Logotipo Interaulas
Cabecera Red-acción Inicio > Opinión > Tribuna Libre
Reportajes
Entrevistas
Opinión
Cultura
Internet
El mundo
Medios
Imagen Primaria
Red-acción
II Época / Nº23
Enero-Febrero
2008
OPINION / TRIBUNA LIBRE

Más truco que trato

Por Ana Vellido Villegas, alumna de 1º de bachiller del colegio La Paz.

Vivimos en una época en la que, cada día más, nos dejamos llevar por la influencia norteamericana. Poco a poco vamos adoptando fiestas, tradiciones, expresiones e incluso vocabulario estadounidense. Como ejemplo tenemos la fiesta de Halloween. En los Estados Unidos esta fiesta se celebra la víspera del día de Todos los Santos y es también conocida como Noche de Brujas.

Grupo de niños disfrazados celebrando Halloween.

Allí es tradición salir a la calle disfrazados de fantasmas, brujas, zombis o cualquier otro personaje terrorífico. Los niños pasan casi toda la noche llamando puerta por puerta a todos sus vecinos pidiéndoles caramelos. Más avanzada la noche se dedican a contar historias de miedo o a ver películas de ciencia ficción.

Aquí, en España, siempre ha sido un día más, sin dejar de ser la víspera de Todos los Santos, pero un día normal. Sin embargo, desde hace unos años para acá se ha convertido en algo rutinario el salir a la calle y encontrarte con niñas disfrazadas de brujas y con niños intentando parecer un miembro más de la familia Adams.

Pero no sólo en lo que a fiestas se refiere intentamos imitar a los americanos, también está el tema de la comida. Casi inconscientemente hemos sustituido la tradicional salsa de tomate por el bote de Ketchup que ya utilizamos casi a diario en cada comida. Pero el tomate no ha sido lo único reemplazado. Las largas y entretenidas comidas familiares han desaparecido para dejar su lugar al solitario menú de un restaurante de comida rápida. Limpio, práctico, barato... ¿pero todo esto realmente compensa el dejar de lado todas nuestras viejas costumbres?
Muchos días cambiamos la comida cocinada en casa por cualquier congelado para meter en el microondas y que estará listo para comer en pocos minutos. No conocemos ni sus ingredientes ni cómo ha sido preparado, en definitiva: no sabemos lo que comemos.

La comida rápida se impone también en España.

Nuestra manera de vestir sólo quiere imitar la de los grandes catálogos de ropa de Nueva York, las colosales marcas que han sido creadas allí ahora forman parte de nuestro vestuario como si llevasen con nosotros toda la vida. Actualmente apenas se aprecia una leve diferencia en el vestir entre americanos y europeos. De hecho americanos y españoles compartimos gustos en música, comida, ropa, fiestas, hobbies... sobre todo los jóvenes.

Pero no sólo hemos adquirido sus gustos, también su vocabulario. Aparcamos nuestro coche en el parking, no en el aparcamiento. Cuando queremos reunirnos con los amigos no asamos carne, celebramos barbacoas. Jugamos al béisbol (baseball) y conocemos y seguimos a los equipos de la NBA.
Las listas de éxitos musicales europeas están plagadas de artistas americanos que cruzan el charco cosechando una innumerable serie de éxitos en nuestro continente.

Las series de televisión con mayor audiencia son las norteamericanas. Por otra parte, poco tiempo después de estrenarse una serie exitosa en Estados Unidos surgen rápidamente varias series en Europa con numerosos parecidos. Y nos aficionamos a ellas igualmente. Cuando vamos al cine y nos fijamos en la cartelera nos damos cuenta de que más de la mitad de las películas son de Hollywood.
Las caras mas conocidas de la pantalla, en el panorama musical, en el mundo de la moda... son de personajes americanos que destacan con sus trabajos, sus nuevos proyectos, diseños...

Con todo esto sólo quiero demostrar, poniendo ejemplos, que poco a poco, sin enterarnos, hemos ido adoptando costumbres estadounidenses. Como consecuencia, al adoptar pequeños detalles norteamericanos, vamos perdiendo poco a poco nuestras mas viejas tradiciones. Con ello no quiero decir que haya que rechazar lo nuevo ni las innovaciones que vienen del exterior porque, como todo el mundo sabe, para avanzar y mejorar es necesario conocer, sobre todo otras culturas y nuevas ideas.

Pero todo en su justa medida, ya que no por ello debamos olvidar de dónde venimos, ni qué hacían nuestros antepasados, ni rechazar lo nuestro... Aceptemos lo que venga del exterior y aprendamos de ello, pero sin reemplazar todo aquello que nos pertenece.

 


SUBIR

Los peligros de la autovía A-67
La "basura" de la política
La importancia de la educación