¿Cómo sería tu vida en la Edad Media? Los estudiantes del IES Santa Cruz lo han imaginado y lo han plasmado en un relato, donde muestran todo lo aprendido en clase.

Un campesino de la Edad Media.

Este es el relato de mi vida en esta época, la Edad Media. Soy un campesino de unos 32 años llamado Ricardo. Yo nací en una familia campesina, una familia pobre, sin recursos, y que tenía que trabajar mucho para poder sobrevivir.
Vivo en una aldea pequeña cercana a un gran feudo donde parte de mi familia y yo trabajamos. En mi casa viven mis padres, mis dos hermanos y una hermana pequeña. También vive con nosotros un hermano de mi padre y mi abuela materna.
Nuestra casa es muy humilde, poco a poco hemos ido construyéndola y acomodándola. Tenemos algo de ganado (un par de vacas, un cerdo y tres ovejas) y gallinas que nos proporcionan huevos.
En nuestra familia somos autosuficientes. Nosotros cultivamos las tierras que nos proporciona de su propiedad el noble para el que trabajamos. Cultivamos cereales y verduras. También las mujeres de la casa cosen y tejen para hacer nuestra ropa. Realizamos la matanza para poder comer durante algún tiempo.
Como ya he dicho los de la casa también trabajamos en el feudo. Un día en el feudo es trabajando como todos las demás, todos iguales. Nos levantamos pronto y arreglamos el ganado que tenemos para después ir al feudo a hacer nuestro trabajo, yo llego al feudo casi de madrugada y me encargo de alimentar a los animales que tiene el noble.
Cuando termino, realizo tareas de mantenimiento, unas veces tengo que acondicionar el tejado del castillo, otras reparar algún muro u otra zona que está deteriorada.
Al mediodía llega la hora de la comida. Como junto a otros campesinos que trabajan como yo en el feudo. La comida es escasa, pero es lo que hay. Después de comer seguimos realizando tareas, coger leña y picarla, limpiar los campos, volver a atender a los animales y si es época de cosechas hay que ir a recoger los frutos o a cultivarlos.
Se trabaja hasta el anochecer, cuando los campesinos libres como yo regresamos a la aldea con nuestras familias. Soy un privilegiado por la vida que llevo si me comparo con otros campesinos que no son libres como los esclavos. Ellos trabajan de sol a sol en el feudo a las órdenes del noble y todo a cambio de un plato de comida. Cuando termina la jornada no van a sus casas, sino que se quedan en el feudo a expensas del noble.
Cuando vuelvo a casa toca atender a los animales otra vez. Después mi madre y mi hermana sirven la mesa con cena. La cena no es muy abundante porque hay que guardar para otros días, no comérselo todo porque a veces hay épocas de malas y se estropean las cosechas o los animales no se alimentan y se mueren por alguna enfermedad. Después de cenar nos vamos a dormir todos juntos al pajar donde guardamos las cosechas de todo un año.
También compartimos el espacio con los animales, ya que nuestra casa es muy pequeña. A fin de mes tenemos que darle a nuestro noble parte del cultivo puede ser trigo como tomates o dinero y también a la iglesia. Así es mi vida en esta época.