Cualquier tema es bueno para inventar una poesía. En este caso, David, un alumno del IES Santa Cruz de Castañeda, se basa en un ambiente tan cotidiano en un centro educativo como es la biblioteca para no dejar títere con cabeza.

Interior de una biblioteca.

Graznan patos y pazguatos
en reunión de mentecatos
mientras, ellas se pavonean
ante chicos que chochean,
cogen bolis de compañeros
comiendo pipas y caramelos
danzan, andan, corren, vuelan,
¿y por qué no nadan en peceras?

Con esto hay que acabar,
Profesores: -¡a callar!-
eminencias la vuelta dan
y se ponen a rebuznar.
Llega otro erudito,
que se suma al grupito,
continuando la hipocresía
entre mares de sabiduría.
Pita insufrible bocina:
¡Ballets a la cocina!-
y en la silla los modales
se dejan a raudales,
pero antes llega Jerjes
con su grito de Conserje:
-¿Artabán se encuentra aquí?
-Si, y la mierda del ring, ring.
Entonces van huyendo
a barlovento del convento,
buscando otros un refugio
les expulsan del tugurio

Llegan de nuevo los minutos
de hacer la “O” con un canuto,
pero la casa de reuniones
está ocupada por senadores.
Salen todos resoplando,
los burros, lo van llenando,
y ya vuelven otra vez
a mugir todos como un buey.
Cacarean gallos y gallinas
en concierto de compañía,
van montados unos en otros
mientras por la puerta, salen pollos,
suena el ruido imperecedero,
entre el barrullo, no hay credo,
y cuando dan cuenta de ello,
el silencio les llama…¡memos!