La industria
musical está en crisis, eso es algo que a día
de hoy todos tenemos claro. Y es que las ventas de
CD’s languidecen año a año y todo
apunta a que estos están destinados a desaparecer,
pero al parecer las discográficas no terminan
de entenderlo.
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Aparato para digitalizar los discos de vinilo.
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Parece que no quieren admitir que el mercado musical
actual no es el mismo que el de mediados y finales
del siglo pasado, cuando esta industria crecía
a pasos agigantados y pocas alternativas más
había de comprar la música en las tiendas,
generando un crecimiento anual de ingresos enorme
para las discográficas. En éstas, y
en su afán de enriquecerse, está para
muchos una parte considerable del problema, ya que
ofrecen contratos que no son nada justos para los
artistas, siendo en los últimos tiempos las
actuaciones en vivo su principal fuente de ingresos.
Aún así los CD’s son cada vez
más caros lo cual desmotiva aún más,
si cabe, a los compradores, que ya han encontrado
otros medios para conseguir música, algunos
legales y otros no tanto. Estos últimos se
engloban dentro de un término creado recientemente,
la denominada 'piratería digital', que es la
"copia de obras culturales efectuada sin el consentimiento
del titular de los derechos de autor o, en su defecto,
sin autorización legal". Las descargas
ilegales son el principal enemigo de la industria
discográfica, ya que le brindan al demandante
de música la oportunidad de conseguirla de
una manera rápida, sencilla y, sobre todo,
barata (gratis). Y volvemos al tema de siempre, el
precio, que en este y en la mayoría de los
casos es un factor clave (por no decir 'el' factor
clave).
Planteada la situación, ¿Qué
falla? ¿Qué es lo que ha de cambiar?.
La respuesta para muchos está clara: el formato.
Y es que vivimos en una sociedad en la que todo el
mundo está conectado a internet, donde se nos
ofrece todo tipo de servicios de manera sencilla y
barata, y la música no se puede quedar al margen.
Y los artistas lo saben.
Cada vez nos encontramos con más casos de
nuevas promesas que 'cuelgan' sus trabajos en internet
dándose a conocer de manera totalmente gratuita
(como es el caso por ejemplo de Porta, Günther
o Tay Zonday entre otros muchos). Así se crearon
plataformas como 'MySpace' o 'Herzio' (esta última
ideada por los jóvenes madrileños desarrolladores
de 'Tuenti') que son algo así como "redes
sociales" para grupos de música en los
que se comparten (de manera totalmente gratuita) maquetas,
canciones, discos... También son muy importantes
las tiendas de compra de música 'On-Line',
de las que fue pionera la tienda del programa ITunes,
creado por Apple y sus famosos 0’99 € por
canción, que revolucionaron el mercado de la
música en internet.
Pero internet no es sólo un método
usado por los nuevos artistas para darse a conocer,
ya que artistas ya famosos y respetados han visto
en internet una manera de desprenderse de las cadenas
de las discográficas y trabajar por su cuenta.
Uno de los grupos pioneros en esta práctica
fue el famoso grupo de rock alternativo británico
'Radiohead', cuyo último trabajo colgaron en
su página web a disposición de todo
el mundo, cobrando por ello tan solo lo que cada fan
quisiera donar. Esto fue un auténtico escándalo,
ya que recaudaron casi tres veces más de lo
que hubieran ganado con una discográfica y
se ahorraron muchísimos costes. Ha sido un
gran ejemplo que ha hecho que muchas bandas se hayan
decidido a emprenderse por su cuenta y riesgo en la
edición, producción y comercialización
de sus trabajos.
Con todo esto no es difícil adivinar que las
discográficas, o por lo menos el concepto que
tenemos actualmente de ellas, están destinadas
a desaparecer y que internet tomará, como ya
lo está haciendo, una importancia vital en
el mercado musical.
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