El caso de la adolescente
de origen ecuatoriano agredida en un vagón
del metro de Barcelona ha aparecido en todos los medios
de comunicación, pero cada día se producen
acciones racistas ante las que no cabe el recurso
de la indiferencia.
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Joven ecuatoriana agredida.
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Cada vez que
salta a la tarima informativa una noticia impactante,
días más tarde se producen los clásicos
ecos que informan sobre hechos que en otras circunstancias
habrían sido ignorados. En concreto
me refiero al caso de la joven ecuatoriana agredida
en el metro de Barcelona por un cobarde sin un ápice
de dignidad. Y también al hecho en el que una
banda de neonazis agredió a personas de color
a la entrada de una estación de metro en Madrid.
Ojalá se pudiese decir que éstos son
casos aislados, pero la verdad es que todos los días
y muchas veces se producen agresiones mayoritariamente
verbales, pero también físicas, contra
personas extranjeras.
Sí, es verdaderamente vergonzoso
que aún hoy en el mundo se discrimine a nuestros
semejantes por sus rasgos o por su origen. Pero es
aún más triste en nuestro caso porque,
si mal no recuerdo, nuestra historia y nosotros los
españoles nos hemos relacionados con diferentes
culturas, y nuestra misma cultura es una mezcla de
ellas.
No estoy muy seguro, pero creo que
nuestro sistema numérico nos lo enseñaron
los árabes, sí, igual sí. Y tal
vez, ¿el Cristo al que muchos adoran no será
judío? No sé, o tal vez no lo saben,
o hacen como que no lo saben, los que se atreven a
delimitar el mundo y hablar de países y naciones,
y partiendo de ello clasificar a la raza humana según
donde haya nacido. Tal vez olvidan, o no pueden soportar
sus mentes enquistadas, que el ser humano surgió
en África y de allí emigró al
resto del mundo. Es por esta razón que se debería
considerar absurdo hablar de racismo o de razas cuando
todos somos parte de una misma raza, la humana...
No nos confundamos, o mejor dicho,
no dejemos que nos confundan. Rechazar a los "extranjeros",
rechazar al inmigrante, es rechazarnos a nosotros
mismos, es negar lo que la ciencia y la razón
gritan al oído de cualquier ser pensante. Si
no, mirad las "razones" (falacias al fin
y al cabo) que nos dan los que hablan en contra de
la inmigración; hablan de delincuencia, hablan
de peligro y muchos pronuncian la palabra "mezcla"
como si se hablase de un crimen. Se dice que el aumento
de la delincuencia se debe al aumento de la inmigración.
No deberíamos olvidar que las grandes potencias
lo fueron, lo son y lo serán, gracias a la
mano de obra proporcionada por los inmigrantes. Tanto
en el caso de Estados Unidos como en el caso de Alemania
fueron los inmigrantes los que, trabajando en los
puestos que nadie quería, levantaron la economía.
Que sería de España
si no viniesen inmigrantes. Parecen olvidar que cada
vez hay menos nacimientos, y por tanto menos trabajadores.
Parecen olvidar que sectores como la hostelería
y la construcción se nutren de éstos
como principal mano de obra nueva.
Escribiendo todo esto me ha
venido a la cabeza aquella famosa respuesta del científico
Albert Einstein cuando, al ser preguntado (en la Alemania
nazi) por la raza a la que pertenecía, respondió:
"Humano por supuesto".
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