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Red-acción
II Época / Nº23
Enero-Febrero
2008
OPINION / TRIBUNA LIBRE

Los peligros de la autovía A-67

Por Víctor Manuel Sánchez, alumno del colegio La Paz de Torrelavega.

La autovía A-67, de dos carriles para cada sentido, se ha quedado obsoleta y peligrosa. Su recorrido de aproximadamente 25 kilómetros presenta la mayor tasa de siniestralidad de toda Cantabria. Es el principal eje de comunicaciones de la región debido a sus múltiples destinos. Desde el Norte podemos acceder al centro de Santander, a las playas de El Sardinero, a todos los centros comerciales que rodean Santander, al puerto y al aeropuerto y también podemos ir a Bilbao.

Atasco en la autovía A-67.

Desde el Sur accedemos al Donuts de la Inmobiliaria, en Torrelavega. Por la A-8 podemos ir a Bilbao, pero no hay autovía hasta Solares. También podemos ir a Oviedo y a Palencia.
Esta autovía es la de mayor siniestralidad, porque es la que más tráfico registra, con una cifra media de 60.000 vehículos en cada sentido en 24 horas, así que los carriles están saturados en las horas punta y son insuficientes para absorber la cantidad de tráfico, con lo que se forman retenciones sin motivo aparente, lo que puede provocar accidentes.

En esta autovía se han producido muchísimos accidentes como el vuelco y posterior derrame de ácido clorhídrico (HCl) de un camión en 2005, lo que provocó el mayor colapso circulatorio de la historia de Cantabria; o el gran accidente múltiple de hace nueve años debido a la niebla; o el más recientemente ocurrido, en Bezana, en el que un camión no percibió la retención que tenía delante, debido a que muchos conductores vascos regresaban de puente y colapsaban el desvío para la S-10 dirección Bilbao, y arrolló cuatro turismos y un autobús, en el que lamentablemente falleció una vecina del barrio Covadonga.

Accidente de un camión en la autovía. (Foto: El Diario Montañés)

Pero en esta autovía no pasa más porque Dios no quiere que pase. La señalización es muy dudosa y deficiente, los nuevos radares fijos instalados cumplen su función y la gente va más despacio y pasan en 50 metros de ir a 120 a 90-100 Kilómetros por hora, provocando bruscos frenazos que ponen en peligro a los pocos que ya saben la velocidad de cada tramo y, por tanto, reducen antes la velocidad, sin peligro para los demás.

También la autovía, construida hace más de 20 años, presenta un firme irregular y lleno de baches, que no drena el agua y reduce la visibilidad. Eso, mezclado con algún pequeño rastro de aceite de los vehículos, provoca patinazos y trompos de algunos coches. A la seguridad tampoco ayuda su trazado, con curvas muy cerradas, prolongadas pendientes y cortos carriles de aceleración, en los que sales a cien por hora o te comen los que van por la autovía.
Además, si por desgracia tienes un accidente más vale que sea cerca de Torrelavega o de Santander, porque son los lugares desde los que se desplazan las emergencias. Con ello queda clara otra deficiencia, el auxilio en esta carretera es muy habitual, ya que se produce un accidente cada día y, de media, uno de cada tres registra heridos, lo que demuestra la rentabilidad de tener en un tramo intermedio de la autovía, como Mogro o Boo de Piélagos, un puesto de primeros auxilios con un vehículo de rescate y una ambulancia, para una primera atención.

Estado de dos vehículos tras impactar en la autovía.

Tengo que destacar que desde el Gobierno de Cantabria y desde el Ministerio de Fomento se están proponiendo soluciones que ya están muy avanzadas, como la licitación del proyecto de un tercer carril para cada sentido que incluye la mejora del firme y la seguridad, el aumento de los carriles de entrada y de salida y un enlace a la altura del campo de fútbol de Rinconeda, creando una nueva carretera que va desde allí hasta un enlace en Sierrapando para evitar llegar al cuello de botella que se produce a la entrada de Torrelavega. La ya ejecución de la autovía Ronda de la Bahía (S-30) que va desde la autovía de El Sardinero (S-20) hasta Parbayón, evitando el atasco en el entorno de El Corte Inglés y la zona de Parayas. También influirá notablemente la construcción de la autovía del Cantábrico (A-8) en el tramo de Torrelavega a Solares que reducirá el uso de la A-67 por los conductores que vayan hacia Asturias o hacia Vizcaya.
Todas estas inversiones multimillonarias conllevarán una reducción del tráfico del 40 por ciento en la A-67 y una notable mejora de la seguridad en toda la autovía.



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