Logotipo Interaulas
Cabecera Red-acción Inicio > Reportajes > Con la mochila al hombro
Reportajes
Entrevistas
Opinión
Cultura
El mundo

 

Imagen Primaria

Red-acción
Nº 112

REPORTAJES / CON LA MOCHILA AL HOMBRO

Los días más trepidantes de mi vida

Por Álvaro Gutiérrez, alumno de 1ºC; Paula Morales, alumna de 1ºB y Luis Gómez, alumno de 1ºA del colegio La Salle de Santander.

Hola, somos Álvaro, Paula y Luis y nos gustaría contar nuestra experiencia en Corconte. Corconte es un pueblo que está al lado del Valle del Ebro. En ese pueblo hay un albergue muy bonito en el que todos los años los niños de 1º de la ESO van durante tres días a divertirse sin control.

¡Qué divertidos los miniquads!

Este año a los niños de 1º de la ESO fuimos del 30 de septiembre al 2 de octubre de 2013. Para mí esos fueron de los días más trepidantes de mi vida y tengo 12 años. Fueron tan increíbles como parecía en el folleto de inscripción.

Cuando llegamos todos estábamos muy entusiasmados por hacer todas las actividades. Nos enseñaron el recinto por el que íbamos a poder estar. Cuando terminamos de comer (por cierto, la comida estaba riquísima) nos dejaron tiempo libre en el que podíamos jugar al fútbol o al ping-pong. Siempre que acababa el tiempo libre teníamos una actividad programada. La del primer día fue una rueda con varias actividades: un rocódromo que era como el edificio de alto; los miniquads, que para mucha gente fue la mejor actividad de toda la convivencia, porque era como conducir una moto de verdad. También había pesca, un poco aburrida porque solo había dos cañas y tenías que esperar mucho, y pescar un pez no es nada fácil porque no son tan inocentes como para picar, o no tienen hambre y no se comen el cebo. La tirolina era muy divertida pero tenía sus consecuencias: que dolía en la barriga. Por último había tiro con arco, y aviso que es complicado. Por la noche hicimos el juego de las banderas, pero si te pillaban tenías que hacer un "piedra, papel o tijera" y el que perdía iba a la cárcel.

El tiro con arco era más complicado de lo que parecía.

Al día siguiente, como hacía frío desayunamos bien en el albergue e hicimos una ruta por el bosque y un juego de números que consistía en adivinar el número del otro y conseguir los máximos posibles. Ese día también íbamos a hacer canoa, pero no pudo ser por el mal tiempo. Así que por la tarde formamos una carraca de feria. Eso sí que fue increíble, porque fuimos nosotros mismos los que creamos todas las atracciones para jugar. Además, los monitores eran majísimos, nos trataban muy bien y siempre estaban pendientes de nosotros. Incluso nos dejaron tirar a los monitores agua con harina y pintarles la cara. Estuvo graciosísimo.

El último día para despedirnos por la noche, como era la última, nos dieron para cenar comida muy rica: pizza, tortilla de patata, sandwiches... y luego ¡todos a bailar! Hicimos una discoteca.

Fueron días de convivencia inolvidables.

En esos días nos divertimos aprendiendo todos juntos muchas cosas: desde la responsabilidad de que no nos hagan todo a convivir unos con otros, y con compañeros que algunos de nosotros no conocíamos de nada, ya que venían nuevos de otros colegios.

El juego de los banderas.

 

Estos tres días han sido muy productivos y el objetivo de que nos conociéramos mejor desde luego ha funcionado y, cómo no, esperamos que nuestras tutoras hayan estado a gusto con nosotros y que ellas también nos hayan podido conocer (nos hicieron muchas fotos). Al fin y al cabo, esto lo recordaremos siempre y esperamos que sirva para tener un buen curso.

 


SUBIR

Una experiencia inolvidable

Con el intercambio se aprende mucho francés y se conocen personas diferentes

Nos vamos de excursión con la mochila al hombro