Mientras
una parte de la población pasa las navidades
con comida, regalos y familiares, otra gran parte
no tiene esa suerte, como los transeúntes.
Aquí en Torrelavega, como en otros sitios,
también hay. Hemos querido conocer cómo
pasan las Navidades en el Hogar Municipal de Transeúnte
de Torrelavega y las actividades que realizan allí.
Hablamos con una monja franciscana, Teresa, que es
una de las que dirige este centro.
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Aspecto exterior
del Hogar Municipal del Transeúnte de
Torrelavega. |
Pregunta.- ¿Cómo
surge el Hogar Municipal del Transeúnte?
Respuesta.- En 1983 los miembros
relacionados con la Parroquia de la Asunción
comienzan a ver cómo en Torrelavega había
gente que no tenía dónde dormir. En
1985 comienza a funcionar el Hogar el Transeúnte,
ya a cargo del Ayuntamiento de Torrelavega.
P.- ¿En qué
se basa su rehabilitación?
R.- Lo primero, se intenta mejorar
su salud, ya que suelen llegar muy enfermos del riñón
y también de la nutrición.
P.- ¿Cuánta
gente hay y cómo está organizado?
R.- Hay 14 personas fijas que siguen
un proyecto de recuperación personal tanto
físico como psicológico. También
hay un área para los transeúntes de
una sola noche, los llamados “de paso”.
El tratamiento es sólo para hombres y están
aquí un mínimo de seis meses, los de
paso son una persona o a veces familias enteras.
P.- ¿Qué
tareas son realizadas aquí?
R.- Todos los días estos chicos
trabajan de 9 a 13 y de 15.30 a 19 hacen el taller
de reciclaje de palés, que consiste en usar
las maderas servibles de los viejos que nos traen
para hacer palés nuevos que vienen a buscar
una empresa, a la que se lo vendemos. Después
del taller pueden salir a dar una vuelta, siempre
respetando los horarios.
P.- ¿Viene
alguien a hacer voluntariado?
R.-Sí, los lunes vienen dos
amas de casa a hacer taller de costura, planchado,
para que el día de mañana sepan hacer
las tareas del hogar. Ese mismo día también
vienen la psicóloga y hace terapia personal
y en grupo. Esta chica es también licenciada
en orientación profesional y les ayuda a encontrar
un trabajo en el futuro.
Los martes vienen cuatro personas y hacen taller de
manualidades; se trata de mantener el tiempo ocupado.
Los miércoles por la mañana vienen dos
maestras y les enseñan cultura general y por
las tardes, en años anteriores, venía
un profesor y una abogada y hacían debates
con noticias actuales. Este año no se hace
por los horarios. En total son ocho voluntarios que
les ayudan a pasar el tiempo. Los sábados por
la mañana hacen terapia de grupo conmigo.
P.- ¿Cuántas
monjas hay en total y cuál es su labor?
R.- Amparo, que se encarga de las
compras y de la organización; Pilar, la enfermera,
y yo ,Tere, que me encargo, al igual que Amparo, de
la organización.
Hablamos con Teresa sobre cómo pasan los transeúntes
las Navidad aquí.
P.- ¿Cómo habéis
pasado la Nochebuena?
R.- La cena la traen del Asilo, como
todos los días, sólo que más
especial. Esa noche suelen traer sopa, merluza a la
vizcaína y dulces, aunque a ellos no les gusta
mucho el pescado y les hacemos otras cosas. Cenamos
las 14 personas fijas, ocho de paso y a todos los
que llamamos “antiguos alumnos”. En total
fuimos 30. Nosotras también les ponemos canapés
y embutido por nuestra cuenta. Los antiguos alumnos
les traen regalos. Después de cenar cantamos
y preparamos un bingo con premios no metálicos,
sino calcetines, cuchillas de afeitar, calzoncillos,
tabaco… contamos chistes, uno tocó el
organillo y también cantamos villancicos. Por
lo general no se bebe alcohol.
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Un Belén
adornó la Navidad en el centro. |
P.- ¿Y el día de Navidad?
R.-La comida les gusta más,
nos traen cordero y entremeses, torrijas y la pastelería
Santos nos trae muchos pasteles, también hacemos
el bingo.
P.- Cuéntanos qué
tal en Nochevieja.
R.- Cenamos y hacemos concursos de
representaciones y se premia los mejores.
P.- ¿Cómo es el momento
de las uvas?
R.- Este año no lo tenemos
claro, ya que no tiene ningún sentido tomarse
las uvas cuando llegan las 12. Eso es consumismo.
P.- ¿Y Reyes?
R.- Antes les comprábamos
un regalo pensado por nosotras, después le
hacían una carta a los reyes y nosotras lo
comprábamos según lo que la carta pusiera,
pero a veces no coincidíamos (risas), a si
que decidimos darles un vale por una cantidad de dinero
y les pedimos que nos enseñen el regalo y el
ticket de compra para que no se lo gasten en cosas
que no deben.
También hablamos con Teresa de la vida personal
de los transeúntes.
P.- ¿Cómo es su relación
con la familia?
R.- Hay de todo, la mayoría
de las relaciones están rotas. Yo intento que
rehagan sus vidas y que vuelvan a hablar con sus familias,
pero a veces no es posible y hay que respetar su decisión.
Es bonito que vuelvan, pero no siempre se consigue.
En estas fechas tan señaladas se ponen sentimentales,
alguno se puso a llorar otros, se metieron en la cama
o llamaron a su familia. Son historias muy dramáticas.
Otros odian a sus padres por la mala vida que les
dieron de pequeños.
P.- ¿Son católicos?
R.- Nosotras les decimos que Jesús
vino al mundo como un transeúnte. La mayoría
sí son católicos, pero que practiquen…
hay de todo.
P.- ¿Qué piensan sus
familias de ustedes?
R.- Nuestras familias valoran mucho
esta acción humanitaria que realizamos, aunque
no pasemos las fiestas con ellos no se enfadan porque
saben que tenemos que estar aquí.
P.- ¿Cómo se sienten
ellos?
R.- Su autoestima es muy baja se
sienten basura humana. Lo importante es que
se trabajen a sí mismo, que empiezan a alcanzar
conceptos como la responsabilidad, la estabilidad
y la valoración del dinero. El principal objetivo
es saber qué quieren hacer con su vida. Por
aquí han pasado médicos, ingenieros,
informáticos… gente muy preparada que
ha caído en este mundo.
P.- ¿Qué pasa cuando
salen de aquí?
R.-Aquí están mínimo
seis meses si están bien. Luego empiezan a
buscar trabajo. Teníamos dos pisos tutelados
de cinco habitaciones, pero ahora tenemos sólo
uno, para que cuando salgan de aquí tengan
algún sitio donde vivir. Después viven
en pensiones o comparten un piso entre compañeros,
otros alquilan una habitación a una familia.
P.- ¿Qué hay de las
recaídas?
R.- Algunos vuelven y rehacen todo
el proceso, otros aun recayendo no vienen por vergüenza.
Por ejemplo, un chico que rehizo todo el proceso se
hizo fraile (risas) porque se dio cuenta que cuando
mas feliz había sido era cuando se dedicaba
a ayudar a los demás.
Para finalizar diremos que muchas gracias por la
colaboración prestada.
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