¿Quieres
saber qué le pasa a un caracol muy pequeño?
¿Y a un gato que se pierde en la ciudad? ¿Y
a un lobo muy glotón? Los alumnos de 4º
de Primaria del colegio Fernando de los Ríos
han inventado unas historias en las que los protagonistas
son los animales.
El caracol
El gorrión,
la lombriz, el gato y el perro
El gato
El lobo comilón
El
perro de Natalia
El
ratón amarillo con rayos
Nala
la gata
Un
reno raro
Lolo
y sus amigos
El
caracol
Por Raquel Barreda Obeso
Érase
una vez un caracol que era demasiado pequeño.
Un día salió al campo para coger algún
fruto del árbol, pero el pobre caracol no alcanzaba
a coger alguna deliciosa manzana. Cuando vio que no
podía cogerla decidió ir a dar un paseo,
para ver si podía ver otro fruto que le sirviera
de comida.
Entonces el caracol dijo:
-Soy tan pequeño que no puedo coger la
comida y también soy muy lento.
De pronto se oyó una voz que decía:
-Si estás hambriento, me tendrás
que dar lo que yo te pida, agua, tierra, etc.
El caracol se llevó un susto de muerte y se
dio la vuelta para ver quien estaba allí, sólo
vio a un árbol que ya estaba bastante estropeado.
El caracol se dio cuenta de que quien le estaba hablando
era el árbol.
Miró para atrás y vio al árbol,
que no tenía ni una sola hoja.
El caracol le preguntó:
-¿Cómo puedes ver y hablar?
Y el árbol le contestó:
-Pues no sé, te he oído que no llegas
a los árboles para coger tu alimento.
Entonces el caracol le dijo que si le podía
dar todo lo que el quisiera para que se pudiera alimentar.
El árbol dijo que sí y empezó
a traerle cosas.
Fueron pasando los días y el árbol fue
aumentando de tamaño hasta que un día
aquel árbol se llenó de manzanas.
El caracol le dijo:
-Ahora ya puedo coger una manzana.
Y el árbol contestó:
-Sí, te lo he prometido.
El caracol le pidió la manzana y el árbol
se la dio. Cuando terminó, el caracol le dio
las gracias y le dijo:
- Si no me hubieras ayudado me habría muerto.
Desde ese día el caracol y el árbol
se hicieron muy amigos.
Y el caracol nunca volvió a tener hambre porque
su amigo lo alimentaba con manzanas.
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El
gorrión, la lombriz, el gato y el perro
Por Kevin Quintanilla
Había una vez una lombriz que le gustaba
mucho el sol. Una soleada mañana salió
a tomar el sol. Cuando un gorrión la vio venir
se lanzó a por ella. De pronto un gato estaba
en un tejado y vio al gorrión, el gato saltó
a por él.
De pronto un perro vio el gato y sin pensarlo dos
veces se lanzó a por él. Pero al final
todos fueron amigos y jugaron.
Un día el gato se perdió mientras jugaban
al escondite. El perro decía que estaba escondido.
Pasó un rato y cada vez estaban más
preocupados.
Al final se había ido a cazar al río.
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El
gato
Por Thais Ealo Rodríguez
Érase una vez un gato que se llamaba Juan.
Estaba con sus dueños, Cristina, Pepe y Maria,
jugando por la calle. Juan coló el balón
en la casa del vecino pero, como le conocían
mucho, entonces llamó al timbre de la vecina
(Patricia) y cuando se asomó por la puerta
y se dio una gran alegría al ver a Pepe, porque
hacía mucho que no le veía, entonces
Patricia le dijo:
- ¿Dónde están Juan, Maria
y Cristina?
Entonces Pepe le dijo:
- Están ahí fuera.
Y Patricia fue con Pepe a buscarles. Cuando les encontraron
Patricia les dio un gran abrazo y les dijo que si
entraban un poco a casa y ellos les dijeron que si.
Y se fueron corriendo a la casa de Patricia. Cuando
llegaron, Patricia le dio pan a Juan porque tenía
mucha hambre.
Cuando pasó un tiempo les llamó al teléfono
la madre de los niños y se puso Patricia y
Carmen, la madre de los niños, y la dijo:
- ¿Está ahí los niños?
Y Patricia le dijo que sí, entonces Carmen
le dijo que vinieran porque era muy tarde.
Y Patricia le dijo que ahora iban. Cuando colgaron,
Patricia les dijo a los niños qué le
ha dicho Carmen. Entonces se tuvieron que ir un poco
tristes, porque no se querían ir.
Por el camino Juan se despistó y se metió
de camino al bosque y los niños de camino a
casa. Entonces como no se dieron cuenta de que Juan
se había metido por otro camino hasta llegar
a casa, porque estaban jugando por el camino. Cuando
llegaron a casa, Carmen les pregunto:
- ¿Dónde está Juan?
Y los tres hermanos se fueron corriendo a la calle
a buscarlo, pero no lo encontraron y ya pasó
muchas horas y se tuvieron que ir a casa muy tristes.
Juan se fue adentrando en el bosque y se perdió
y no sabía dónde estaba la ciudad. Entonces
se echó a dormir en una roca, porque ya era
de noche.
Cuando se hizo de día vio un pequeño
pájaro y Juan le preguntó que dónde
estaba la ciudad y el pájaro le dijo que no
sabía y entonces Juan le dijo que si se quedaba,
porque Juan era un poco miedica, y el pájaro
le dijo que si.
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El reencuentro
del gato Juan y sus amigos. |
Cuando pasó un rato, pasó por allí
un perro y el pájaro le preguntó que
dónde estaba la ciudad y el perro le dijo que
estaba por allí abajo. Entonces el pájaro
le preguntó que si se quedaba y Juan rápidamente
dijo que no, porque no se llevaban bien. Entonces
el pájaro les intentó convencer.
Cuando pasó un tiempo, como tenían muchas
cosas en común, se hicieron muy amigos y junto
al perro se fueron camino a la ciudad.
Cuando llegaron a lo lejos estaban Cristina, Pepe
y María, que le estaban buscando muy preocupados.
Los animales se fueron corriendo hacia ellos. Cuando
llegaron los niños le dieron un gran abrazo
y María le preguntó que quiénes
eran ellos y Juan le dijo que eran los que le habían
ayudado a llegar hasta aquí y los niños
rápidamente se fueron donde la madre a decirla:
¿Nos los podemos quedar?
Y la madre dijo que sí y muy felices se fueron
a jugar con ellos.
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El
lobo comilón
Por Antonio Gutiérrez Rumoroso
Érase una vez un lobo, un perro y un ratón
que se fueron al bosque. A continuación el
lobo estaba cansado y tenía mucha hambre y
sed y se encontró un río.
Al final se encontró un perro y fueron caminando
por el bosque.
Pero el perro se encontró un ratón
y se le comió y el lobo, sin que se diera cuenta,
se le comió. Luego se encontró un señor
y fueron caminando a su casa y comieron.
Después estuvieron jugando al escondite y se
cansaron, se fueron a la cama a dormir.
Al día siguiente desayunaron y se fueron
a comer y colorín colorado este cuento se ha
acabado.
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