Los alumnos 
                            de 4º de ESO del colegio La Salle de Santander 
                            han realizado en abril una salida cultural a Cataluña. 
                            Tarragona y Barcelona han sido los destinos elegidos, 
                            dos ciudades cargadas de arte e historia. Aprende 
                            con el texto que ilustra el reportaje todo lo que 
                            necesitas saber por si en el futuro eliges visitarlas. 
                          
                             
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                                  Foto en la Pedrera, al fondo la torre Agbar 
                                    y la Sagrada Familia.  
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                                                         PRIMERA 
                            PARADA:  TARRAGONA 
                              
                          Historia 
                           Con la frase Tarraco Escipionum 
                            Opus (Tarraco fue obra de los Escipiones) Plinio, 
                            a finales del siglo I d.C., hace referencia al momento 
                            fundacional de la ciudad.  
                            Tarraco surge a raíz de la llegada de los ejércitos 
                            romanos a la Península Ibérica el año 
                            218 a.C., en el marco de la confrontación bélica 
                            por el control del Mediterráneo entre romanos 
                            y cartagineses, la que se conoce como Segunda Guerra 
                            Púnica.  
                            La expedición romana desembarcó en la 
                            ciudad griega de Emporion (Ampurias), para desde allí 
                            dirigirse rápidamente hacia el sur con el fin 
                            de controlar las tierras al norte del Ebro. Después 
                            de vencer en un primer combate a los cartagineses 
                            estableció una pequeña guarnición, 
                            que poco tiempo después se transformó 
                            en la principal base militar romana en Hispania y 
                            en la ciudad de Tarraco. Desde aquí se frenó 
                            a los cartagineses y se sometió después 
                            al resto de pueblos de la Península. 
                           La presencia militar estable comportó 
                            la llegada no sólo de soldados, sino también 
                            de comerciantes y ciudadanos romanos que vieron en 
                            Hispania una tierra que les ofrecía nuevas 
                            oportunidades. La presencia romana comportó 
                            también la llegada de influencias y de una 
                            nueva cultura que, con el tiempo, acabó por 
                            imponerse, con más o menos éxito según 
                            la zona, en toda la Península Ibérica. 
                            Una de las principales infraestructuras sobre las 
                            que se cimentó Tarraco fue, sin ninguna duda, 
                            el puerto. A pesar de eso, la edificación romana 
                            más antigua y mejor conservada de época 
                            republicana es la muralla. En un primer momento consistía 
                            en una simple empalizada de madera que protegía 
                            la guarnición militar. La victoria romana sobre 
                            los cartagineses y la incorporación de Hispania 
                            al Estado romano aceleró el proceso de consolidación 
                            de las defensas. La construcción de la primera 
                            muralla de piedra, datada arqueológicamente 
                            a inicios del siglo II a.C. 
                            Tarraco creció de forma acelerada durante los 
                            siglos II y I a.C., y se convirtió, junto a 
                            Cartago Nova, en la ciudad más importante de 
                            la Hispania Citerior. Allí reunió César 
                            a sus legados durante la guerra civil contra Pompeyo 
                            y, debido a la lealtad mostrada por los tarraconenses, 
                            César concedió a la ciudad el título 
                            de colonia. 
                            Fue durante los años 26-25 a.C. cuando Tarraco 
                            adquirió una mayor relevancia como ciudad, 
                            al convertirse en la capital del mundo romano. Desde 
                            este momento Tarraco seguirá siendo un referente 
                            en la Hispania romana como capital de provincia, disfrutando 
                            de todos los beneficios que le otorgaba el título 
                            de capital. Recibió la categoría de 
                            Colonia de Derecho Romano y como tal dispuso de todos 
                            los derechos y privilegios de los que disponía 
                            Roma.  
                          -  República: Citerior 
                            (Tarraco) y Ulterior 
                            -  Augusto: Tarraconensis, Lusitania (Emerita 
                            Augusta), Bética (Corduba) 
                            - Bajo Imperio (s. III): Tarraconensis, Lusitania, 
                            Gallaecia (Braga), Bética,    Cartaginenses 
                            (Cartago Nova). 
                          En efecto, durante estos años 
                            Augusto residió en la ciudad y fue desde allí 
                            dirigió las campañas contra cántabros 
                            y astures. Por la presencia imperial Tarraco recibió 
                            un fuerte impulso urbanístico, una muestra 
                            del cual es el teatro y la monumentalización 
                            del foro local. 
                            Durante el siglo I d.C. la ciudad creció y 
                            se consolidó. Todo ello conllevó la 
                            necesidad de crear una nueva administración 
                            que se adecuara a esta nueva realidad. Surgieron así, 
                            sobre la base creada por Augusto, unas importantes 
                            redes administrativas que tenían como núcleos 
                            rectores las capitales provinciales. De esta forma, 
                            Tarraco, como capital de la Hispania Tarraconensis 
                            o Citerior dispuso de dos foros: uno colonial y otro 
                            provincial. Al foro provincial se le añadió 
                            unos años más tarde el circo, completando 
                            el conjunto monumental estatal.  
                            Durante el siglo II la ciudad llegó a su máxima 
                            expresión gracias a la construcción 
                            del último de sus grandes edificios de entretenimiento: 
                            el anfiteatro. 
                          
                             
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                                  Los alumnos en Port Aventura, disfrutando 
                                    también del ocio. 
                                  | 
                             
                           
                            
                          Tarraco Romana 
                           El Foro fue el centro neurálgico 
                            de la ciudad romana de Tarraco. Las calles principales 
                            conducían allí y era el lugar en el 
                            que se concentraba toda la actividad pública 
                            de la ciudad, por lo que se convirtió en un 
                            punto de encuentro y de reunión de las élites 
                            locales. Además, también era el centro 
                            en el que se desarrollaba toda la actividad administrativa. 
                            Fue, en definitiva, el centro de la vida social y 
                            política de la colonia. 
                            Técnicamente, era una gran plaza porticada 
                            donde se encontraban los principales edificios administrativos 
                            y religiosos de Tarraco, divididos en dos áreas: 
                            por un lado, el área de culto, presidida por 
                            un templo que se supone que estaba dedicado a la Tríada 
                            Capitolina -Júpiter, Juno y Minerva-, a Dea 
                            Roma o al emperador deificado -culto imperial-, en 
                            un momento más avanzado; y, por otro lado, 
                            el área comercial y política, articulada 
                            alrededor de diversos edificios entre los que destacan 
                            la curia -lugar de reunión del ordo decurionum 
                            (Consejo de la Ciudad)- y la basílica. En los 
                            porches que circundaban el recinto se abrían 
                            una serie de tabernae (tiendas). También era 
                            frecuente que en este espacio se encontraran el archivo 
                            local, otros pequeños templos, así como 
                            pedestales y estatuas dedicadas a los miembros de 
                            la familia imperial y a otras dignidades de la ciudad. 
                            El Foro local estaba situado en la parte baja de la 
                            ciudad romana, dentro del área residencial, 
                            a medio camino entre el espacio administrativo provincial 
                            y el puerto. Actualmente está delimitado por 
                            las calles Cardenal Cervantes, Lleida y Gasòmetre. 
                            El primer foro de la ciudad data de época republicana 
                            (siglo II a.C.) pero es prácticamente desconocido. 
                            Durante el mandato de Augusto (en los primeros años 
                            del siglo I) se monumentalizó de manera importante. 
                            La basílica también data de esta época. 
                          El teatro es uno de los edificios 
                            más singulares de la ciudad, no tanto por sus 
                            características arquitectónicas, como 
                            por el estado en que se ha conservado hasta la actualidad. 
                            Las primeras construcciones documentadas corresponden 
                            a un conjunto de depósitos relacionados con 
                            el puerto republicano de la ciudad. En época 
                            de Augusto se aprovecharon para la construcción 
                            de un gran almacén portuario formado por una 
                            serie de espacios separados por hileras de pilares. 
                            Uno de los laterales de este tinglado limitaba con 
                            una calle a la que se abrían una serie de negocios 
                            (tabernae). 
                            Pocos años más tarde, también 
                            en época augustea, y en relación con 
                            la monumentalización del foro colonial, en 
                            este mismo espacio se alzará el teatro. Para 
                            su construcción se aprovechó la pendiente 
                            natural del terreno que se recortó para asentar 
                            una parte importante de la gradería. El resto 
                            de la construcción se edificó sobre 
                            criptopórticos anulares. Actualmente sólo 
                            se conserva una parte de las primeras cinco hileras 
                            de gradas en torno a la orchestra. También 
                            es posible distinguir dos de las tres escaleras radiales 
                            que dividían el hemiciclo, en el que la población 
                            se distribuía según un estricto orden 
                            censatario y social. 
                            La escena era el espacio destinado a las representaciones 
                            teatrales. Se trata de una plataforma elevada sobre 
                            un podio decorado con exedras. El escenario (proscaenium) 
                            estaba cerrado por una fachada monumental ricamente 
                            decorada (frons scaenae). Durante las distintas fases 
                            de excavación que se han realizado, se han 
                            documentado importantes fragmentos de su decoración 
                            arquitectónica (capiteles, columnas, frisos, 
                            etc.) y escultórica. Junto al teatro se encontraba 
                            un gran espacio ajardinado anexo. 
                            El edificio se utilizó hasta finales del siglo 
                            II, momento en el que quedó abandonado. Ya 
                            en el siglo III el sector monumental anexo fue ocupado 
                            por una serie de nuevos edificios que reutilizaron 
                            muchos de los materiales del teatro. 
                          
                             
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                                  Los alumnos delante del palacio de Aljafería 
                                    de Zaragoza. 
                                  | 
                             
                           
                          El Anfiteatro completó la 
                            trilogía de edificios de espectáculos 
                            (teatro, circo y anfiteatro) distintivos de una ciudad 
                            romana de primer nivel, capital de una de las provincias 
                            imperiales. Es uno de los pocos testimonios que tenemos 
                            en la P. Ibérica. El más cercano a nosotros 
                            se encuentra en Itálica (Sevilla) y en la localidad 
                            francesa de Nimes (hoy plaza de toros). 
                            El anfiteatro se situó fuera del núcleo 
                            urbano pero muy cerca de la ciudad. Este emplazamiento 
                            no es ocasional, ya que se encontraba muy próximo 
                            a la Via Augusta, poco antes de la entrada de la ciudad, 
                            sobre la ladera de un cerro que desciende hacia el 
                            mar y cerca de la playa, donde se descargaban los 
                            animales que tenían que participar en los espectáculos. 
                            En este edificio se organizaron dos tipos de espectáculos: 
                            las luchas de gladiadores y las luchas o cazas de 
                            fieras. Además, también era el edificio 
                            donde se ajusticiaban los condenados a muerte. 
                            El edificio es de planta elíptica. La arena 
                            o espacio donde se desarrollaba el espectáculo 
                            tiene unas dimensiones de 62,50 por 38,50 m. Cortando 
                            la arena se encontraban las fossae, en cuyo interior 
                            se descubrió una pintura mural dedicada a Némesis. 
                            Asimismo, la arena está separada de las gradas 
                            por un podium de 3,25 m de altura. Las gradas o cavea 
                            estaban divididas en tres sectores. Estas gradas se 
                            construyeron recortando la roca en el lado norte y 
                            apoyándolas sobre bóvedas en el resto 
                            del edificio. También se han localizado la 
                            tribuna, las puertas principales de salida a la arena 
                            y una parte muy pequeña de la fachada. 
                          El Circo fue, sin ninguna duda, el 
                            espectáculo de masas más popular en 
                            el mundo romano. En este recinto se disputaban las 
                            carreras de carros, tirados generalmente por dos o 
                            cuatro caballos (bigas o cuádrigas). 
                            El edificio se construyó a finales del siglo 
                            I d.C. y su estado de conservación es excepcional. 
                            El circo romano de Tarraco tenía unas dimensiones 
                            aproximadas de 325 m de longitud y entre 100 y 115 
                            metros de anchura. Se construyó sobre potentes 
                            bóvedas de cemento que cumplían una 
                            doble función: por un lado, eran los cimientos 
                            sobre los que se asentaban las gradas, las escaleras 
                            y la plataforma superior; y por otro, servían 
                            de corredores internos que permitían la distribución 
                            de los espectadores por todo el edificio. Sobre esta 
                            red de bóvedas descansaban la plataforma superior 
                            del edificio y las gradas, dispuestas a lo largo de 
                            tres de los lados, mientras que en el cuarto se situaban 
                            las carceres o punto de salida de los carros. 
                            La grada estaba separada de la arena (el espacio donde 
                            se desarrollaba el espectáculo) por un muro 
                            de más de 2 metros de altura, el podium, que 
                            tenía la función de proteger a los espectadores 
                            en el caso de que se produjera algún tipo de 
                            accidente durante el espectáculo.  
                            Uno de los lados cortos del edificio estaba ocupado 
                            por las carceres, en las que se abrían generalmente 
                            doce puertas de salida, seis a cada lado de una puerta 
                            principal. Las carceres estaban flanqueadas por una 
                            torre. Todo el sector se conocía con el nombre 
                            de oppidum. El organizador de los juegos (editor spectaculorum), 
                            que tenía el honor de dar la salida, gozaba 
                            de un lugar reservado en la terraza sobre las carceres, 
                            mientras que a los magistrados que controlaban la 
                            carrera, el comportamiento correcto de los aurigas 
                            y el orden de llegada, se les reservaba una tribuna 
                            (Tribunal iudicum). Los datos actuales apuntan que 
                            durante el siglo V el edificio perdió, al menos 
                            parcialmente, la función original. Algunas 
                            de sus bóvedas pasaron a ocuparse como espacios 
                            de habitación. 
                            (NOTA: Accesible desde el interior del Pretorio o 
                            mediante una puerta abierta en la muralla medieval 
                            al final de la Rambla Vella, delante del Hotel Imperial 
                            Tarraco). 
                          
                             
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                                  Los estudiantes también surcaron el 
                                    delta del Ebro en canoas. 
                                  | 
                             
                           
                          La Muralla alcanzaba los 4 Km, con 
                            una altura en sus puntos más altos de 12 metros. 
                            Hoy conservamos una cuarta parte de esta defensa militar. 
                            La muralla nos permite hoy, diferenciar la Tarragona 
                            romana y medieval de la Tarragona moderna (del XIX 
                            y XX). Una de las peculiaridades de la muralla es 
                            que carece de argamasa, además de que muchas 
                            de ellas son de forma y tamaño irregular. Son 
                            el resto más antiguo de la presencia de Roma 
                            en la Península y datan de la época 
                            de la República. La muralla estaba jalonada 
                            por torres de las cuáles solo conservamos 3, 
                            dos de ellas han sufrido modificaciones. 
                          Tarragona Medieval 
                           El segundo hito histórico 
                            de Tarragona lo encontramos en la Edad Media. En el 
                            s. XII, la reconquista permitió que el cristianismo 
                            regresara hasta estas tierras. En la parte alta de 
                            la ciudad (la más antigua) se combinan elementos 
                            clásicos con los del Medievo. Para edificar 
                            esta ciudad, no se dudó en recurrir al expolio 
                            de los monumentos romanos. Sillares de piedra, fustes, 
                            capiteles o lápidas, fueron empleados para 
                            la construcción de de los nuevos edificios. 
                             
                            Comenzaremos nuestra visita en la Plaza Pallol, uno 
                            de los rincones más bonitos de la ciudad. Aquí 
                            se entremezclan vestigios romanos con medievales. 
                            Salimos por la Calle de los Caballeros (carrer dels 
                            Cavallers). Es esta una de las calles más señoriales 
                            de la ciudad, donde se instalaron las familias nobles 
                            de la ciudad. Así, destacan la Casa Castellarnau, 
                            la Casa Montoliu (actual sede del Conservatorio de 
                            Música), la Casa Foxá (en el núm. 
                            11), y la Casa Batlle (en el núm. 6).  
                            La Casa Castellarnau que data del s. XV, aprovechando 
                            estructuras anteriores, y hasta el siglo XIX fue el 
                            hogar de algunas de las familias más influyentes 
                            de la ciudad. En 1542, residió allí 
                            el emperador Carlos I, en su estancia en Tarragona. 
                            La casa conserva en su interior estructuras arquitectónicas 
                            de diversas épocas. En la planta baja se pueden 
                            ver toda una serie de arcos apuntados, que datan de 
                            los siglos los siglos XIV y XV, las mismas fechas 
                            que se apuntan para el patio y la escalera con columnas 
                            y capiteles góticos. Durante el siglo XVIII, 
                            el edificio cambió la fachada externa y su 
                            distribución interna. Actualmente es de propiedad 
                            municipal y se puede visitar como museo.  
                            Por la calle Mayor llegaremos a la Seo. Calle de gran 
                            vitalidad mercantil, destacan en ella dos edificios, 
                            dentro de la homogeneidad de sus viviendas. La antigua 
                            Generalita, de la que solo se conservan los escudos, 
                            y la Casa del Abad llamada así por ser la Casa 
                            del Abad de Poblet.  
                            La Catedral se levanta en lo alto de la ciudad, en 
                            lo que fuera un templo dedicado a Júpiter. 
                            Se inicia en el s. XII en estilo románico y 
                            finaliza dos siglos después en el estilo gótico. 
                            Salta a primera vista que es un edificio inconcluso, 
                            pudiéndose observar secuencia de los pináculos 
                            o el remate del frontón. Encontramos en la 
                            portada diferentes temas como la historia de Adán 
                            y Eva, la Adoración de los Reyes Magos y pasajes 
                            del Juicio Final. El templo presenta una planta basilical 
                            de tres naves con cinco tramos cada una, a las que 
                            se le añaden el crucero y el ábside. 
                            De su fase gótica destaca, sobre todo, el cuerpo 
                            central de la fachada principal, datado en el siglo 
                            XIV. 
                          
                             
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                                  Grupo en el museo del Vino Dinastía 
                                    de Vivanco 
                                  | 
                             
                           
                          El Hospital de la Seo se sitúa 
                            en la calle de las Coques, en un área que estaba 
                            bajo jurisdicción eclesiástica en época 
                            medieval. La construcción se llevó a 
                            cabo con la donación testamentaria del arzobispo 
                            Hug de Cervelló, en 1171. El edificio cumplía 
                            funciones de refugio nocturno de pobres, recogida 
                            de niños huérfanos y asistencia a los 
                            enfermos. De su administración tenía 
                            especial cuidado el capítulo catedralicio, 
                            que instituyó el cargo de "hospitalario".A 
                            pesar de hay indicios de que se trataba de una sala 
                            de forma prácticamente cuadrangular y de al 
                            menos dos plantas de altura, actualmente solamente 
                            se conserva, de época medieval, la fachada 
                            principal con cinco arcos de medio punto 
                          Igual de curiosos son los pórticos 
                            o voltes de la calle Mercería del s. XIV. Genuinos 
                            del medioevo, esta galería porticada con arcos 
                            apuntados fue en su momento uno de los ejes comerciales 
                            de la ciudad. Se trata de un porche de arcos apuntados, 
                            que se abría a una de las calles comerciales 
                            más importantes de la ciudad medieval. Emplazado 
                            en uno de los laterales, bajo las escaleras de la 
                            Seo, la construcción jugó un papel destacado 
                            en la trama urbana, especialmente a partir de las 
                            transformaciones de este sector de la ciudad por la 
                            consagración de la sede catedralicia en 1331. 
                          El call o judería era el barrio 
                            donde residía la población judía 
                            de la ciudad. En Tarragona, se encuentra junto al 
                            castillo del rey ya que los judíos estuvieron, 
                            en época medieval, bajo protección real 
                            a cambio de importantes desembolsos económicos 
                            a la monarquía. El call estaba separado del 
                            barrio cristiano y disponía de accesos por 
                            diferentes puertas situadas en los cuatro puntos cardinales. 
                            Se conoce la existencia de esas puertas por la documentación 
                            de la época, puesto que no se han conservado. 
                            Una de las salidas daba acceso fuera de las murallas 
                            mediante una antigua poterna romana, conocida en ese 
                            momento como la poterna de los judíos. Desde 
                            este punto era posible acceder al cementerio judío, 
                            situado en el camino de los fortines. La judería 
                            de Tarragona fue el más importante de la comarca 
                            y dependía del de Barcelona. También 
                            se ha documentado la existencia de unos baños, 
                            de una sinagoga y de un horno. Actualmente de esta 
                            época se conserva sólo una red de calles, 
                            así como diversos arcos apuntados que datan 
                            del siglo XIV. 
                          El Castillo del Rey-Torre 
                            del Pretorio 
                           Originalmente fue una antigua torre 
                            romana que sirvió de hueco de escaleras para 
                            enlazar los diversos niveles de galerías de 
                            la plaza de representación del Foro Provincial. 
                            Con la reocupación de la ciudad, a partir de 
                            1129 la torre se reutilizó como castillo del 
                            normando Robert Bordet, príncipe de Tarragona, 
                            hasta la huida de la familia normanda en 1171. A partir 
                            de esta fecha la propiedad pasó a manos del 
                            rey de la Corona de Aragón. Fue la residencia 
                            permanente del veguer real y ocasional de los miembros 
                            de la familia real. 
                            
                            
                                                             SEGUNDA 
                            PARADA:  BARCELONA 
                           Desde sus orígenes romanos 
                            hasta nuestros días, Barcelona nos muestra 
                            en su trama urbana el peso importante de su historia. 
                            Se levanta entre el mar y la montaña. A finales 
                            del s. XIX Barcelona vive un espectacular despegue 
                            que se mantiene hasta el primer tercio del s. XX. 
                            A nivel económico e convierte en una de las 
                            zonas más industrializadas de nuestro país, 
                            favorecida por su proximidad a Europa y por su Burguesía. 
                            Esto se dejo notar en la ciudad.  
                          En 1860 Barcelona derriba sus murallas 
                            y se aprueba el plan urbanístico de Ildefonso 
                            Cerdá. Da comienzo la construcción del 
                            Ensanche. Se potencia la expansión hacia el 
                            norte de la ciudad, creciendo hacia el camino de Gracia. 
                            Nace así un nuevo espacio residencial hacia 
                            donde se desplazó la alta y media burguesía. 
                            El punto de inflexión entre la ciudad vieja 
                            y la ciudad nueva lo constituye la plaza de Cataluña, 
                            mientras que el Pº de Gracia, antes zona marginal 
                            se convirtió en la zona más valorada 
                            por esta clase social.  
                          Su principal característica 
                            es el trazado de una ciudad con calles perpendiculares 
                            y paralelas formando una ordenadA retícula 
                            que tiene como única excepción la Diagonal, 
                            avenida que la atraviesa desde Pedralbes hasta el 
                            mar. Las manzanas de gran tamaño, tienen esquinas 
                            recortadas para ampliar la luz que llega a las viviendas, 
                            permitir el giro de los tranvías y crear pequeñas 
                            plazas externas a las viviendas. Deseosa de mostrar 
                            su poder y con el anhelo de perpetuar para la posteridad 
                            de un nuevo estilo, la burguesía encargo sus 
                            viviendas a los mejores arquitectos del momento, imbuidos 
                            en el estilo modernista. En efecto, los mejores arquitectos 
                            modernistas construyeron en la ciudad viviendas y 
                            locales comerciales, derrochando fantasía en 
                            el trazado y materiales decorativos y ornamentales. 
                           En 1888 la ciudad alberga la Exposición 
                            Universal. Estamos en la ciudad de rebeldía 
                            intelectual, ciudad bohemia, la ciudad burguesa pero 
                            anarquista, donde el modernismo se convirtió 
                            en el arte cotidiano que ayudó a crecer. Tres 
                            fueron los arquitectos que plasmaron sus ideas en 
                            Barcelona Antonio Gaudí, Joseph Puig i Cadafalch 
                            y Lluis Doménech i Montaner. Si bien todos 
                            ellos trabajaron con un elenco de artesanos sobresalientes 
                            en sus diferentes especialidades como cerámica, 
                            vidrio, hierro forjado, madera, etc. 
                           El casco histórico de Barcelona 
                            es también conocido como Barrio Gótico. 
                            En él destacan la Plaza San Jaime, donde encontramos 
                            el Palacio de la Generalitat que conserva su fachada 
                            gótica, el ayuntamiento o la Catedral. La Catedral 
                            se comienza en 1298, pero no se termina hasta el s. 
                            XX. De estilo gótico, podemos encontrarnos 
                            con rasgos de otros momentos artísticos. 
                          
                             
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                                  Casa Lleó i Morera, Casa Amatller 
                                    y Casa Batlló de izquierda a derecha. 
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                            Uno de los mecenas de estas obras fue el conde Güell 
                            y, en particular de Gaudí. 
                            El conjunto más famoso de los edificios modernistas 
                            es el conocido como la Manzana de la Discordia, donde 
                            se dan cita tres obras de los tres arquitectos modernistas 
                            de la ciudad. Se le conoce así por la controversia 
                            que se genera a la hora de comparar las obras de los 
                            tres arquitectos del momento. 
                          
                            -  La Casa Amatller. 
                              Sobre un edificio ya existente, Joseph Puig I Cadafalch 
                              levanta en 1898 una fachada con tejado escalonado 
                              de aires flamencos, galería corrida y esgrafiados. 
                              El arquitecto modernista se encargó de diseñar 
                              el patio y la escalera interiores así como 
                              los muebles, lámparas, vidrieras y pavimentos.
 
                            -  La Casa Batlló 
                              es un edificio reformado por Gaudí en 1905. 
                              Su fachada con profusos mosaicos, columnas de formas 
                              óseas y balconadas de hierro que figuran 
                              máscaras. Las líneas orgánicas 
                              de la fachada parecen estar relacionadas con la 
                              leyenda de la lucha de San Jorge con el dragón.
 
                            -  La Casa Lleó i 
                              Morera es un edificio de viviendas realizada 
                              por Lluís Doménech i Montaner. Podemos 
                              ver su estilo floral. Lo más notable de su 
                              exterior son los trabajos escultóricos de 
                              los balcones y las ventanas. En el segundo piso 
                              figuran inventos de la época como el gramófono, 
                              el teléfono, la bombilla eléctrica 
                              o la cámara fotográfica en manos de 
                              figuras femeninas. Son también peculiares 
                              las columnas rosadas que coronan el chaflán 
                              y los mosaicos y relieves escultóricos en 
                              los dinteles de las puertas
 
                           
                          La Casa Milá, 
                            más conocida como la Pedrera, esta considerada 
                            como la obra cumbre del Modernismo. Se levanta entre 
                            los años 1906 a 1912. su sobrenombre se debe 
                            a los muros de piedra calcárea de formas ondulantes 
                            que recubren su fachada a dos calles. La visión 
                            que nos aporta su fachada es la de un cuerpo vivo 
                            en movimiento. Consigue crear un juego de luces y 
                            sombras, algo muy valorado en el arte, por medio de 
                            formas erosionadas de piedra, las cornisas que recorren 
                            la fachada horizontalmente, los huecos de las ventanas 
                            y las rejas de hierro de los balcones. Destaca la 
                            azotea de su edificio, sembrada de escultóricas 
                            chimeneas y torres de ventilación que nos evocan 
                            a figuras antropomórficas. Los tejados de los 
                            suelos están inclinados. El interior no es 
                            menos espectacular. Dos patios enormes de forma irregular 
                            articulan las viviendas. El espacio de las viviendas 
                            es diáfano y esta sustentado sobre columnas 
                            de líneas orgánicas en continuidad con 
                            el exterior. 
                            Junto a la Sagrada Familia, el Parque Güell es 
                            la obra más conocida del arquitecto Antonio 
                            Gaudí, pero sobre todo es la más espectacular. 
                            Gaudí era ya un arquitecto reconocido cuando 
                            recibió este encargo. Lo que hoy podemos visitar 
                            es tan solo una pequeña parte del proyecto 
                            que Eusebio Güell encargo a Gaudí: se 
                            trataba de diseñar una ciudad-jardín 
                            de unas 20 hectáreas que la familia poseía 
                            a las afueras de la ciudad. El parque se realizó 
                            entre los años 1910 y 1914, pero no sería 
                            hasta 1922 cuando se abriera al público. 
                           Uno de los 
                            lugares más curiosos del parque es la conocida 
                            sala de las 100 columnas. Un espacio pensado como 
                            lugar de mercado de esta ciudad-jardín. El 
                            lugar idóneo, puesto que está al resguardo 
                            de las inclemencias del tiempo. La decoración 
                            de mosaicos más el bosque de 86 columnas inclinadas, 
                            le confiere ese aire fantástico. 
                             
                           
                          
                             
                               
                                    
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