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II Época / Nº39
Abril
2010
EL MUNDO / SABÍAS QUÉ ?

Los microgestos

Por Natalia Andueza Dosal, alumna de 4ºA de ESO del colegio La Paz de Torrelavega.

Los microgestos son iguales para todas las personas y nos sirven para identificar los verdaderos sentimientos. Seguramente este término lo estaremos asociando a la serie de televisión 'Lie to me', en la que el actor Tim Roth hace el papel de un profesional en el mundo de leer los rostros de las personas. Con esta habilidad ayuda a la policía a resolver los casos y así saber quién miente y quién no.

Protagonistas de la serie 'Lie to me'.

Esta serie está basada en el trabajo del psicólogo Paul Ekman con agencias de inteligencia de Estados Unidos y como consejero del FBI y realiza el mismo trabajo que Tim Roth, en la serie llamado Lightman.

Este psicólogo realizó un estudio para saber si los microgestos eran universales, con lo que viajó por diferentes países de África, donde estudió cinco años, Brasil o Chile, entre otros.

Algunos antropólogos no creían sus teorías, pero eso no le afectó mucho ya que cien años antes que él Darwin, en una obra suya hablaba de "la universalidad de las expresiones humanas". Con esto llegó a la conclusión de que las expresiones de "neutralidad, enojo, disgusto, determinación, alegría y tristeza" son universales para todo el mundo y las aprendió a descifrar. Por ello se le consideró más eficaz que el polígrafo, ya que una persona entrenada en el arte de la mentira sabe controlar su ansiedad, que es lo que detecta el polígrafo.

Ekman transmite estas técnicas por un módico precio de 35 mil dólares por cinco días de sesiones y asegura que la precisión llega al 95%. Da estas clases porque piensa que cualquiera puede aprenderlas.

En nuestro rostro tenemos la acción de 43 músculos faciales con los que se pueden conseguir unas 3.000 microexpresiones involuntarias y todas tienen que ver con el estado de ánimo de la persona. Con microexpresiones se refiere a los "gestos involuntarios que duran centésimas de segundo” y nos dicen el estado anímico que uno quiere ocultar. Es allí donde está la mentira.

Uno de los gestos que estamos acostumbrados a ver en las series de la televisión es cuando interrogan a una persona y lo cuenta casi sin pestañear, lo que significa que lo tiene aprendido y que está deseando acabar con ello, por lo que no necesita hacer memoria. Para comprobar si es una mentira, le dices que dé la vuelta a la historia y si la modifica en el trascurso del habla o se pierde es que está mintiendo. También es muy frecuente cuando una persona está hablando al público y se encoge de hombros. Esto quiere decir que no se cree lo que está contando.

En la parte de la cara, si las cejas están oblicuas esto representa la tristeza de la persona y es una de las emociones de los humanos que más cuesta ocultar, según Ekman.

La risa forzada también se puede identificar, ya que en ella se mueven menos músculos que en una risa espontánea, en la que se incluyen los músculos del contorno de los ojos.

Una persona puede decir hasta 18 mentiras por hora; la psicóloga estadounidense Bella de Paulo, de la universidad de California, llegó a la conclusión tras muchas investigaciones de que el 23% de las personas miente sobre un romance, el 21% sobre el dinero, otro 21% en los logros personales o sentimientos y el 7% en su identidad.

En el mundo de la mentira se pueden dividir en:

- Mentiras comunes: las utiliza el 75% en el ámbito de atrasos u olvidos.
- Mentiras serias: el 25% en el caso de relaciones sentimentales secretas o en el consumo de droga (engaños complejos).
-Mentiras autocentradas: son aquellas en las que la persona quiere protegerse, por evitar la vergüenza del acto.
- Mentiras piadosas: son unas de las más recurridas, en las se protege a la persona mentida (contarle a una mujer que le engaña su marido).

Bella de Paulo llegó a la conclusión mediante encuestas de que los hombres mienten más que las mujeres, sobre todo a sus amigos, compañeros y otros hombres; y con un porcentaje un poco más bajo, del 58%, ellos mienten a sus mujeres para evitar ser descubiertos. En las mujeres el 50% les mienten siempre para protegerse de algo y el 35% miente a sus amigas.

Un ejemplo en que los hombres mienten más está muy claro en el caso de Bill Clinton cuando le preguntaron si tenía una relación con Mónica Lewinsky. Mientras él lo negaba se tocó 26 veces la nariz, un gesto que es "una forma muy disimulada de taparse la boca".

Se aprende mucho de los gestos que realizan los niños pequeños porque “no saben que tienen que disimularlos”.

Antes hablamos del polígrafo, pero a este instrumento siempre se le ha cuestionado su veracidad; y ahora unos científicos de la Universidad de Pensilvania han presentado otro aparato que se espera que sea mejor que éste; se llama: 'No mientas'. Se basa en unas áreas del cerebro que se iluminan al mentir la persona que analiza.

 


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