de Serafín Galindo. Ella también había estado investigando en el caso de Martín Completo y, al parecer, había averiguado bastante más que él debido a sus más sofisticados y organizados métodos de investigación.

Mientras tomaban un café, Elisa le fue contando a Fermín todas sus averiguaciones, que la habían llevado a viajar hasta Suiza. A diferencia de Fermín, Elisa había sido contratada por la empresa a la que representaba Martín (ya que era abogado) para averiguar qué había pasado con los casi tres millones de euros que debía llevar a la firma de un contrato y que, al igual que Martín, habían desaparecido.

Finalmente, y tras varias conclusiones y averiguaciones, Elisa había llegado a la conclusión de que Martín había huido con el dinero y había matado a Estólido para suplantar su identidad y así poder huir con el botín, pero también había descubierto que Martín también había sido asesinado, descuartizado y guardado en el congelador de alguien del que menos se sospechaba. Y el asesino es...