Durante
los últimos meses ha surgido en Torrelavega
una agria polémica sobre el planteamiento que
tienen los jóvenes de cómo divertirse
los viernes y sábados noche. Toda esta polémica
surge de las noticias que han recogido los periódicos
locales durante los últimos meses en los que
destacan noticias no muy halagüeñas del
comportamiento juvenil que viene relacionado con las
drogas, el abuso del alcohol y la violencia y el abuso
sexual.
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Ambiente en
la zona de vinos durante el fin de semana. |
Tras todas estas informaciones decidimos ir al centro
de la acción, al meollo en cuestión,
la zona de vinos para descubrir si esta mala reputación
es correcta o infundada. Empezamos la jornada de investigación
a las 19,30 horas. Tras los primeros momentos en la
zona descubrimos el primer conflicto originado a la
salida de un bar donde los gritos e insultos nos indican
que no hay que acercarse. Tras evitar el primer conflicto
nos dirigimos a una zona más “segura”.
Pasa el tiempo y las horas y la zona se convierte
en un sitio cada vez más amigable donde disfrutar
de una buena copa rodeado de tus amigos. Mi compañero
y yo nos dirigimos a realizar una vuelta de reconocimiento
y descubrimos con sorpresa que la policía local
ha incrementado en número y tiempo sus servicios
y se dedica a mantener la paz en todo el ámbito.
También observamos con atención como
muchos de estos policías se internan en bares
para poner multas a la gente que incumple la ley del
menor respecto a la venta de alcohol.
Volvemos a nuestra “zona de acción”,
donde nuestros amigos se divierten sin ningún
hecho que altere esa diversión.... (lo bonito
del alcohol-diversión). Pero nosotros queremos
morbo, queremos ir donde están los conflictos
o por lo menos donde las “leyendas urbanas”
dicen que están. Tras dar una vuelta más
bien corta nos encontramos la primera “movida”,
que para los que no entiendan el lenguaje juvenil
viene a ser algo parecido a conflicto o pelea. Unos
chicos de las afueras de Santander, o eso decía
el público que observaba la pelea, y otros
de la periferia de Torrelavega se estaban enfrentando
por antiguos problemas y peleas o también por
el conocido ojo por ojo y diente por diente.
Como vemos que la pelea se iba tranquilizando debido
a la cercanía de la presencia policial nos
dirigimos al otro extremo de la zona para buscar nuevos
hechos que sirvan para destacar en este improvisado
calendario de un sábado noche. Son las 23,30
y ya empiezan a surgir los efectos del alcohol. Una
desmesurada exaltación de la amistad y también
el enfadarse por chorradas que a veces llegan
a mayores.
Llegamos a uno de los bares con más ambiente
de la zona y nos encontramos a unos cuantos amigos
que nos demuestran todo lo que nos quieren: abrazos,
gritos, todas esas cosas que hacen de la amistad una
excelente excusa para divertirse por la noche... queremos
atravesar el bar hasta al final para ver el panorama
y nos encontramos con numerosos empujones, codazos...
que si los dejas pasar por alto no pasan de ahí,
pero si te giras o te internas en una discusión
comienza el problema, que puede llegar hasta las manos.
Pero pese a todo esto, y gracias a que somos dos chicos
sensatos y estables, no nos percatamos de estos empujones
y llegamos hasta el final, donde un grupo de chicas
baila bajo el éxtasis que les proporciona los
incipientes ritmos latinos. En este momento descubrimos
lo verdaderamente maravillosa que es la noche y nos
quedamos con la boca abierta, para qué les
vamos a engañar. Pese a lo bien que nos lo
estabamos pasando nos damos cuenta del calor tan espantoso
que se empezaba a respirar. Salimos del bar y encontramos
que a estas horas la gente sale masivamente y la zona
se llena totalmente y además todos los bares
están hasta los topes.
Son aproximadamente las 12,30 y aunque queda mucha
noche por delante preferimos no relatársela
por miedo a que descubran nuestros más oscuros
secretos. Sólo decirles que no encontramos
ninguna “movida” más. Y después
de todo esto, y a modo de conclusión, decir
que problemas se pueden encontrar si vas a determinadas
zonas y a determinadas horas puedes encontrar todas
las peleas que quieras. Pero si tú lo evitas
y quieres puedes pasar una noche de diversión
alrededor de los vapores de la música y del
alcohol controlado, y damos fe de que así fue
y que pudimos disfrutar de una noche en plenitud de
diversión con ninguna gota de sangre.
Con esto quiero dejar claro que el problema no está
en los jóvenes en general, porque siempre es
malo generalizar, ya que cafres y locos los hay en
toda la villa del señor, y no por eso una cosa
es mejor o peor. Porque la violencia existe y existirá
siempre, por lo tanto no hay que echar balones fuera
en la juventud y mirarse más el ombligo de
donde quizás esté el origen de todos
estos problemas que la mayoría están
en la propia educación que dan los padres a
los hijos desde pequeños.
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