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II Época / Nº26
Mayo
2008
REPORTAJES / CON LA MOCHILA AL HOMBRO
Viaje de estudios a París del IES Santa Clara

Por Pablo Vega Vidal, alumno de 3º A de ESO del IES Santa Clara de Santander

Alumnos del instituto Santa Clara de Santander fueron de viaje de estudios a París. Seis días disfrutando de monumentos, charlas y paseos por la ciudad de la luz.

Con la torre Eiffel.

El viaje a Paris empezó el sábado por la mañana a eso de las 6. Eran unas 15 horas más o menos pero se alargó un poco, teniendo en cuenta que nos quedamos sin gasolina poco antes de entrar en Francia. Íbamos parando cada tres horas, en Francia cambiamos de conductor. El nuevo se llamaba Mohamed, y yo creo que a todos nos cayó muy bien, una persona muy maja.

Cuando llegamos a París después de un largo viaje era de noche, estábamos todos muy cansados y nos dieron las llaves de las habitaciones y nos fuimos todos. Yo iba en la habitación con Sañudo y con Álvaro, uno de 4º. Cuando entramos a la habitación pusimos las maletas por allí y nos cambiamos. Nos mandaron bajar para hablar con nosotros, nos dijeron que no hiciésemos ruido, y que las 11 era una buena hora para meternos en la cama a dormir. Nosotros por ser el primer día estuvimos toda la noche en nuestra habitación sin montar mucho ruido, acomodándonos y haciendo un poco la comedia por allí hasta la 1:30 más o menos.

Desde lo alto de la torre Eiffel.

El domingo por la mañana nos levantaron a las 7:30 más o menos. Fuimos en autobús a recoger a la guía, que nos iba explicando la mayoría de las cosas desde el bus. Íbamos recorriendo toda la ciudad y la guía organizaba las paradas para sacar unas fotos o para explicar algo más a fondo. Cuando terminó la visita guiada nos dejaron unas cuantas horas libres para comer y nos recomendaron unos restaurantes, pero nosotros fuimos a dar una vuelta por París mientras comíamos unos bocadillos. Fuimos a los Campos Elíseos, la verdad es que aquello era alucinante, era la parte rica de París, había de todo tiendas, coches de todo tipo, etc... La verdad que nos quedaba bastante cerca del punto de encuentro y tampoco nos movimos mucho. Nos sentamos en un banco a descansar y estuvimos charlando hasta que dieron las 4:30, que habíamos quedado para irnos. Una cosa que nos llamó mucho la atención fue que allí todos los días hay gente haciendo deporte. Generalmente fuimos a cenar a las 8 y cenábamos en un restaurante barato. Por cierto, la comida estaba bastante mala; de ahí sacamos la conclusión de que bien se come bastante mal. Por suerte teníamos algo de comida en las maletas y cuando llegamos al hotel comimos algo. A eso de las 11 nos llamaron los profesores para decirnos que no nos portásemos mal, que la noche anterior habíamos armado bastante ruido, pero la gente no se lo tomó muy en serio porque cuando quisimos subir todo el mundo estaba corriendo por los pasillos y armando escándalo. Nosotros nos metimos en nuestra habitación a hablar un poco mientras nos poníamos el pijama y veíamos un poco la tele. La idea de ver la tele se nos quito rápido en cuanto nos dimos cuenta de que no había ningún canal que se escuchara en español. Esa noche decidimos salir a ver qué había por ahí y fuimos a una habitación, y tuvimos al mala suerte de que nada más entrar llamaron los profesores y nos trabaron a todos allí. La verdad es que nos echaron una buena bronca, para mí exageraban bastante, pero bueno. A nosotros nos pillaron peor todavía. Había mucha gente corriendo por los pasillos. Nosotros nos lo tomamos con humor y seguimos en la habitación riéndonos.

El lunes fuimos a visitar una catedral con la guía y también nos enseñó una zona donde iban todos los pintores, y la verdad aquello era espectacular la cantidad de retratos, pintores y gente que había. Cuando terminó la visita guiada nos dieron un par de horas libres como de costumbre y recorrimos un poco por allí, probamos los crêpes, que por cierto está bien buenos y esas horas de la mañana apetecían bastante. Después le compramos unos recuerdos por ahí a la familia y seguimos a lo nuestro. Por la tarde fuimos a sacarnos unas fotos en un alto que enfocaba la torre Eiffel, salían unas fotos muy bonitas. Por la noche después de cenar compramos aceitunas, pepinillos, patatas para comer algo en el hotel y cuando llegamos nos tuvimos que quedar todos para explicar un poco lo de la noche anterior. Subimos a la habitación y cenamos ahí tranquilamente y nadie nos dijo nada.

El martes fue para mí sin duda el mejor día. Por la mañana fuimos a subir a la torre Eiffel; primero subimos a la segunda planta y después a la tercera. Aquello sí que era impresionante, hicimos casi dos horas de cola pero mereció la pena porque eran unas vistas espectaculares. Cuando bajamos justo a la hora de comer también fuimos a dar un vuelta por París, y nos los pasamos muy bien hablando con la gente que no conocíamos de nada. Gracias a eso no nos perdimos nunca y recorrimos medio París sin problema. Por la tarde fuimos a dar un paseo en barco por el Sena. No estaba tan bien para sacar fotos pero también se disfrutaba bastante, porque vimos casi todos los puentes, que son muchos y a cada cual más bonito y original. Cuando terminó el paseo en barco fuimos a cenar que ya esta vez no comimos nada porque aquello estaba malísimo (para comer bien en París o vas a un sitio caro del centro o se come muy pero que muy mal). Total, que cenamos en el hotel, también dejamos las maletas preparadas porque al día siguiente nos íbamos para Burdeos, así que aquella noche fue, como todas las demás, tranquila.

El grupo de amigos.

Al día siguiente por la mañana salimos de Paris y estuvimos toda la mañana y un poco de la tarde en el autobús. No se nos hizo tan largo como la ida porque esto era sólo la mitad, y entre que hablas con uno y con otro pues se te pasa rápido. Cuando llegamos a Burdeos a las cinco dimos una vuelta por ahí y fuimos a cenar. Tampoco estuvimos mucho tiempo por ahí porque en Francia a las ocho más o menos empiezan a cerrar, así que vimos un poco la ciudad por nuestra cuenta y a cenar. Después de cenar, vuelta para el hotel, que éste estaba bastante mejor que el de París, y allí estuvimos unos cuantos en mi habitación hasta que llegó un profesor y nos pilló. También es mala suerte, para dos veces que estamos todos en una habitación nos pillan siempre... En fin, después de eso estuve durmiendo porque Duje, que estaba en la habitación conmigo, estaba por los pasillos haciendo el tonto.

El jueves por la mañana salimos de Burdeos dirección Santander y teníamos prevista una parada para comer en un pueblo y así lo visitábamos un poco, pero se anuló, según los profesores, por el mal comportamiento. En fin, que el viaje de vuelta muy bien, todo muy tranquilo hasta que llegamos a Santander a las 5:30. En general el viaje a París me gustó mucho, me lo pasé muy bien.

 


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