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Nº 110
CULTURA / GALERÍA DE ARTE

El arte recupera a Positividad Raudales

Por Aixa Delgado Lobeto, alumna de 2ºESO del IES Marqués de Santillana de Torrelavega.

Aixa Delgado Lobeto, alumna de 2ºESO del IES Marqués de Santillana, recibió una de las distinciones del concurso Jóvenes Talentos, Premio de Relato Corto Coca-Cola, a nivel regional. Esta edición se ha sumado a la campaña 'Positividad' de Coca-Cola, por lo que los jóvenes escritores contaron con un estímulo narrativo consistente en la tarjeta de visita de Positividad Raudales, nombre y apellido del personaje que debe convertirse en el protagonista de su relato.

'Si puedes imaginarlo, puedes contarlo', lema del concurso.

Positividad Raudales era un hombre solitario. Vivía solo, consigo mismo. Era de edad mediana y estatura alta. De complexión delgada, más bien esquelética, con el pelo largo, enmarañado, de un color rubio y algo canoso. Sus ojos eran muy grandes, verdes, inexpresivos. No le gustaban los colores, iba siempre de negro y tampoco le gustaba su nombre, opinaba que no era serio.
Su casa estaba desordenada entera, con ropa por aquí, libros por allá y siempre olía a tabaco. El olor impregnaba la casa dándole aún un mayor aspecto de suciedad.

Un día un niño fue a su casa; decía que vendía lotería porque estaban recaudando dinero en su colegio para una buena causa. Como el hombre no era malo le invitó a pasar, pues necesitaba compañía y qué mejor que la de un niño. El niño parecía tener diez años. Estaba algo rellenito y tenía el pelo engominado en forma de pinchos. Sus ojos azules revelaban sorpresa, incluso temor. Estuvo preguntándole al señor que por qué vivía solo. Le preguntó que dónde estaban sus hijos y el hombre contestó que no tenía.

El niño se marchó, pero al día siguiente volvió y estuvo regresando todas las tardes durante dos meses. Al final se hicieron amigos. Positividad Raudales quería mucho a Martín, que así se llamaba el niño.
Un día el niño descubrió unas fotos de Positividad cuando era joven. La mayoría de ellas eran de un grupo de rock y Positividad era el guitarrista. Le preguntó acerca de ello y él le contó la historia. Resultó que Positividad formó parte de un grupo de rock muy famoso en los 80, 'Los payasos asesinos'. Tuvieron una serie de discusiones que acabaron separando al grupo.
Después decidió hacerse poeta y publicó un libro que nadie compró. Para darse una última oportunidad optó por la pintura y realizó una exposición a la que invitó a un crítico. El crítico fue directo y dijo que esas pinturas costaban menos que un chicle.

Positividad se dio por vencido y decidió alejarse del mundo cruel y malvado que tanto le había dañado. Entonces a Martín se le ocurrió una idea: ¿Por qué no volvería Positividad al mundo del arte? Pues podía ser músico, poeta y pintor a la vez. Positividad dijo que era una buena idea. Y decidió llamar a la compañía de Coca-Cola y hacerles una propuesta. Él diseñaría una canción compuesta por él mismo en la que la compañía promocionase su marca, pero transmitiendo lo importante que es llevar una vida sana. La compañía aceptó la propuesta y así se emitió su anuncio. Le pidieron a Positividad una tarjeta para poder contactar con él en cualquier momento. Él diseñó una tarjeta roja, con una franja blanca y ondulada, emulando el diseño de la Coca-Cola. en mayúscula blanca ponía POSITIVIDAD RAUDALES y abajo, entre paréntesis, artista. Por último añadió abajo del todo su correo (positividad@imaginando.com). Y así volvió Positividad al arte. De vez en cuando le llaman para trabajos y su manager, ¿sabéis quién es?... Pues sí, es Martín.

 

 

 


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