La piratería es sin duda uno de los problemas
para empresas más acuciantes de los últimos
tiempos. Sin ir más lejos, en el ámbito
informático en España, según
una encuesta realizada por Microsoft, "un 46%
del software de los ordenadores es ilegal". ¿Qué
supone esto? Que casi la mitad de los españoles
trampeamos a las multinacionales, usando programas
gratis, no legales.
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Viñeta cómica relacionada.
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Hay dos grandes puntos de vista: el del consumidor,
a quien le parece que piratear es más cómodo
que gastarse dinero y el de la empresa, que se ve
obligada a tomar medidas frente a las grandes pérdidas.
Pues bien, una de estas medidas ha causado un revuelo
internacional mayúsculo, pues más de
la mitad de los internautas chinos han acusado gravemente
a Microsoft de vulnerar derechos de privacidad, y
acusan a la compañía de ser el mayor
hacker del país. Achacan a la multinacional
informática el delito de alterar los ordenadores
con sistemas operativos o software ilegal, hasta el
punto de "obligar" al usuario a comprar
el oficial. China, el país con más software
pirata, con un 90%, alega que la medida de Microsoft
viola las leyes del país y les aconseja apuntar
a los vendedores, pues ser usuario pirata no es ilegal.
Traslademos todo este follón a nuestro alrededor,
a nuestro país. Se calculan pérdidas
millonarias de las empresas debido a descargas ilegales
de contenidos multimedia. No les hablo de la SGAE
y del canon porque, además de que se ha hablado
mucho de esto, a la gran mayoría o bien no
os interesa o bien no sabéis de que va; en
todo caso, lo abordaremos después. En España,
como en muchos países, la descarga sin ánimo
de lucro no es ilegal, pero pensemos: ¿y si
no fuera lo correcto? O mejor: ¿y si estuviéramos
en el lugar de las empresas? En defensa de los consumidores
o usuarios se dice que el método para evaluar
las pérdidas es erróneo, pues argumentan
que si alguien tiene a su alcance diez películas
gratis y las descarga no quiere decir que haya dejado
de comprar diez películas, pues es posible
que su intención sólo fuera comprar
una de ellas en caso de ir a una tienda legal. Pero
no dejan de ser excusas. Poneos en la situación
de una discográfica que pierde dinero por la
venta ilegal y va a la quiebra. Sí, ya sé.
Esos tienen mucho dinero ya, ¿qué más
da que nosotros robemos un poquito?, si total, una
"peli" más o menos... Total, sólo
es robar dinero a alguien que trabaja para obtenerlo...
Ahora poneos en otra situación, en la de un
grupo de música que trata de salir adelante.
Graban y ponen álbum a la venta a duras penas.
¿También les robamos a ellos? Lo mismo
podría aplicarse a software informático
o películas, pero claro, total, ¿por
qué vamos a pagar por lo que hay gratis?
Yo te diré por qué, porque a nadie
le gusta que le roben, ¿verdad? En la teoría
a todo el mundo le parecería razonable esto
que estoy diciendo, pero parece ser que en la práctica
no es así, pues los índices de pirateo
siguen subiendo, y me pregunto yo: ¿Hasta cuándo?
No es difícil darse cuenta de que la naturaleza
del ser humano es así, que hay crisis y poco
dinero, que tal y que cual, pero de ahí a robar,
porque no tiene otro nombre, y ahorrar dinero a costa
de beneficiarte de un servicio ajeno sin pagar, hay
un trecho que estamos cruzando a pasos agigantados.
A raíz de esto las compañías
se ven obligadas a tomar medidas, entre las cuales
se encuentra la que estamos tratando, la "Windows
Genuine Advantage", que, por decirlo de alguna
manera, trastea en los ordenadores piratas y mediante
molestas intervenciones "insta" al usuario
a comprarlo legal. Medidas según la comunidad
de usuarios demasiado estrictas, pero sin duda necesarias,
en pos de un último esfuerzo para parar esta
hemorragia en tiempos de crisis. Mas la medida que
se ha tomado, la de implantar un canon a todos los
productos con posibilidad de copia o grabación,
es una medida que va mucho más allá
de esto, pues hace pagar el pato, como se diría
coloquialmente, a todo el mundo, incluidos a los que
no lo hacen. Así no se puede solucionar el
problema, pues los que descargan seguirán descargando,
ya que puestos a perder dinero por el canon no van
a perder más dejando de descargar, y al final
acaban pagando justos por pecadores. Medida errónea,
chicos de la SGAE, pues no hace más que incitar
al pirateo, porque si pagan aunque no descarguen pues
lo aprovechan, razonamiento totalmente lógico.
Además de las conocidísimas manifestaciones
en contra del canon, hecho que no les debe de hacer
mucha gracia.
En conclusión, las medidas llevadas a cabo
por compañías como Microsoft deben calar
hondo y resultar un aviso a los consumidores, en pos
de hacerles darse cuenta de que, aun no ilegal, la
descarga gratuita de contenido en internet es, aparte
de éticamente incorrecta, perjudicial para
muchas personas que viven de esto. Y no me vengan
con que son pobres y ellos muy ricos y por quitarles
"un poco" no pasa nada, que el "un
poco" más el "un poco" de millones
de personas acabará por arruinar las empresas
multimedia, ya sea de software de ordenador o discográficas
o empresas cinematográficas. Y no queremos
eso, ¿verdad?, porque eso sería injusto
para todos. Qué ironía, nos quejaríamos
de algo que nosotros hemos desencadenado. Y si la
solución tiene que ser ésa, aplicar
un canon y quitar dinero a todo el mundo, inocente
o culpable, para dárselo a los productores,
apaga y vámonos. No hay solución a la
vista, pues ambas partes están equivocadas;
unos por descargar, indignados por el canon, y otros
con el canon, indignados con la descarga. Deliciosamente
paradójico. Todos debemos buscar una solución
a este problema, que a priori parece imposible de
solventar.

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