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Nº 58
EL MUNDO / NOS IMPORTA

Un hogar para los sin techo

Por Laura García y Carolina Gómez. Alumnas de Bachillerato del colegio La Paz.

Mientras una parte de la población pasa las navidades con comida, regalos y familiares, otra gran parte no tiene esa suerte, como los transeúntes. Aquí en Torrelavega, como en otros sitios, también hay. Hemos querido conocer cómo pasan las Navidades en el Hogar Municipal de Transeúnte de Torrelavega y las actividades que realizan allí. Hablamos con una monja franciscana, Teresa, que es una de las que dirige este centro.

Aspecto exterior del Hogar Municipal del Transeúnte de Torrelavega.

Pregunta.- ¿Cómo surge el Hogar Municipal del Transeúnte?
Respuesta.- En 1983 los miembros relacionados con la Parroquia de la Asunción comienzan a ver cómo en Torrelavega había gente que no tenía dónde dormir. En 1985 comienza a funcionar el Hogar el Transeúnte, ya a cargo del Ayuntamiento de Torrelavega.

P.- ¿En qué se basa su rehabilitación?
R.- Lo primero, se intenta mejorar su salud, ya que suelen llegar muy enfermos del riñón y también de la nutrición.

P.- ¿Cuánta gente hay y cómo está organizado?
R.- Hay 14 personas fijas que siguen un proyecto de recuperación personal tanto físico como psicológico. También hay un área para los transeúntes de una sola noche, los llamados “de paso”.
El tratamiento es sólo para hombres y están aquí un mínimo de seis meses, los de paso son una persona o a veces familias enteras.

P.- ¿Qué tareas son realizadas aquí?
R.- Todos los días estos chicos trabajan de 9 a 13 y de 15.30 a 19 hacen el taller de reciclaje de palés, que consiste en usar las maderas servibles de los viejos que nos traen para hacer palés nuevos que vienen a buscar una empresa, a la que se lo vendemos. Después del taller pueden salir a dar una vuelta, siempre respetando los horarios.

Uno de los dormitorios,

P.- ¿Viene alguien a hacer voluntariado?
R.-Sí, los lunes vienen dos amas de casa a hacer taller de costura, planchado, para que el día de mañana sepan hacer las tareas del hogar. Ese mismo día también vienen la psicóloga y hace terapia personal y en grupo. Esta chica es también licenciada en orientación profesional y les ayuda a encontrar un trabajo en el futuro.
Los martes vienen cuatro personas y hacen taller de manualidades; se trata de mantener el tiempo ocupado. Los miércoles por la mañana vienen dos maestras y les enseñan cultura general y por las tardes, en años anteriores, venía un profesor y una abogada y hacían debates con noticias actuales. Este año no se hace por los horarios. En total son ocho voluntarios que les ayudan a pasar el tiempo. Los sábados por la mañana hacen terapia de grupo conmigo.

P.- ¿Cuántas monjas hay en total y cuál es su labor?
R.- Amparo, que se encarga de las compras y de la organización; Pilar, la enfermera, y yo ,Tere, que me encargo, al igual que Amparo, de la organización.

Hablamos con Teresa sobre cómo pasan los transeúntes las Navidad aquí.

P.- ¿Cómo habéis pasado la Nochebuena?
R.- La cena la traen del Asilo, como todos los días, sólo que más especial. Esa noche suelen traer sopa, merluza a la vizcaína y dulces, aunque a ellos no les gusta mucho el pescado y les hacemos otras cosas. Cenamos las 14 personas fijas, ocho de paso y a todos los que llamamos “antiguos alumnos”. En total fuimos 30. Nosotras también les ponemos canapés y embutido por nuestra cuenta. Los antiguos alumnos les traen regalos. Después de cenar cantamos y preparamos un bingo con premios no metálicos, sino calcetines, cuchillas de afeitar, calzoncillos, tabaco… contamos chistes, uno tocó el organillo y también cantamos villancicos. Por lo general no se bebe alcohol.

Un Belén adornó la Navidad en el centro.

P.- ¿Y el día de Navidad?
R.-La comida les gusta más, nos traen cordero y entremeses, torrijas y la pastelería Santos nos trae muchos pasteles, también hacemos el bingo.

P.- Cuéntanos qué tal en Nochevieja.
R.- Cenamos y hacemos concursos de representaciones y se premia los mejores.

P.- ¿Cómo es el momento de las uvas?
R.- Este año no lo tenemos claro, ya que no tiene ningún sentido tomarse las uvas cuando llegan las 12. Eso es consumismo.

P.- ¿Y Reyes?
R.- Antes les comprábamos un regalo pensado por nosotras, después le hacían una carta a los reyes y nosotras lo comprábamos según lo que la carta pusiera, pero a veces no coincidíamos (risas), a si que decidimos darles un vale por una cantidad de dinero y les pedimos que nos enseñen el regalo y el ticket de compra para que no se lo gasten en cosas que no deben.


También hablamos con Teresa de la vida personal de los transeúntes.

P.- ¿Cómo es su relación con la familia?
R.- Hay de todo, la mayoría de las relaciones están rotas. Yo intento que rehagan sus vidas y que vuelvan a hablar con sus familias, pero a veces no es posible y hay que respetar su decisión. Es bonito que vuelvan, pero no siempre se consigue. En estas fechas tan señaladas se ponen sentimentales, alguno se puso a llorar otros, se metieron en la cama o llamaron a su familia. Son historias muy dramáticas. Otros odian a sus padres por la mala vida que les dieron de pequeños.

P.- ¿Son católicos?
R.- Nosotras les decimos que Jesús vino al mundo como un transeúnte. La mayoría sí son católicos, pero que practiquen… hay de todo.

P.- ¿Qué piensan sus familias de ustedes?
R.- Nuestras familias valoran mucho esta acción humanitaria que realizamos, aunque no pasemos las fiestas con ellos no se enfadan porque saben que tenemos que estar aquí.

P.- ¿Cómo se sienten ellos?
R.- Su autoestima es muy baja se sienten basura humana. Lo importante es que se trabajen a sí mismo, que empiezan a alcanzar conceptos como la responsabilidad, la estabilidad y la valoración del dinero. El principal objetivo es saber qué quieren hacer con su vida. Por aquí han pasado médicos, ingenieros, informáticos… gente muy preparada que ha caído en este mundo.

P.- ¿Qué pasa cuando salen de aquí?
R.-Aquí están mínimo seis meses si están bien. Luego empiezan a buscar trabajo. Teníamos dos pisos tutelados de cinco habitaciones, pero ahora tenemos sólo uno, para que cuando salgan de aquí tengan algún sitio donde vivir. Después viven en pensiones o comparten un piso entre compañeros, otros alquilan una habitación a una familia.

P.- ¿Qué hay de las recaídas?
R.- Algunos vuelven y rehacen todo el proceso, otros aun recayendo no vienen por vergüenza. Por ejemplo, un chico que rehizo todo el proceso se hizo fraile (risas) porque se dio cuenta que cuando mas feliz había sido era cuando se dedicaba a ayudar a los demás.

Para finalizar diremos que muchas gracias por la colaboración prestada.

 



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