Javier
y María, profesores del colegio La Salle de
Santander, vivieron el pasado verano una experiencia
de Proyecto Misionero de verano con la ONGD Proyde.
María, profesora de Infantil, estuvo en el
Sur de India, en Mosavadi, donde ayudó en la
construcción de 14 aulas del colegio y también
aprovechó para dar clases a los 250 alumnos
del centro de la casta de los Intocables, de los que
cincuenta son internos (huérfanos o con serios
problemas familiares).
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María
y Javi, a la izquierda, con los reporteros Rodrigo
y Héctor. |
Por su parte, Javi y su mujer Andrea, profesores
de Primaria, estuvieron en Guatemala, en la zona de
Sololá, entre los lagos y los volcanes. A lo
largo de estas semanas dieron clase en dos centros
de la Salle, San Juan y Santa María de la Visitación.
Han estado cercanos a los alumnos, pero también
han podido instruir a los maestros de estos centros
sobre la realidad de la Salle y sobre temas didácticos.
La lluvia les acompañó a lo largo de
estos días, pero ello no impidió que
pudieran desarrollar la mayoría de los talleres
y actividades que tenían preparados. Además,
participaron en actividades y festividades del pueblo,
como la celebración de la Virgen del Carmen.
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María
junto a los niños de Mosavadi, en el
Sur de India. |
Ahora tiempo después, hemos querido compartir
con ellos un tiempo para conocer cómo ha sido
su experiencia.
Pregunta.- ¿Dónde
estuvisteis exactamente?
Javier.- Yo estuve en Guatemala.
La comunidad de los hermanos estaba en un pueblo que
se llamaba Santamaría de Visitación,
donde había una escuela. Luego íbamos
a dar clase un poco más abajo, a 14 kilometros,
a San Juan de Laguna.
María.- Yo estuve en la India,
en Sun Jun, en la provincia de Kavi Taru, pero no
lo busquéis en Google Earth porque no viene
(risas).
P.- ¿Cuánto tiempo
pasásteis allí?
Javier.- Fuimos seis semanas, mas
o menos mes y medio; fuimos el 26 de junio y volvimos
el 6 de agosto.
María.- Yo calculo lo mismo.
P.- ¿Cuál es vuestro
mejor recuerdo?
Javier.- Un recuerdo es difícil.
La gente es muy buena contigo. Las mañanas
en el colegio todo el mundo te saluda, te dice buenos
días, te da la mano... Yo conté un día
las veces que me dieron la mano y fueron 216 veces.
Todo el mundo, sea madre, tía o abuela, te
da la mano y nos llamaban hermanos.
María.-Yo siempre hablo del
momento de la llegada de cuando nos recibieron los
niños, nos cantaron el himno en tamil, que
es el idioma que se canta allí, pero por elegir
uno porque hay miles.
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Javier
y Andrea felices en Guatemala. |
P.- ¿Qué acontecimiento
de allí os afectó más?
Javier.- En el sitio donde yo estaba
no había miseria como tal al haber agricultura;
había gente que vivía en casa con solo
una habitación y un lugar para hacer el fuego.
A mi me impactó mucho que lloviese todos los
días a distintas hora, pero todos los días
llovía. Otra cosa que me impresionó
fue la violencia; se suicidaron dos chavales cuando
estaba allí. Hubo una chavala que por amor
se fue tras un chico, pero no pudo volver a casa porque
sería considerada una prostituta; los jóvenes
lo tienen muy difícil.
María.- A mi que la gente
no tenía nada. Los niños que iban al
colegio, alrededor de setenta, dormían en el
suelo; o un niño que se cayó de un edificio
de dos plantas. También la visita a un orfanato
y eso me impresionó mucho.
P.- ¿Qué es lo que
más echábais en falta?
Javier y Maria.- Nada. Cuando estás
allí no echas en falta nada material; igual
un poco la familia, pero nada más.
P.- ¿En algún momento
pensásteis en volver?
Javier y Maria.- No, en ningún
momento pensamos en volver, ya que allí lo
que más necesitan es ayuda y se estaba muy
bien.
P.- ¿Cuál era la comida
típica?
Javier.-El plátano con chocolate
y numerosas delicias; además todo era con pollo.
María.- Una especia pasta
de galleta de sabor muy seco.
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María
llevó la 'roja' a India. |
P.- ¿Os enseñaron
algo?
María.- A mi me enseñaron
su idioma y algunas de las canciones típicas,
porque la gente aunque tenía poco te ofrecía
todo lo que tenía.
Javier.- A mi también me enseñaron
alguna palabra. Por lo demás todo era prácticamente
igual que aquí. Excepto el gran numero de violencia
que es lo que más me disgustó.
P.- ¿Tenían alguna
tradición?
María.- Como dije antes, las
canciones y la religión, pero es una cultura
muy diferente en la que había mucha pobreza.
Javier.- La moneda de quetzal, de
cuyo valor en euros no me acuerdo.
P.- ¿Cómo os planteásteis
ir?
María y Javier.- Pues porque
es una experiencia inolvidable que no se puede dejar
pasar en la vida porque aprendes otras culturas y
cómo son otras países. Es una de las
cosas que no puedes dejar pasar en la vida. Es una
vivencia en la que ves que hay gente que es feliz
con lo básico.
P.- ¿Volveriais?
Javier.-Pues depende de mi mujer,
ya que yo sin ella no voy (risas)
María.- Yo supongo que sí.
(Días después de realizar la entrevista,
María nos confirmó que este año
vuelve a la India con Proyde).

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