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Nº 61
MEDIOS / VISTO Y LEÍDO

Tanos: peligro en vías de extinción

Por Álvaro Sáez y Bruno Martínez, alumnos de Bachillerato del colegio La Paz de Torrelavega.

Dos alumnos del colegio La Paz abordan la polémica del depósito de mercancías peligrosas en la estación de Tanos, donde éstas llegan, se depositan y después se trasladan en camiones-cisterna hasta su destino final.

Estado de la estación de Tanos.

Tanos, un pueblo de 5986 habitantes cerca de la ciudad cántabra de Torrelavega, padece desde hace años la necesidad de convivir con un improvisado almacén rodante de butadieno 1,3 y estireno. La deficiente red ferroviaria de Cantabria obliga a que los trenes cargados con estos productos químicos deban ser trasvasados a camiones cisternas en la propia estación del pueblo para, desde allí, por carretera ser trasladados a la fábrica de Repsol en Gajano, donde estos peligrosos productos son empleados para la fabricación de combustibles, cauchos y plásticos.

Todo el proceso de trasvase se realiza en las vías de la estación de RENFE. Pero ésta no es una estación normal. Nada más llegar a ella se percibe un claro estado de deterioro; azulejos levantados, parking en malas condiciones, la cafetería y venta de billetes cerrada. Lo único que encontramos, de vez en cuando, es un jefe de estación y una música pasada de moda. Con todo lo más sorprendente reside en que en una estación desangelada, carente de medidas de seguridad, donde una vieja y oxidada valla protege el recinto de carga, los vagones de sustancias peligrosas duermen una noche tras otra cerca de cientos de viviendas.

El resultado, muchos incidentes en los últimos años. El miércoles 24 de agosto de 2000, un escape levantó la alarma en el pueblo, al igual que otro en el 2001 o el vuelco de un camión que obligó a evacuar parte de la población tiempo después.

Tras reiteradas quejas y actos de presión por parte de la Unión Vecinal de Tanos, el pueblo arrancó de la alcaldía de Torrelavega la promesa de una mayor vigilancia y la intervención para evitar que las cisternas cargadas con estos compuestos químicos pernoctaran en Tanos. El 8 de febrero de este año, el portavoz de la coordinadora vecinal, Francisco Trueba, denunciaba públicamente, en medio de las movilizaciones vecinales, el incumplimiento de lo pactado, la permanencia de las mercancías en la desvencijada estación y la falta de control policial. Tras manifestar su voluntad de ayuda a los vecinos, la alcaldesa, Blanca Rosa Gómez Morante, ha respondido que es imposible que la policía local realice labores de vigilancia para que la ley se cumpla y ha realizado nuevas promesas (tras las ya hechas en enero) sobre la eliminación del estacionamiento de mercancías y su trasvase en la estación. En cualquier caso, Tanos colecciona promesas, y no sólo de esta alcaldesa.

Los vagones de sustancias peligrosas están cerca de las viviendas.

Con todo, la Unión Vecinal insiste en la pervivencia del problema y ha denunciado un nuevo escape de gas en las cisternas el pasado 25 de marzo. La falta de seguridad de las instalaciones ha sido comprobada por los redactores de InterAulas que, desplazados al lugar para realizar un reportaje fotográfico, constataron la existencia de numerosas cisternas y camiones en la estación (no sabemos si cargados o no), sin vigilancia y sin impedimentos físicos para acceder a ellas.

A fin de aclarar la situación, esta revista se ha puesto en contacto con la vicepresidencia del Gobierno regional, que nos ha manifestado "Sobre Tanos hemos estudiado un plan. La mayor parte de las materias peligrosas que pernoctaban en Tanos iban destinadas a la factoría Repsol de Gajano. El Gobierno de Cantabria, junto a la empresa Dynasol que trabaja para Repsol, y desde la Dirección Regional de Transporte hemos estado trabajando en un plan, que vamos a subvencionar, y que pretende que las mercancías que llegan a Tanos sean directamente descargadas en camiones y estos se trasladen directamente a Gajano, actualmente en la medida de lo posible, puesto que Repsol está terminando sus instalaciones definitivas de abastecimiento. Como resultado hay una parte importante de las mercancías que ya no duermen allí, y en el momento en que se acabe la instalación a la que el Gobierno de Cantabria ayuda, ya no quedará en Tanos, por las noches, ninguna mercancía peligrosa. Y eso también será una solución provisional hasta que se produzca la reordenación todo el sistema de tráfico ferroviario del arco norte de la bahía de Santander y consigamos llevar al ánimo de RENFE y de FEVE que determinados servicios que tienen en el centro de las ciudades deben ser sacados hacia fuera, hacia zonas logístico industriales. Esa reordenación llevará a que todo ese trasiego de materiales se desarrolle en una área logística, fuera de Tanos, desde la que se lleve a los lugares de destino."

Es obvio que existe un plan, y que se atisba por primera vez una voluntad política y organizada que dé una solución definitiva al transporte de materias peligrosas en el área del Besaya, que no pasa sólo por trasladar de sitio el butadieno y el estireno, sino, además, trasladar las operaciones a zonas seguras y técnicamente apropiadas. Mientras tanto, el Gobierno regional, que es quien tiene los recursos y los medios legales para afrontar el problema, parece decidido a exigir responsabilidades y actuar contra los que incumplan la ley. El Gobierno inscribe, además, la solución del problema en un conjunto de medidas tendentes a librar a Torrelavega de su endémica contaminación, combinando dos elementos fundamentales para el mantenimiento del empleo y la protección medioambiental, controlar y corregir las instalaciones industriales y de logística ya existentes (caso de Tanos) y establecer precisas condiciones para que las empresas de la zona (RENFE, Repsol) orienten sus inversiones en una nueva ordenación del territorio y una modernización tecnológica. En ese campo se inscriben mejorar el saneamiento de la cuenca, descontaminar junto a las industrias y favorecer la sostenibilidad.

Butadieno es un gas que se emplea fundamentalmente para producir el caucho sintético .

La pregunta es, ¿y mientras tanto, qué?.

En las últimas semanas reporteros de InterAulas han comprobado la existencia de cisternas cargadas de mercancías tóxicas en los muelles de Tanos, en condiciones de inseguridad que facilitan el acceso sin restricciones y en cualquier momento subirse a las cisternas. La asociación de vecinos ha trasladado esta situación a la alcaldía de Torrelavega, que ha mostrado su falta de capacidad para actuar y resolver el problema. El día 13 de mayo Luís Carlos Albalá, portavoz del PP, denunciaba ante los medios de comunicación que su partido ha constatado, y tiene pruebas gráficas de ello, que las cisternas de mercancías peligrosas siguen pernoctando, casi a diario, en la estación de RENFE, continuando aparcadas los fines de semana en el recinto ferroviario. Según refleja 'El Diario Montañés', los populares han exigido el cumplimiento de los compromisos adquiridos públicamente por el Gobierno regional de trasladar el almacenamiento y la manipulación de mercancías.

Al hilo de ello, cabe recordar que la alcaldía se comprometió en diciembre de 2005 a que desde enero de este año no habría ningún trasiego o manipulación de mercancías y que las cisternas no iban a pernoctar ningún día, para lo cual la policía local vigilaría la zona.


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