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II Época / Nº37
Enero-Febrero
2010
REPORTAJES / CON LA MOCHILA AL HOMBRO
Descubriendo el Valle de Soba

Por los alumnos de 1º de ESO del colegio Compañía de María de Santander.

Los alumnos de 1º de ESO del colegio Compañía de María, 'La Enseñanza', hemos tenido la oportunidad de acercarnos al Valle de Soba, situado en el extremo sur-oriental de Cantabria que muchos de nosotros desconocíamos y hemos disfrutado de tres días espléndidos en contacto con la naturaleza.

Mirador de los Collados del Asón, a 682 metros de altitud.

Os vamos a contar nuestra experiencia en La Gándara, en Soba, acompañados por nuestros tutores Arancha y Santi, durante los días 26 a 28 de octubre.
Nos alojamos en la Escuela Hogar Jerónimo Pérez Sainz de la Maza. Allí conocimos a nuestros monitores, David y Juanjo. Dejamos las maletas y nos dirigimos hacia el Parque Natural Collados del Asón.

El Parque Natural de Collados del Asón se localiza en el sector suroccidental del valle. En sus bosques crecen hayedos y encinares y habita una interesante fauna: buitre leonado, águila real, halcón peregrino, corzo, rebeco y jabalí. Descubrimos la cascada donde nace el río Asón y nos contaron esta preciosa leyenda:

La leyenda de las anjanas

En una cueva cercana a lo que es ahora el nacimiento del Asón habitaban dos anjanas hermanas. Eran muy diferentes. La menor tenía los cabellos de plata y un carácter muy alegre, era inquieta y le gustaba hacer travesuras. Se dedicaba a coser con hilo mágico sus trajes.
La anjana mayor tenía los cabellos de oro y era mucho más seria. Estaba cansada de las inocentes bromas de su hermana. Un día le dijo que la llevaría a dar un paseo. Fueron a un lago. La anjana mayor la hechizó en el fondo del lago para que reaccionase y madurase. Como era noche sin luna no se dio cuenta de que la larga cabellera plateada quedaba flotando en el aire.
Desde entonces es la cabellera de plata convertida en cascada la que da origen al río Asón.

Pasaron dos días, hasta que la mayor decidió liberarla del hechizo, pero cuando fue a liberarla se le había olvidado. Fueron pasando años y años intentando recordar el hechizo.
Y cuenta la leyenda que debajo del lago hay una biblioteca y que todavía habita allí la anjana mayor intentando descubrir el hechizo.

Después de comprobar que la melena de la anjana sigue allí, continuamos caminando y llegamos al molino El Becerral. El Becerral se encuentra situado en el río Gándara. En este tipo de molinos se aprovechaba la fuerza del agua para moler el cereal, principalmente trigo y maíz. Antiguamente, los molinos también eran lugares de reunión. Las gentes del pueblo acudían a moler y a pasar un rato agradable charlando con sus vecinos.

Después fuimos en autobús hasta Villaverde. Villaverde es uno de los 27 pueblos que tiene el Valle de Soba. Vimos la casa de un inquisidor. Los inquisidores eran cargos de la Iglesia. Normalmente era un cura que vigilaba con sutileza a la gente del pueblo para que cumplieran todas las leyes de la Iglesia. En su casa observamos su blasón, que era una especie de escudo timbrado con ilustraciones que representaban su forma de ser y de qué familia venía. El inquisidor se llamaba Don Gaspar Gutiérrez del Regato.
Regresamos también en autobús a la Escuela Hogar. Por la tarde, diseñamos un blasón que representaba nuestro colegio.

El segundo día visitamos el Museo Etnográfico de Soba, donde nos enseñaron las tradiciones y utensilios típicos de allí. A todos nos pareció muy interesante. Cuando acabamos pudimos acceder a la sala de plenos del Ayuntamiento. Allí nos explicaron la simbología de las banderas de Soba y de Cantabria.

Comimos en la entrada de la Iglesia de Rozas, de estilo gótico rural.

Cuando terminamos fuimos a la central hidroeléctrica. Vimos unos tubos que conducen toda la fuerza del agua para producir energía, también observamos los aerogeneradores, que funcionan gracias la energía eólica.
Después fuimos a la localidad de Rozas. Allí se encuentra la iglesia de San Miguel, construida a principios del siglo XVI, que contiene un retablo restaurado; ya que hubo un incendio y se quemó gran parte de él.

Por la tarde fuimos al centro de interpretación del Parque Natural Collados del Asón. Nos explicaron la fauna y la flora autóctona del parque. Vimos audiovisuales que mostraban fotos del plegamiento herciniano y de los grandes glaciares que hubo. Hay dos glaciares importantes: el Hondojón y el Bustalveinte

Desde el mirador de Aja observamos el nacimiento del río Gándara. Nos pareció precioso admirar el paisaje desde esa altura. El día estaba despejado y la imagen otoñal se parecía a las que tantas veces hemos visto en libros de fotografía o folletos turísticos
A continuación caminamos hasta la Escuela Hogar donde hicimos una actividad de las partes del molino. Cenamos y, como era la última noche, salimos a jugar un rato.

El último día nos despertamos otra vez a las 7:30 y recorrimos otro pueblo, San Martín. Pudimos desayunar con los alumnos de la Escuela Hogar. Preparamos las maletas, hicimos las camas y nos montamos en el autobús.
Nos dirigimos a Ramales de la Victoria, donde se encuentra la Cueva de Covalanas. Pudimos entrar en la cueva. Estaba muy oscura y nos dieron unas linternas para poder alumbrarnos. Hacía frío; estábamos a 13º C. Nos explicaron que la cueva existía hace 22.000 años. También vimos las pinturas: ciervas, caballos, ciervos y un uro. Se conservan gracias a la temperatura y a que no dejan tocar nada.

Mirador del Río Gándara.


Este lugar fue un refugio durante la Guerra Civil. También nos explicaron que debajo de esa cueva había otra en la que están investigando.
Mientras que algunos se encontraban en la cueva, otros hacíamos un examen sobre lo que habíamos aprendido durante esos tres días. Cuando acabamos los dos grupos de hacer todo nos sentamos en el autobús y fuimos a una bolera en la que se jugaba a pasabolo tablón. Allí evaluamos la experiencia de estos tres días y nos explicaron cómo se juega a uno de los juegos típicos del Valle de Soba.
Después de comer subimos las maletas al autobús, nos despedimos de los monitores y emprendimos rumbo hacia Santander.

En este viaje hemos aprendido muchas cosas sobre el Valle de Soba y Cantabria. Hemos aprendido que los lugares hay que conocerlos para poder apreciarlos y amarlos. Nos han encantado las actividades, aunque nos ha faltado tiempo para jugar. Os aconsejamos visitarlo porque es un lugar maravilloso. Os pasará como a nosotros ¡os sorprenderá!



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