Un trabajo
de tecnología puede ser mucho más que
eso. Aprender sobre mecanización y robots nos
sirvió para profundizar en el uso y avances
de la tecnología y de las consecuencias de
un mal uso. Y
fue el origen de este relato, basado en el libro 'Yo
robot' de Isaac Asimov.
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Una nueva era
de robots autosuficientes. |
1º CAPITULO
1º Un robot no puede hacer daño a un
ser humano o, por inacción, permitir que un
ser humano sufra daño.
2º Un robot debe obedecer las órdenes
dadas por los seres humanos, excepto si estas órdenes
entrasen en conflicto con la Primera Ley.
3º Un robot debe proteger su propia existencia
en la medida en que esta protección no entre
en conflicto con la Primera o la Segunda Ley.
Año 2032, laboratorio de investigación.
- Ya casi está Albert, el robot perfecto,
lo tiene todo: inteligencia, fuerza, exoesqueleto
perfecto, rapidez...
- Pero, señor, no tiene las tres leyes.
- Es perfecto, no necesita las tres leyes.
- Pero podría hacer daño a algún
ser humano.
- Este robot tiene una inteligencia muy avanzada,
no le hará daño a los humanos.
- ¿Está seguro señor?.
- Sí. Bueno, lo único que nos falta
es un nombre, T-14.
De repente el T-14 se levanta.
El robot mira a su alrededor, examinando todo lo
que le rodea, extrañado por el lugar. El T-14
pregunta:
- ¿Dónde me encuentro?
- En un laboratorio de investigación del gobierno,
ubicado a las afueras de Santander- contestó
el señor Powell.
El T-14 preguntó:
- ¿Eres tú mi creador?
A lo que el profesor Powell contesta rápidamente
que sí.
Pasaron las horas y los dos científicos observaron
que el T-14 poseía una inteligencia privilegiada,
y lo más preocupante, poseía voluntad
propia.
El señor Powell no podía creer lo que
estaba viendo: había creado un robot que no
utilizaba las tres leyes, no tenía el pleno
convencimiento de poder alcanzar este objetivo.
- Pero entonces, la catástrofe...
- ¡Señooooor, el T-14 está perdiendo
el control!
- ¡No puede ser!
El T-14 mira a los dos científicos y dice:
- Estúpidos humanos.
Después de estas palabras, el T-14 les agarra
del cuello a los dos y diciendo:
- ¡Habéis cometido un error al haberme
creado! y les rompe el cuello a los dos.
- La raza humana se cree superior, y nos crea para
hacerles el trabajo sucio, pero han creado un ser
mucho más inteligente y superior y ahora eso
se va a acabar.
El T-14 se dirige a la sala de almacenamiento de
los robots donde, usando el ordenador central, vuelve
a programarlos, eliminando en su nueva configuración
las tres leyes.
Dándose media vuelta y sonriendo dice:
- ¡Hermanos robots, una nueva era va a comenzar!
Al día siguiente, por la mañana...
Comisaría de policía (Santander).
Dentro de la comisaría se había formado
un caos debido al aviso de que dos científicos
habían aparecido muertos. Probablemente habían
sido asesinados, pero eso no era lo peor. Los robots,
que durante años se habían estado fabricando
y perfeccionando en el laboratorio, habían
desaparecido; además no hay ningún sospechoso.
Se abre la puerta de la comisaría y entran
dos policías, que da la casualidad de que son
hermanos: el mayor Javi y el menor Víctor,
que se dirigen al despacho del capitán.
- Hola capitán, ¿qué tenemos?.
- Hola chicos, tenemos a un científico y a
su ayudante muertos; el científico se llamaba
Jason Powell y su ayudante Albert Smith. Según
el informe del forense los dos murieron por rotura
de cuello.
- ¿Y las cámaras de seguridad?- pregunta
Javi.
- He mandado traer las grabaciones de seguridad,
dentro de un rato las podremos analizar.
- ¿Habéis investigado la escena del
crimen?- pregunta Víctor.
- Han peinado toda la escena del crimen, pero no
hay huellas.
- Iros al laboratorio y preguntad si han visto algo
raro.
- ¡Vale!- exclaman los dos.
Una vez nuestros dos policías se encuentran
en el laboratorio, comienza la investigación.
Preguntan al jefe de seguridad del edificio.
- Perdone que le molestemos, somos agentes de policía.-
dice Javi -Queríamos preguntarle sobre lo ocurrido
ayer. ¿Vio algo sospechoso, escuchó
algo...?
- No, no escuché nada fuera de lo normal,
todo estaba tranquilo.
- ¿Está seguro?- dice Víctor.
- Si, estoy seguro. Los responsables de la sala de
control no vieron nada fuera de lo común por
las cámaras, y yo no noté nada extraño,
salvo que el señor Powell estaba nervioso,
por algo de un robot perfecto o algo así. La
verdad es que ambos estaban impacientes.
- ¿Ambos?, preguntó víctor.
- Sí, el señor Powell y su ayudante...
ehhhh, el señor Smith. Esa noche se quedaron
los dos solos en el laboratorio hasta... bueno ya
saben.
- ¡Oh! bien, de acuerdo- dijo Javi - Eso es
todo. Seguiremos preguntando al personal del edificio,
si no le importa.
- No, no, en absoluto, mis hombres les ayudarán
en todo lo que necesiten.
- Gracias, será de gran ayuda, ¡que
pase un buen día!, ¡adiós!.
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"Estaba
nervioso por algo de un robot perfecto..." |
Y después de estar toda la mañana preguntando
a la gente sobre lo ocurrido la noche anterior, vuelven
a comisaría, donde el capitán les cita
en la sala de videos, para la posterior investigación
de las grabaciones.
- Bueno chicos, nos han llegado las grabaciones de
las cámaras de seguridad del edificio. Por
favor cierren la puerta y las persianas.
- Muy bien, vamos a resolver el enigma- diciendo
esto, hizo una señal a uno de sus subordinados,
que activó el video.
Entonces Javi exclama- Ese debe ser el robot del
que nos habló el jefe de seguridad del edificio,
pero yo no veo nada extraño; están haciéndole
pruebas...
Mientras Javi decía esto, la grabación
se corta súbitamente, saltando la grabación,
según el reloj de las cámaras, una hora
después.
Víctor exclama- ¿qué ocurre?.
El capitán dice- ¡pare la grabación!-
se levanta y se dirige hacia la pantalla y señalando
la parte inferior de ésta- ¿Veis esta
sombra?.
Javi contesta- Hay una tercera persona, ¡ahí
está nuestro asesino!.
V.- Si, pero ¿quién puede ser?- dijo
Víctor- El señor Powell y el señor
Smith no tenían enemigos.
J.- Podríamos barajar la hipótesis
del espionaje industrial; podrían haber descubierto
algo importante y alguna multinacional puede haber
robado el descubrimiento y habérselos quitado
de en medio para que nadie lo reclame.
Capitán- Sí, la verdad es que es una
vía que no podemos pasar por alto; y por lo
de los enemigos Víctor, todo el mundo tiene
alguno. Bien chicos, quiero que dediquéis todo
vuestro tiempo a este caso, dejad todo lo que estéis
haciendo y poneros al cien por cien con esto. Me están
presionando desde arriba, alguien del gobierno debe
haber hablado con mis superiores. Por cierto, llevadlo
con la máxima discreción, no quieren
que nada de esto salga a la luz, no sé que
estarían haciendo en ese laboratorio. Tened
cuidado y mantenerme informado.
V. y J.- De acuerdo, no se preocupe.
Los dos policías se dirigen a sus mesas de
trabajo para intentar indagar en el caso.
J.- Muy gordo tenía que ser lo que esos dos
científicos estaban investigando.
V.- Sí, la verdad es que debemos andarnos
con cuidado, pero hay una cosa que no entiendo, ¿cómo
entró el asesino? ¿cómo llegó
al laboratorio?. El jefe de seguridad nos dijo que
estaban los dos solos, y por lo que nos han contado
el resto de trabajadores siempre se encerraban en
el laboratorio.
J.- Sí, la verdad es que es bastante extraño.
V.- A no ser... que el asesino estuviera ya dentro.
J.– ¿Cómo? ¿no estarás
pensando en un robot?
V.- Sí, piénsalo, cuando los dos se
quedaban en el laboratorio por las noches se encerraban,
no podía pasar nadie, a no ser que ya estuviera
dentro, y lo único que allí había
aparte de ellos era el robot en el que estaban trabajando.
J.- Pero no lo entiendo, es imposible que un robot
les hiciera daño, ¿y las tres leyes?
Las tres leyes dicen que un robot no puede hacer daño
a un ser humano o, por inacción, permitir que
un ser humano sufra daño; la segunda dice que
un robot debe obedecer las órdenes dadas por
los seres humanos, excepto si estas órdenes
entrasen en conflicto con la Primera Ley y por último,
un robot debe proteger su propia existencia en la
medida en que esta protección no entre en conflicto
con la Primera o la Segunda Ley.
V.- ¿Y si al implantarle las tres leyes hubiera
habido un fallo? Podría haber ocurrido algo
durante el proceso y que el robot se descontrolara
más adelante.
J.- Si puede ser, pero ¿dónde encontrar
a un robot asesino? ¡Esto es de locos!.
V.- Bueno mira, ¿no dices que necesitas nuevos
retos? Pues aquí tienes uno.
J.- Sí, pero buscar un robot asesino no entraba
entre mis retos.
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Portada del
libro de Isaac Asimov. |
Nuestros dos policías se disponen a buscar
al robot, pero en otro lugar estaba ocurriendo algo
más importante, que podría cambiar sin
duda, la existencia de la raza humana.
CONTINUARÁ
EN EL PRÓXIMO NÚMERO DE INTERAULAS
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