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Nº 58
OPINION / TRIBUNA LIBRE

¿Qué pinta aquí Mahoma?

Por Estefanía Gutiérrez. Alumna de 1º de Bachillerato del Colegio La Paz.

Durante todo el mes de febrero se ha cuestionado hasta dónde puede y/o debe llegar la libertad de expresión de la que gozan nuestros medios de comunicación, y esto desde la publicación de unas viñetas por un periódico danés representando al profeta Mahoma de una forma un tanto cómica para nosotros, pero impropio e incluso prohibido según algunas interpretaciones del Islam. La ofensa que supone dichas viñetas ha desatado la ira de los musulmanes con una escalada de tensión y una ola de protestas sin precedentes.

Los musulmanes protestan contra los dibujos publicados.

Las polémicas caricaturas con el rostro del profeta Mahoma, realizadas por un ilustrador danés y poco después expuestas en el diario matutino Jyllands-Posten, fueron publicadas el pasado 30 de septiembre del 2005, con motivo de un debate sobre la libertad de expresión. La redacción del diario era consciente de que estos dibujos provocarían la reacción de algunos grupos, como por ejemplo la viñeta que representa Mahoma con una bomba a modo de turbante y que desde el punto de vista del editor no era más que una representación del propio abuso de los fundamentalistas de la imagen de Mahoma. Pero también hay que señalar que en Dinamarca es común la interpretación de autoridades políticas y religiosas por parte de los ilustradores, a menudo de forma satírica a pesar de las posibles reacciones.

Y así es. Estas viñetas han provocado en el mundo musulmán una virulenta reacción y una grave crisis entre el Islam y Occidente.
Esta respuesta del mundo musulmán, que considera un sacrilegio de la imagen del sagrado profeta en los medios y que les culpan de usar la libertad de expresión como pretexto para difamar su religión, está siendo más violenta de lo esperado, con llamamientos al boicot comercial de productos daneses y protestas masivas donde se han quemado banderas europeas y, donde se ha amenazado los intereses europeos. La más grave la han formulado los milicianos palestinos de los Comités de Resistencia Popular y las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, que amenazaron en atacar en menos de dos días objetivos de Francia, Dinamarca y Noruega, los países donde se han publicado estas viñetas. Las protestas se han repetido a lo largo del mes de enero y febrero en todo el mundo musulmán: Libia, Siria, Egipto, Marruecos... que consideran "ultrajantes" las caricaturas y una ofensa hacia el sentimiento musulmán.

Las mujeres también han participado en las manifestaciones.

A pesar de estos acontecimientos, en los medios de comunicación se desató una corriente de solidaridad; una multitud de medios de comunicación europeos han continuado expresando su solidaridad con el diario danés Jyllands-Posten.
El francés Le Monde aseguró que en una democracia el derecho a analizar, criticar, e incluso ridiculizar las ideologías políticas es igualmente extensible a las creencias religiosas; la BBC británica dio un paso adelante y anunció la difusión de dichas imágenes tan polémicas de "forma responsable" y "en contexto", con el único objetivo de que los telespectadores "puedan entender por qué su publicación ha provocado emociones tan intensas" y de esta misma forma fueron difundidas por parte de otra cadena británica.
En un primer tiempo el editor del diario danés aseguraba que no iba a pronunciar una disculpa al mundo musulmán por la publicación de las doce caricaturas del profeta basándose en que sería "defraudar a las muchas generaciones anteriores que lucharon por la libertad de expresión". Pero esto cambió a inicios del mes de febrero; el editor de dicho periódico se decidió a ofrecer una pequeña contribución e hizo pública una disculpa por haber herido los sentimientos de los musulmanes de todo el mundo, pero siguió diciendo que "lo primero es que mantenemos nuestra libertad de expresión. Nunca nos disculparemos por eso. Por lo tanto, no podemos disculparnos por publicar las caricaturas. Por otro lado lamentamos haber ofendido a todos los musulmanes que se vieron ofendidos. La única novedad es que ahora hemos añadido una disculpa a la segunda parte". Estas fueron las palabras citadas por el editor Carsten Juste del diario Jyllands-Posten, quien probablemente tuvo que sopesar la inminente amenaza que corrían los ciudadanos daneses en Oriente Próximo y de una forma ayudar a solucionar un problema cada vez más violento.

Ante este conflicto de viñetas otros países ajenos a ello se pronunciaron, como es el caso de Estados Unidos, condenando las viñetas de Mahoma ya que son "ofensivas para los musulmanes" o también Gran Bretaña, declarando que la publicación de dichas imágenes es "realmente insultante" ; así pues, Bruselas ha apelado a la sensibilidad hacia el mundo islámico para evitar mayores altercados y reconducir la crisis en este complicado ejercicio de equilibrio entre el respeto a las identidades religiosas y la libertad de expresión; La ONU pide que la libertad de expresión no choque con el respeto a las religiones.

Con esta diversidad de opinión, el debate queda abierto: Libertad de expresión cueste lo que cueste o respeto a los dogmas religiosos, las tradiciones y los hábitos, aunque nuestras sociedades queden en un punto muerto.
No obstante, sea cual sea nuestra opinión al respecto, no podemos quedar ajenos a lo que encumbre todo esto, por una parte una clara postura en expresar lo que muchos sienten hacia la religión islámica y, por otra, el respaldo de esta publicación para realizar todo tipo de protestas en contra del mundo Occidental sirviéndose del nombre del profeta para colmar un vaso peligrosamente ya lleno.

 


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