Si todas las personas supieran
que las palabras son más fuertes que las armas,
que los lápices son más eficaces que
las espadas, y que la ignorancia es la madre del atrevimiento,
todo sería perfecto; pero no, la perfección
no existe, así que tenemos que ser lo más
perfectos posible imperfectamente, y para ello hoy
estamos aquí reunidos, luchando por la educación
internacional.
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Contra la desigualdad,
contra el hambre, por la educación. |
Nuestro mayor
problema es que no sabemos mirar mas allá de
nuestras propias fronteras. Nos pensamos que con un
trozo de pan una persona pobre puede ser feliz. Lo
peor de todo esto es que es cierto, pero esta felicidad
no dura para siempre. "No le des un pez a un
pobre, enséñale a pescar".
Los niños de hoy en día
nos preocupamos más de ver cuándo terminamos
las clases que de la suerte que tenemos de tener una
buena educación, mientras que en otros países
darían toda su riqueza por poder asistir al
colegio aunque solo fuera durante un tiempo.
En nuestra clase hay casi tantos
niños como niñas, lo cual no es normal
en otras culturas: las mujeres no siempre tienen derecho
a la educación y a algunas hasta las matan
por querer estudiar. No solo son terroristas los que
no las dejan estudiar, sino que a veces son sus propios
padres, puesto que piensan que las mujeres deben quedarse
en casa cuidando de sus hermanos y haciendo las tareas
domésticas.
El no ir a la escuela favorece la
violencia de género. Somos 2.100 millones de
niños en el mundo, de los cuales el 77% siguen
sin poder ir a la escuela, una cifra muy inferior
a la de hace cinco años, pero todavía
"inaceptable".
Cuatro de cada diez niños
crecen sumidos en la pobreza, la desnutrición
y sin poder ir a la escuela. Los que más probabilidades
tienen de no ir nunca a la escuela, o de abandonarla
prematuramente, son sobre todo las niñas.
Por término
medio, un niño nacido de una madre analfabeta
tiene dos veces más probabilidades de no ir
a la escuela que un menor cuya madre ha recibido alguna
educación.
Observemos el grave problema que
supone la explotación laboral infantil y que
es una de las causas principales para que los niños
no vayan al colegio. Aunque se ha reducido en los
últimos años, en el mundo unos 218 millones
de niños trabajan y el 75% de ellos son menores
de 14 años.
De este total, 126 millones tienen
entre 5 y 17 años y sufren las peores formas
de explotación, como es el tráfico de
personas, la servidumbre por deudas, la esclavitud
y la prostitución.
Estamos aquí:
Porque los maestros pueden abrir la puerta pero solo
tú puedes entrar.
Porque nunca hay que considerar el estudio como una
obligación sino como una oportunidad para entrar
en el maravilloso mundo del saber.
Porque hay que vivir como si fueras a morir mañana
y aprender como si fueras a vivir siempre.
Porque la educación es el arma más poderosa
que se puede utilizar para cambiar el mundo.
Porque si hay educación no hay distinción
de clases.
Porque la educación es el vestido de gala para
asistir a la fiesta de la vida.
Porque la educación es la vacuna contra la
violencia y la ignorancia.
Y porque la educación no es
la respuesta a la pregunta sino el medio para encontrar
la respuesta a todas las preguntas.

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