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Red-acción
II Época / Nº39
Abril
2010
CULTURA / ASISTIMOS A...
Conducir sin imprudencias

Por Eva Salmón, Yolanda Santamaría, Jéssica Seco, Juan Carlos Centeno y Rubén Sánchez, alumnos del Módulo 2 de la ESPA del CEPA de Laredo.

El salón de actos del Instituto Bernardino de Escalante de Laredo acogió recientemente una charla sobre educación vial, ofrecida por la Asociación Profesional de Expertos y Monitores de Educación Vial, APEMEV, de Cantabria. Asistimos alumnos y profesores de 2º, 3º y 4º de Educación Secundaria para Personas Adultas, ESPA, pertenecientes al Centro de Educación para Adultos. Fuimos aproximadamente unas cuarenta personas de muy diversas edades.

Todos en el salón de actos del IES Bernardino de Escalante.

El grupo dio una charla e hizo luego una pequeña obra de teatro. Primero el presentador nos habló sobre los accidentes de tráfico y las normas de circulación, haciendo incidencia en la necesidad de concienciarse sobre lo peligros de la carretera y, posteriormente, nos puso un video de un hecho real, un accidente en el que falleció una chica. Antes de morir, un periodista se acercó a ella, le dio la mano y ella, sabiendo que se estaba muriendo, dijo unas palabras para su familia: "Mamá, te he hecho caso y no he bebido, pero por culpa de un chico que no hizo caso he tenido un accidente. No siento mi cuerpo y oigo decir a los médicos que no hay nada que hacer. Mamá, te quiero mucho y dales un beso a papá y a mi hermano y diles que les quiero. Adiós, mamá”. La charla sobre todo trataba de sensibilizar.

Jéssica, Eva, Sara y Yolanda, de izquierda a derecha.

También dos policías nos contaron sus experiencias relacionadas con los accidentes de tráfico. Uno de ellos tuvo que ir a dar a una familia la noticia de la muerte de un chico y el ingreso del hermano en el hospital. Mientras iba de camino, pensaba y pensaba cómo darles la trágica noticia, pero no encontraba ninguna manera de decírselo. Cuando llegó a la casa oyó voces y risas de la familia. Llamó a la puerta y salió una mujer, la madre de los chicos. Cuando la vio de frente se quedó sin palabras. Le dijo que sus hijos habían tenido un accidente, que uno estaba muerto y el otro en el hospital. Al principio la mujer no se lo creía, o no quería creérselo. Cuando se dio cuenta de que era verdad se le cayó el mundo encima. El municipal les acercó al hospital. El chico murió poco tiempo después y no volvió a saber nada de ellos.

Sebas, Maite y Jose Luis, en la primera fila, alumnos del Módulo 4.

También hubo dos víctimas directas de accidentes. Una de ellas, salía de su trabajo tranquilamente e iba hacia su casa cuando un coche se le echó encima. Se quedó discapacitado a cuenta de un señor que cogió su coche estando borracho y, aunque este se mató, le dejó a la víctima una secuela para toda la vida.
La otra víctima tenía la afición de andar en moto en su tiempo libre. Un día, cuando volvía de recoger a su novia del trabajo, un señor que iba borracho le dio con su coche por detrás a la moto. El chico intentó levantar la moto para salvar a su novia sin saber que ya había salido disparada. Debido a la negligencia del otro conductor su novia murió y él se ve obligado a andar en silla de ruedas.

Miembros de la asociación APEMEV

Después hicieron una pequeña representación teatral sobre el tema. La obra comenzaba con dos hombres en escena que no sabían dónde se encontraban. Luego se asoman por una ventana simulada y ven un accidente de tráfico. Después aparecen otras dos personas muy confundidas, tampoco saben dónde se encuentran, pero hablando se percatan de que todos están muertos, y de que estaban contemplando su propio accidente. Entonces, los dos primeros se dan cuenta del error de haber ido distraídos al volante, ya que han sido ellos los que han ocasionado la muerte de las dos últimas personas.
Tanto la representación teatral como las declaraciones de los participantes estuvieron enfocadas sobre todo a sensibilizarnos de los peligros de la carretera. Está claro que el problema no es debido a la falta de información. Aprender a conducir y conocer las normas de circulación es relativamente fácil y, si pagamos, siempre hay alguien dispuesto a enseñarnos; constantemente vemos noticias de muertos en la carretera; pero como razonaba uno de los participantes apoyándose en estadísticas sorprendentes, siempre confiamos en que nos va a tocar la lotería (por eso jugamos), pero nunca creemos que la muerte nos va a tocar en la carretera, pese a que las estadísticas indican que es más probable llegar a morir con un volante en la mano que poder jubilarse a los treinta gracias a un premio de lotería.

Victima de accidente de tráfico, miembro de APEMEV.

Lo difícil es que la gente adquiera una conciencia y una sensibilidad adecuadas y necesarias para conducir, pero esto no se logra en las autoescuelas ni, parece, en ninguna institución oficial. Este era el objetivo de la asociación en la comunicación: lograr sensibilizarnos, al menos un poquito; y que razonemos: a la hora de conducir evitar las imprudencias es evitar el dolor y la muerte.

 

* APEMEV: Es un grupo de profesionales que se han unido sin ningún interés lucrativo con el único interés de promocionar la seguridad vial, principalmente a través de la Educación Vial.

 


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