Aterrizamos un domingo
con sabor español en Italia y, después
de cinco fantásticos días, regresamos
a España con sabor italiano. Habíamos
pasado unos maravillosos días desarrollando
un proyecto nuevo llamado Earth AWE Comenius.
|
No nos resistimos
a fotografiarnos en todos los rincones. |
En esencia, el proyecto se podría
describir como una iniciación o aprendizaje
para mantener lleno de vida el maravilloso planeta
Tierra. Su desarrollo puede ser muy amplio y podría
recoger la creación de experiencias y diferentes
textos en los que aparezcan los cuatro elementos (fuego,
agua, tierra y aire). Estos cuatro elementos juntos
permiten que todo tenga lugar en este mundo; entre
muchas otras cosas las relaciones sociales. Estas
conexiones que profundizan más allá
de la comprensión química de nuestros
cuerpos han sido las propulsoras de un primer meeting
de este proyecto, que se ha llevado a cabo entre los
días 23 a 27 de octubre en las ciudades italianas
de Roma y Benevento.
Durante esta gran experiencia a nivel
personal y social hemos conocido a gente de distintos
lugares europeos: alemanes, suecos, sardos, italianos...
y lo más impresionante ha sido el inmediato
feeling que ha surgido entre nosotros. Durante estos
días hemos compartido de todo con todos, nos
hemos reído, divertido… y al final llorado.
Todo comenzó el domingo 27
de octubre, alrededor de las siete de la tarde. Tras
un largo viaje en avión desde Santander, un
autobús nos acercó hasta el centro de
Roma para hacer una visita nocturna a esta monumental
ciudad. Esa misma noche cenamos con el grupo, menos
la gente italiana que nos estaba esperando a la entrada
de Benevento. Reímos hasta no poder más,
la pizza exquisita y la compañía de
lo mejorcito. Hablamos de todo como si nos conociéramos
desde siempre. Fue una noche muy agradable. Al día
siguiente visitamos la parte de Roma que se nos escapó
la noche anterior: el Coliseo, el Arco de Constantino,
el Foro… tantas cosas que seguro que se me escapa
alguna.
|
Entre nosotros
surgió una excelente relación. |
Una vez terminada una visita express
de un día a la capital italiana, el autobús
esta vez nos condujo a Benevento, una ciudad más
pequeña situada al Sur de Italia. Llegamos
ya tarde y cansados del largo viaje; pero antes de
irnos a descansar, conocimos a todos y cada uno de
los alumnos italianos además de nuestros "padres
adoptivos". Todo el mundo fue muy agradable y
abierto.
Esa noche cenamos y dormimos cada
uno en la casa de la familia que nos había
correspondido. Al día siguiente llegó
el turno de las presentaciones en las que cada uno
exponía su ciudad y su colegio de origen. Allí
la coordinadora del proyecto nos mostró cómo
se iba a desarrollar. Todos estábamos un poco
o muy nerviosos, pero no había ningún
problema porque ya teníamos confianza. Unas
horas después fuimos a comer y no paramos de
hablar, contar historias y, sobre todo, hacer preguntas.
Toda la tarde y la noche jugando, hablando, riendo…
Por la noche disfrutamos de un concierto de rock.
A la mañana siguiente nos
fuimos a Nápoles a disfrutar de la ciencia,
visitando precisamente el Museo de la Ciencia. Durante
el viaje se formó un circulo en la parte trasera
del autobús alrededor de nosotros, que ni Julio
César podía controlar. Nos lo pasamos
estupendamente durante, antes y después de
la mini visita a Nápoles. Pero, sin embargo,
ahí no acabó el día, ya que tuvimos
una gigantesca fiesta -cena de despedida a nosotros,
los españoles- que acabó con lágrimas
en los ojos que querían decir: ¡¡¡¡Nosotros
nos quedamos!!!!
Pero como era de esperar, no fue
así y tuvimos que regresar a Santander al día
siguiente. Y aunque la visita-meeting italiana haya
sido fugaz, el recuerdo es inolvidable; por lo menos
por nuestra parte.

SUBIR
|
|