Por Mari Luz González
Cayuso, Patricia Ríos Gutiérrez y Pilar
San Miguel, alumnas de los talleres de Escritura Creativa
y Expresión Escrita del CEPA Caligrama de Torrelavega.
Fotografía de Claudio Annino, alumno de 1º
de Educación Secundaria para Personas Adultas
(ESPA). |
En el
CEPA Caligrama de Torrelavega impartimos varias enseñanzas
no regladas, entre ellas el Taller de Escritura Creativa
y el taller de Expresión Escrita, impartidos
por Elba Viadero y Esther Bengochea. Se les pidió
a las alumnas que enumerasen razones para el optimismo
en un día cualquiera, que contasen sobre las
razones que les podían hacer felices. Se recogen
tres situaciones diferentes en etapas diferentes de
la vida.
|
Alumnos de
los talleres de Escritura Creativa y Expresión
Escrita.
(Foto; Claudio Annino) |
Creo que soy una persona optimista por naturaleza,
quizá en alguna ocasión hasta demasiado,
pero la verdad es que no tengo ningún motivo
para para ser pesimista ni para quejarme, pues tengo
todo lo necesario para vivir, por supuesto sin lujos
y dentro de un orden.
Tengo salud, entre comillas, una vivienda, una pensión,
que incluso me permite darme un capricho de vez en
cuando, gente a mi alrededor que me quiere. En fin,
¿qué más puedo pedir?
Me gusta pensar en positivo y si en alguna ocasión
se me viene a la cabeza alguna cosa poco recomendable
rápidamente la rechazo.
Mari Luz González Cayuso
(Escritura Creativa)
Soy una persona de treinta y tres años, vivo
en Torrelavega, me considero muy trabajadora. Por
las mañanas voy a un centro para aprender el
trabajo de lavandería; a veces necesito ayuda
de los demás. Mi profesora me felicita cuando
lo hago bien porque ella sabe que lo estoy consiguiendo
y se siente muy orgullosa.
Hay días que cambio y me voy al centro de día
La Vega. Allí me enseñan a hacer teatro
y lo representamos. Cuando llega el día lo
representamos y después del estreno, nos vamos
a comer toda la compañía.
Patricia Ríos Gutiérrez
(Escritura Creativa)
Ahora que lo pienso, la vida está llena de
un día cualquiera al que no prestamos atención.
El simple hecho de levantarse por la mañana
y tener tiempo para desayunar, sin prisas… Asomarte
a la ventana, ver que hace un sol radiante y hacer
planes para ir a la playa o hacer lo que más
te guste. Recibir una visita inesperada, una buena
o mala noticia que te puede cambiar el día.
Hacer de las pequeñas cosas grandes momentos,
como ver una buena película, escuchar tu canción
favorita, leer un libro que te guste, quedar con las
amigas para tomarte un café y pasar un buen
rato.
Quién necesita grandes días, si en un
día cualquiera te puede pasar de todo…
Pilar San Miguel
(Comprensión escrita)
SUBIR
|
|