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Red-acción
II Época / Nº16
Enero-Febrero
2007
ENTREVISTAS / PREGUNTAS Y RESPUESTAS

Jesús Cabezón: "Hay valores como la experiencia que te van situando para resolver los problemas que tienes que afrontar"

Por Alexandra Palazuelos, alumna de 3º de ESO, y Jorge F. Pérez Ruiz, alumno de 1º de Comercio del IES Las Llamas de Santander.

Las elecciones municipales se acercan y Santander tiene tres candidatos fuertes a su alcaldía: Jesús Cabezón, Iñigo de la Serna y Vicente Mediavilla. En este número entrevistamos al candidato socialista, uno de los que participaron en la redacción del Estatuto de Autonomía de Cantabria.

Nombre: Jesús Cabezón Alonso

Fecha de nacimiento:
9 de marzo de 1946.

Trayectoria:
Diplomado en Derecho.                 Funcionario de la Seguridad Social. Ingresó en el PSOE y en la UGT en 1976.
- Secretario General de la Agrupación Local del PSOE de
Santander (1977-1979) y Secretario de Formación de la Ejecutiva Regional de UGT
(1976-1978).
-
Participó en la redacción del Estatuto de Autonomía de Cantabria.
- Concejal en el Ayuntamiento de Santander (1979-1983).
- Diputado Regional en la Asamblea de Cantabria
(1983-1987).
- Senador (1982- 1987).
- Miembro del Parlamento Europeo desde enero de 1986 hasta junio de 1999.
- Presidente de Caja Cantabria de 2005 y 2007.

 

Pregunta.- Un libro.
Respuesta.- Una novela, 'El jinete polaco' de Antonio Muñoz Molina.

P.- Tipo de literatura que más le gusta.
R.- Fundamentalmente dos tipos de literatura: novela y poesía.

P.- ¿Qué opina de la literatura política?
R.- Hay políticos que escriben libros de novela o poesía y algunos que escriben libros de política. El político es una persona, es un ser humano que tiene aciertos y errores y entre sus actividades puede ponerse a escribir.

P.- En cuanto a música, ¿qué tipo de música le gusta?
R.- Me gusta escuchar con tranquilidad música clásica, la música del Caribe, la europea... me gusta mucho Serrat. Estuve en el concierto de Bruce Springsteen y lo pasé muy bien.

P.- ¿Cuál es el último CD que se ha comprado?
R.- Pues el ultimo que me han regalado ha sido una grabación de Bebo Valdés.

P.- ¿Le gusta el cine?
R.- Suelo ir al cine a menudo y veo cine en televisión. Me gustan las películas de acción, que sean entretenidas, que tengan una historia, que tenga argumento pero no trascendente, que te cuente una historia. No quiero películas de excesiva reflexión, para reflexionar hay otras formas mejores que sentarse delante de una pantalla.

P.- ¿Cuáles son su actor y actriz preferidos?
R.- Pues... ¿una actriz?. Me gustaba Catherine Deneuve, a vosotros ni os sonará siquiera. Un actor, Clint Eastwood o Robert Redford.

P.- ¿En qué emplea su escaso tiempo libre?
R.- Normalmente en no hacer nada, esa es mi manera de pasar mi tiempo libre. También puedo leer, escribir o sentarme a ver la televisión.

P.- ¿Cuánto ha tenido que estudiar para llegar a donde ha llegado?
R.- Yo he sido un estudiante muy normal. Me dediqué a mis estudios en el instituto, después hice Derecho en la Universidad de Valladolid y, por circunstancias de la vida, me ha tocado desempeñar unos cargos de representación pública. Aparte de tu bagaje y tus conocimientos hay otros valores como la experiencia y los estudios del día a día que te van situando para resolver los problemas que tienes que afrontar.

P.- Ha recorrido un largo camino hasta ahora. ¿Cómo ha sido?
R.- Siempre me he considerado funcionario, pero desde el año 79 he ocupado diferentes puestos y he disfrutado en cada uno de ellos. Ha habido momentos en los que he pensado que había terminado. En el año 1999 cuando vine del Parlamento Europeo yo creí que había terminado mi experiencia pública, pero te llaman para que ocupes otra responsabilidad, en este caso es la responsabilidad de una caja de ahorros, una entidad financiera. Y cuando crees que hasta ahí, que vas a terminar, a alguien se le ocurre que puedes ser candidato a la alcaldía de Santander y como, entre otras cosas, soy una persona muy disciplinada y no sé decir que no, pues acepté el riesgo y lo acepto con ganas de ser alcalde de mi ciudad, que es una aspiración personal que he tenido siempre, porque creo que de los cargos que uno puede desempeñar en la vida pública el ser alcalde de tu ciudad es una culminación de muchas cosas, trabajar para tus vecinos, para la gente que ves todos los días.

P.- Tiene dos hijos ¿a ellos también les gusta la política? ¿le apoyan?
R.- Me apoyan porque soy su padre, pero también se cabrean. Les gustaría no verse involucrados en estos líos que se mete su padre pero es cierto que desde pequeños han visto a su padre metido en estos menesteres y lo tienen que aceptar cuando me comprometo. No afecta a la relación que tengo con ellos ni con mi mujer. Nos hemos llevado siempre bien, con las tensiones que hay siempre entre padres e hijos , pero yo me siento muy orgulloso de mis hijos y creo que mis hijos están satisfechos de lo hecho por su padre.

Los alumnos del IES Las Llamas con Jesús Cabezón.

P.- ¿Cuáles son sus aspiraciones si llega a ser alcalde de Santander?
R.- A veces todo se resume diciendo que tendría que ser una ciudad habitable, que no sea una ciudad agresiva. Para que sea una ciudad fundamentalmente pensada y hecha para los que viven en ella, la ciudad son las calles, son los coches, los semáforos, son los colegios. Fundamentalmente la ciudad son los ciudadanos y para ellos tienes que pensar la ciudad. A mí me gustaría recuperar el centro para que la gente pueda regresar a él, pero no es una declaración. Porque si a vosotros un día os gustaría vivir en el centro pues, hoy por hoy, no lo podríais hacer, por los precios, porque tienes que tener un coche para ir a trabajar ¿y dónde dejas el coche?. Ese tipo de servicios son los que hay que facilitar para que la gente pueda vivir en el centro, pueda regresar al centro, porque hay gente que quiere regresar.
Yo creo que los de mi generación, cuando muchos pensaron lo bueno de vivir en las afueras, se compraron un adosado o una casa y cuando se encontraron con que sus hijos de 15 o 16 años querían salir, lo querían hacer más allá de su jardín, esto originó muchos problemas entre padres e hijos, porque hay otro tipo de servicios que se necesitan y no están en las afueras. Creo que hay una cierta tendencia a regresar más al centro por ocio, pero tienes que hacer que el centro de la ciudad sea habitable para ese tipo de vida. A mí me asusta de la ciudad de Santander que hay muchos más pisos (a veces ocupados por oficinas, despachos, clínicas, etc.) que vecinos viviendo allí y eso hay que regularlo para que pueda vivir la gente en el centro, para crear ciudad.

P.- Los jóvenes no tenemos sitios para salir. ¿Cuál ha podido ser la causa de que ya no haya sitios?
R.- No hay que dirigir a los jóvenes, porque cada uno tiene sus propias demandas y la Administración y poderes públicos tendrán que intentar gestionar y dar facilidades para ese tipo de demandas. Suele ser bastante normal, yo también tuve dificultades a mis años para ver qué hacia o a dónde iba, y eso que podía tener los cines más cerca, y es muy agradable una tarde de cine, pero si querías reunirte con un grupo de amigos, a veces había dificultades. Pues todo eso son las cosas que hay que tratar de resolver sin ninguna vara mágica, sin ninguna solución definitiva, pero sí buscar algunos atractivos, porque hay jóvenes que les gusta la música, ofrecer algunos conciertos, facilitar algún espacio donde poder reunirse y que los centros de hostelería piensen que los jóvenes aparte de que les guste beber también quieren sentarse y dedicarse a charlar.

P.- Voy a entrar con más profundidad en temas políticos, en datos más concretos sobre todo con su programa. Usted propone un cambio tranquilo para Santander, ¿En qué basa esta propuesta?
R.- Hasta ahora ha habido en el ayuntamiento alcaldes de UCD y después del Partido Popular, yo aspiro a la alcaldía de Santander y soy miembro del Partido Socialista. La idea que a mí me gustaría transmitir con esa frase de "cambio tranquilo" es que con un alcalde socialista las cosas no cambian radicalmente pero lógicamente yo aspiro a hacer las cosas de otra forma, intentar hacerlo mejor, no descalificando lo que hizo la derecha, unas cosas mejor otras peor, pero yo quiero introducir algunos cambios y hacerlo de forma tranquila, con la complicidad de los que van a disfrutar o a sufrir ese tipo de acciones.

P.- El actual equipo de gobierno del Ayuntamiento de Santander lleva meses proponiendo y desarrollando un estatuto de capitalidad, ¿qué opina sobre esta medida?
R.- El estatuto de capitalidad es el reconocimiento de que Santander es la capital de la región y ser capital de la región supone que en Santander residen una serie de servicios que no están en otros lugares. Fundamentalmente en Santander están los servicios judiciales, servicios vinculados a la seguridad ciudadana, a la sanidad pública, y todo eso tiene que residir necesariamente en la capital como las sedes del Gobierno regional. Todo esto supone que Santander tendrá que prestar algunos servicios más y eso se puede evaluar más o menos. La petición que hace el Ayuntamiento es el reconocimiento de la capitalidad de la región que supone que el Gobierno regional tendría que dar una prestación económica para financiar una parte de esos servicios que están sólo en Santander. Otros ejemplos son la prisión provincial, el cuartel de la Guardia Civil y esos servicios que lógicamente también generan riqueza para la ciudad porque hay gente en Santander que depende de ellos. Por eso parece que si Santander tiene que "soportar" algunas cargas, si el Ayuntamiento tiene que poner más aparcamientos, el Gobierno regional me lo tendrá que financiar. ¿Cómo se define?, ¿qué cantidad supone?, eso habrá que dialogarlo.
Yo he leído las propuestas de unos y otros respecto a la capitalidad y tampoco hay grandes diferencias, algunas diferencias se dan en la forma en que se plantea pero los contenidos son similares, quizás lo más complicado es la época elegida para plantearlo, ya que son vísperas de elecciones y eso ha complicado que se pueda aprobar de forma más tranquila un estatuto de capitalidad.

P.- Cambiando un poco de tema, qué nos podría decir del famoso pacto político entre PSOE y PRC que lleva realizándose esta legislatura y que algunos dicen que continuará esta próxima, pero que su bisagra puede ser el Ayuntamiento de Santander, independientemente de qué partido sea el ganador.
R.- Yo que vivo en Santander he seguido la historia desde el Gobierno regional y gobiernos municipales, normalmente la coalición ha funcionado más entre PP y PRC, cada uno puede hacer las valoraciones de esto que quiera. A raíz de las últimas elecciones se produce un cambio y la coalición es PSOE y PRC. ¿Qué puede ocurrir en las próximas elecciones de mayo?. Pues sólo podemos esperar a los resultados y si lógicamente alguien tiene mayoría absoluta no se necesitará ningún acuerdo, pero si ninguno de los tres lo consigue pues habrá que negociar y se producirán equilibrios y desequilibrios. Yo no me planteo esta hipótesis, yo aspiro a poder ser alcalde de Santander con unos apoyos en las urnas suficientes. Si esto no fuera así habría que negociar y lo trataría de hacer defendiendo la alcaldía del PSOE, así de sencillo y claro.

P.- Santander pierde cada año más jóvenes, ya sea por la vivienda, empleo, ocio, etc. ¿Pretende su equipo, si gana la alcaldía, realizar medidas para la adquisición o alquiler de viviendas dignas para los jóvenes?
R.- Yo no sé cuantificarlo porque no tengo las cifras, pero es verdad que el joven que acaba su formación y vive en Santander puede tener dificultades para desarrollar la profesión vinculada a sus estudios, eso es una experiencia que todos los que tenemos relación con jóvenes de una manera u otra conocemos. Uno estudia Medicina o Formación Profesional y sin embargo su primer trabajo poco tiene que ver con eso. La verdad es que después de la experiencia te vas ajustando y finalmente lo consigues, pero hay una etapa en que no es fácil relacionar tu formación con tu primer trabajo. Los primeros trabajos suelen ser precarios, normalmente insuficientemente pagados y eso complica la vida para poder desarrollar un proyecto de vida, ya sea solo o en compañía, y eso te lleva lógicamente a buscar un espacio vital para una vivienda. Yo creo que habría que fijarse en el desarrollo urbano de Santander de los próximos años y el planteamiento que yo haré es que no menos del 35% de las viviendas que se construyan sean de protección, de algún tipo de protección, un 35% de la previsión de viviendas que puedan ser de protección pública, más baratas. Puede lógicamente que haya más posibilidades de acceder a ellas y a lo largo del tiempo quizás ralentice un poco los precios de la vivienda aquí. Pero también hay hoy muchos jóvenes, muchas familias monoparentales, mucha gente que quiere vivir sola y quizás en un tipo de vivienda de tamaño digno, que puede estar en torno a los 45 metros cuadrados, un joven puede vivir inicialmente, no como vivienda definitiva, y eso le puede permitir en algunos años otra de mayor tamaño que se ajuste más a sus necesidades familiares y personales. Pues este tipo de cosas son las que estamos revisando con el plan de urbanismo de Santander.
Referente al tema del alquiler, que no te he respondido aún, yo soy escéptico, pero dicho esto también conozco a empresas privadas que estarían dispuestas a poner en alquiler bloques de vivienda que ellos construyan (los promotores) si esa gestión ellos se comprometen a hacerla. Hay experiencia en esto fuera de Santander, son alquileres que se pueden pagar muy bien con un trabajo y las parejas o matrimonios que trabajan los dos lo pueden pagar satisfactoriamente e incluso existen más ayudas para el alquiler en los primeros años. Por lo tanto hay experiencias de que el alquiler funciona cuando está bien gestionado.

P.- Es decir, ¿puede tener solución el problema de la vivienda en Santander?
R.- Yo creo que sí la tiene, hay que hacerlo posible en Santander. Lo único que hay que correr un riesgo y algunos promotores estarían dispuestos a acometerlo. Si tú les das facilidades se pueden hacer ese tipo de viviendas, un empresario no va a ser una ONG, pero tú tienes que facilitarle las cosas para que a un promotor le compense construir también protegidas y eso se puede hacer. Otro tema es el debate que ha habido en el Cabildo de Arriba, una zona muy degradada de la zona de Santander que está a 150 metros del Ayuntamiento, ¿por qué no pensar que ahí puede haber un desarrollo urbanístico razonable?. Puede ser que en una combinación de intereses entre el Ayuntamiento y un promotor privado se pudiera conseguir y así ir configurando en esa zona un núcleo de ciudad. Si además pensamos que cerca hay edificios singulares con una sede del gobierno, una futura sede judicial donde se encuentra hoy en día la tabacalera, el parlamento de Cantabria todo ello en una zona muy degradada de la ciudad, estas posibles mejoras son operaciones que hay que acometer para hacer una ciudad para los ciudadanos.

Un momento de la entrevista con el candidato a la alcaldía de Santander.

P.- Creo que el actual alcalde de Santander hizo una propuesta como la que usted está definiendo sobre el Cabildo de Arriba. Esta propuesta pretendía vender los terrenos a una compañía inmobiliaria gallega para poder recuperar esas zona tan degradada. Esa misma idea la ha manifestado también su otro rival Vicente Mediavilla. ¿Qué diferencia la suya de estas dos?
R.- El cómo intervenir puede traer diferencias. Una diferencia puede ser la Administración que lo realice, la Administración desde un principio y otro puede hacer que se venda toda la parcela a un promotor privado. Otra opción puede ser, como yo quiero hacer, contar con un promotor privado pero yo como Administración tengo la responsabilidad de conocer esos resultados. Por ser usted ese promotor no me va a hacer dos torres de 16 plantas, yo le puedo facilitar realizar esa operación para que usted gane dinero, porque usted va a hacer una inversión, pero usted me va a permitir que yo como Administración sea vigilante de cuál va a ser el resultado. Si hace allí unas torres de un valor de 75 millones de pesetas por piso, vale, pero yo le voy a exigir que al lado haga otro tipo de viviendas de igual o mejor calidad pero para otro tipo de personas que no tienen 75 millones de pesetas para pagar un piso y ¡claro! usted se tiene que comprometer a realizar unos pisos que cuesten en torno a 22 millones de pesetas y a lo mejor ese tipo de viviendas las podrán comprar otro tipo de personas. Yo no quiero crear una zona de la ciudad donde vivan los que pueden pagar el piso de 75 y otra zona para los que pueden pagar sólo 22 millones. Yo quiero que estén juntos, mezclados. No quiero que haya papeleras distintas en la Bajada del Caleruco y en el Paseo de Pereda por decirte dos zonas distantes, yo quiero que haya un mismo tipo de papeleras. Quiero que todo el mundo cuando pasee por la ciudad vea las papeleras iguales. Por ejemplo, cuando alguien pasea por el Paseo de Pereda puede decir que esa papelera la ha visto en París mientras que las que hay en la Calle Alta son de plástico y encima caídas, eso también son elementos de calidad de vida. Es el concepto que yo decía de ciudad habitable, una ciudad que no te agreda con el mal gusto de las viviendas, que no te agreda el ruido excesivo de los coches, que no te agreda el personal dando voces cuando no hay que darlas. La gente tiene que dar voces cuando va al fútbol o a los toros, porque es el sitio adecuado, pero no los debería dar en una plaza pública porque ahí no es lugar.

P.- Hablando del tema de los ruidos. Actualmente el ocio en Santander se ve desde dos prismas diferentes: el de las asociaciones de vecinos que exigen menos ruidos, no molestias, tranquilidad, y el de los jóvenes propuestos por alguna asociación juvenil que pretenden una mejora y conservación de lo que definen como "escaso ocio que nos han dejado". ¿Cuál es su punto de vista sobre este asunto?
R.- Ahí hay una contradicción que yo no sé si alguna vez se va a superar. Uno puede ser joven o mayor y si vives en un sitio donde todos los viernes y sábados hay un ruido infernal seas mayor, mediano o joven un día llega a molestarte y yo comprendo a todos los que están en la plaza. ¿Sería posible llegar a un acuerdo?. Sé que es muy difícil pero hay que tomar conciencia de que vamos a disfrutar de la calle. Yo soy muy partidario de disfrutar de la calle pero tampoco tenemos que molestar a los vecinos si las cosas se hacen con cierta normalidad, porque es verdad que si no al final terminamos expulsando a la gente de la ciudad o al final la gente se va a hacer botellón a lugares donde ni si quiera hay bares como al camello o fuera de la ciudad. Fomentemos el uso, el disfrutar de la calle en unas condiciones que no generen contradicciones y que el representante de la asociación de vecinos proteste pero no se ponga cargante, que no sea lo único que dice durante los 365 días del año. Dedíquese también a reivindicar otras cosas, no sólo a meterse con los jóvenes que se toman una copa en la calle. Los jóvenes también tendrán que entender que no se debe gritar tanto, con este tipo de equilibrios que no sé si bien el fondo es educación o comportamiento, algo que en mi época llamábamos urbanidad, al final son sistemas de civismo y convivencia en una ciudad urbana y conflictiva. Porque toda ciudad tiene conflicto y son esos conflictos entre los que viven más arriba o más abajo, los que tienen una calle mal asfaltada o no, están más cerca de un hospital o no, el ocio. Esos son los conflictos normales en toda ciudad.

P.- Muchas ciudades han hecho el invento, sobre todo en el sur, de crear zonas dedicadas únicamente al botellón para así realizarlo solamente en un lugar. ¿Qué opina sobre esta fórmula?
R.- Esa fórmula no me gusta. No me gusta cercar una zona y decir "éste es un espacio para que os maméis". No pasa nada porque dejéis botellas y vasos allí, porque después pasará el camión de la basura y lo limpiará. A mí no me parece que ése sea el sistemas adecuado, más correcto, y si esa fuera la decisión de los jóvenes, como la única alternativa a su tiempo libre, yo sería capaz de discutir con ellos. Os voy a proponer un caso, vosotros conocéis la zona de San Martín, es un espacio abierto al mar, no hay casi vecinos; hoy es un espacio que no se utiliza para nada, sólo lo utilizamos cuando vamos a la playa o cuando hace bueno para dar un paseo. ¿En un desarrollo urbano de esa zona no podríamos pensar que estaría bien poder sentarse a tomar un café o tomarse una copa por la noche como existe en otras zonas de España?. Un buen lugar sería la escuela de vela, si das un paseo por detrás hay un par de edificios vacíos que no se utilizan. Es un espacio abierto al mar donde más de cuatro agradeceríamos un sitio donde poder estar, y si alguno se mama y se cae al mar pues habría que poner unas cuerdas o algo así. Estas ideas no serán posiblemente una solución, pero pueden ser pequeñas acciones que se pueden poner en marcha para habilitar lugares abiertos al mar, ya que en Santander siempre presumimos de ello aunque muchas veces vivimos de espaldas al mar a pesar de tener una de las bahías mas bonitas del mundo.

P.- No quiero ser descortés ni nada por el estilo, pero suelo leer el periódico cada día y las propuestas que usted ha comentado me suenan de haberse pretendido realizar hace cuatro años cuando en las anteriores elecciones el PP las propuso, pero cuando la gente las leyó dijo que no quería tocar San Martín que era el único enclave que aun estaba virgen en Santander. ¿Qué opina de esto?
R.- Lo que seguramente no defenderé en San Martín es la construcción de un puerto deportivo, aunque soy consciente de que en Santander hay déficit de espacio para embarcaciones deportivas, pero creo que la solución puede ir por otro cauce. Tampoco defenderé construir viviendas, hay una parte al principio privada y lógicamente tendrá su derecho a construir, aunque eso se podría discutir, pero con el resto yo no voy a hacer allí torres de apartamentos. Además, hoy está el Museo Marítimo y la Escuela profesional de Náutica, no entiendo por qué no desarrollar más el Museo Marítimo o por qué no crear más museos en espacios como la Cruz Roja o pequeños espacios donde gente hace barcos. Además, toda la ladera que está hacia Reina Victoria habría que ponerla en valor quitando las zarzas y así, aunque sea para poder pasar de una parte a otra. Quiero convertir esos lugares en elementos culturales en la vida de la ciudad.
En las campañas electorales se dicen muchas cosas, todos podemos decir cosas parecidas. La cuestión es que alguien que lo diga lo pueda hacer creíble y que cuando se esté en el Ayuntamiento se realice, pero hay cosas que se dicen y luego no se hacen y ahí quedan. Pero dicho esto, desde un ámbito de responsabilidad no entiendo cómo se puede tardar más tiempo del necesario en hacer un proyecto de museo en la ciudad. Esta ciudad que presume de todo no lo tiene, aparte del Museo de Bellas Artes que está constreñido, es un museo sin espacio, por no hablar del Museo de Prehistoria que está en un bajo de un edificio pero casi todo está almacenado, mientras que el Museo Marítimo no se potencia.
En Bilbao, que es una ciudad con un desarrollo urbano muy intenso en los últimos 15 años, es verdad que hubo un proceso de recuperación cuando se cerraron los astilleros. Bilbao hace un gran esfuerzo y el incentivo inicial fue el Guggenheim, que fue lo que impulsó a nuevos empresarios para construir nuevos hoteles cerca del museo y así potenciar su mejora urbanística en una zona muy depreciada como los antiguos astilleros. Santander también tiene la posibilidad de realizar estos cambios, crear nuevas zonas urbanísticas, pero todo con ganas.
Hace un tiempo leí el futuro proyecto de La Remonta, donde se van a realizar viviendas sociales circundadas por un gran parque, que va a estar con las viviendas. Yo escribí para dar mi opinión en el diario y plantear la posibilidad de crear algún edificio singular para así crear un área singular, no otro barrio como el 1º de Mayo. Yo no entiendo por qué al ser viviendas sociales tienen que tener las ventanas mas pequeñas, lo que pasa es que por ser viviendas de protección no tienen derecho a ver la calle. Ese tipo de desarrollos urbanos son los que hoy no se pueden hacer, hoy hay otros medios de actuación urbanísticos, ya no se puede hacer edificios como el del final de la calle Castilla, eso ya no es una solución para nada, sólo para que vivan no sé cuantos pero sin servicios. Hoy la ciudad permite otro tipo de acciones de viviendas. Yo no creo que todos los promotores de viviendas sean depredadores. Hay que reunirse y plantear las cosas para llegar a un acuerdo, que no todo sea conseguir mayor beneficio y sí realizar obras que sean dignas de la ciudad.

P.- Hemos repasado un poco su biografía y hemos visto que tuvo una época de escritor de poesía y prolífero columnista. ¿Esta afición hacia las letras se podría ver reflejada en su proyecto para Santander con una mejora en las bibliotecas y espacios educativos?
R.- Seguramente se podría ver reflejado en un proyecto cultural para la ciudad más ambicioso. Es verdad que me ha gustado escribir en la prensa y he escrito de joven poesía pero he publicado cinco libros más adelante, pero como uno se ha dedicado a otras cosas pues parece que ha sido un hobby. Seguí escribiendo poesía aunque es difícil conseguir publicarla por mi escaso tiempo, todo se andará.
Mi afición y preocupación por temas culturales, que siempre he tenido, seguramente podrían influir en un desarrollo cultural más ambicioso para la ciudad, creando más bibliotecas, terminando la biblioteca regional de una vez (que está aún parada), descongestionando la actual biblioteca municipal y creando más centros para estudio y bibliotecas, aumentando las actuaciones en vivo como el teatro, potenciando la política de museos... Creo que hay materiales que potenciar.

P.- Qué les podría decir a nuestro jóvenes lectores con edad de voto, que esperamos que sean muchos para que confíen en la política, que últimamente se ve un poco maltrecha con escándalos de corrupción. Frente a la desidia de los jóvenes por algunas mentiras de los políticos, ¿que les diría para que esta vez no se abstuvieran de votar?
R.- Pues realmente se les puede decir... Si se lo dice un político seguramente van a dudar. Yo les aseguro que la política es un ejercicio noble, que no todos los políticos son gente corrupta, son gente normal que tiene buenas intenciones, que a veces acierta. La política es un medio para defender los intereses generales y colectivos pero fundamentalmente yo les diría a los jóvenes que valoren sus derechos. El derecho a votar es un derecho que hay que ejercer porque te va a permitir después ser mucho más crítico con tu elección o su rival, pero si no ejerces tu derecho a elegir yo le diría al joven que le voy a negar el derecho a criticar ya que ni siquiera ha elegido un proyecto. La anterior generación no pudo disfrutar de este derecho hasta muy entrados los años, pero todos lo recibimos con muchas ganas. Ahora esto ha cambiado pero sigue siendo un medio para conseguir realizar los cambios que algunos quieren.

P.- Para terminar esta entrevista, ¿qué opina sobre la utilización de los centros educativos para suplir deficiencias tanto de ocio como de espacio para los más jóvenes?
R.- El espacio de los patios de los centros públicos es un espacio que no está utilizado. Habría que ponerse de acuerdo en quién tiene la responsabilidad, quién se encarga y quién vigila estas zonas. Estos son problemas que no son de fácil solución. En determinadas zonas de la ciudad sin espacios para jugar no pasaría nada si se abren estos lugares.

 

Más información:
http://www.eldiariomontanes.es/20060927/cantabria/jesus-cabezon-candidato-psoe_200609271132.html


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