Yolanda García Lecue
es profesora de Lengua y Psicología de Educación
Secundaria y Bachiller en el centro Nuestra Señora
de la Paz. Hemos concertado una entrevista con ella
para hablar con una de las profesoras más carismáticas
de nuestro colegio, sobre ella y sobre el mundo de
la educación en el universo de la adolescencia.
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Andrea y Elena,
nuestras reporteras, flanquean a Yolanda García
Lecue. |
Pregunta.-
¿Desde cuándo y por qué empezaste
a trabajar en este colegio?
Respuesta.- Empecé en el año
95. Cerraron el colegio en el que yo trabajaba, el
Cervantes en Santander, porque llevábamos un
tiempo con pocos alumnos y el Ministerio decidió
cerrar. Tras ello entré en una bolsa de trabajo
para recolocación, que gestiona el Ministerio,
y conseguí trabajo aquí.
P.- ¿Qué
estudios cursaste y qué asignaturas impartes
aquí?
R.- Me diplomé
primero en Magisterio y luego realicé las licenciaturas
de Psicología y por último Pedagogía.
P.- Tres carreras...
¿no te resultó muy difícil estudiar
tantas?
R.- No. Magisterio
me resultó relativamente fácil. Después
Psicología, que es lo que yo realmente pensaba
hacer, me gustaba mucho y, aunque hay que estudiar
bastante, estaba más motivada. Y luego mientras
estaba haciendo Psicología me di cuenta de
que si intentaba hacer el curso de adaptación
de Pedagogía había muchas asignaturas
que me convalidaban así que, al coincidir muchas,
al aprobarlas en una facultad quedaban aprobadas en
la otra. Al terminar Psicología, estudié
las que me faltaban y me licencié. No es que
hiciera cinco años de cada carrera sino que
lo juntaba como podía y lo llevé bastante
bien.
P.- ¿Estás
contenta de trabajar en este centro?
R.- Sí.
Es que a mí me gusta la educación y,
como comentabas, tal vez podría haber optado
por una oposición, pero como tenía muchas
ganas de empezar a trabajar al terminar los estudios...
Me ofrecieron el colegio de Santander, me lo pensé
bastante y acepté. Y una vez que entras es
una rueda de la que es muy difícil salir. Pero
no estoy descontenta, a mí esto me gusta mucho.
P.- ¿Cómo
crees que afecta tu carrera de Psicología en
tu relación con los alumnos?. ¿Supone
tal vez alguna ventaja como profesora?
R.- No creo
que tenga mucho que ver. Pienso que eso tiene más
que ver con el carácter de cada uno y con su
manera de enfocar la clase que con la carrera en sí.
No creo que por haber estudiado Psicología
lo haga mejor ni peor, ni que tenga más facilidad.
Pienso que es una cuestión más personal.
Influyen muchas cosas, la verdad, pero poco la carrera.
De hecho yo doy Lengua. El año pasado daba
Psicología pero éste no.
P.- ¿Cómo
acabaste impartiendo Lengua?
R.- Psicología
y Pedagogía son carreras de humanidades vinculadas
al aprendizaje, así que empecé ayudando
a los que les costaba el área de Lengua o presentaban
problemas de aprendizaje en esta asignatura. Al final
el inspector decidió que yo podía dar
Lengua también por mi formación en Magisterio
y poseer además una licenciatura. Desde el
momento en que me habilitó, digamos, para dar
Lengua, como aquí teníamos muchos problemas
con eso, me metieron casi todas las horas de Lengua.
El día en que
empezamos a dar la optativa de Psicología me
quedé contentísima, es que a mí
me encanta la psicología y dar clase a los
más mayores también es muy gratificante.
Es que yo vivo la psicología. De hecho a veces
les decía que me avisaran si me enrollaba mucho
(Ríe). Yo se lo explicaba todo y a continuación
veíamos una película que lo reflejara
todo y hablábamos del tema. Yo siempre intentaba
elegir una película entretenida sobre el tema.
Espero volver a darlo, pero todo depende de la organización
del centro. Este año con el aumento de horas
de Lengua y la implantación de un grupo de
diversificación no he podido hacerme cargo
de la asignatura.
P.- Se comenta que
eres la profesora que mejor relación y mayor
confianza mantiene con los alumnos. ¿Qué
opinas de eso?
R.- Que no
es verdad. Tendré buena relación con
muchos y con otros seguro que no. Siempre habrá
gente a la que le caes bien y gente que dice que no.
Yo pienso que como todos. Siempre he pensado que hay
alumnos con los que tienes buena relación y
otros con los que no, y que cada uno tendrá
su opinión, porque perfectos no somos ninguno
y yo desde luego os aseguro que tampoco.
P.- En comparación
con otros profesores igual crees que tienen otra metodología
y que tal vez no entablan una relación tan
cercana con los alumnos...
R.- Yo creo
que muchos también sí. Creo que aquí
nos caracterizamos, en general, precisamente por la
buena relación de todos con todos. En mi opinión
de eso se daría cuenta uno cuando va a otros
ámbitos, de las diferencias, y no creo que
sea yo sino todos. Eso es una parte muy importante
de este colegio, el trato con los alumnos. Pero vamos,
que yo creo que casi todos, no todos porque yo no
les veo con vosotros a todos, creo que el trato es
bueno.
P.- ¿Qué
opinas de los adolescentes de hoy en día?
R.- Opino que
no todo es lo que siempre se comenta, que todos los
adolescentes se pasan el día bebiendo, fumando
y no sé qué cosas más, es un
poco tópico eso. Pero lo que sí es verdad,
en mi opinión, es que hay una característica
que sí que se está perdiendo y es el
esfuerzo: el esfuerzo por conseguir lo que quieres.
Creo que eso es así, lo veo con el paso de
los años. Veo que al que no le sale algo tira
la toalla, no es capaz de decir "lo quiero conseguir".
Si una cosa no os sale la dejáis, no sois capaces
de perseverar en el objetivo. El esfuerzo y la motivación
la vais perdiendo por el camino. Perdéis la
motivación, el esfuerzo y las ganas de tirar
para adelante. Eso es lo más significativo.
Que la forma de vida va cambiando, que se bebe más...
Pero siempre hay gente que mantiene su postura y sus
valores. Pienso de verdad que el esfuerzo es menos
cada vez y, por lo demás, creo que hay gente
con muchos valores y con mucho de todo y que hay adolescentes
encantadores y majísimos. En eso yo no veo
que esté perdida la juventud y esas cosas que
se dicen. Para nada.
P.- ¿Crees
que al ir bajando el esfuerzo va bajando la calidad
y, en cierto grado, la media que se espera de nosotros?
R.- Sí,
un poco sí, porque cada vez más frecuentemente
te encuentras con gente que llegada a Bachiller no
sabe lo que quiere hacer. No saben ni qué les
gusta. Cada vez falta más motivación.
P.- Tal vez como
cada día nos lo están dando todo más
hecho, tampoco te esfuerzas en buscar tu propio camino...
R.- Efectivamente,
y ahí contribuimos todos, los padres, los educadores,
a ayudaros demasiado igual.
P.- ¿Qué
actitud deberían tener los educadores, no sólo
los profesores sino los educadores de casa que son
los padres obviamente, con todos los chavales?
R.- Hacer personas
independientes y que trabajen por sí mismas
sobre todo. Y lo digo también como madre, que
con mi hijo siempre estoy ahí y me paso controlándole.
Es que la otra es muy pequeña, pero a él
le hago demasiado las cosas y eso hace que uno no
se esfuerce por sí mismo. A mí mis padres
nunca me ayudaron en las tareas, ni tenía 40
clases particulares, me tenía que buscar yo
la vida. Y te la buscabas.
Hoy facilitamos tanto todo que los niños no
se hacen a sí mismos, esperan que se lo den
todo hecho. Y la primera que cometo el fallo soy yo
como madre. Si te sale mal una cosa te meto en una
clase particular, si no sabes hacer la tarea te ayudo...
Y las cosas no son así, hay cosas que tienes
que aprender por ti mismo.
P.- ¿Cómo
es tu relación con otros profesores de este
centro?
R.- Buena.
Tengo compañeros, todos, y no me llevo mal
con nadie; y tengo amigas y amigos. Como compañera
estoy bien con todo el mundo y como amiga tengo gente
con la que tengo más trato y más amistad.
P.- ¿Trabajaste
en algún otro centro o en otra profesión
antes de aquí?
R.- Trabajé
antes en el Castroverde, un colegio de la Institución
Teresiana que está en Santander, haciendo sustituciones,
porque es el colegio donde yo estudié. El Cervantes
fue ya como fijo.
P.- Si no hubieses
sido profesora, ¿qué te hubiese gustado
hacer?
R.- Psicología.
Sinceramente me hubiese gustado poder montarme un
gabinete, trabajar en la privada, pero mi padre no
era millonario y para poder montarte un despacho se
necesita mucho dinero, y yo veía que mi padre
no podía. Entonces es una opción que
hubiera barajado para más adelante, pero al
final no he encontrado el momento.
P.- ¿Crees
que al final lo harás?
R.- Pues creo
que ya no, porque tendría que dejar el colegio
y, en el fondo, me daría mucha pena. He cogido
mucho cariño a los alumnos y a todo el mundo.
O compaginar ambos trabajos, que sería imposible,
porque no vería a mis hijos y mi faceta como
madre es también importante. Tendría
que ir a la consulta al salir del colegio y llegaría
a casa de noche y agotada. Y llega un momento que
yo también quiero calidad de vida. No me importa
ganar tanto dinero, prefiero ganar lo suficiente para
vivir y poder disfrutar de mis hijos y de todo lo
demás.
P.- ¿Esta
profesión quema mucho?
R.- Sí
quema, sí. No quiero comparar, otros dirán
que es la suya la que quema, pero si realmente no
pasas y te implicas, sí. Porque ¡claro!
puedes tomártelo todo con mucha calma y pasar
del tema... Pero si te implicas un poco con tus alumnos,
con tu tutoría, con tu enseñanza, sí
quema porque son muchos alumnos y cada uno con su
historia.
P.- Aunque en ese
sentido sería parecido a la psicología.
Si hubieses sido psicóloga te hubieses implicado
en la vida ajena ¿no?
R.- Claro.
Todas las profesiones que impliquen una cercanía
con la gente, como puede ser medicina, enfermería...
Toda la gente que trabaja relacionándose con
la gente... creo que todo quema. Imagínate
en el hospital, cuando se te muere alguien debe de
ser horrible. Yo lo llevaría fatal. Y aquí,
pues, el que ves que lo intenta pero se pierde y lo
deja, los maleducados, una serie de cosas...
Yo creo que si eres buena persona te implicas con
tus alumnos porque les coges cariño, entonces
todo te afecta. Hay gente que me dice que marque un
punto y aparte al salir del colegio. Yo no puedo.
Si tengo un problema con algún alumno me voy
hecha polvo, estoy dándole vueltas, no puedo
desconectar. Entonces, en la medida que no puedes
desconectar, pues es muy difícil y quema con
los años.
Bueno, yo llevo ya bastantes años y me gusta.
No me he quemado todavía pero me quedan muchos
años por delante. Cada año que empiezo
es como un reto nuevo.
P.- Para terminar,
como profesora que lleva muchos años dando
clase ¿qué consejo le darías
a los alumnos en general?
R.- Que seáis
buenas personas, que mantengáis unos valores
y que os esforcéis. Con eso conseguiréis
lo que queráis.
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