Muchas y muy diversas son
las teorías acerca del origen de este oscuro
volumen de hechicería; aún así,
poca gente cree ya que este libro sea fruto de los
delirios febriles de uno de los más grandes
autores de la novela gótica, H. P. Lovecraft,
en parte porque nunca se encontró ningún
manuscrito que contuviera el libro en sí, a
excepción de su breve 'Cronología del
Necronomicón'.
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El
'Necronomicón' sigue generando polémica. |
Hace poco se estableció una teoría
final que atribuye (como ya hacía Lovecraft
en sus narraciones, junto con otros autores) el prohibido
libro al árabe loco Abdul Alhazred, escrito
en Damasco en el 730 d.C. del calendario cristiano,
bajo el título de Al-Azif, siendo Azif la palabra
empleada por los árabes para designar el sonido
producido por los insectos nocturnos del desierto,
que era supuestamente el aullido de los demonios.
El 'Necronomicón', prohibido por todas las
autoridades desde su primera aparición pública,
fue traducido clandestinamente al griego por Theoduros
Philetas, quien lo transcribe ya con este nombre,
que es el que quedará para la posteridad, en
el 950 d.C.
Es prohibido de nuevo y quemado por el patriarca
Miguel en el año 1050 de nuestra era. Por aquel
entonces, el texto original árabe ya había
desaparecido, con lo que el testimonio de Alhazred
desaparece, al menos de la memoria pública.
Sin embargo, hacia 1230 aparece una nueva copia,
traducida del griego al latín y de autor anónimo,
que el Papa Gregorio IX prohíbe en 1232. A
lo largo de los tres siglos siguientes se imprimen
tres ediciones más, una hacia 1400 en letra
gótica en Alemania, otra en 1500, una edición
en latín en Italia y hacia 1600 llega una tercera
edición latina a España.
Se sabe además de una copia que nunca llegó
a imprimirse, hacia 1550-1600: una traducción
por parte del alquimista inglés John Dee, astrólogo
de la corte de la reina Isabel I de Inglaterra, de
la que únicamente se conserva un relato remendado
y no muy concreto.
Pasando ahora al análisis del volumen en
sí, encontramos un pequeño prólogo
o introducción que reza de esta manera:
El Libro de las Leyes de los Muertos, escrito
por el poeta Abdul Alhazred de Sanaa, en Damasco,
hacia el año 113 de la Héjira, para
que toda la Humanidad pueda saber de los Horrores
de la Tumba y de aquellos Horrores mayores que esperan
Más Allá.
En cuanto a la narración, distinguimos tres
partes:
- El Libro de Episodios, que subdividido
en diez narraciones (dos de ellas perdidas en las
sucesivas traducciones) relata la historia del propio
Alhazred, a modo de autobiografía; su proceso
de aprendijaze e iniciación en las Artes
Oscuras junto a su maestro Yakthoob, un conocido
hechicero árabe de la época, sus propios
pensamientos y sentimientos y sus periplos por los
desiertos de Arabia en busca del conocimiento perdido
de los Primigenios (según él, los
Dioses Antiguos que moraban la Tierra cuando esta
era aún joven, pero que fueron desterrados
por los Dioses Arquetípicos, una especie
de antagonistas a los Primigenios, cuando crearon
al Hombre).
- En el Libro de las Preparaciones,
Alhazred, una vez obtenidos los codiciados conocimientos,
a modo de libro de enseñanzas y dirigiéndose
a un lector cercano, dedica esta segunda parte del
Necronomicón a la puesta en práctica
de estos saberes ancestrales y a la explicación
de las Artes Oscuras a un posible (o futuro) discípulo;
el proceso de obtención de los materiales
propicios, un pequeño 'bestiario' de los
Dioses Antiguos y sus más fieles sirvientes
y toda la información requerida para la buena
resolución de las invocaciones a los Primigenios:
las estaciones, fechas y conjuros adecuados para
cada uno de ellos.
- Como punto final de la narración, encontramos
el tercer capítulo, el Libro de las
Puertas, del que cabe destacar las innumerables
descripciones de apertura de puertas, recovecos
y accesos a las eternas y prohibidas moradas de
los Primigenios; breves capítulos dedicados
a todos los lugares malditos de la Tierra y corrompidos
por las Fuerzas Oscuras.
De estas diferentes entradas, finaliza con una dedicada
al Símbolo de Kish, bajo el título de
'Acerca de la estrella de cinco puntas esculpida en
piedra gris', en el cual describe cómo Kish,
uno de los Elegidos de los Dioses Arquetípicos,
tomó bajo la protección de su Sello
(la estrella de cinco puntas esculpida en piedra gris)
a los habitantes de Sarnath, el pueblo maldito destruido
por los habitantes de la vecina Ib, que según
el propio Alhazred, eran "seres fríos
y flojos de carnes, con la carne tan verde como el
agua del lago Thune, y carentes de habla, y dados
a una adoración malsana de una abominación
de piedra verde que se llamaba Bokrug [...]".
El uso de este símbolo protege a todo Hechicero
de los Grandes Antiguos, aquellos que exigen un alto
precio en sangre por una diminuta parte de sus arcaicos
conocimientos. Las ligaduras mediante las cuales los
Primigenios permanecen atados a los Abismos están
cerradas con el Símbolo de Kish.
Finaliza el volumen blasfemo con una profecía
que, augura Alhazred, se cumplirá al final
del Ciclo, cuando los Grandes Antiguos consigan romper
las ataduras que los retienen y acaben por fin con
sus enemigos los Dioses Arquetípicos:
"Que no está muerto lo que yace eternamente,
y con los eones por venir, aún la Muerte puede
morir".
Finalmente, para todo aquel que esté interesado
en este fascinante libro de magia arcana, existe una
edición de la editorial La Factoría
de Ideas que recopila relatos acerca del 'Necronomicón'
e incluye la traducción de John Dee.
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