Según
la Asociación Profesional de Cooperantes, 1.400
españoles trabajan a lo largo de sesenta países
para construir un mundo mejor, allí donde nadie,
salvo ellos, la iglesia o las ONG´s llegan.
Su trabajo se desarrolla principalmente mediante contratos
para las ONG´s, la Agencia Española de
Cooperación Internacional o la Comisión,
generalmente en América Latina (58%), África
(20%) Y Oriente (11%).
Una de esas personas es Egido Sanz, cooperante de
la ONG Solidaridad Internacional, curtida en proyectos
de salud y ayuda a refugiados de tres continentes,
que en la actualidad desarrolla su trabajo en Malí.
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Una mujer atiende
a un niño en una consulta. |
La patria de Egido Sanz es el mundo. Estudió
la carrera de Biología en León y fue
entonces cuando se integró en las reivindicaciones
por el 0,7%. Ahí nació su aventura.
Pregunta.- Preséntate, en
pocas líneas.
Respuesta.- Soy Egido Sanz, una chica
de un pueblo pequeño castellano a la que le
gusta viajar, aprender y disfrutar de la naturaleza.
Tras varios caminos, un buen día sin darme
cuenta me encontré haciendo el trabajo que
me gusta. Soy cooperante y creo que es una gran suerte
poder decir que soy feliz haciendo lo que hago. Llevo
unos cuantos años trabajando y visitando diferentes
lugares de este planeta, conociendo culturas, lugares,
personas, países, que van llenando mi vida.
Guatemala, Senegal, Cuba, El Salvador, Mozambique,
Bolivia, Sáhara... son algunos de estos rincones
que han llenado mi vida.
P.- ¿Te imaginas tu vida
de otra forma?
R.- Realmente no me la imagino de
otra forma, puesto que esto es lo que quiero hacer
y no me planteo cosas a largo plazo. Cada día
es una sorpresa y cada día es diferente.
P.-¿Por qué elegiste
este trabajo?
R.- Lo elegí o me eligió,
siempre me motivó luchar contra las injusticias
que hay en tantos y tantos lugares de este mundo que
todas y todos habitamos, para conseguir más
dignidad para las personas.
P.-¿Cómo fue tu primera
experiencia?
R.-Mi primera experiencia fue como
voluntaria en Guatemala en 1993. Fue muy interesante,
impactante y un tanto dura, pero fue la que me animó
a seguir de lleno en este camino y trabajar en lo
que realmente me llena interiormente. Después
viajé a diferentes lugares, como Togo, Senegal,
Cuba, Bolivia. Mi primer trabajo con contrato remunerado
como cooperante lo inicié en Mozambique, en
el año 2000. Después no he parado: he
tenido la oportunidad de trabajar en Bolivia, El Salvador,
campamentos Saharauis en Argelia, Líbano y
Argelia.
P.-¿En qué consiste
tu trabajo?
R.-Siempre he estado contratada como
coordinadora y mi trabajo es apoyar a las contrapartes,
las ONGs locales con las que se trabaja en terreno
y dar seguimiento a la buena y correcta ejecución
de los proyectos. Siempre se trabaja junto con los
socios locales, complementando el esfuerzo. Los proyectos
que he coordinado han sido principalmente en tres
sectores: fortalecimiento de recursos humanos locales,
seguridad alimentaria y salud básica.
P.- ¿Cuántas veces
ha sentido miedo y la sensación de que llegaba
el final?
R.- Miedo realmente nunca he sentido.
Creo que si donde estás, la comunicación
con las personas que trabajas es buena, estás
informada y eres precavida, no hay porqué sentir
miedo.
P.-¿La cooperación
al desarrollo contribuye a disminuir la desigualdad
en el mundo o sólo a camuflarla?
R.-La disminuye, desde luego, aunque
no es la panacea. Conseguimos en muchos lugares que
se respeten los derechos de las personas y conseguimos,
que debería ser trabajo de los gobiernos, solucionar
los problemas básicos y de supervivencia de
la población. Pero eso no es nada si, además,
no se hace un trabajo de sensibilización y
educación en los países desarrollados.
Debemos cambiar nuestros comportamientos y dejar de
hacer todo aquello que contribuye a la desigualdad,
mejorando condiciones de comercio, eliminando la fabricación
y venta de armas, facilitando la distribución
de medicamentos y presionando a aquellos gobiernos
que no respetan los derechos humanos, obligándoles,
que hay medios, a mejorar las condiciones de vida
de las poblaciones.
P.-Explica algunas de las diferencias
que se ven más a fondo entre nuestro país
y algunos en los que has trabajado.
R.-Son muchas las diferencias, pero
la que más llama siempre mi atención
es la gran diferencia entre las valoraciones y preferencias
de las personas. Esta es una sociedad en la que lo
que predomina es tener más y vivir mejor desde
el lado económico y se tiende al individualismo;
en los lugares en los que he trabajado en general
se sueña por vivir en mejores condiciones y
tener determinados derechos.
P.-¿Qué tenemos en
común con aquellas personas? ¿En qué
somos diferentes?
R.-En común, pues es difícil
decirlo, puesto que las personas somos el reflejo
de los diferentes lugares, la cultura, las formas
de vida de donde nos encontramos normalmente. Imagina
lo diferentes que somos las personas en diferentes
puntos del mismo país. En común, pues
que a todos nos mueve vivir y tratar de mejorar cada
día... el qué, ya es diferente. Somos
diferentes en muchas cosas, formas de pensar, ideales,
formas de comportarnos, cultura...
P.-Me imagino que una de las cosas
más gratificantes de tu trabajo sea darte cuenta
de que mejoran las condiciones de vida en ese lugar,
¿hay alguna cosa que te decepcione?
R.-Sería mentir si digo que
no hay nada que decepcione. La mayor parte de las
veces lo decepcionante es más a nivel administrativo
y de burocracia que el propio trabajo en sí.
Es decepcionante sentir que muchas cosas no cambian
por intereses económicos y que las personas
a las que puede beneficiar este cambio no son tan
importantes como el interés económico.
A veces me decepciona la falta de cooperación
entre todas y todos los organismos involucrados en
este trabajo, pues los esfuerzos que hay que realizar
son mucho mayores que si se trabajara de forma coordinada.
P.-¿Qué proyectos
tienes pensado en el futuro?
R.-No tengo proyectos, me gusta disfrutar
de lo que ofrece cada día. Por ahora pienso
en seguir en este camino, trabajando, aprendiendo
de los lugares y de las personas donde tenga la oportunidad
de estar y compartir todo aquello que aprendo, y si
eso permite mejorar algunas condiciones de vida para
las personas, ya es el mejor futuro.
P.-Uno de los lugares donde has
desarrollado más tiempo tu trabajo ha sido
Oriente Próximo. ¿Crees que en España
se conoce correctamente el mundo árabe y lo
que allí ocurre?
R.-No. Hay muchas generalizaciones
agrupando todas las problemáticas y viéndolas
desde un punto de vista muy simplista. La razón
yo creo que está en que los medios de comunicación
sólo hablan de la zona para presentar un conflicto
y de forma sesgada, presentando sólo a políticos,
terroristas y enfrentamientos religiosos. Elementos
todos desconocidos y sobre los que la gente y los
medios carecen de criterio para opinar, para defender,
para protestar, para exigir.
.
P.- ¿Cuál es la situación
actual de los refugiados en esa zona del mundo?
R.- El grupo más problemático
es el de los palestinos, que llevan casi 60 años
fuera de su país, en lugares como Líbano
donde las condiciones materiales son pésimas.
No tienen derechos allá donde viven, ni los
más básicos como la salud, la educación,
el trabajo, la vivienda. Y a ello se une la difícil
situación incluso para los nacionales. Líbano
vive en el filo de la navaja desde el asesinato de
Rafid Hariri en 2005. Desde entonces el país
vive en un permanente conflicto entre zuñes,
chiies, cristianos y drusos, con Europa, Siria e Irán
de por medio. Demasiado para esta gente. Así
que la población, especialmente la joven, tiene
como único objetivo emigrar a un lugar con
futuro y ello complica el problema de los refugiados.
P.-¿Qué se puede hacer
ante una situación así?
R.-Es difícil, pero el primer
paso es siempre solucionar los conflictos politicos,
llegar a acuerdos y establecer una mínima paz
y seguridad.
P.-Desde España u otros países,
¿cómo podemos ayudar?
R.-La sociedad debe exigir al gobierno
que actúe para lograr acuerdos entre las partes
en un conflicto. Es muy cómodo quedarse en
casa y no preocuparse por causas ajenas; pero realmente
es sencillo y barato unir voces de protesta, dar un
poco de tu tiempo, firmas, etc, para exigir al gobierno
que cada español ha elegido que no apoye a
gobiernos que practican y mantienen la violencia de
derechos humanos fundamentales para las personas.
Y es por una causa justa, pensemos que si cualquiera
de nosotras o nosotros estuviéramos sufriendo
una situación semejante, seguro que nos gustaría
sentir el apoyo ajeno.
P.-Una última cosa, ¿qué
pondrías de título y de imagen a esta
entrevista?
R.-Como título.... "Ánimos,
sonrisas e ilusión", y como imagen, sonrisa
acompañada de una mirada que transmita felicidad.
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