El mundo del fútbol está cada vez más loco. Desde equipos arruinados cuyos presidentes no pagan a los jugadores hasta equipos que compran a un jugador por casi cien millones de euros. Pongamos un ejemplo: el Ciudad de Santiago, de Tercera División, está a punto de arruinarse, como muchos otros equipos a lo largo de este año por culpa de la crisis económica, y sus jugadores viven juntos en un piso pequeño y su única fuente económica es la Iglesia, que les proporciona algo de comida para que puedan vivir, ya que su presidente llevaba más de un año sin pagarles, hasta que recientemente dimitió.

Partido del Ciudad de Santiago frente al Barakaldo. (Foto: MARCA)

Sus jugadores no saben qué hacer y cada día están más preocupados. Muchos de los jugadores del Ciudad de Santiago vinieron a España procedentes de países sudamericanos (Perú, Argentina, Chile…) con una única ilusión: fichar por un equipo de fútbol e ir creciendo poco a poco como futbolistas para conseguir que los equipos grandes se fijen en ellos y les den alguna oportunidad. Hoy esa oportunidad no es posible, ya que el Ciudad de Santiago es un equipo sin medios y su presidente le ha abandonado a su suerte y los jugadores no tienen dónde vivir ni dinero para mantener a sus familias. Tampoco los bancos les prestan ayudas, al contrario que con los equipos grandes, que reciben todos los préstamos que quieren y los emplean para comprar jugadores de 96 millones de euros, por ejemplo.
Con el dinero que se gasta un equipo como el Real Madrid en un solo jugador puede pagar a todos los jugadores de un equipo entero de Primera División durante muchísimos años y mantener a muchos equipos que, como el Ciudad de Santiago, están necesitados y cuyos jugadores son más profesionales y tienen más ganas de trabajar que muchos de los jugadores que se encuentran en la élite del fútbol nacional, e incluso internacional, y que se pasan todo el día de fiesta y no trabajan ni se esfuerzan, pero que sin embargo cobran en un mes lo que cobra un jugador de un equipo como el Ciudad de Santiago en toda su vida.

Los equipos pequeños, para solucionar sus problemas económicos, tienen que vender a sus mejores jugadores a otros equipos por poco dinero y, en algunos casos, parte de sus instalaciones.

Presupuestos de los clubes de la Primera División española.

Vamos a comparar mediante una gráfica los presupuestos de los equipos de Primera División en un año: Tan sólo el Real Madrid y el Barcelona sobrepasan los 150 millones de euros, mientras que la mayoría de los demás equipos no llega ni a 50 millones. Como se espera, los equipos con mayor presupuesto coinciden con las primeras posiciones de la clasificación. La Liga española es una de las de mayor presupuesto del mundo y el Real Madrid es el equipo con el mayor presupuesto de la historia, con 450 millones de euros. Sin embargo, los presupuestos de las otras divisiones del fútbol español son de los menores de Europa, por lo que la economía en el fútbol español está muy desigualada.
Un equipo de Segunda División B, como la Gimnástica, dispone de un presupuesto de un millón de euros como mucho y un jugador de ese mismo equipo puede llegar a cobrar 25.000 euros al año, mientras que un jugador de Primera ganaría hasta 15 millones de euros al año, 600 veces lo que cobra el jugador de la Gimnástica.

Está ahora muy de moda comprar y vender equipos, en parte por la crisis económica mundial. También se cambian los entrenadores y los directivos de los clubes muy a menudo. Los que más compran equipos actualmente son los jeques árabes y los magnates, que los emplean como un negocio más, y se dedican a fichar a los mejores jugadores del mundo; es el caso del presidente del Manchester City (Khaldoon Al Mubarak) o del Chelsea (Román Abramóvich), que poseen varias empresas. También existen políticos dueños de equipos, como el primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, que es el dueño de uno de los grandes de Europa, el AC Milan.

Como conclusión, decir que el fútbol español está muy ligado a la economía, pero a la vez está muy desigualado entre sí en relación con los demás países.